En el lago

La femenina silueta se recortaba contra las brumas que ahora cubren el lago; los brazos inmóviles a los costados sujetan los sables ahora dormidos.

La ira y la venganza poco a poco van tomando forma, Ira… por haberse marchado sin mediar palabra.
Venganza… por haberla hecho despertar de su letargo y ahora abandonarla a su suerte. No dice ni media palabra, más en su silencio se escucha mucho más que en un largo discurso perfectamente pronunciado.
Poco queda ya de la alegre muchacha que entonaba largas melodías en su lira, en su lugar una mujer de hielo va creciendo y haciéndose más y más fuerte, ni un alma atreve a acercarse a ella, la última vez que lo intentaron quedaron reducidos a cenizas.

Sin piedad… sin compasión; se repite a sí misma una y otra vez intentando convencerse a sí misma, repite mentalmente las razones para convertirse en lo que nunca ha querido ser, una asesina…
Entonces es cuando algo en su interior se resquebraja, en un pequeño resquicio del lago que aún queda intacto ve reflejado el rostro del drow, el dolor la azota con dureza y entonces cae de rodillas sollozando como cuando era una niña pequeña.

Después de mucho, mucho tiempo el llanto deja de brotar de sus ojos, una leve calma parece llegarle desde algún punto, sin embargo esa calma da paso a planes, planes que deberá llevar a cabo cuando sea el tiempo.
Nadie sabe; ni siquiera ella misma; lo que le depara el futuro, sin embargo seguirá esperando, allí, en el lago con los brazos inmóviles a los costados, sujetando los sables por ahora, dormidos.