Jacquier

Jacquier:
Poco se sabe con certeza. Los mentideros de Camelot le han atribuido todo tipo de orígenes, desde los que afirman que pudo venir de ultramar hasta los que apuntan a que podría ser hijo de una familia noble que (según la versión) le habría repudiado o él mismo habría abandonado.
Lo cierto es que ha pasado varios años viajando, enrolado en una caravana de comediantes y artistas de circo. Rastrear más allá de esa época se hace difícil, y las pesquisas acaban dando con un muro de contradicciones y vaguedades.
Debido a sus vagabundeos habla dos o tres lenguas con fluidez, y suele encontrársele en los círculos bohemios, acompañado lo mismo de actores de teatro que de prostitutas de lujo (y no tan lujo).
Ha sido apodado el Bardo, no por sus ocasionales incursiones en la música y la poesía, a las que se entrega como mero entretenimiento, sino por su costumbre de sobreactuar cuando se mete en peleas de taberna o rencillas de uno u otro tipo a que su lengua mordaz y un tanto apresurada suele conducirle. En esas ocasiones, usa un lenguaje retórico, incluso rimado, con el que desconcierta a sus oponentes y espectadores, a la manera de un actor de opereta.
Como curiosidad, se le han atribuido varios sonetos de tinte jocoso que circulan anónimamente referidos a hechos de la actualidad o personalidades de las altas esferas de Camelot.

En cuanto al físico, lo primero que salta a la vista es un gusto por la extravagancia que se refleja en sus ropas. Colores dispares, no siempre conjuntados con lo que se consideraría buen gusto o elegancia, a pesar de que son prendas caras, de seda, terciopelo y cueros teñidos que por separado serían de corte exquisito, pero que combina en el mejor de los casos con un gusto peculiar.
Su edad está entorno a los 30 años. De estatura media, 1.70 aproximadamente, cabellos ondulados castaños que peina hacia atrás con algo de descuido, cuando no los sujeta con una cinta. Tiene facciones un tanto aniñadas, rasgos casi delicados quizá desmentidos por la ocasional dureza de unos ojos del color de la miel.
Es de complexión delgada, algo cargado de hombros, eso sí. Debido a sus habilidades ha desarrollado discretamente la musculatura de los antebrazos, lo que resalta más aún las manos bien cuidadas, de alguien que jamás ha trabajado en tareas pesadas, rematadas en dedos largos y ágiles.

No suele portar armas a la vista, pero a menudo lleva entre sus ropas alguna daga, o cualquiera de los juguetes de una extensa colección que va desde alambres cortantes, pasando por mazas de acróbata, varas de metal de dos palmos de longitud con las que es especialmente diestro, escalpelos y un largo etc.

Te dejo aqui unas notas para que hagas unos acordes con las liras de tu laud.


Al alba de mis sueños , por la orilla de una nube
rozan mis alas por el cielo , una dragona sobrevuela .
Sus escamas son de plata y cristal de Zafiro ,
que relucen con el alba.

A su grupa cabalga un jinete, van cortando el aíre fresco ,
gotas del néctar de las auroras resbalan por el contorno
de sus escamas, van saltando esos abismos,
de una playa candente, un bello resplandor.

Una quietud , un sueño , todo un orbe de fantasía !!