CAPITULO II: La Búsqueda de la Hermandad. La búsqueda del paje

Dayanna parpadea un par de veces. En uno de esos parpadeos pasa por su mente de manera fugaz un recuerdo del momento en el que Glaurung^ se convirtió en piedra. Agita la mente: -no no.. Urgy escucha.. ya lo hablé con Dhunna - -su voz, simplemente por un mero recuerdo de su verdadera naturaleza, se vuelve algo más fría - - la única manera de proteger el jardín y sus secretos de verdad, es encontrar al Jefe del Clan Martillo. Él sabrá cómo guardarlo

**** Narrador del Libro Verde de Camelot: Dayanna había estado un tiempo fuera, caminando por las montañas norteñas que limitaban el Reino. Ni si quiera recordaba cómo había llegado a tales lares. Era como si las estrellas la hubieran guiado.
En ese viaje, encontró a un sabio, un anciano sabio que le habló de los tiempos que se acercaban en Camelot “La era de los Clanes”. Le habló del peligro que corría el Jardín y todos los lugares mágicos que ella tanto amaba. Mientras el sabio hablaba, ella casi podía visualizar escenas de esa no acontecida guerra civil. Todo lo recordaba lejano, como una advertencia. La Hermandad del Martillo era aquella, que siempre había velado y siempre velaría por la plebe y por los lugares sagrados.***

<Dhunna> bueno a ver, ya sabemos lo que tenemos que hacer? en referencia a la busqueda del jefe de los clanes .... necesita hacer algo útil, ya!

* Urgy sigue mirandola... No entiende lo que le está pasando a la chica, y tampoco puede jurar que sabe como proteger el jardín. Sigue con perdidas de memoria y no va a desconfiar de ella. Ese tono frío le mosquea de sobremanera...Algo está pasando, y eso le preocupa. A pesar de todo, se encoge de "hombros” - Hablaré con mi superior...Pero el hocico no te lo devuelvo al menos hasta que descubramos como proteger el jardín...

* Dhunna se da cuenta de la presencia de Urgy ((como pa no verla)) y es incapaz de entender esa sarta de gruñidos que suelta la cocodrila, pero guarda silencio espectante

* Dayanna se gira y mira a Dhunna, sin dejar de vigilar a Urgy de reojo. En Camelot existe algo que se llama "paralelismo conceptual", aunque en realidad cada uno lo designa a su manera. Y mientras están ahí las tres, a la vez también se encuentran resolviendo acertijos. Mira a Dhunna y dice, con un tono cada vez más frío e inusual en ella: - He tenido un sueño, Dhunna. Creo saber quién es el Jefe de la Hermandad del Martillo

* Glaurung^ el hocico del dragon al igual que el resto de el ha vuelto a tener vida y no solo eso va por via libre, clava sus dientes en el cieno durante horas avanzando hasta salir del agua y escaparse de las garras de la patas cortas de Urgy en busca de su amo.

* Dhunna asiente ante las palabras de Dayanna, es como si la drow se hubiera habituado ya a su frialdad repentina - entonces? quien es? donde esta? -desde luego esta ansiosa por moverse

* Urgy ingenua ella, no sabe de la vida del hocico...el cual está a buen recaudo EN EL FONDO DEL FOSO. Mira a Dhunna y hace un gesto de cabezota en forma de saludo. Mira a Dayanna y la escucha atenta....

* Glaurung^ el hocico del dragon ha SALIDO DEL FOSO y continua reptando lenta y dentudamente camino a la ciudad

* Dayanna mira a Urgy y mira a Dhunna. Ya se ha ido totalmente la expresión aniñada en ella. Ahora sus recuerdos no son los de la vendedora de flores, si no los de la Hechicera que aprendió magia en la Orden de tierras lejanas. - El mundo en Camelot está cambiando. Y la era de las Hermandades ha regresado. ¿Conocéis la historia de la hermandad del Martillo? - mira al cielo, ya es de noche - Sólo ellos pueden ayudarnos...

<Dayanna> Hubo una persona que marchó hace unas semanas sapiente del cometido que se le venía encima - mira a Dhunna sin tener claro si sabe por dónde van sus palabras. Asiente -El Clan Martillo habla de la humildad para con el pueblo. Y su líder es el más sabio y el más humilde. Io. Sí, Dhunnita. Es Io, ningún otro. Y hemos de encontrarle

<Urgy> Io??? Tiene descuidada la higuera...le reclama, que me lo chiva.. "grrrrrrrr groarg!!" para Dhunna...No entiende muy bien lo de las hermandades, sigue sin recordar nada de aquello ni de otras cosas, pero poco a poco...Mira a las chicas y se queda en el sitio, ella quiere ayudar, pues también le interesa. Por varias razones.

* Dhunna su expresión un tanto risueña y de pitorreo se borra ante las palabras de Dayanna - Io? - frunce incluso el ceño un tanto y se humedece los labios que se le habian quedado secos de repente. Aun recordaba la última vez que le vio....aun guardaba esa nota absurda....parpadea como saliendo de su ensoñación y mira a Dayanna con intensidad. Si queria su atención, la tiene por completo- yo....iré a buscarle

* Dayanna parpadea siendo consciente de lo que profundiza aquel hombre en el espíritu de la drow, o por lo menos su nombre. Aunque en esos momentos, sin tener los recuerdos de la florista, no puede recordar bien la historia, algo en ella le hace saber lo importante que es Io en el lugar. Mira a Urgy: - ¿qué higuera? - quizá en ese lugar haya alguna pista de su paradero. Mira a Dhunna -¿sabes a dónde pudo ir?

<Dhunna> no.....no lo se...pero le buscaré y le encontraré tarde lo que tarde….- se gira hacia la higuera cuando Dayanna la nombra y sonrie de lado, ni siquiera se habia acercado a ese arbol desde que se marchó...quizá eso es lo que tendria que haber hecho hace tiempo, ir a buscarle....

* Urgy niega... en señal de que ya se la enseñaría, cree que es más importante lo que iba a decir Dhunna ahora. La cocodrila ahora, se gira mirando el camino que lleva al foso...Algo va mal, algo raro ocurre. grrrrrrrr... gruarg...

* Dayanna frunce el ceño y mira a Urgy de reojo: -¿qué sucede, guardiana del tiempo de Camelot? - sus palabras son demasiado solemnes para tratarse de ella. Mira la dirección que toma la mirada de Dhunna: una higuera. Sin titubear, comienza a caminar hacia el árbol. Todavía están sobre sus ramajes la manta que dejó Io y alguna caja de trufas. Frunce el ceño, un par de recuerdos le vienen a la mente. -Io... - susurra en tono melancólico sin

<Urgy>Guardiana del tiempo???...Mira a Dayanna sorprendida ante tal tono y tales palabras...-Ir vosotras al árbol...no os asusteis si está algo apagado, está triste. Yo voy al foso, nos encontraremos después...-Urgy alza la pata de forma solemne y se dirige lo más rapido posible al foso...

* Dhunna aprieta los puños cuando Dayanna revuelve las cosas de Io....calmate, no pasa nada! Carraspea un poco y de nuevo se humedece los labios. De pocas zancadas llega al árbol y aparte a Dayanna , buscando algo que solo ella sabe que es....aunque seguramente se las llevó . Se despide de Urgy con la cabeza, no por que la entienda sino pq ve que se aleja xD. Solo encuentra una de las cosas que buscaba, una pluma....y se la guarda, no sabe que contiene, pero si sabe que habrá recuerdos de Io ahi almacenados....aunque no sabe cuales.


* Glaurung^ el morrete del dragon sigue su camino lento e imparable dejando un rastro de dientes clavados en el suelo.

* Dayanna se gira ligeramente, mirando a Urgy estoica. Asiente. Prosigue su camino hacia la higuera esperando que Dhunna la siga. Urgy sabe cuidarse sola, la magia y la leyenda caminan con ella. Cuando llega a la altura de la higuera comienza a trepar por sus ramajes. No es difícil, él lo hacía cada día, comienza a rebuscar entre los pocos y humildes objetos del paje, sin percatarse de la rabia que ello provoca en la drow. No ve lo que ella coge.***

* Urgy camina deprisa hasta que: GRUUUARRRRRRRRRRRRRRRRG!!!!!!!!!!!!!!!!! Alza una pata y ve un diente enorme clavado en ella...un dinete amarillo y mal cuidado. No!!El hocico!!! sabía que algo iba mal! Seguro que había pillado alguna enfermedad...se lo arranca, dejandose una buena herida y mira el rastro. SIn pensarlo va detrás de el hocico...

* Dayanna alza ligeramente el rostro hasta una zona de la corteza del arbol más próxima a la copa. Hay algo escrito en el tronco, algo escrito mediante algún tipo de hoja o filo. Pero no puede verlo, necesita ascender más. No se lo piensa dos veces y comienza a trepar por las ramas, para alcanzar la mayor altura en la higuera, sin decir a Dhunna que la siga.

* Urgy allí estaba! lo ve meterse en el zarzal. Va coja, pues el diente le ha calado muy dentro (oish...). Se queda delante de los arbustos y se concentra...Coge aire y gruñe levemente... Es un ser milenario y unas cuantas espinas no van a aecharla atrás; no es tan debil como puede llegar a aparentar. Sin pensarlo se mete, arañando su enorme cuerpo, sus escamas...sus patas se llenan de espinas. Cierra los ojos cuando ve que va a clavarse algo, pero sien

* Dhunna observa que Dayannita sigue subiendo...no le gusta nada, eso de rebuscar en cosas ajenas.....suspira y aunque Dayannita no se lo dice trepa tras ella, mitad para ver que ha visto, mitad para que no se caiga, por si las moscas. Asegura la pluma bajo su mono y se situa en una rama para ver por encima del hombro de Dayannita

<Urgy> Cierra los ojos cuando ve que va a clavarse algo, pero siente al hocico...Va tras el.

* Dayannita llega a una rama de la copa de la higuera en la que el escrito se puede observar con claridad. El escrito sobre la corteza comienza mediante un símbolo. Un martillo tallado con ornamentos y doble cabeza. Frunce el ceño, el anciano de la montaña le dibujó ese símbolo en la tierra hablándole de aquellos quienes le ayudarían. Dhunna se encuentra detrás. Dayanna comienza a leer las runas en voz alta:

Hay infinidad de leyendas sobre el Rey Arturo, sobre como fundó y creó Camelot de la nada, con el apoyo de unos pocos caballeros y su gran consejero Merlín...Todos sabemos que Arturo es el heredero legitimo de Uther Pendragón pero quien era Merlín? De donde provenía su poder y cuales eran sus intereses para poner o quitar reyes a su antojo.
Lo cierto es que tras el mito se esconde una historia de luchas de poder por el control de las islas, La Hermandad del Escorpión había estado financiando las guerras de Uther en las sombras para garantizar su reinado pero el visceral y lujurioso carácter del Rey era un problema constante, un problema que Merlín supo solucionar con gran habilidad.El heredero de Uther había nacido y estaba en manos del mago, solo cabía esperar a que creciera
Lo que nadie esperaba es que durante los primeros años de edad de Arturo una guerra cruenta se desatara dentro de la hermandad escarlata.La preparación para el reinado de Arturo se había planificado meticulosamente pero una y otra vez surgían nobles sedientos de poder que deseaban el control del reino, las luchas eran constantes y el país vivía años de oscuridad. Muchos señores Escorpión veían estas luchas con agrado,

* Dhunna escucha las palabras de Dayannita observando esas runas escritas en la corteza en silencio y sorprendentemente le da cierta rabia pensar que en realidad no conocia a Io en absoluto. Aun así esta atenta a las palabras de la florista con seriedad....y cada vez con más ganas de ir a buscar al paje

* Glaurung^ el hocico nota como Urgy va detras , una lluvia de espinas y zarzas caen sobre el , en un intento desesperado por huir da el ultimo bocado, un chillido terrible se oye entonces, ha ido a clavarse en el trasero de un Jabalí enorme que sale corriendo furioso y dolorido llevandoselo enganchado con el a la espesura del bosque.

<Dayannita>las luchas eran constantes y el país vivía años de oscuridad. Muchos señores Escorpión veían estas luchas con agrado, algunas incluso las impulsaban ,pues consideraban que era una criba natural, solo quedarían los fuertes y estos eran los dignos de gobernar.Pero no todos los Escorpión opinaban igual, había otra facción menor pero no menos poderosa que consideraba todo eso una despilfarro de vidas,
Esa facción de los escorpión opinaba que era el pueblo quien pagaba siempre los delirios de grandeza de los señores y que eso no podía continuar así. Pronto llego el día en que la Hermandad Escorpión se escindió, dando lugar a una segunda hermandad no menos poderosa que la anterior
La Hermandad del Martillo había surgido de aquellos que deseaban que Camelot no solo fuera el lugar mas poderoso del mundo sino también aquel donde todos, plebeyos y nobles tuvieran los mismos derechos y crearan el Jardín del Edén en la Tierra. -se gira y mira a Dhunna - Quien sino Io iba a ser el dirigente de una hermandad cuyos miembros, por mucho poder que tuviesen, querrían la igualdad y el bien para todos?

* Urgy escucha el chillido de aquel cerdo salvaje. Y que cerdo el hocico...eso es trampa. A pesar de sus rasguños, heridas y demás, sale del zarzal y mira a los lados en busca del cerdo. Nada, no lo encuentra...y el chillido ya es inexistente. Se queda quieta y mira la espesura:- Maldito gusano...me las pagarás...juro que me las pagarás..-Sus gruñidos son más serios que nunca...al igual que su gesto. Seria, fría autoria y ante todo....rabiosa.

* Dhunna mira a Dayannita y asiente, pues tiene razón pero....Io?? no lo reconocera pero de nuevo le duele no saber nada de él en realidad, pese a....pese a todo - entonces hay que encontrarle....

<Glaurung^> Muhahaha el hocico ha ganadao

* Dayanna mira a Dhunna como adivinando sus pensamientos: -en realidad, siempre le hemos conocido bien. Siempre, por muy guardián que fuera de las murallas, mi querida Dhunna, siempre siempre, se hizo llamar paje. Por muy conocedor que fuera de los lugares mágicos y de la historia, siempre se hizo llamar "pobre y burro". Siempre nos dijo que es un hermano del Martillo

* Dhunna la mira casi dejando traslucir lo que siente pero atajandolo a tiempo, aunque sabe que Dayanna ve más de lo que ella misma muestra....sabe que lo que le dice es cierto pero aun así .... todo se reducia a que lo habia infravalorado....chaquea la lengua y se aparta de Dayanna empezando a descender de la higuera, ofuscada y ....extraña. Bueno, iria a preparar sus cosas para marcharse.

* Dayanna comienza a bajar siguiendo los pasos de Dhunna, de rama en rama. Igual que Dayanna tenía ese toque especial para ver más allá de la frialdad de Dhunna, la drow tenía algo especial que conseguía que se mezclaran las personalidades y recuerdos de la paladín. Y en esos momentos, mientras bajaba de la higuera, la que era la Hechicera, sentía algo de tristeza por su amiga y la nostalgia para con el paje. ¿Por qué? se suponía que no había de recordar esos momentos, pero los recordaba

* Dhunna acaba plantandose en el suelo llevando una mano donde tiene escondida esa pluma que saco de entre los almohadones de Io , luego se vuelve hacia a Dayanna y la mria con seriedad y determinación - quien eres? -dice de sopetón, pues está claro que aunque es Dayanna no es la florista. Si conseguia una respuesta como si no, despues se marcharia, al fin tenia una misión pero no esperaba que fuese esa

* Dayanna abre los ojos de par en par mirando a Dhunna desconcertada. No esperaba esa pregunta de repente planteada. Se queda casi sin aliento y su cara muestra toque de expresividad, muy atípico en ella.. en esa faceta de ella: -¿Quién voy a ser? Dayanna - -dice sosegada, no agitando su tono de voz. Sabe que algo raro ocurre desde que aquel consul romano le diera la muerte. ¿Pero cómo iba a explicarlo? Ni ella misma lo entiende

<Shanae> ( hace calorcito en las calles de Camelot , pero parecia que si te alzabas un poco sobre en empedrado corria algo de aire , asi que busco su tejado , el de siempre al que solia ir a observar la ciudad , la luna marcaba un medio arco y era una noche rasa , se veian las estrellas en ese manto oscuro , se sento al borde dejando colgar una de sus piernas )

* Dhunna niega con la cabeza, mirando con fijeza a los ojos de Dayanna - eso pareces, pero no lo eres...ahroa no lo eres -su ultima insistencia, si aun así no queria contarle nada se iria al fin, tenia cosas que hacer. Pero por la expresion de la muchacha sabe que ha dado en el clavo y espera ahi depie ante ella

* Dayanna parpadea y baja ligeramente el rostro. Ella no es muy dada a "abrir su alma". Pero hay algo en Dhunna, igual que en las flores, que enlaza sus recuerdos: -Me llamo Dayanna - -alza las cejas al decir su nombre, como si fuera absurdo presentarse de nuevo ante ella y alza la mirada para volverla a fijar sobre los ambinos ojos de la drow - - y vine a Camelot siguiendo un mensaje en las estrellas, desde un lugar muy lejano, con una misión concreta

<Raizagast> (Camina lentamente por las calles del reino, como cada noche solia dar su paseo, le agradaba notar la caricia de la brisa fresca sobre su piel, caminaba a paso lento, sus botas resonaban sobre el pavimento de la calle)

* Dhunna la mira y asiente, ahora sí le parece que es sincera y no varia su expresión. No va a preguntarle por esa misión a menos que ella quiera contarselo, sencillamente queria dejar las cosas claras y que Dayanna supiera que ella sabia que no siempre es la florista - esta bien....-la mira un instante más antes de hacer ademán de dar un paso para alejarse hacia la posada, a por sus cosas

* Dayanna suspira y suelta el aire despacio, cuando ve que Dhunna acepta sus palabras. A ella, a esa Dayanna, no le importa en demasía la aceptación de los demás. Pero concretamente de Dhunna sí. -Iré contigo a buscar a Io- la mira solemne - ¿pero por dónde empezaremos a buscar? - de momento no le hablará de su pasado. Quizá algún día.

<Dhunna> no lo se…-se vuelve y pasea la mirada por el lugar y negar con la cabeza - no lo se....pero vamos, no tenemos demasiado tiempo…-sin más echa a andar hacia la taberna, necesita sus cosas. Acepta la compañia de Dayanna claro, pero quiza pq esta más centrada en otras cosas

* Dayanna camina junto a Dhunna hacia la taberna. Recuerda perfectamente que la drow habita en el primer piso de "El Laurel Dorado", otro detalle que no tendría por qué recordar, pero recuerda. Frunce el ceño. Recuerda haberle ofrecido flores.. tiene recuerdos extraños. Menea la cabeza. La ladea y mira a Dhunna: - Creo que quizás hay quienes podrían darnos una pista

* Dhunna no se de tiene, sube a su habitacion seguida por Dayanna, no le importa pero la escucha mientras va preparando sus cosas- pues te sigo....almenso empezaremos por algo - dice mientras carga con sus armas y algunas de sus cosas, se asegura que la pluma esta a buen recaudo y mira a Dayanna - vamos

* Dayanna enarca la ceja observando la pluma que Dhunna guarda con tan sumo cuidado. Prefiere no preguntar. Mira las armas de la drow. Ella no cogerá ninguna, pues ninguna posee, mas que sus conocimientos de magia, esos que a menudo olvida. -El Jardín, Dhunna. Las flores del Jardín Parlante. Estoy segura de que ellas podrán decirnos dónde se halla - la mira, expectante de su respuesta

* Dhunna la mira, asimilando lo que le dice y acaba por asentir - tiene su logica, fue el primer sitio al que fui con Io....vamos entonces, estas lista? -esta claro que no espera a nadie y que va a ir ya hacia el jardin...teme que las malditas flores acaben haciendola decir cosas que no debe pero debe ir

* Dayanna asiente, una sola vez, y con firmeza: -desde luego que sí - se gira y sale de la habitación, esperando que la drow le siga. ¿Por dónde llegarán al jardín? Ambas saben que existen varios caminos por los que atajar hasta el mágico lugar de las leyendas de antaño. Es más, existen tantos caminos como los habitantes de Camelot quieran imaginar. -¿Provisiones? - dice cuando pasan por delante de la barra de la taberna, en previsión de la

* Dhunna sale tras Dayanna y ya habia pensado en lo de las provisiones. Así que sintiendolo mucho por Laurel se mete en la trastienda y hace acopio de alimentos que puedan llevarse...agua podrian cojes en las inmediaciones del jardin. Le pasa a Dayanna un macuto con una parte de las provisiones y ella carga con otro saliendo de detras de la barra. No dice nada, ahora mismo no es necesario. El camino que tomasen seria el que las llevaria al lugar al que iban, sin necesidad de pensarlo seguro, magia como diria Dayanna

* Dayanna coge el macuto que Dhunna le alcanza con las provisiones. Ambas salen de la taberna mientras la clientela las observa con cierto desconcierto por su descaro. Comienzan a bajar por la Calle Mayor de Camelot hacia el callejón que lleva al final de la ciudad y lindero del Bosque Feliciana. Caminan ambas a paso airoso, en silencio, cada una sumida en sus pensamientos. Los adoquines que forman los caminos de la ciudad van desapareciendo en pos a la tierra de los senderos del campo. El Bosque de noche tiene un aspecto tétrico. Da igual la magia que se albergue en el lugar, pues igual que puede contener los seres y leyendas más bellos; por su interior se desarrollan los hechos e historias más macabros.

* Dhunna camina junto a Dayanna con paso brioso, no se preocupa de lo oscuro y siniestro del bosque, solo tiene una idea en mente y es llegar al jardin cuanto antes. Desde luego que va perdida en sus pensamientos y todos giran en torno al paje....cada vez más asqueada por haberle infravalorado y a la ver furiosa por su marcha sin explicaciones....ni siquiera mira alrededor se fija donde pisa y adelante! No piensa detenerse hasta llegar

* Dayanna se había detenido por un instante ante el Bosque. El Bosque producía algo en ella. Algo que algunos habían percibido. Algo no muy agradable que se acentuaba en la nocturnidad. Vincent Fawkes lo sabía. A punto está de hablar con Dhunna, pero la drow sigue su camino, y marcha tan airosa que el segundo que Dayanna para a recapacitar basta para que Dhunna le gane unos metros. Demasiada distancia en el bosque. En la maleza esa distancia basta para que se pierdan la una de la otra. Señal de los hados de que mejor no decir nada. Da un par de pasos acelerados para ponerse a la par de Dhunna decidiendo que mejor será no decir nada. **No va a pasar nada *** piensa para sí misma.

* Dhunna no se ha dado ni cuenta de que Dayanna se ha detenido, y solo reacciona cuando esta vuelve a ponerse a su lado mientras camina. La mira un instante pensando si se habria tropezado o algo así.....en fin, que sigue adelante, tomando el primer camino que la llevo al jardin con Io, no tardarian demasiado en llegar, o eso espera

* Dayanna lleva consigo la cesta de mimbre que siempre porta. Esa que desde que resucitó por el ritual de un cura cristiano la usaba para venta de mercancía floral. Busca de reojo con disimulo lirios blancos. Sí, lirios blancos. Los busca acordándose de Vincent, de cómo el alquimista había logrado sosegarla en algún momento de locura. Comienza a percibir diferente el aullido del viento, así como las voces que en él se portan. Almas errantes en la noche

* Dayanna sonrie a Dhunna, y, como puede suceder en Camelot, ambas retornan al lugar en el que se encontraban la noche pasada: el Bosque Feliciana. Caminando hacia el Jardín de las Flores Parlantes. La noche hacía horas había caído, y el ramaje de los altos árboles ocultaba el cielo estrellado. Por mucho que su apodo fuera "feliciana", el bosque llevaba en el susurros de macabras historias que hacían despertar algo en Dayanna que solía estar dormido.

* Dhunna , en cuanto aparecen ambas de nuevo en el bosque, vuelve a caminar a busn ritmo en la dirección en la que sabia que estaba el Jardín, vamos, solo queria llegar al lugar y ver si Merovingia o a cualquiera de las otras flores les da la pista por dodne seguir su busqueda.

* Dayanna escucha las voces del viento, los susurros de las almas perdidas en un mundo que está entre la otra vida y la presente. Su mente comienza a divagar perdiéndose entre sus buenas intenciones y la misión para la que Dhunna y ella han partido. Su paso va decelerando, viendo como Dhunna le va sacando unos metros de ventaja. Tiene una lucha interna

* Dhunna sigue su camino, tan concentrada está que no se percata que deja a Dayanna algo atrás. Aun le da vueltas a lo del paje y sigue sin poder creerselo....suspira y alza la vista, dandose cuenta al fin de que los pasos de Dayanna suenan tras ella. Se detiene y se vuelve mirandola por encima del hombro - todo bien?

* Dayanna mira fijamente a los ojos de Dhunna. Escucha voces en su interior, voces que le incitan incluso a usar su poder contra la drow. Parpadea y niega con la cabeza.-¡¡¡No!!! - grita de repente. Ese grito se lo hace a sí misma, tratando de aullentar sus voces internas. Se echa las manos al rostro. -Necesito lirios blancos, lirios blancos- camina hacia Dhunna recortando distancias - -¿falta mucho para llegar? - -le cuesta hasta recordar

* Dhunna se sobresalta un tanto sin saber que le ocurre a Dayanna, suelta su macuto y camina tambien hacia ella hasta ponerle las manos en los hombros - estas bien? -lirios blancos? alli no habia….- no, no queda mucho, casi hemos llegado, allí quizá haya lirios…-no entiende que le sucede, ahora de repente. Tan cerca de llegar

* Dayanna se quita las manos del rostro y mira a Dhunna. Su rostro denota cansancio. Quizás de tanta lucha interna. Asiente y suspira. -Vamos. - Ambas siguen caminando por ese sendero que cruza el foso a través de un puente de madera antiguo tanto como Camelot lo era, por cuyos travesaños crecían enredaderas con flores coloridas. La madera cruje bajo sus pisadas. Era la primera vez que visitaban el jardín de noche, por lo menos Dayanna

* Dhunna asiente pero ya no le quita el ojo de encima a Dayanna. Recoge su macuto y siguen el camino hasta cruzar el puente hasta la verja de entrada al jardín. Toma aire ante la puerta y luego la abre, con ese chirrido metálico que resuena en la soledad del bosque. Cruza el umbral y deja pasar despues a Dayanna cerrando tras ella. Bueno, ya estaban allí...hacia bastante ya que no iba y observa el lugar sobrecogida, como siempre- Adelante preguntales…-sigue temiendo decir nada que no deba en presencia de las flores, así que deja a la florista que haga su trabajo.

* Dayanna mira a Dhunna y asiente, luego mira a las flores. Su susurro es suave en la noche, parece como si cantaran. El viento en el Jardín de las Flores parlantes le sosiega. Cierra los ojos. Las voces en su cabeza se marchan... comienzan a llegar otro tipo de recuerdos... Las flores, la magia, la historia, las leyendas. Abre los ojos y gira sobre sí misma: -Buena luna Jardín de antaño* Dayanna mira a Dhunna, el susurro de las flores, que es un tintineo en el viento nocturno, cálido en el jardín, se unifica en una respuesta melódica y suave: - Buena luna, Dayanna, Dhunna... Bienvenidas a vuestro jardín ... 6esa frase, dicha de mil maneras, dulces y melodiosas, se repite como un eco

* Dhunna deja que Dayanna se adelante unos pasos y salude, ella se mantiene en silencio sintiendose turbada pro esa quietud quebrada por los susurros de bienvenida que les regalan las flores- hola…-musita casi con timidez...reticente ha hablar y sobresaltada por escuchar su nombre venir de todas partes! Nunca se acostumbrará del todo a ese lugar

* Dayanna siente como por todo su cuerpo pasa un escalofrío, poniéndose su carne de gallina. Son cientos de susurros que parecen musica en el viento, un viento cálido que refresca el rostro. En el aire vuela pólen por doquier, pero no es un pólen molesto, es brillante y sosegante. El lugar podría confundirse con el mismo cielo. Dayanna y Dhunna no pueden evitar acordarse cada una de una persona en particular. Dayanna saca de su mente al alquimista, no es por él por quien tiene que preguntar. Traga saliva suspirando, es el lugar más hermoso de todo el Reino, por lo menos para ella. Aunque las flores ya hayan saludado, sus susurros nunca cesan, es como si jamás dejaran de contar historias. -Venimos en busca de alguien especial, alguien que nos trajo hasta vosotras... - las flores aumentan sus susurros, pero la voz de una de ellas sobresale de las del resto, una que se encuentra cercana al sauce llorón del jardín: -venís buscando al paje...

* Dhunna espera y escucha....cierto que ella tenia en mente al paje, pero da un brinco cuando escucha una voz decirlo tan a las claras, de forma nítida sobresaliendo de esos murmullos. Mira a un lado y otro, quizá en otro momento todo le pareceria mágico, pero ahora mismo no le parece que tengan tiempo que perder y así camina hasta ese sauce y se arrodilla ante esa flor. Sin amenazas ni malos modos, pero la mira, de rodillas...de lejos, de manera que pudiera parecer que le suplica…- dime.....sabes donde está? - susurra con los ojos clavados en la flor.

* Dayanna camina por detrás de Dhunna hasta la flor. No llega a la par que la drow, pues Dhunna ansía tanto encontrar a Io que su andar es difícil de seguir. La flor cuya voz ha sobresalido por encima de la de las demás era una de la que nunca ni Dayanna ni Dhunna habían oido hablar. Era Farelinn, una dulce margarita de pétalos blancos que muchas historias de amor y odio había contemplado ya a lo largo de sus años, aunque era pequeña y parecía tener pocas primaveras. La flor vuelve a hablar, con su voz dulce aunque determinante, por encima del susurro del resto de flores, que respetan su discurso: El Libro Verde sabrá decir dónde esta Io, y Dayanna sabe dónde está el Libro, pues Io le dijo cómo encontrarlo antes de partir


* Dhunna la escucha y ante sus palabras cierra los ojos y deja caer la cabeza hacia adelante, clavando la barbilla contra su pecho. De nuevo era algo que a ella se le escapaba....tenia que ponerse en manos de otra persona para seguir adelante y se le hace duro. Toma aire con fuerza y abre los ojos, volviendo la cabeza y mirada hacia Dayanna sin decirle nada, pero con una expresión de serena resignación en el semblante. Claramente en sus manos estaba.

* Dayanna mira a Dhunna y abre los ojos. Parpadea. Por un momento le viene aquella última vez que estuvo con Io antes de que partiera. Fue allí mismo, en ese pequeño valle del Jardín de Flores Parlantes. Jamás hubiera pensado entonces que era el Jefe de una Hermandad. Jamás hubiera pensado entonces que en aquella enseñanza había algo importante que habría que recordar. Se moja los labios y asiente a Dhunna: -Sé dónde está el libro Verde

<Dhunna> lo soponia…-vuelve a mirar a la flor y suspirando en silencio se levanta , supone que esta agradecida a la flor y se humedece los labios, como para darle las gracias pero.....de nuevo piensa que es mejro callarse, no decir nada que no deba.....se guarda muy mucho sus pensamientos como para que una flor o varias le hagan soltar la lengua. Se vuelve hacia Dayanna con la misma expresión- tu guias....

* Dayanna señala una pequeña loma que hay a unas decenas de metros más allá del sauce llorón, cuyas ramas se bañan ligeramente en el foso. Urgy no parece estar, mira hacia ambos lados del pequeño riachulo tan antiguo del Reino. Camina hacia la loma: -Hay que buscar un palo recto y unas cuantas piedras - dice recordando, fue exactamente lo que Io le hizo buscar a ella

* Dhunna la sigue sin vacilar pero sin abrir la boca....en el fondo envidiaba a la muchacha....ella no sabia ni la mitad de cosas que ella, era simplemente la guardiana de la guardiana del jardín. Pero se lo traga, habia aprendido a tragarse ese tipo de sentimientos que quiza la corrompian en el fonde de su ser pero que no mostraba. - está bien..-y se dispone a buscar un palo y piedras, cosa que no lo cuesta demasiado. Camina hacia alli. - esto?

* Dayanna recordaba cada momento de aquel último día que había pasado con Io. Recordaba cómo el paje le había enseñado esa historia, sapiente él de cuánto le gustaban a la florista las leyendas del Reino. Niega con la cabeza, ella también había subestimado al paje. Tanto Dhunna como ella se pensaban que Io era sólo un paje que reposaba en aquella higuera al lindero del Bosque. No, Io había sido el aprendiz de Albanel, y ahora al borde de una guerra civil, era el Jefe de una de las grandes hermandades. ¿Dónde estaría? Comenzó a ascender por la loma. Vio un palo bastante recto y se agachó a cogerlo: -Dhunnita!! ya tengo yo un palo.. sólo faltan las piedras..

* Dhunna no sabe que tipo de piedras necesitan pero mira a Dayanna cuando esta la llama dhunnita....quiza ya volvia a ser ella misma, o ella misma era como hasta ahora y la florista era su otra personalidad? Daba igual, el caso es que se acerca a ella y rebusca piedras....aunque en la cabeza solo piensa en...chasquea la lengua frustrandose. Empezaba a ser como una olla a presión a punto de estallar

* Dayanna mira a Dhunna y parpadea, como si pudiese entender algo en su mirada. -Piedras.. piedras grandes y pesadas que consigan mantener el palo vertical, hacia el firmamento. - El amanecer llegaba, con los primeros rayos del Sol se desvelaría el secreto del que Io le hizo conocedora. Frunce el ceño y con el palo en su mano derecha llega a la cima de la loma. Desde la cima se ve la ciudad y el castillo, más allá del Bosque Feliciana, la vista es hermosa, fascinante. Las flores aumentan su melodía. Dayanna comienza una historia, parece que las flores hacen eco a cada una de sus palabras:-¿Ves las almenas del castillo, Dhunnita? ¿Y los balaustres de la muralla?

* Dhunna sigue a Dayanna. Pero mira el suelo, ahora sabe más o menos lo que busca y se da a ello hasta que escucha hablar a la muchacha. Se coloca a su lado, sobre la loma y mira el paisaje que el lugar les ofrece. Posa sus ojos en las almenas y la muralla y asiente. Le llegan los murmullos de las flores, pero no entiende lo que dicen, de nuevo guarda silencio, últimamente se le daba bien hacerlo.

* Dayanna escava ligeramente en la tierra, un pequeño agujero para meter uno de los extremos del palo, quedando así el otro extremo hacia el cielo, que comienza a clarecer en pos de la llegada del amanecer. Coloca las piedras a su alrededor, de manera que queda firmemente vertical. Mira a Dhunna y vuelve a mirar al Castillo y la ciudad: -Lo primero que fue en Camelot, fue el Castillo. Nació de la arena, en una playa. Nació de un sueño.
* Dhunna da un paspo atras, dejando a Dayanna hacer lo que tenga que hacer sin dejar de escucharla. Posa sus ambarinos ojos en el horizonte, más allá de la ciudad y del castillo, viendo el cielo empezar a clarear en tonos de un azul cada vez más claro.

* Dayanna abre los ojos de par en par cuando el Astro Rey asoma por el horizonte. La sombra del palo comienza a proyectarse, dirección hacia ellas, concretamente dirección hacia el Jardín Parlante, que queda detrás de ellas. Cuando los primeros rayos de sol tocan las flores, un tintineo de mil flores suena y parece una brisa de viento colorida surca desde el jardín, pasando por la loma, cruzando por encima del bosque, hasta la ciudad de Camelot. Esa brisa de viento lleva los colores del jardín en ella y la melodía de las flores. Al llegar a la ciudad, las almenas del Castillo se ven coloridas, y de la nada, surge una novena almena, antes no visible, que se percibe borrosa desde donde Dhunna y Dayanna se hayan, como si un espejismo fuera. Dayanna abre los ojos ampliamente: -Lo que ves sólo se puede ver desde aquí. Es la Torre del Recuerdo... y ahí se haya el Libro Verde. Por ende ahí se haya Io, y las respuestas sobre La Hermandad del Martillo