La búsqueda de Angelo De Malanessa Parte I
La búsqueda de Angelo De Malanessa Parte I
*El Babylon II hacía días que navegaba sin un rumbo fijo y eso es lo que les llevó hasta Roma, ciudad del papado, pues un emisario los encontró en el puerto de Tripoli y les dio un sobre con el sello eclesiástico del Papa. Los Tekes destruyeron ese sobre y pusieron rumbo a Roma. Allí despertaban ahora en una posada de mala muerte, uno en cada habitación, era el día del encuentro y de saber la información de su estancia allí.
* Octav abre los ojos y lo primero que ve es el techo de madera de aquella posada, aún sujeta su alfanje sobre su pecho pues tiene la costumbre de dormir siempre protegido y tiene el sueño muy ligero. Se incorpora para sentarse en el borde de la cama soltando ahora sí el arma para rascarse sobre el bello del pecho. Lanza una esquiva mirada a la palangana con la jarra de agua al lado y se frota la cara levantándose de la cama.
*Berkant se desperezó y metió la cabeza en la tinaja de agua semihelada de su derecha, sacude su pelo tal y como haría cualquiera de sus canes y se calza las botas tarareando alguna melodía. Tiene el presentimiento que será un gran día.
*Octav sujeta la jarra y se tira el agua por encima dejando salir el escalofrío en forma de palabras: -brrr.... *Siempre le sentó bien para despertarse y dejar ese agudo dolor de cabeza de las copas de la noche anterior. Se coloca su camisa y su chaleco de cuero y enfunda su alfanje en el cinturón que se ata bien a la cintura, abre la puerta de la habitación dando un pequeño silbido a Set que se levanta de la esquina en la que estaba y corre tras él hasta la puerta de la habitación contigua donde Octav, pica con un golpe seco a la puerta de Berkant.
*Berkant recorre con una mirada la habitación buscando sus ropas hasta que se percata que las lleva puestas, sonríe pensando que debió caer redondo en el camastro. Bura se levanta del rincón al oír la puerta y va hacia ella dando juego a Berkant para que abra: Octav... ¿te has despertado vestido?
*Octav mira a un lado y a otro del pasillo inquieto, luego mira a su Ko y asiente, aunque le sorprenda, en el único lugar donde se quitaría las ropas y se vería a salvo es en el Babylon II, casi como la mayoría de ellos evitando casos excepcionales: - Avisa a Temiz , Sihir, y Kaba, y reuniros conmigo en la entrada, iré preparando nuestros caballos.. *Vuelve a mirar a ambos lados y se aleja por el pasillo hacia la salida del lugar frotándose la barba.
-Voy espero que estén listos, no tengo humor para aguantar a Achmed preguntando sobre qué camisa le pega con qué levita...- sale con Bura de la habitación en dirección a las de los de la tripulación del Babylon II.
*Kaba despierta entre un extraño sonido, acompañado además de un extraño olor. - Huh... ¿Pero qué demonios...? - *Entreabre los ojos, pateando de mala gana a su compañera de cama, haciéndola caer al suelo. - ¡Maldita bastarda qué tomaste anoche, argh! - *Se pone en pie de mala gana, tapándose la nariz y saliendo al pasillo a cambiarse allí mismo. - Pff...
* Octav acaricia el hocico de Shagya que le responde con un relincho mientras Set ladra al ver salir a Sihir agachando la cabeza para no darse con la puerta, su piel brilla en un tono dorado pues seguramente se hubiera untado en aceita caliente para purificar su alma tras la borrachera de anoche: -Huburo garumabhe tanguegamo... *Le dice a Octav, el cual niega con la cabeza como si lo entendiera a la perfección. Esperan al resto en la entrada de la posada.
*Berkant aporrea la puerta de sus compañeros de navío : Vamos holgazanes el capitán nos espera en la puerta de la posada... no me hagáis entrar a poneos los calzones, hoy haremos negocios... - vuelve a aporrear la puerta y luego rasca tras una oreja a Bura.
*Kaba termina de vestirse cómo buenamente puede, se limita a ponerse los pantalones... Si es que acierta a meter la última pierna en el sitio correspondiente, comienza a dar saltitos con una pierna hacia atrás, tratando de no perder el equilibrio. - ¡AH AH AH AH! - *Se oye un golpe seco, finalmente acaba cayendo de bruces, pero con los pantalones puestos, alza la testa para contemplar algo indispuesto a Berkant. - Ehm... Esto... - *Sonríe.
-Kaba... - lo mira negando con la cabeza- qué pasa todos fuisteis capaces de desnudaos anoche menos yo... no os dejaré ganar a las cartas nunca más... - asoma la cabeza en la habitación de Achmed -¡ Levanta de una puta vez o te levantaré yo! * Bura lame la frente de Kaba meneando su rabo.
*Octav es un hombre que tiene poca paciencia y como tarden mucho más entrará él para cogerlos de los pelos de sus testículos y llevarlos a rastras, sabe que Berkant es consciente de su inquietud y lo oye gritar a alguno de ellos provocando también un grito de Octav desde la puerta, el posadero le lanza una mirada de estupefacción: -Grabeste-te sau da-os-ai tâiat de testicule!!!!
*Berkant entra a por Achmed pues su paciencia se iba agotando, en la cama del presumido corsario había dos rameras y el acurrucado entre los senos de una de ellas. Lo agarro del pelo y ellas se despertaron asustadas : Fuera zorras, ya habréis cobrado de más. Sino llevaos las monedas de la mesa. Y tu ...- le metió la cabeza en la palangana - Baja en cinco minutos o subiré y te cortaré tu gran estandarte.
* Kaba bajó hasta el salón de la posada terminando de anudarse los cordones de los calzones con la espada al hombro para colgarla del cinto después: Me compraré un par de sombreros con lo que te gané anoche a las cartas Berkant, siempre es un placer jugar contigo...- Dijo riendo a Berkant que seguía gruñendo tras él.
*Octav lanza una fugaz mirada a Kaba y Achmed cuando este baja y le extiende las riendas de su yegua a Berkant, acostumbran a ir andando aun teniendo los caballos pues son los únicos que poseen montura de todos ellos: - Berkant, la próxima vez o les rebanas el cuello o lo haré yo mismo, no son ladrones cualquiera, Tekes, entrenados para estas cosas... *Vuelve a mirar a Kaba y Achmed y escupe en el suelo un trozo de papel con el que se lio su cigarro mientras tiraba de las riendas de Shagya en dirección a la taberna de la cita, tras él, Sihir como un gran fantasma permanecía en silencio mirando a su alrededor, Set a su lado.
* Berkant toma a Altïn y lo acaricia por el rio blanco que está dibujado en su rostro : Tu si que eres bonita... - dice a su yegua- La próxima vez dales menos vino y menos dinero que gastar en mujeres, un día de estos morirán de sífilis o algo peor... -saluda con un gesto cortes a Sihir.
* Kaba camina con las manos en los bolsillos mientras le comenta a Achmed: La morena que tenías anoche... era un maromo, menos mal que la emborraché como buen amigo que soy... sino habrías acabado algo desollado por atrás - las carcajadas hicieron eco en las calles de fuertes que eran. Y el rostro de Achmed se convirtió en un poema oscuro.
*Octav ríe jocoso dejando oír su grave voz por el comentario de Kaba, realmente no le extraña, pues una mujer como la que se fijó en Achmed, tan maquillada, alta y fuerte... más aún que Lore, no era posible que fuera una mujer. Sihir mira de reojo a Kaba, su rostro es una escultura de cerámica dorada, enarca una ceja como si hubiera entendido lo que dijeron y colocándose junto a Octav señala una vieja puerta en una esquina: -Makele Hagümawe.
*Berkant se pone serio y carraspea como suele hacer para que guarden silencio : Ahora hemos quedado con el que nos dará instrucciones Octav hablará con él. Dejaos de chistes y bromas estúpidas por un rato y os quiero alerta. No me fio de las emboscadas, Octav debe seguir sano y salvo - lo mira uno a uno a los ojos.
*Sihir saca sus brazos retirando hacia atrás la capa de piel de leopardo y se acerca él primero a la puerta, abrirá y entrará observando todo seguido de Octav y Berkant, el Turco da las instrucciones: -Achmed y Kaba, uno en cada esquina y mantened los ojos abiertos, debe ser un trabajo limpio. *Deja el caballo atado al poste y se coloca tras Sihir para entrar.
* Achmed se cruza con Kaba para ir a su lugar sin mediar palabra y pisa la bota de este con el tacón de la suya y gira el tobillo apretando. Luego se coloca en su lugar con una sonrisa de satisfacción.
*Sihir se retira de la vista de la gente que hay en la taberna quedandose junto a la puerta. Octav distingue de inmediato al susodicho, el alzacuellos lo distingue del resto de los hombres, además de sus anillos de oro y su porte, cual espectro entre toda aquella bazofia de hombres y mujeres, propina un leve codazo en las costillas de Berkant y camina con tranquilidad hasta aquella mesa haciéndole una seña al tabernero.
-Traiga 2 pintas y algo de tocino con pan, gracias- lanzó Berkant dos monedas doradas en el mostrador y siguió a Octav a la mesa cubriendo su espalda. Su mirada había escudriñado la sala ya varias veces midiendo la fuerza de cada uno de ellos. Y localizando las mejores salidas por si tiene que evacuar a Su Sangre.
*Octav retira las vainas para sentarse cómodamente frente al sacerdote y lo examina cuidadosamente, un hombre canoso, de facciones duras y piel surcada por las arrugas, de riguroso negro con su alzacuellos piquetea con sus anillados dedos sobre la mesa. Octav guarda silencio hasta que sea él quién lo rompa proponiendo algo de interés.
*Arcadio estrecerró los ojos mirando a Berkant y luego a Octav, tras carraspear se pronunció a la vez que colocaba una bolsa seguramente de monedas sobre la mesa: -Una muerte, dos bolsas de oro, una para el viaje y la otra cuando volváis con su cabeza... en buen estado...¿Queda claro... Turco? *Clavó la mirada en Octav sin soltar aún la bolsa de dinero.
*Berkant se sienta un palmo por detrás de Octav para controlar mejor la situación y mira al sacerdote con recelo: Háblele con respeto, es usted quien necesita de él. No le enseñaron a ser amable para conseguir las cosas... ¿verdad?
*Octav extiende la mano haciendo caso omiso a las palabras de Arcadio y tirá de la bolsa de monedas con fuerza dándosela a Berkant: -Spune-le, câ este ceea ce a fost de acord ... *Guarda silencio al venir el tabernero mientras se rasca el mentón mirando a Arcadio: -¿El nombre? *el tabernero se marcha sin decir nada tras dejar en la mesa lo que Berkant pidió.
* Kaba observa la calle y se imagina comiendo un gran guiso de cerdo por el olor que desciende de una de las ventanas del piso colindante.
* Berkant abre la bolsa y lo cuenta. Acto seguido pone una mano en silencio en el hombro de Octav y se pone en pie. Indicándole que es correcto y que deben salir de allí. El cura no vino solo y no se fía.
*Octav ladea el rostro para observar a Berkant y asiente, vuelve a mirar a Arcadio: ¿El nombre? *Pregunta de nuevo levantándose de la silla y dirigiendo una mirada a Sihir que controlaba a Set sentado junto a él: -Angelo De Malanessa... *Arcadio nota la mano de Turco oprimiéndole el antebrazo: -Esto para el viaje, y el doble cuando traigamos su cabeza o me la cobraré con la venta de tus sesos. *Sabe que se quejará, pero le da igual, mira a Berkant haciéndole una seña de confirmación del trato y da la espalda al cura para abandonar aquel lugar y volver al barco: -Sihir, vámonos. *Murmura mientras Set se acerca a él con la lengua colgando por encima de los dientes al oler el aroma de tocino.
*Berkant camina hacia la puerta mordiendo despreocupado la panceta que quedaba y con el dedo índice y corazón en la frente los aleja con fuerza saludando al sacerdote mientras le enseña la panceta masticada de su boca a modo de burla.
* Octav abre los ojos y lo primero que ve es el techo de madera de aquella posada, aún sujeta su alfanje sobre su pecho pues tiene la costumbre de dormir siempre protegido y tiene el sueño muy ligero. Se incorpora para sentarse en el borde de la cama soltando ahora sí el arma para rascarse sobre el bello del pecho. Lanza una esquiva mirada a la palangana con la jarra de agua al lado y se frota la cara levantándose de la cama.
*Berkant se desperezó y metió la cabeza en la tinaja de agua semihelada de su derecha, sacude su pelo tal y como haría cualquiera de sus canes y se calza las botas tarareando alguna melodía. Tiene el presentimiento que será un gran día.
*Octav sujeta la jarra y se tira el agua por encima dejando salir el escalofrío en forma de palabras: -brrr.... *Siempre le sentó bien para despertarse y dejar ese agudo dolor de cabeza de las copas de la noche anterior. Se coloca su camisa y su chaleco de cuero y enfunda su alfanje en el cinturón que se ata bien a la cintura, abre la puerta de la habitación dando un pequeño silbido a Set que se levanta de la esquina en la que estaba y corre tras él hasta la puerta de la habitación contigua donde Octav, pica con un golpe seco a la puerta de Berkant.
*Berkant recorre con una mirada la habitación buscando sus ropas hasta que se percata que las lleva puestas, sonríe pensando que debió caer redondo en el camastro. Bura se levanta del rincón al oír la puerta y va hacia ella dando juego a Berkant para que abra: Octav... ¿te has despertado vestido?
*Octav mira a un lado y a otro del pasillo inquieto, luego mira a su Ko y asiente, aunque le sorprenda, en el único lugar donde se quitaría las ropas y se vería a salvo es en el Babylon II, casi como la mayoría de ellos evitando casos excepcionales: - Avisa a Temiz , Sihir, y Kaba, y reuniros conmigo en la entrada, iré preparando nuestros caballos.. *Vuelve a mirar a ambos lados y se aleja por el pasillo hacia la salida del lugar frotándose la barba.
-Voy espero que estén listos, no tengo humor para aguantar a Achmed preguntando sobre qué camisa le pega con qué levita...- sale con Bura de la habitación en dirección a las de los de la tripulación del Babylon II.
*Kaba despierta entre un extraño sonido, acompañado además de un extraño olor. - Huh... ¿Pero qué demonios...? - *Entreabre los ojos, pateando de mala gana a su compañera de cama, haciéndola caer al suelo. - ¡Maldita bastarda qué tomaste anoche, argh! - *Se pone en pie de mala gana, tapándose la nariz y saliendo al pasillo a cambiarse allí mismo. - Pff...
* Octav acaricia el hocico de Shagya que le responde con un relincho mientras Set ladra al ver salir a Sihir agachando la cabeza para no darse con la puerta, su piel brilla en un tono dorado pues seguramente se hubiera untado en aceita caliente para purificar su alma tras la borrachera de anoche: -Huburo garumabhe tanguegamo... *Le dice a Octav, el cual niega con la cabeza como si lo entendiera a la perfección. Esperan al resto en la entrada de la posada.
*Berkant aporrea la puerta de sus compañeros de navío : Vamos holgazanes el capitán nos espera en la puerta de la posada... no me hagáis entrar a poneos los calzones, hoy haremos negocios... - vuelve a aporrear la puerta y luego rasca tras una oreja a Bura.
*Kaba termina de vestirse cómo buenamente puede, se limita a ponerse los pantalones... Si es que acierta a meter la última pierna en el sitio correspondiente, comienza a dar saltitos con una pierna hacia atrás, tratando de no perder el equilibrio. - ¡AH AH AH AH! - *Se oye un golpe seco, finalmente acaba cayendo de bruces, pero con los pantalones puestos, alza la testa para contemplar algo indispuesto a Berkant. - Ehm... Esto... - *Sonríe.
-Kaba... - lo mira negando con la cabeza- qué pasa todos fuisteis capaces de desnudaos anoche menos yo... no os dejaré ganar a las cartas nunca más... - asoma la cabeza en la habitación de Achmed -¡ Levanta de una puta vez o te levantaré yo! * Bura lame la frente de Kaba meneando su rabo.
*Octav es un hombre que tiene poca paciencia y como tarden mucho más entrará él para cogerlos de los pelos de sus testículos y llevarlos a rastras, sabe que Berkant es consciente de su inquietud y lo oye gritar a alguno de ellos provocando también un grito de Octav desde la puerta, el posadero le lanza una mirada de estupefacción: -Grabeste-te sau da-os-ai tâiat de testicule!!!!
*Berkant entra a por Achmed pues su paciencia se iba agotando, en la cama del presumido corsario había dos rameras y el acurrucado entre los senos de una de ellas. Lo agarro del pelo y ellas se despertaron asustadas : Fuera zorras, ya habréis cobrado de más. Sino llevaos las monedas de la mesa. Y tu ...- le metió la cabeza en la palangana - Baja en cinco minutos o subiré y te cortaré tu gran estandarte.
* Kaba bajó hasta el salón de la posada terminando de anudarse los cordones de los calzones con la espada al hombro para colgarla del cinto después: Me compraré un par de sombreros con lo que te gané anoche a las cartas Berkant, siempre es un placer jugar contigo...- Dijo riendo a Berkant que seguía gruñendo tras él.
*Octav lanza una fugaz mirada a Kaba y Achmed cuando este baja y le extiende las riendas de su yegua a Berkant, acostumbran a ir andando aun teniendo los caballos pues son los únicos que poseen montura de todos ellos: - Berkant, la próxima vez o les rebanas el cuello o lo haré yo mismo, no son ladrones cualquiera, Tekes, entrenados para estas cosas... *Vuelve a mirar a Kaba y Achmed y escupe en el suelo un trozo de papel con el que se lio su cigarro mientras tiraba de las riendas de Shagya en dirección a la taberna de la cita, tras él, Sihir como un gran fantasma permanecía en silencio mirando a su alrededor, Set a su lado.
* Berkant toma a Altïn y lo acaricia por el rio blanco que está dibujado en su rostro : Tu si que eres bonita... - dice a su yegua- La próxima vez dales menos vino y menos dinero que gastar en mujeres, un día de estos morirán de sífilis o algo peor... -saluda con un gesto cortes a Sihir.
* Kaba camina con las manos en los bolsillos mientras le comenta a Achmed: La morena que tenías anoche... era un maromo, menos mal que la emborraché como buen amigo que soy... sino habrías acabado algo desollado por atrás - las carcajadas hicieron eco en las calles de fuertes que eran. Y el rostro de Achmed se convirtió en un poema oscuro.
*Octav ríe jocoso dejando oír su grave voz por el comentario de Kaba, realmente no le extraña, pues una mujer como la que se fijó en Achmed, tan maquillada, alta y fuerte... más aún que Lore, no era posible que fuera una mujer. Sihir mira de reojo a Kaba, su rostro es una escultura de cerámica dorada, enarca una ceja como si hubiera entendido lo que dijeron y colocándose junto a Octav señala una vieja puerta en una esquina: -Makele Hagümawe.
*Berkant se pone serio y carraspea como suele hacer para que guarden silencio : Ahora hemos quedado con el que nos dará instrucciones Octav hablará con él. Dejaos de chistes y bromas estúpidas por un rato y os quiero alerta. No me fio de las emboscadas, Octav debe seguir sano y salvo - lo mira uno a uno a los ojos.
*Sihir saca sus brazos retirando hacia atrás la capa de piel de leopardo y se acerca él primero a la puerta, abrirá y entrará observando todo seguido de Octav y Berkant, el Turco da las instrucciones: -Achmed y Kaba, uno en cada esquina y mantened los ojos abiertos, debe ser un trabajo limpio. *Deja el caballo atado al poste y se coloca tras Sihir para entrar.
* Achmed se cruza con Kaba para ir a su lugar sin mediar palabra y pisa la bota de este con el tacón de la suya y gira el tobillo apretando. Luego se coloca en su lugar con una sonrisa de satisfacción.
*Sihir se retira de la vista de la gente que hay en la taberna quedandose junto a la puerta. Octav distingue de inmediato al susodicho, el alzacuellos lo distingue del resto de los hombres, además de sus anillos de oro y su porte, cual espectro entre toda aquella bazofia de hombres y mujeres, propina un leve codazo en las costillas de Berkant y camina con tranquilidad hasta aquella mesa haciéndole una seña al tabernero.
-Traiga 2 pintas y algo de tocino con pan, gracias- lanzó Berkant dos monedas doradas en el mostrador y siguió a Octav a la mesa cubriendo su espalda. Su mirada había escudriñado la sala ya varias veces midiendo la fuerza de cada uno de ellos. Y localizando las mejores salidas por si tiene que evacuar a Su Sangre.
*Octav retira las vainas para sentarse cómodamente frente al sacerdote y lo examina cuidadosamente, un hombre canoso, de facciones duras y piel surcada por las arrugas, de riguroso negro con su alzacuellos piquetea con sus anillados dedos sobre la mesa. Octav guarda silencio hasta que sea él quién lo rompa proponiendo algo de interés.
*Arcadio estrecerró los ojos mirando a Berkant y luego a Octav, tras carraspear se pronunció a la vez que colocaba una bolsa seguramente de monedas sobre la mesa: -Una muerte, dos bolsas de oro, una para el viaje y la otra cuando volváis con su cabeza... en buen estado...¿Queda claro... Turco? *Clavó la mirada en Octav sin soltar aún la bolsa de dinero.
*Berkant se sienta un palmo por detrás de Octav para controlar mejor la situación y mira al sacerdote con recelo: Háblele con respeto, es usted quien necesita de él. No le enseñaron a ser amable para conseguir las cosas... ¿verdad?
*Octav extiende la mano haciendo caso omiso a las palabras de Arcadio y tirá de la bolsa de monedas con fuerza dándosela a Berkant: -Spune-le, câ este ceea ce a fost de acord ... *Guarda silencio al venir el tabernero mientras se rasca el mentón mirando a Arcadio: -¿El nombre? *el tabernero se marcha sin decir nada tras dejar en la mesa lo que Berkant pidió.
* Kaba observa la calle y se imagina comiendo un gran guiso de cerdo por el olor que desciende de una de las ventanas del piso colindante.
* Berkant abre la bolsa y lo cuenta. Acto seguido pone una mano en silencio en el hombro de Octav y se pone en pie. Indicándole que es correcto y que deben salir de allí. El cura no vino solo y no se fía.
*Octav ladea el rostro para observar a Berkant y asiente, vuelve a mirar a Arcadio: ¿El nombre? *Pregunta de nuevo levantándose de la silla y dirigiendo una mirada a Sihir que controlaba a Set sentado junto a él: -Angelo De Malanessa... *Arcadio nota la mano de Turco oprimiéndole el antebrazo: -Esto para el viaje, y el doble cuando traigamos su cabeza o me la cobraré con la venta de tus sesos. *Sabe que se quejará, pero le da igual, mira a Berkant haciéndole una seña de confirmación del trato y da la espalda al cura para abandonar aquel lugar y volver al barco: -Sihir, vámonos. *Murmura mientras Set se acerca a él con la lengua colgando por encima de los dientes al oler el aroma de tocino.
*Berkant camina hacia la puerta mordiendo despreocupado la panceta que quedaba y con el dedo índice y corazón en la frente los aleja con fuerza saludando al sacerdote mientras le enseña la panceta masticada de su boca a modo de burla.
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