Ethan & Cristal

Encuentro (Chapter I)

*Con las primeras nieves que invadieron los terrenos se decidió ir a buscar víveres para pasar el invierno sin necesidad de tener que salir del castillo, así que el Barón Lekker, Adrien, ordenó a Leonard, el responsable de los animales y las cocinas que se llevara unos cuantos hombres al pueblo más cercano para comprar, Ethan le acompañaría.

* Cristal_ había bajado a la ciudad con unas damas de compañía por ordén de su padre, a comprar una serie de vestidos y complementos para las próximas ocasiones. Su predecesor los llamaba eventos pero ella sabía lo que iba acontecer y muy a su pesar asumía el papel que le tocaba de primogénita. Anna y Christin la acompañaban y la velada sería amena. El carruaje ya estaba aminorando la marcha y las muchachas se ataban las capas para salir al exterior.

* Ethan- palmeaba el cuello de su caballo amarrado a un poste mientras esperaba a que los hombres sacaran los sacos de grano de la tienda, Leonard le hablaba pero el joven no parecía escucharle: -¿Entonces Adam ya se casa? Y cuando piensas tú desposarte? *Ethan nunca pensó que casarse por obligación fuera lo más sensato y pese a que Adam era su hermano y le deseaba lo mejor, en su interior pensaba que algo malo acontecería por ser una obligación.

Vamos queridas espero acabar con esto lo antes posible - dijo a sus acompañantes y bajaron del carromato. El viento les azotó y le hizo ponerse la capucha. Cruzaron la calle embarrizada con las nieves caídas y pisadas. La nieve sucia no le gustaba. Era impura y a ella le gustaba cuando blanca se posaba en las ramas de los árboles y las hacía doblegar por su peso. Era lo que pensaba mientras Anna le comentaba que si estaría bien un vestido de ceremonia para eventos serios y un par más de cada día. Cristal_ pensaba porqué ella era la única que necesitaba nuevos trajes, pero en el fondo sabía el motivo y quedó delatado cuando Christin le dijo que también necesitaría ropa de cama nueva.

*Cuando los hombres cargaron el último saco Leonard se dispuso a cruzar la calle a zancadas, Ethan adelantó la mano para detenerle pues de los charcos habría embarrado a las señoritas que ahora pasaban por delante: -Buenos días ... señoritas. *Murmuró Ethan lo bastante claro para que le oyeran dedicándole luego una mirada al jefe de víveres por no ir con cuidado: -Leonard, vigila. *Leonard hizo una reverencia con la cabeza y sonrió a las damas, luego se disculpó a Ethan y cruzó la calle sin apartar la vista de las mujeres provocando que casi se dé un golpe con el quicio de la puerta de la tienda de hierbas.

* Cristal_ hizo una reverencia tomando la capa con ambas manos y flexionó las rodillas : caballeros buenas sean ... ¿qué tal se encuentran? - ella educada y cortés. Siempre se alegraba de tener alguien más para conversar que sus doncellas. No era que no las apreciara pero no eran tan interesantes como lo desconocido.

* Ethan- da unos pasos hasta acercarse a las damas y pone especial interés en la que le habló, sabe que es un atrevimiento, viniendo de una mujer que seguramente esté soltera pero eso a él no le asusta, más bien al contrario, esboza una sonrisa leve y responde con cortesía: -Muy bien y mejor aun ante tal delicadeza de voz mi señora, que tengan un buen día. *Hace de nuevo otra reverencia y sigue a Leonard seguido del resto de hombres.

-Mi señora no debería hablar con los caballeros, ya sabe lo que opina su padre de estas cosas...- Dijo Anna con voz suave casi en susurros por la oían ellos aun no estaban muy lejos - Oh por favor querida, que cosas decís si por mi padre fuera no hablaría con un hombre hasta que cierre un negocio conmigo pero ustedes y yo sabemos que eso está a punto de pasar, no coarten las pocas horas de libertad que me quedan...- contesto Cristal_ con desparpajo y humor.

* Ethan- mostró una risilla y antes de entrar a la tienda se adelantó a murmurar algo para que ellas lo oyeran: -Afortunado será aquel hombre que merezca todas sus palabras... sin duda alguna. *Retira su cabello hacia atrás y entra en la tienda.

* Las muchachas entraron a casa de la costurera, la señora a la que encargaban normalmente los vestidos. Esta les mostro telas e hincajes de colores variados y diferentes texturas, Cristal_ al principio miraba y después se dispersó como solía hacer. Pensaba en cómo sería haber nacido varón igual habría tenido que cumplir las mismas expectativas pero no bajo tal presión ni coarte de libertad.

*Leonard y sus hombres salieron de nuevo cargados de bolsitas, llevaban un par de reses atadas al carro que ya estaba casi lleno, y Ethan les ayudó a llevar las últimas cosas: -Leonard, regresa a casa, aún tengo que mirar un par de cosas más. *Ethan mentía, aunque siempre podía poner de excusa que quiso ir a mirar alguna tela para la boda de su hermano, pero realmente lo que quería era volver a ver los ojos de esa mujer. Sí, se colaría en la tienda de la mujer sin que le viesen las damas de compañía de esa dama.

* Cristal_ estaba en la costurera con la mirada perdida en la ventana no veía nada más que el poste del porche de la casa, tampoco miraba nada en particular. Decidió salir a tomar el aire cogió la capa y se dispensó de las damas : Mi señora no se aleje por favor... que su señor padre nos dejó a su cuidado. - dijo Christin conociendo a la muchacha - Tranquilas... solo voy a respirar un instante...

* Ethan- se había despedido de los hombres que ya regresaban y caminó hasta donde sabía que estaba la sastrería, allí, en el porche vio a la mujer, dando gracias por tener suerte y que aun siguieran allí, giró para ir caminando por encima de los porches de los edificios contiguos haciendo que sus botas dejaran los restos de nieve enganchados con cada paso, se acercó hasta apoyar un solo pie en el primer escalón que subía hasta la tienda de la costurera.

-Vaya... volvemos a vernos - dijo Cristal_ con voz suave mientras se arropaba con la capa en el poste del porche - Si viene a encargar ropajes le aconsejo que tenga paciencia mis damas tienen para un buen rato milord...

-No vine a por telas, vine a ver si la veía... ¿Es de por aquí? Mi señora... Y ante todo, disculpe el atrevimiento pero pocas veces suelo hacer esto.. *Ethan se pronuncia con respeto y sin moverse del sitio donde está.

-Bueno... sí vivimos relativamente cerca. - Sabía que no debía dar demasiada información nunca y mucho menos algo que le hiciera conocer de que casa provenía o su linaje. Además por alguna extraña razón dudaba que eso de que no lo solía hacer era mentira... quizás fuera verdad pero sus damas le contaban historias de cortejos y la frase que decían al final de cada historia era " Todos los caballeros son iguales mi señora, no se fié de ninguno..." - ¿Y vos milord? no ha marchado con sus acompañantes... le gusta el frio o aún tiene muchos quehaceres...

-Tampoco soy de lejos, la verdad... solo venía a ver de nuevo el color de vuestros ojos y ya podría irme tranquilamente... pero no quiero incomodarla, gracias por mirarme. *Ethan hace ademán de irse esperando que ella le detenga, si no lo hace, se sentará en el banco de ese porche.

-No se vaya milord... - dijo sin pensarlo y luego intentó suavizar el comentario - El día es frio y toda conversación se agradece señor... tanto como sus cumplidos aunque mis ojos no sean nada del otro mundo... tienen visión y eso ya es mucho.

* Ethan- se gira de nuevo sin sonreír, pues no lo considera un alarde el que ella al final lo haya detenido sino la misma curiosidad de él siendo correspondida, sube varios escalones más arriesgándose a que si salen las damas de la mujer él será visto y seguramente amonestado, pero le da igual, ya se esconderá: -Un nombre, mi señora, solo eso.

-Supongo que usted ya tiene uno asique no seré yo la que lo bautice... aunque le pondría un apodo eso sí... - le sonríe - pero le daré el mío para que disculpe mi osadía me llamo Cristal milord... mucho gusto.

* Ethan- se acerca a ella haciendo ya una reverencia protocolaria para coger su mano, besar el dorso y soltándola incorporarse de nuevo: -El gusto es mío, mi nombre es Ethan, ¿Entonces estos son los preparativos de una gran boda, cierto? *Mira hacia la ventana asegurándose de que las damas de compañía no le ven.

-¿Boda? .. bueno yo no lo llamaría así - se sonrojó pues había dado en la diana y ella no quería hablar de nada personal, pero quien mejor que un desconocido para hablar de algo así - las bodas milord son negocios para los padres e hipotecas para los hijos... o las hijas... disculpe de nuevo mi comportamiento. Es sabido que una dama no debe hablar así, casi ni hablar... pero usted no se lo dirá a nadie y yo... yo solo se lo contaré a mi almohada.

-Espero que no habléis así con vuestro futuro marido porque solo os traerá desgracias, aunque agradezco esa sinceridad por vuestra parte, y decirle, que es cierto todo lo que habéis dicho, no soy partidario de una boda concertada. *Ethan corre a esconderse al callejón junto al edificio de la modista al oír que alguien se acercaba a la puerta.

* Cristal_ canturrea una canción con voz suave para que Christin que es la que se asomaba a ver si su señora estaba allí no pensará que hablaba sola ni con nadie... La doncella la sonrió y entró de nuevo a la sastrería cerrando la puerta y ella se encaminó a callejón : Señor Ethan... no se preocupe seré una buena esposa es para lo que me educaron. - sonríe con sinceridad. Y se asombra de estar en ese lugar. Y con un hombre.

* Ethan- se acerca a Cristal_ para poder bajar la voz y que la oiga, teniendo más cerca los ojos de ella llega a entender porque su futuro marido se enamoró de ella: -No lo pongo en duda señora, solo hacéis lo que os enseñaron, efectivamente, y eso no es ser una buena esposa, es saber obedecer a vuestro padre, como vuestro marido al suyo.. como cualquier ser vivo. La familia es lo primero. *Apoya su hombro en la esquina del edificio entrecerrando sus azules ojos.

-Lo es sin duda... es a lo único que pertenecemos...La familia - ahora perdió parte de su valentía pues la cercanía a la que esta de él no algo a lo que esté acostumbrada - ¿Puedo ir más allá en mi osadía y preguntarle cómo se hizo esa cicatriz? - el es bello sin lugar a dudas solo le bastó mirarlo y aquella marca lo hace interesante.

-Fue un mal golpe de niño... *Ethan la mira fijamente sonriendo, ahora examina al detalle el rostro de ella y se siente afortunado por ese momento, que a decir verdad es igual de osado que él porque si era cierto que jamás había hecho eso pero no podía contenerse: -Le dirían algo sus damas si le vieran conmigo, verdad? *Pregunta con una sonrisa algo pícara.

-Dirían que ojala no se entere mi señor padre... y me harían luego una lista de preguntas que no podría rehuir y tendría que inventarme una historia emocionante para Anna y algo serio y austero para Christin - extiende la mano al rostro del caballero y a unos centímetros de su mejilla se detiene - ¿puedo?

* Ethan- asiente con la cabeza mirándola aun fijamente, no es ducho a contacto físico pero lo cierto es que la forma clara de hablar de ella para con él le hace sentirse bien y dejarse embriagar por el aroma que le llega de ella: -Adelante... *Da un paso más para que los dedos de Cristal_ rocen la piel tersa de su mejilla, sobre su marcado pómulo.

* Cristal_ posa dos dedos en su rostro y sube deslizándolos hasta casi rozar sus pestañas y vuelve a descender mirando el camino que siguen hasta la punta de la cicatriz. Entonces mira a los ojos de este sin retirar la mano. Le mantiene la mirada un instante y la baja sonrojada retirando la mano.

* Ethan- le muestra una sonrisa a Cristal_ para que no se sonroje intentando quitarle importancia a ese contacto y mira de reojo a la puerta: -No me gustaría entretenerla... Cristal_.. *Susurra volviendo a mirarla a ella.

No lo hace...- levanta la mirada ya recompuesta - pero si soy yo la que lo incomodo discúlpeme - hace una leve reverencia y se dirige de nuevo al porche recordando su rostro, qué bello es se repite en su mente.

*Otro día más y la partida de caza salía de las puertas del Castillo Lekker para ir en busca de alguna pieza, pronto celebrarían algún banquete algo intimo, con los amigos más cercanos de Adrien así que Ethan se apuntó el primero con unos cuantos hombres a salir de caza. La mañana se alzaba gris, había estado nevando toda la noche y ahora continuaba cayendo leve y ligera haciendo más tupida la alfombra blanca que adornaba todo ese bosque donde ahora los árboles se le antojaban negros y deshojados, solo algunos de ellos.

*Ethan- daba ahora la orden, en completo silencio al resto de los hombres para que se separaran, cada uno iría en una dirección, así evitarían dañarse, pocas eran las personas que desconocían que ese era el coto de caza de la familia Lekker, y siempre lo había sido, así que no solían toparse casi nunca con nadie. Viró en dirección norte, donde sabía que encontraría el remanso de siempre y seguramente algún animalillo decidiera ir para ver si podía beber algo de ese agua congelada, mientras sujetaba las riendas de su montura caminaba lentamente y en un perfecto silencio que solo rompía los cascos del animal y el crujir de la nieve bajo los pasos de este.

* Cristal- salió del castillo a caballo como le gustaba hacer. A solas hasta las faldas de la montaña donde enterraron a Reghina, su madre. Ella suplicó que la sepultaran en el bosque donde podría tener sobre ella flores libres y no en un triste cementerio como aclamaba la nueva religión católica. Asique cada cierto tiempo iba a visitarla y explicarle las desavenencias que tenía. Era lo único para lo que su padre no le proporcionaba escolta pues era cercano al castillo. Y porque su hija le rogaba ese momento de intimidad.

* Ethan- suspiraba, ese era su momento. Desmontó de su caballo hundiendo las botas en la nieve, cogió una flecha del carcaj y encajándola en el arco lo tensó lo más mínimo para ir acercándose al remanso, agudizó sus oídos, así, si dejaba algo más atrás a su montura no le desconcentraría la respiración y resoplidos de este. Aunque... alguna que otra vez se le cruzaba por su mente la visión de los ojos femeninos que lo tenían cautivado.

* Cristal- desmontó de la yegua color canela al llegar a la clariana del bosque donde estaban los restos de su predecesora e hinco las rodillas en la nieve : mi señora... mama... ha llegado el momento según padre. No se si podré hacerlo... - no tenía que disimular en aquel lugar ni tenía que ser fuerte la hablaba mientras arrancaba flores que soltaba sobre el montículo de tierra ya endurecida.

* Ethan- llegó hasta el remanso, desde su posición un cervatillo intentaba beber el agua que se clava entre el gélido hielo que había hecho la capa de agua, tensó el arco y cerró uno de sus ojos, se dedicó unos segundos para ver la figura de su madre junto a ese remanso y esbozó una sonrisa. La flecha salió disparada y se incrustó en el cuello del animal tumbándolo tras un fuerte y breve berrido que hizo eco por todo el bosque. Suspiró al ver al animal tumbado y dio gracias por la suerte en su cacería, al menos tendría una buena pieza, aunque si hubiera sido un ciervo adulto... Alzó la bota para no quedar atrapado entre la nieve y se dejó caer por la pequeña colina hasta aquel remanso, mejor sacar el cuerpo de allí antes de llamar la atención de algún oso.

* Cristal- calmó a la yegua pues algo la había alterado aunque ella no supiera el qué y se apresuró a terminar la conversación pues podrían haber lobos cerca o cazadores furtivos. Le dijo que sería fuerte por ella. Y que se sentiría orgullosa. Tomó las riendas de la montura y caminó por la nieve. Deseaba respirar el frio aire un rato más.

* Ethan- entrecerró los ojos mirando hacia la montaña que podía verse entre los árboles, toda nevada, sin duda estaba resultando un invierno precioso, y tres él, de nuevo florecería la flor que se les asignaba a los Lekker por llevarla en su blasón, la única flor que se deja ver aun incluso con nieve. Ató bien la pieza sobre las alforjas de su caballo, un enorme pero estilizado animal azabache, incluso con sus cabellos largos en los tobillos cual percherón, pero con un porte fino y ágil que solo otorgaban los caballos hispanos. Palmeó el cuello del animal apremiándolo por haberse portado bien y cogiéndolo de las riendas emprendió de nuevo una marcha colocándose el arco al hombro también, quizá encontrara otra presa más.

* Cristal- llegó al riachuelo y vio sangre sobre la nieve. Se asustó y apremió a la yegua montándola y espoleándola : vamos bonita salgamos de aquí no es lugar seguro - no se percató de las pisadas en la nieve ni que seguía el mismo rumbo del rastro. Cabalgó hasta ver la silueta a unos metros de un hombre. " Si giro y doy la vuelta puede ser peor..." Siguió adelante hacía el lo saludaría y seguiría su camino.

* Ethan- detuvo su marcha al oír el crujir de la nieve y no solo por las pisadas de su caballo, sino de alguien más cercano, pensó que sería alguno de los hombres que lo acompañaban y alzó la voz con un silbido peculiar, idéntico al de las "aves de nieve", como les llamaban por allí para que ningún animal cercano oyera algo extraño. Si era uno de sus hombres, respondería con el mismo canto aviar.

* Cristal- se acercó con intención de dar los buenos días y si el cabello del hombre le resultó familiar cuando avanzó hasta verle el rostro quedó parada. Casualidades... el chico bello estaba allí frente a ella con su caballo y con la dueña de la sangre que había en el riachuelo seguramente : Buenos días milord, vuelvo a verlo - sonrió espontanea e hizo detener a la yegua una vez estuvo a su altura pues ya había aminorado la marcha para saludar.

* Ethan- esbozó una amplia sonrisa al sorprenderse de la presencia de la mujer en eses lugar: -Vaya, veo que la suerte está a mi favor y me deja volver a ver vuestros ojos.... Cristal-, no es así? *Se acercó educadamente al costado de la yegua extendiendo la mano para poder besar el dorso de la de la joven.

* Cristal- se sacó el guante para complacer al caballero como marcaban las normas : sí Cristal-... usted es Ethan- si no recuerdo mal... - "Dioses esos ojos no pueden ser reales"... parpadeo dos veces para tomar compostura. Miro la presa de este: - veo que la suerte siempre está a su favor...

-Ojalá pudiera aplicar esa norma a todo lo que a mi vida rodea, mi señora... *Ethan no podía apartar su mirada de los ojos de ella incluso cuando besó el dorso de la mano y la soltó delicadamente, solo cuando tuvo que hacer la reverencia miró la nieve "Si vuelve a sonreírme así acabarás cayendo a sus pies y es el peor de los cepos", se dijo entonces hasta que se incorporó de nuevo: -Los preparativos de la boda.... bien?

* Cristal- torció la boca al oír eso sin poder controlarlo y luego se sonrojó por ello, pues seguro había notado el gesto : Sí gracias, aún no es oficial así que guárdeme el secreto entre nosotros jeje - rio divertida para salir del embrollo y luego suavizó la sonrisa - su caballo no dirá nada ¿verdad?

*Ethan- entrecerró los ojos ante la mueca de la joven, algo que sin duda le resultó bastante cómico, siempre pensó que el rostro de alguien comprometido debería ser el de la felicidad en estado puro, pero no, esa no era la mueca que había visto: -Claro.. normalmente solo acostumbra a hablarme a mí, ... puedo preguntaros el motivo de vuestro solitario paseo por unos bosques plagados de lobos y osos? *Se acerca algo más al costado de la yegua para apoyar su brazo, sin soltar las bridas de su montura, claro.

.....

-Por qué pregunta si puede realizar una pregunta que ya hizo... - le hace burla divertida y hace girar a la yegua en el camino en un circulo pequeño obligando a su caballo a girar con ellas - Vine a ver a mi madre... la caza me parece algo demasiado brutal para mí...

-Pero sin duda es necesario en un duro invierno y además, el alimento es necesario... ¿No caza el oso? ¿Acaso las águilas tampoco lo hacen? Solo cambian las maneras... mi señora... seguro que podríais utilizar bien el arco. *Ethan hace un gesto de hombro moviendo el arco y sigue la trayectoria de ella mirando sus ojos, es algo innegable para él mismo que esa mujer es misteriosamente irresistible.

* Cristal- muerde su labio interior sopesando lo que puede hacer, de hecho debería irse en ese instante. El la turbaba y eso no era bueno, pero era como si a su alrededor tuviera un haló de luz que la atraía sin poder remediarlo : me dejaría probar... el arco me refiero... ¿me dejaría?

-Claro! *Espetaba Ethan extendiendo una mano para ayudarla a bajar del caballo, una vez hubiera bajado ataría su montura y la de ella en algún árbol.

* Cristal- desmontó y sacó los brazo de la capa de terciopelo y piel de oso que la cubría : gracias... no sabe lo que significa para mí una ultima... locura...

* Ethan- regresó con ella tras haber atado a los caballos y le tendió el arco: -Entonces me alegro de ser yo el causante. Verá... se sujeta así... *Primeramente le mostró como se hacía para no tener que tener contacto físico con ella, si lo hacía sabía que sucumbiría completamente a los encantos de ese mujer y el misterio que la rodeaba.

* Cristal- asintió y posó la mano en la de él sin pensarlo demasiado ahora solo se dejaba llevar, no era la dama de la casa Watertolf era solo Cristal- la niña : Déjame ver... podré tensar esa cuerda... no soy muy fuerte Ethan-...

*Demasiado tarde para él, el nuevo contacto de la mano de ella hicieron que Ethan flaqueara en su rígido autocontrol y sus piernas lo colocaron tras ella, poniendo sus manos sobre las de la mujer guiándola mientras encajaba de nuevo otra flecha: -No os fijéis en el puente del arco, tan solo mirad a donde queréis que se clave la punta... *Murmuraba oliendo el aroma que ella desprendía.

* Cristal- separó un poco las piernas para coger equilibrio ahondado los talones en la nieve : bien... - tenso el arco y miró al frente agudizando la mirada hacia un arbol lejano - Ahora tengo que soltar... ¿no?

*Ethan- se pega a ella mirando hacia donde apunta la flecha y en un susurro murmura: -Dispara...

* Cristal- suelta la cuerda y el aspa de la flecha. Baja el arco despacio y da un paso hacia atrás quedando pegada a él . : no está mal para la primera vez... la flecha no cayó a la nieve jeje... puedo ir a recuperársela...

*Ethan- cerró los ojos unos segundos al notarla tan cerca y al abrirlos tenía la mirada perdida entre los árboles, era el momento de ir empezando a pensar en que todos aquellos cuentos de brujas eran ciertos: -Iré con usted... así la encontraremos antes.. pero no, no ha estado nada mal... aprende rápido.. *Ethan suspiró retirándose de ella, dejando que su mano rozara la de Cristal- levemente y dio unos pasos ya frente a la mujer buscando por el suelo.

* Cristal- sonrió al verlo caminar delante de ella. Había sentido un escalofrío al estar tan próxima a él y al notar sus suaves manos. No eran frías sino cálidas y no parecían manos de cazador: Gracias... es muy amable. Supongo que no habrá salido de caza solo... ¿lo pueden estar esperando? - rezaba porque no fuera así, le encantaría disfrutar de ese momento un rato más.

*Ethan- recoge la flecha cuando la encontró y la devuelve al carcaj que lleva colgado en bandolera en su espalda y regresa hasta donde está ella, se coloca lo bastante cerca como para que el vaho entre ambos pueda chocar y crear esas diminutas nubes de vapor humano, así le gustaba llamarlo él: -Sí, probablemente me estén esperando... *Ethan mira hacia un lado y luego hacia otro, "Podría pasar algo para que me quedara más rato", se dice, pero sabe que debe partir.

-Bien no lo entretendré más milord... vaya en paz y le agradezco la clase de arco - le sonrió con dulzura y volvió a envolverse en la capa dejando visible solo su rostro. Pero no se giró a buscar a la yegua. Era cortesía que los caballeros iniciaran el camino.

*Ethan- hace una reverencia y vuelve a besar el dorso de la mano de la dama protocolariamente, esta vez, alargó el tiempo del beso un poco más, se incorporó y dio media vuelta yendo a buscar al caballo, montó y lo hizo virar por donde él había venido marchando al paso.

-Ethan - dijo la muchacha antes de arreciar a su yegua para partir - Espero volver a verlo... si no es molestia...- Antes de recibir respuesta espoleó al corcel y se encaminó al castillo de su padre con paso raudo.

*Pero Ethan ya estaba algo lejos como para oír esas últimas palabras, no obstante en su cabeza ahora tomaba forma la próxima locura que deseaba hacer y reaccionó cuando ya había hecho girar a su corcel para al galope llegar a darle alcance a Cristal-: -Mi señora!... mañana cuando la luna esté en lo alto del firmamento y todos duerman, en la fuente del arroyo del ciervo.. *Sonrió a la joven y rodeando la yegua volvió a espolear al caballo y desapareció al galope de nuevo entre la nieve.