Arsenal de las Ciudades de Hierro

En tan sólo 5 años, las Ciudades de Hierro habían desarrollado un armamento de rifles y pistolas, cañones y toda variedad de armas de fuego, basado en un sistema de aire comprimido, producido en pequeñas bombonas, las cuales han de ser recargadas. En un primer momento, los proyectiles debían de ser introducidos y el sistema de aire impulsaba las balas a velocidades mortales, pero cualquier armadura ligera era capaz de repelerlas. Sin embargo, todo cambiaría cuando un simple ingeniero de rango básico, se convertiría de la noche a la mañana en el precursor de una serie de armas de última generación, capaz de cambiar el mundo de la guerra, y la historia en sí.



Richard Richardson, un simple trabajador de los Talleres de Inventiva de Gallaharki, se propuso un reto personal, a pesar de la mofa y befa de sus superiores, catalogando sus ideas de memeces y disparates de un demente, como menos. Richardson, propuso a los ingenieros superiores de los Talleres, crear una serie de proyectiles, los cuales llevaran su propia carga propulsora, lo cual haría al proyectil levemente más pesado, pero al arma tremendamente más ligera, y podrían aumentar las posibilidades en cuanto a la recarga, cadencia de fuego, e incluso equipar a las nuevas armas de un contenedor propio de munición, de forma que el usuario del arma no tuviera ninguna traba a la hora de recargar y volver a disparar. A pesar de la contínua negativa de sus superiores y de las burlas de sus compañeros, Richardson comenzó a esbozar y diseñar sus primeros modelos.



Una vez realizadas sus pequeñas pruebas "clandestinas", dejó a un lado la cadena de mando, y directamente fue a enseñar su prototipo a Ignir Salaghir, un oficial del ejército y amigo personal suyo. Maravillado con aquel nuevo arma, habló con sus superiores del ejército, y automáticamente, comenzó la investigación de estos maravillosos proyectiles, y de estas nuevas armas. Hoy día, Richard Richardson es el Maestro Ingeniero de Gallaharki, y es el creador de armas tan comunes, como la pistola Richardson de seis proyectiles, con distintas variantes de calibre o de tipo de cañón.



También están las armas para el ejército regular, como el rifle Nogeric de infantería, muy universal, de fácil fabricación e incluso ya se ven algunos modelos de pistolas Richardson y estos rifles fuera de las Ciudades de Hierro, como producto de ventas a otros reinos, no tan reacios a estas nuevas armas. Las armas de repetición automáticas, han sido creadas gracias a la fusión de la tecnología de usar gas comprimido, en vez de aire, ya que la presión es mayor, y dura más que el simple aire, y el sistema de proyectiles autopropulsados.



Sin embargo, sólo en Gallaharki, los Maestros de Armas, una nueva rama dentro de los Talleres de Inventiva, pueden crear armas de fuego muy personales, fundiendo la industria y la artesanía. A veces, las fuerzas de élite tiene requisitos o modos de combate muy específicos, por lo que estos artistas crean un elenco de posibilidades, desde rifles de larga distancia, con mecanismo de cerrojo para el sistema de recarga, a ametralladoras pesadas, pasando por armas más discretas y más refinadas, para misiones más sutiles donde a veces cuenta más la discrección que la potencia de fuego.









También dentro del arsenal, podemos encontrar armas de gran calibre, las cuales normalmente suelen ser llevadas por dotaciones de entre dos y tres personas. Exiten gran variedad, desde ametralladoras de gran calibre, a morteros, o pequeños cañones de artillería, que pueden ser transportados fácilmente por una dotación, en vez de llevarlo en un carro de combate.





Guerreros de Hierro: Esta nueva generación de golems es el más de lo más. Una creación alquímica con voluntad propia y además con una fuerza brutal, un blindaje monstruoso y una potencia de fuego más que letal. Cada uno de ellos es diferente, debido a que son piezas prácticamente artesanales, y llevan en cada pieza el estilo de su creador. Uno de los más famosos, es el conocido como el Coloso, una mole de siete metros de altura, cuya arma principal, es un lanza obuses que es capaz de reventar filas enteras de enemigos.



Pero no es sólo en el aspecto en lo que se diferencian estos golems, si no en su personalidad. Dentro de ellos, late en su caldera, un cristal de vida con tal potencia, que no sólo genera energía para que la máquina se mueva, si no que adquiera un nivel de conciencia que a veces nos planteamos si realmente son seres vivos hechos de metal. Un caso muy particular, es el del favorito del rey Gallahar IV, un modelo que salió casi nuevo de fábrica, conocido como Paladín, pues, en una visita de su majestad a un reino de Oriente, más allá de Sihatta, su comitiva fue atacada por mercenarios a las órdenes del mismo reino que pedía su favor. Una estrategia cruel y rastrera para conseguir a cambio de devolver a su rey intacto, un buen suministro de armas. Con lo que no contaron, fue con Paladín, consiguió poner a salvo al rey en unas ruinas, mientras que él mismo se antepuso ante el enemigo en primera línea.

Los atacantes llevaban armas de fuego Ferras, pero Paladín estaba mucho más blindado, además, de que los mercenarios no estaban tan bien entrenados como los soldados regulares. Y quien sabe si fue gracias a lo supersticioso que fue el creador de Paladín, el cual le llenó de pergaminos de protección, escritos por místicos de Yimahai, o si fue el colocarle los símbolos de las alas de ángel, un símbolo militar que no estaba estipulado en el reglamento del ejército. Pero lo importante, es que Paladín resultó casi ileso, y su majestad pudo volver sano y salvo gracias a él. Desde entonces, Paladín es el Guerrero de Hierro más famoso, y guardián personal de Gallahar IV. Desde entonces, el símbolo de las alas de ángel, es el emblema de la guardia personal del rey.



Bueno, y esto es todo, en líneas muy generales, si tengo fuerzas, al siguiente escribiré sobre la armada, en cuanto la haya organizado bien, muchas gracias a todos