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Junio 1871. Primera semana.

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Mensaje  Pallas_Atenea Dom Jun 07, 2015 12:33 pm

7 de junio de 1871. Saloon Dalton.

Tom_Dalton: (Todavía faltaba una semana para la celebración del día de los fundadores de Twin Falls. Como cada año, habría una cena en casa de Jeremy Fox, el alcalde, para las familias fundadoras. Para el resto de los mortales, el saloon permanecería abierto -sin Minerva, por supuesto- y todos los comercios cerrados. Estaban engalanando la plaza con pendones en las fachadas. Los colores de la bandera podían verse aquí y allí y en cualquier otro sitio al que se mirase. El Saloon Dalton, que daba a la plaza, estaba vistiéndose de gala. En la puerta, Minerva Dalton daba instrucciones para que colocaran el pendón en su fachada.) Un poquito a la derecha, que me lo estais poniendo torcido. Venga, no os quejeis, que luego os invito a un vasito de vino.

HansVanDerMorten se afanó durante los dias previos a la gran fiesta, a tener el cementerio en orden, porque de seguro que el alcalde y la "buena y piadosa gente" de Twin Falls, rendiría homenaje a sus fundadores, ya muertos y enterrados, llevándoles flores y pronunciando discursos en loando sus glorias pasadas. Todo muy bonito. Pero las flores se secarían bajo el tórrido sol del Oeste americano en menos de dos días. Y seguramente todavía estaban alli las de los últimos años y celebraciones. Así que tocaba asear y acondicionar el lugar de descanso eterno de los valientes pioneros que forjaron la ciudad con sudor y sangre. Lo que viene a ser unos dias de trabajo duro por el cual no cobraria nada. Una mierda como una diligencia de grande, sí señor. Así que el holandés andaba más taciturno y malhumorado que de costumbre. Cargó la piqueta al hombro y se acercó al saloon a tomar algo, dejandola apoyada en la pared antes de entrar.

Tom_Dalton: ¿A qué viene esa cara, Hans? (La alegre señora Dalton tenía suficiente confianza con la mayoria de hombres del pueblo como para llamarles por sus nombres. Después de todo, era ella la que les aguantaba cuando se pasaban de copas, cuando se enfadaban por perder a las cartas o simplemente por intentar echar mano a una de sus chicas.) Si eres al que menos se le quejan los clientes. Deberías estar contento, falta muy poco para la fiesta. (Se metió en el saloon para colarse tras la barra y poder servirle algo para beber) Va, ¿qué te pongo?

Jonathan_Atwood: (Ruby, al igual que Minerva, está invitada a la cena en la casa del señor Fox por ser una Atwood. Eso incluye a su hijo, que al no tener padre, ha recibido su mismo apellido y no queda más remedio que incluirlo en el pack. Por suerte, el pequeño no ha salido negro o demasiado extravagante como para poder darle una localización a sus rasgos y tacharlo de extranjero. De hecho, ha heredado el pelo castaño de los Atwood y la mirada brillante, pero dista mucho de tener la vivacidad de su tío. Algunas personas han preguntado a Ruby si Jonathan Atwood regresará para la celebración, pero ella ha respondido lacónicamente a cada pregunta con un simple "no cuenten con ello". Sin embargo, su carta y el dinero llegan punualmente cada mes. Ruby no se ha molestado en decirle que el trabajo en el saloon ha prosperado y Minerva siempre cuenta con ella, por lo que a Sean no le falta de nada. Bueno, sí, quizá espabilar un poco, pero solo tiene tres años y no se puede esperar mucho de él.) ¡Sean, vete a jugar a la plaza! Aquí estorbas, vamos, vamos. (Empuja al crío fuera del saloon y este se aleja torpemente. Ruby masculla algo, un pensamiento probablemente desagradable, y vuelve al interior para seguir trabajando en los preparativos. Está decorando algunas botellas.)

HansVanDerMorten: Buenas tardes señorita Dalton.- Y un toque en el ala del sombrero, como siempre, porque era un tipo educado a pesar de ser huraño, silencioso y poco dado a hablar más de la cuenta. Resopló al sentarse en una banqueta.- ponga lo que quiera señorita Dalton, cualquier cosa es buena para aplacar la sed y el aburrimiento.- Juntó las manos sobre la barra y observó a la concurrencia, no mucha a aquellas horas. Los de siempre, alguno ya un poco cocido en sus jugos, sudor y alcohol, algun minero desdentado, los tipicos jugadores de dados... en fin. Lo de siempre.- ¿Qué hay de nuevo?, veo mucho movimiento.

Tom_Dalton: (La presencia de Ruby en el saloon había sido una revolución al principio, pero ya todos se habían acostumbrado a tenerla allí y al corretear del pequeño entre las mesas cuando no había demasiada gente y las mujeres se lo permitían -que no era a menudo, para que no molestase a los parroquianos y se ganase un tortazo-.) Que tenga cuidado en la plaza, que están colgando los adornos para la fiesta, a ver si le van a dar un martillazo. (Volvió su atención al enterrador y dejó delante de él un vaso chato. Le gustaba que la llamara señorita, la hacía sentir joven, a pesar de tener ya un hijo que contaba los trece) Whisky, entonces (le guiñó el ojo y le llenó el vaso). La verdad es que tiene que ser muy aburrido trabajar solo cuando se muere alguien. ¿No has pensado en dedicarte a otra cosa?

HansVanDerMorten se encogió de hombros.- No sé hacer otra cosa señorita.- Mentira. Tenía una puntería certera y esa carácter tranquilo que lo hacía más letal en situaciones tensas, porque no se alteraba ni por error. Es lo que pasa cuando tienes a la Muerte por jefa. Y tocaba el violín, de jovencito había soñado con ser violinista en Rhenen su ciudad natal...pero era algo demasiado absurdo e ingenuo para ser llevado a cabo. Nadie en realidad lo había visto tocar, y pocos lo habrían escuchado, porque lo hacía a solas en su casa sobre el taller de ataudes, en el cementerio.- Y no está tan mal el trabajo. Al menos mis clientes no me cuentan chistes malos.- Esbozó una sonrisa de medio lado, porque el humor negro era lo suyo.

Tom_Dalton: No, ésos ya me los cuentan a mí los míos. No te puedes ni imaginar el nivel al que se llega cuando han vaciado unas cuantas botellas. ¿Te ha vuelto muy loco nuestro querido alcalde con todo eso de engalanar toda la ciudad? No me digas que te ha hecho poner banderitas en todas las tumbas.
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