El Báculo del Rey

Titulo: El Báculo del Rey.

(Narración del escenario) – Su amplio entablonado deja ver bien desde todas las posiciones los paneles de cartón piedra sujetos por poleas. En esta obra se podrán ver en el interior del semicírculo de cirios que iluminan cual focos el centro de la tarima varios escenarios diferentes.

-Acto Uno: El escenario se verá ambientado con una mesa en su centro, una chimenea de cartón en una esquina y un jarrón sobre la mesa con flores mustias. Tras ese la escenificación de una iglesia donde el noble irá a confesarse de sus noches en las tabernas abandonándose a la lujuria. Y tras este un cabio de escenario donde el Maligno disfrazado de sacerdote acudirá a la casa del noble para ofrecerle un pacto que aceptará.

-Acto Dos: Una lujosa cama de matrimonio junto a una chimenea situada en el lado opuesto que la primera será y nos hará testigos de las múltiples discusiones de este matrimonio adinerado. Dejando solo al marido el Diablo vuelve a acudir a él en el cambio de escenario del jardín trasero del palacete, improvisado con dibujos de plantas y árboles además de una fuente.

-Acto Tres: Unos tablones con dibujos de adoquines cubre el suelo y un enorme dibujo de cartón de una plaza evocan la mismísima plaza central del reino donde el noble intentará que todo el mundo sepa de los pactos que ofrece el maligno corrompiendo a todo el mundo. Más la obra culmina cuando el adinerado se cerciora de que está en el infierno, cubriendo los técnicos los cirios con un papel rojo dando una iluminación lúgubre, así acaba pues la escena del noble viendo que está muerto a manos de su mujer, y con su heredero bastardo entre los brazos de ella.

(Personajes que intervienen)
•Ser Loras Tyrell – Diablo.
•Gervasio Mallanés – Noble / Guardia 1.
•Jackie – Esposa / Exorcista.
•Ptolomeo – Civil 1.
•Victor Seraldón – Civil 2.
•Janette LaFreix – Civil 3.
•Roxanne – Diablesa 1 /Guardia 2.
•Lilian – Diablesa 2.
•Alice – Ángel 1 /Consejo 1.
•Amina – Ángel 2 /Consejo 2.
•Richard Smith – Noble Secundario 1 / Consejo 3.
•Segmund Potrokshiekv – Noble Secundario 2 / Maestre.


Obra:

El tupido y pesado telón rojo ribeteado de hilo dorado se abría una noche más en el Flor de Lis.
Los cirios hacían oscilar la poca luz que dejaban ver mientras los asientos se llenaban.
Tras las bambalinas Ser Loras Tyrell acababa de maquillarse con su acostumbrada parsimonia dejando que la gente se sentara y comentara el acto, sus nervios no hacían mella en él, pues siempre otorgaba sus mofantes palabras y el nerviosismo que estas causarían a un hecho médico en él. Lo sentía y deseaba causar ese hilo de maldad e irreverencia que portaba en su sangre. Silver se había encargado de eso muy bien y lo había alimentado con su propio odio.

Una vez se retiraba el telón empezaba el juego, pues las hilarantes palabras de Aristarh no hacían más que reprender contra aquellos que habían pagado la entrada y que con ello le darían dinero a él, y no encontraba tanto placer en otra cosa, pues estos, siempre acababan volviendo. Y eso aunque fuera arriesgado para él, le mantenía al pie del cañón.

Era conocido por sus obscenidades en público, y dentro del teatro, aunque tuviera unas maneras de todo un Marqués todas las damas y caballeros sabían de lo que su palabrería era capaz sobre, y fuera de las tarimas.

Hablaba pues, mirando a más de un noble entre lo poco que le dejaban ver los focos al público esperando que se dieran por aludido, aunque muchos de ellos no se lo tomaban como algo personal, y a más de uno y una les sentaba como un halago frío que les dejaba ver el poder que ostentaban.

“Así yo reino en el cénit de mi lujuria, como para joder y jodo para comer sin penuria. –Se alzaba ahora de un trono improvisado el cual flanqueaban sus dos diablesas lamiéndole una, una mano y la otra acariciando la pierna de él.- Que otros monarcas que agitan sus cetros con ardor… - Deslizaba su mano por la barra del báculo que ahora se colocaba entre sus piernas con clara intención de representar un miembro viril.- …manteniendo a sus súbditos con mas temor que amor.. ¡Sean esclavos de coronas!. –Seguía agitando la mano por el cetro lentamente mientras ahora lo sujetaba entre sus piernas y extendía su mano libre invitando a toda mujer y hombre que admirasen la mofa que estaba haciendo.- ¡Será digno en mi nación!. Mi único cetro será mi pene en acción. Mis leyes ordenarán más placer que mandatos. Y gobernaré todo el país…. Con mi nabo.”

Y aún con toda la gente que pudiera haber acudido, concluía su diatriba sobre mamarrachadas acerca de las cortes palaciegas con aplausos y silbidos, y todo aquel que quedaba descontento, marchaba en silencio, pues como es bien sabido, no había nada en los bajos fondos.. que no supieran cierto tipo de personas…