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La Orden de los Caballeros Negros (Aris y Gianluca)

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La Orden de los Caballeros Negros (Aris y Gianluca) Empty La Orden de los Caballeros Negros (Aris y Gianluca)

Mensaje  Gianluca Lun Dic 29, 2008 9:50 pm

En un tiempo que fue, en un tiempo que vendrá, la tierra lloraba por el Monarca desaparecido, y sangraba por el Usurpador. Eran tiempos oscuros y convulsos para el Reino de Moher. Sometido al yugo del “mal nombrado” Rey Gorthaur, todos los rincones del reino sufrían, desde las norteñas Montañas del Norte, hasta las céntricas llanuras que regaba el Aurilien; desde las costas de Darnela al más recóndito valle al sur del territorio.
Es en esos tiempos difíciles cuando se plasma la historia, y se forjan los héroes; cuando se lloran las perdidas, y se endurecen los corazones.
Es en una noche fría y oscura, en un valle perdido, y en un antiguo torreón, donde se inició todo, donde se comenzó a escribir la leyenda…


El sol comenzaba a ocultarse tras los picos de los Dientes de la Noche, al oeste, cuando alzó el vuelo. Lentamente comenzó a ascender, dejando tras de sí las nevadas tierras de Sorlinor. En aquella parte del reino, el invierno había llegado con toda su crudeza, así que encaminó su viaje hacia el sur, sobrevolando las escarpadas cimas de las Montañas del Norte. La luna ya se alzaba en la cada vez más oscura noche, mientras el astro rey dejaba sus últimos retazos rojizos, en su despedida diaria. Bajo él, como una mancha borrosa, se comenzaron a vislumbrar los frondosos bosques del centro del país mientras al este, muy a lo lejos, un pequeño punto de luz hacía presagiar la localización de Moher, la capital.
Cuando la oscuridad fue completa, alzó un poco más su vuelo, batiendo sus alas con intensidad, como queriendo alcanzar la luna que llena de gozo se alzaba brillante en aquella fría noche, más allá de las nubes. El tiempo pareció detenerse, mientras las horas pasaban inexorables. Al llegar al desierto de Angar se dejó llevar, realizando un picado sobre las desérticas llanuras que sobrevolaba. Tras ese instante de verdadera libertad, viró su rumbo hacia el este, directo al valle. No tardó mucho en divisar las cimas de las montañas que daban forma a aquel peculiar terreno del Reino de Moher. Tratando siempre de mantenerse alejado de la luna, para evitar ser descubierto por cualquier cazador impaciente, se dirigió directo hacia el interior del valle. A pesar de la oscuridad, sus ojos podían ver con relativa claridad la curiosa fisonomía de aquel lugar. Rodeado de unas cordilleras realmente amenazantes, aquel valle se mantenía como un paraíso perdido, sólo accesible por aire, y por un extraño y escondido paso que parecía cambiar de lugar con cada amanecer. Tras cruzar el límite de las altas montañas, se dirigió directo a su destino. Allí dentro, entre esas montañas, se sentía como en casa. Unas manchas borrosas a cientos de metros bajo él, dieron paso a los reflejos de la luna en el lago que hallaba buscando. Comenzó a descender lentamente, hasta posarse con cuidado a unos metros de aquel torreón viejo y semiderruido que llevaba allí tantos años. Agudizó sus sentidos, excrutando cada detalle de aquella piedra oscura marcada por el tiempo. Su vista se coló por una ventana, para encontrarse con un amplio de salón de alto techo, y decoración austera. Las llamas crepitaban indomables en una chimenea situada en una de las paredes, mientras una figura se hallaba en pie cerca de ésta. Vistiendo ropas oscuras, pantalón negro y camisa gris; de pelo oscuro, tez morena y rasgos afilados. Aquel hombre mantenía sus ojos verdes clavados en un libro, y su rostro denotaba pesar, soledad y una cierta tristeza. El hombre alzó la vista, echando un una ojeada al exterior a través de una de las ventanas. Un exterior que continuaba gélido, oscuro, tranquilo. Allí fuera, en la fría noche, alzó el vuelo nuevamente….

Gianluca
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La Orden de los Caballeros Negros (Aris y Gianluca) Empty El encuentro (Cap.1)

Mensaje  Eowyn Lun Ene 05, 2009 4:15 pm

“Los días se convirtieron en semanas, las semanas en meses de largos caminos sin rumbo. Atrás quedaron ciudades, pueblos y en los últimos días hasta los bosques se convertían en desiertos de monotonía. Tan sólo el amanecer era roto por el ocaso hasta que la desorientación evocó ante los ojos de Aris. Un torreón semiderruido en medio de la nada fue lo que despertó su curiosidad tal vez porque la única luz que brotaba en medio de la noche provenía de allí. Abrió la desvencijada puerta y observó lo que ofrecía uno de los grandes ventanales. Un hombre en un amplio salón de decoración un tanto austera”.


* Gianluca camina alrededor de Aris, observándola de arriba abajo.

* Aris sonrie observando a Gianluca con sus ojos felinos.

* Gianluca se coloca justo detrás de Aris, y le susurra al oido: - ¿Qué os trae por aqui, milady? *ssr

* Aris nota un cálido aliento acompañado de las palabras de Gianluca y da media vuelta sobre sí, quedando enfrente de él.

* Aris: - Pues creo que me perdí.

* Gianluca: -vaya...

* Gianluca desliza un dedo por el brazo de Aris.

* Aris observa el recorrido de su dedo.

* Gianluca: - Con la noche que hace hoy, no es recomendable viajar a estas horas…

* Aris: - ¿Cómo osais tocarme?

* Gianluca sonrie.

* Aris arquea una ceja.

* Gianluca: - Simplemente quería comprobar que, efectivamente, hace frío ahí fuera.

* Aris: - Si eso dicen que a altas horas tras sol haber caído no se debe viajar.

* Gianluca: - Bueno... si este humilde y semiderruido torreón medio perdido es de vuestro agrado, podría dejar que pasaseis la noche aquí.

* Gianluca: - Tengo estancias de sobra.

* Aris observa al desconocido de arriba abajo y algo la hace desconfiar de él.

* Aris: - ¿A cuantos metros estaría mi estancia de la vuestras?

* Gianluca: - Pueden estar pegadas..., a varios metros... o si lo deseais, a varios pisos de distancia.

* Aris asiente tras escuchar sus últimas palabras.

* Aris: - La tercera opción estaría bien, así no podría correr riesgo alguno aunque por ello tampoco temo, podría rebanaros la cabeza en un instante.

* Gianluca es un hombre ya maduro,alto, y de tez morena por el sol. Tiene el pelo negro, con algunas canas, las cuales tambien se pueden apreciar en su incipiente barba de varios dias. Sus ojos son claros, y miran extrañamente. Viste un pantalon negro, y una camisa gris.

* Gianluca: - Bien. Mejor para ambos.

* Gianluca: - Vos dormireis tranquila y yo despertaré vivo mañana por la mañana.

* Gianluca: - Si me permitís...

* Gianluca se acerca a Aris, y alarga sus manos, para tomar su capa o algún equipaje que lleve con ella.

* Aris nota algo extraño en su presencia, intenta analizar que es pero aún no es capaz de ello.

* Aris: - Muy amable, no llevo gran cosa, así que no pesa mucho.

* Gianluca: - Bien.

* Gianluca: - Ahora si me acompañais…

* Gianluca cruza lentamente el viejo salón donde ambos se hallan, y se dirige a unas escaleras en una de las paredes.

* Aris sigue sus pasos situada detrás de Gianluca y cruza él salón observándolo detalladamente.

* Aris: - Que extraño lugar... - exclama.

* Gianluca comienza a subir las amplias escaleras, que llevan a un primer piso desde el que se aprecia un alargado pasillo, con antorchas y lo que parecen ventanas a un lado, y puertas al otro. Las escaleras continuan a un piso superior.

* Gianluca: - Este es el nivel donde están mis aposentos.

* Gianluca: - Los vuestros...

* Gianluca mira hacia arriba, siguiendo la escalera que sube.

* Aris contempla la altura de la escaleras y el recorrido que aún queda hasta llegar a su alcoba.

* Aris: - ¿Vivís aquí solo?

* Gianluca: - Mmm…

* Gianluca: - Si y no.

* Gianluca sonríe enigmáticamente.

* Gianluca: - Es una larga historia.

* Gianluca: - Y vos debeis estar cansada.

* Aris: - Si, el camino hasta aquí ha sido largo y tomé caminos que hicieron perderme, tenía otro destino que... bueno no llegaré hasta... quién sabe.

* Gianluca: - Bien.

* Gianluca continua su ascenso por las escaleras hasta llegar a ese segundo piso.

* Aris detiene su paso, toma una bocanada de aire y continua tras Gianluca.

* Gianluca: - ¿Aquí os viene bien?, ¿o deseas subir mas?

* Aris: - Mis piernas están algo cansadas, desearía no subir más.

* Gianluca: - Bien.

* Gianluca camina entonces por el pasillo, y se detiene en una de las primeras puertas.

* Gianluca gira la llave que hay en la cerradura, y abre la puerta, entrando a su interior.

* Aris nota tras su nuca la brisa de un aire helado que hace que se estremezca.

* Aris: - ¿Dijisteis que vivíais solo o algo así? es extraño…

* Gianluca: - ¿Extraño por?

*Aris: - Es como... si… no estuviésemos solos vos y yo.

* Gianluca camina por la estancia mientras habla con Aris. La habitación es un dormitorio no muy amplio, pero acogedor. La cama esta al lado de una ventana, y junto a esta hay un escritorio con una silla. En la pared opuesta se vislumbra una pequeña puerta, con un armario al lado.

* Gianluca: - Puede ser.

* Gianluca se dirige hacia la pequeña puerta que hay en la habitación, la abre, y se queda bajo el dintel de la misma, enseñando a Aris lo que es un pequeño baño, con un espejo de medio cuerpo, una palangana de pared, y una bañera pegada a la pared.

* Gianluca: - Espero todo sea de vuestro agrado.

* Gianluca: - En el armario teneis mantas por si la noche refresca.

* Gianluca: - Y...

* Aris no sorprendida por sus palabras pero si curiosa por su respuesta susurra…

* Gianluca examina a Aris de arriba a abajo taxativamente.

* Gianluca: - Si, serán de vuestra talla...

* Gianluca: - ropajes, vestidos... por si deseais cambiaros.

* Aris: - ¿De quien eran? si no es molestia que pregunte.

* Aris: - Oh por cierto, la habitación es muy acogedora creo que descansaré como una niña pequeña.

* Gianluca: - De nadie en particular.

* Gianluca: - Se mandaron hacer para la dama que se alojara aquí.

* Gianluca: - Para que resultara su estancia más confortable.

*Aris: - Agradezco su cortesía es muy amable por su parte no esperaba toparme con tanto detalle en una noche perdida.

* Gianluca responde a las palabras agradecidas de Aris con una sonrisa y un leve cabeceo.

* Gianluca: - Para serviros, milady.

* Aris extraña no logra encontrarle sentido.

* Aris: - Decidme, ¿Como sin saber mi talla, sin saber que me alojaría en vuestra torre las ropas son para mi uso?

* Gianluca sonrie de manera divertida.

* Gianluca: - Fácil, milady.

* Gianluca: - Tengo poderes!!

* Gianluca: - Buuuh!!

* Gianluca hace gestos con sus manos en el aire, a modo de sorna.

* Gianluca: - Aunque...

* Aris rie no sabiendo si Gianluca pretende tomarla el pelo o realmente es que hay un misterio tras él que desconoce.

* Gianluca: - Si tuvierais barba y unos brazos tres veces mas anchos...

* Gianluca: - Seguramente iríais en la tercera puerta del segundo piso...

* Aris: - Curioso…

* Gianluca: - Y si midierais un palmo menos, y no cupierais en ese vestido que tan bien lucís ahora...

* Gianluca: - Irías en la sexta puerta de este mismo pasillo.

* Aris: - ¿Adecuais las estancias según el tipo de invitado?

* Gianluca le guiña el ojo.

* Aris algo descolocada resopla y murmura.

* Aris: - Estoy cansada, tal vez cuando amanezca no me encontreis aquí, así que aprovecho para agradeceros lo bien que se ha comportado conmigo acogiéndome y ofreciéndome lecho.

* Gianluca: - No hay que darlas, milady.

* Gianluca: - Las gracias se dan por hacer favores.

* Gianluca dicho esto, se despide con una reverencia, y sale, no sin antes depositar la llave de la cerradura sobre la mesilla que hay junto a la cama.

* Aris sonríe a Gianluca y se inclina ante él deseándole buenas noches.

* Aris tras cerrar despedirse del desconocido toma la llave que depositó sobre su mesilla y cierra la puerta de su alcoba.

* Aris se coloca tras la puerta cerrando sus ojos unos instantes e intentando percibir el silencio de la noche, tras ello se dirige a su lecho, deshace las ropas y sin despojarse de las suyas se acuesta.
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La Orden de los Caballeros Negros (Aris y Gianluca) Empty La azotea (Cap.2 / 1ª parte)

Mensaje  Gianluca Sáb Ene 17, 2009 3:20 pm

* Gianluca está esperando a Aris leyendo un libro sentado en un cómodo sillón del salón, con la chimenea encendida y una copa de vino a su lado.

* Aris abre la puerta y observa concentrado a Gianluca, se acerca lentamente quedándose detrás de él, coloca sus manos sobre sus hombros y murmura… - ¿Esperabais visita?

* Gianluca parece no sentirse sorprendido. Lentamente coge su copa de vino, y le da un pequeño sorbo.

* Gianluca: - Siempre espero visita.

* Aris retira sus manos de los hombros de Gianluca y se acerca a la ventana observando a través del cristal. - Debe ser reconfortante recibir visitas a menudo, sin embargo yo apenas lo recuerdo.

* Gianluca deja la copa encima de la mesa que hay frente al sillón, y cerrando el libro que leía, también deposita este en el mismo lugar.

* Gianluca: - Quién ha dicho que reciba visitas a menudo...

* Gianluca se levanta y camina hacia la chimenea para echar un par de leños en su interior y atizar un poco el fuego. Su mirada parece perderse en el crepitar de las llamas.

* Aris observándose en el cristal oscuro de la ventana pues ha caído la noche, suelta sus cabellos y los revuelve ligeramente murmurando a Gianluca: - Seguramente sean a menudo así me dice mi nuevo presentimiento.

* Aris: - Sírveme una copa querido pues mi boca tiene sed.

* Gianluca se incorpora y se dirige a la mesa del centro del salón, donde hay una bandeja con varias copas y una jarra tapara con un paño. Cogiendo una de las copas vacías, retira el paño de la jarra, para verter un poco del líquido que contiene en la copa. Tras tapar de nuevo la jarra, Gianluca se acerca a Aris, ofreciéndole la copa que acaba de llenar.

* Aris algo ensimismada en sus pensamientos extiende ligeramente su brazo tomando la copa.

* Aris: - Gracias.

* Aris acerca sus labios a su copa y da un pequeño sorbo degustando el contenido.

* Gianluca responde con un leve asentimiento de cabeza. Tranquilamente se dirige a recoger su copa, la cual llena, para a continuación volver a donde se encuentra Aris, observando como ella el paisaje a través de la ventana. Gianluca permanece ahí de pie, en silencio, dando pequeños sorbos a su copa.

* Aris nota la presencia de Gianluca tras ella y su reflejo en el vidrio de la ventana. Observa las líneas difusas que forman su figura provocando en su rostro una media sonrisa.

* Aris: - Buena noche parece haber hoy…

**** De repente algo retumba en todo el torreón. Hasta parecen moverse los cimientos de éste. Es como un gran trueno, pero curiosamente, fuera no llueve...****

* Gianluca: - Tsk...

* Gianluca alza su mirada de manera imperceptible hacia el techo, como si deseara observar a través de él.

* Gianluca: - Si... la noche es agradable.

* Aris da media vuelta dejando a un lado la ventana por la que observa y sin extrañarle mucho murmura: - ¿Qué ha sido eso?

* Gianluca enarca una ceja.

* Gianluca: - ¿Mmm...?, ¿el qué?

* Aris: - Ese sonido, ese estruendo...

* Gianluca parece no haberse percatado de nada, y juguetea con su copa.

* Gianluca: - Seguro que ha sido el viento...

* Gianluca: - Una corriente fuerte de aire.

* Aris: - ¿El viento?, ¿en la planta de arriba de la torre?

* Aris: - Curiosa excusa me dais Gianluca.

* Gianluca: - Em…

* Gianluca: - ¿Si, no?

* Aris: - Si.

* Gianluca: - ¿Que podría ser si no?

* Gianluca observa medio divertido la expresión de Aris.

* Aris desliza su mano derecha sobre su mentón.

* Aris: - ¿Vive alguien ahí arriba?

* Aris: - Y no me digáis que ratas.

* Gianluca desliza su mirada hacia donde Aris indica como "arriba", pero sin mover la cabeza.

* Gianluca: - ¿Arriba?

* Gianluca se encoge de hombros, mientras bebe un sorbo despreocupadamente.

* Gianluca: - Puede... quizás...

* Aris ha despertado cierta curiosidad tras las palabras de Gianluca. Da su último sorbo y le ofrece su copa vacía… - Tomad, no puedo esperar más, si vos no lo sabéis yo misma lo averiguaré.

**** Los tenues rayos de luna que entraban por la ventaba, desaparecen por unos breves instantes, quizás oculta ésta tras una nube.****

* Aris acercándose a la puerta está a punto de abandonar el salón. Cierra de un portazo la puerta y exclama: - Estas corrientes de aire…

* Aris se dirige hacia las escaleras y empieza a subirlas con paso lento y pausado, pues no tiene prisa alguna.

* Gianluca mira su copa y la copa vacía de Aris. Tras dudar unos instantes, se termina su copa de un trago, y dejando ambas copas en el primer sitio que encuentra, sale tras la mujer.

* Gianluca sigue a Aris, camina tras ella, justo a su espalda, observando indistintamente a la mujer y al camino que se abre ante ellos.

* Gianluca: - Este es el primer piso... ¿lo recordáis? aquí están la mayoría de los aposentos... - Susurra Gianluca al llegar a la primera planta.

* Aris: - Levemente lo recuerdo…

* Gianluca coge una antorcha de las que iluminando el rellano, y espera el siguiente movimiento de Aris.

* Aris se encuentra frente a un largo pasillo, en él parece haber un sinfín de puertas destinadas a abrir paso a las alcobas y a quien sabe dónde.

* Aris empieza abriendo la primera puerta de su izquierda y está cerrada.

**** Algo vuelve a retumbar en lo alto del torreón, ahora es un sonido algo más sordo...****

* Aris: - Tenéis las llaves a mano?

* Gianluca: - Si, claro...

* Gianluca lanza una breve ojeada por encima de su cabeza, nuevamente hacia el techo... para rápidamente buscar algo en su cinto.

* Gianluca: - Aquí están...

* Gianluca saca un manojo de llaves que lleva siempre consigo, nunca se sabe si pueden ser necesarias.

* Aris toma las llaves que le ofrece Gianluca, hay tantas y tan diversas que sin conocer el torreón es difícil acertar a la primera.

* Gianluca: - Frío, frío…

* Aris logra abrir tras varios intentos. Toma la antorcha de Gianluca y se adentra. Sus ojos no divisan nada importante, tan solo es una habitación más.

* Aris: - No hay nada, sigamos.

* Gianluca: - Si, bien, sigamos...

* Aris repite la misma acción con la siguiente puerta, y tras varios intentos de acertar con la llave adecuada para su cerradura logra abrir nuevamente.

* Gianluca parece serio y seco en su forma de hablar, aunque sus ojos atisban un brillo de diversión.

* Gianluca siempre permanece en el pasillo, no entra en ninguna habitación.

* Aris deja caer un suspiro y su rostro malhumorado toma color en ella. En la alcoba no hay nada importante.

* Aris: - ¿Y bien, cuantos aposentos se encuentran a lo largo del pasillo?

* Gianluca: - Mmm…

* Gianluca hace un rápido cálculo a ojo.

* Gianluca: - Una veintena.

* Aris: - A simple vista puedo estar media noche intentando abrir puertas.

* Gianluca ahora si sonríe claramente.

* Gianluca: - Eso parece.

* Aris exclama: - Maldición!

* Aris: - ¿Una veintena?

* Gianluca: - Mmm…

* Gianluca se rasca la cabeza.

* Gianluca: - Si, eso creo.

* Gianluca: - Mmm…

* Aris continúa caminando por el oscuro pasillo.

* Gianluca: - ¿Volvemos abajo?

* Aris: - No.

* Aris: - Ves tú.

* Gianluca no dice nada, simplemente suspira y continúa caminando tras Aris.

* Gianluca: - No, no.

* Gianluca: - Sigamos.

* Aris: - Yo seguiré hasta encontrar de donde vienen los estruendos y quién o qué los produce.

* Gianluca: - Seguro que es el viento... la forma de este valle provoca extrañas corrientes de aire de las montañas...

* Aris mira a Gianluca de reojo y se le escapa una carcajada.

* Gianluca: - Que…

* Aris devuelve las llaves a Gianluca y camina arrás de las puertas, acercando su oído a la espera de sentir sonido alguno, tal vez de esta forma no le sea necesario abrir las alcobas para no encontrar nada.

* Aris enarca una ceja y sus rasgos se vuelven más fríos aun.

* Aris: - Excusas…

* Aris: - He oído todo tipo de sonidos producidos por el viento, recuerda de dónde vengo y donde vivía.

* Gianluca vuelve a suspirar, mientras coloca el manojo de llaves nuevamente en su cinto.


* Gianluca: - Bien...

* Aris: - Aunque puede ser que no lo recordéis, tal vez os hablaba mientras dormíais.

* Aris: - El viento no se concentra en un mismo sitio, las corrientes no existen cuando todo está cerrado.

**** Un sonido algo más débil se oye en lo alto del torreón, como un continuo aleteo... el cual es acompañado por una bandada de palomas que pasan cerca del torreón por el exterior, las cuales se pueden ver desde una de las ventanas.... ****

* Gianluca se dirige hacia la ventana.

* Gianluca: - ¿Ves?

* Gianluca: - Palomas...

* Aris se acerca a la ventana.

* Gianluca: - Una bandada de palomas que estaba por ahí oculta.

* Aris: - Oh si palomas nocturnas, que torpeza la mía.

* Aris: - Mira que no haber caído en ello…

* Gianluca: - Eran palomas si.

* Aris entrecierra sus ojos a la vez que toca su colgante y hace libre su pensamiento. A través de la ventana se observan caer los primeros copos de nieve.[/b]

* Aris: - Ya veremos que tal vuelan las palomas cuando nieva.

* Aris comenta con tono irónico.

* Aris deja atrás a Gianluca y se dirige hacia las escaleras.

* Aris llega a oscuras a la segunda planta del torreón pues dejó atrás a Gianluca. Sus ojos apenas observan algo pero aun así se adentra por un nuevo pasillo. Cuento más alto se sitúa del torreón más confortable Aris se encuentra ya que el calor de la chimenea apenas se nota y el frío se hace considerable.

* Gianluca llega tras Aris, portando la antorcha. En esta segunda planta la oscuridad es casi total.

* Gianluca: - Mas aposentos... por si son necesarios.

* Gianluca: - Casi no se usan.

* Gianluca permanece al lado de Aris.

* Aris tiene una sensación extraña, a veces cree que Gianluca es su guía y otras que la vigila.

* Gianluca: - Mmm…

* Gianluca: - Por cierto...

* Aris echa un ojo por encima y no nota nada extraño, el silencio habita en el pasillo y en las alcobas. Todo parece dormido.

* Aris: - Si.

* Gianluca: - Creo que no deberías...

* Gianluca mueve su mano izquierda en el aire, como haciendo dibujos sin sentido...

* Gianluca: - Hacer eso...

* Gianluca: - No es recomendable que nadie por aquí se entere.

* Aris con un tono burlesco murmura: -¿No debo? o ¿no os interesa que encuentre algo que no queréis que sea encontrado, tal vez?

* Gianluca: - Mmm…

* Gianluca: - Creo que no me he expresado bien.

* Gianluca: - Me refería a…

* Aris observa como Gianluca dibuja extrañas figuras en el aire y piensa para sus adentros que tal tantas horas a solas le ha consumido la locura.

* Aris: - ¿Si?

* Gianluca vuelve a hacer el mismo gesto con la mano, esta vez apuntando claramente a la ventana, y a los pocos copos de nieve que aun caen en el exterior.

* Gianluca: - Eso...

* Aris: - Ah eso…

* Gianluca: - Si.

* Gianluca: - "Eso".

* Gianluca sonríe ahora.

* Aris: - Habéis visto caer la nieve alguna vez con tanto encanto?

* Gianluca: - Emmm…

**** El rostro de Gianluca parece oscurecerse por un instante.****

* Gianluca: - Con tanto encanto no, la verdad.

* Aris: - Discúlpeme, pero... no me agrada que me digan lo que debo y no hacer.

* Gianluca: - Bien, bien...

* Gianluca: - Vos misma...

* Gianluca: - Sólo me preocupaba por el bienestar de vuestra cabeza.

* Aris asiente a la vez que retira sus ojos cristalinos de Gianluca.

* Aris: - Mi cabeza no suelo perderla…

* Gianluca: - Hacéis bien...

* Aris: - Si es lo que teméis…

* Gianluca: - Es un incordio ponerse a buscarla luego.

* Gianluca mira ahora hacia el pasillo, esperando algo.

* Gianluca: - ¿Y bien?

* Aris: - Nada.

* Gianluca: - ¿Nada?

* Aris: - No.

* Aris: - Aquí no hay nada.

* Gianluca: - ¿Bajamos pues?

* Aris niega.

* Aris: - Subiremos más arriba.

* Gianluca: - Tsk, tsk.

* Aris: - Una planta más.

* Gianluca suspira, pidiendo paciencia...


* Aris: - ¿Me acompañais o esperais?

* Gianluca: - Pero arriba sólo hay...

* Aris: - Excusas son las que hay en esta torre más bien.

* Gianluca: - Salones vacíos y largamente desocupados.

* Aris comenta nuevamente malhumorada: - No estoy tan segura de ello.

* Gianluca: - En fin... vamos pues...

* Aris regresa hacia las escaleras subiendo una planta más.

* Aris percibe una ligera brisa que proviene del final del pasillo. La llama de la antorcha que porta Gianluca se mueve ligeramente.

* Aris: - ¿Dejáis las ventanas abiertas de noche?

* Gianluca sube al tercer piso, junto con Aris. Al llegar al rellano de este, el largo pasillo con puertas en uno de sus lados de las plantas inferiores se ha convertido en corredores más intrincados, con menos puertas, seguramente que dan acceso a habitaciones más grandes que unos simples aposentos.

* Gianluca: - Emm…

* Gianluca: - Si, seguramente.

* Gianluca nota como el aire viene del piso superior, pero ahora se encuentran en esa tercera planta, así que no dice nada a Aris.

* Aris en medio del silencio observa de lado a lado. Aparentemente todo yace tranquilamente y se dirige hacia el final del pasillo.

* Gianluca: - Aquí tenemos una antigua biblioteca...

* Gianluca: - Una sala de entrenamiento...

* Aris siente como a medida de que avanza la brisa se va perdiendo y sin percatarse de la voz de Gianluca se coloca frente a una puerta.

* Gianluca: - Y una estancia que uno de los antiguos habitantes usaba como su laboratorio personal... aunque está llena de cachivaches.

* Gianluca: - Nada interesante.

* Aris coloca su oído sobre la fría madera de la puerta y nuevamente el silencio es lo único que se escucha junto a la voz de Gianluca.

* Aris: - Disculpad.

* Gianluca: - ¿Si?

* Aris: - ¿Laboratorio?

* Aris: - ¿Eso qué es?

* Gianluca: - Emm…

* Gianluca: - Si.

* Gianluca: -Creo que lo llamaba así...

* Gianluca: - Puessss…

* Aris: - Desconozco esa palabra.

* Gianluca: - Supuestamente un lugar donde esta persona mezclaba hierbas e infusiones.

* Aris: - ¿Si?, ¿Con que fin?

* Gianluca: - Para fabricar extraños brebajes... todos de un color enfermizo y peor sabor...

* Gianluca: - Con el fin de destrozar nuestro paladar y nuestros estómagos.

* Aris se vuelve de espaldas a la puerta quedándose enfrente de Gianluca y escuchándolo atentamente.

* Aris: - ¿Fabricaba veneno?

* Gianluca termina con una de sus habituales sonrisas a Aris, observando como el rostro de ésta es iluminado por la luz de la antorcha.

* Gianluca: - ¿Veneno? no, no creo.

* Aris: - ¿Entonces?

* Gianluca: - ¿Os ha dicho alguien alguna vez que la noche os sienta muy bien?

* Aris observa la llama de la antorcha reflejada en los ojos de Gianluca.

* Aris: - No.

* Gianluca da media vuelta y con la antorcha se dirige al rellano, con un pie dispuesto a iniciar el descenso.

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La Orden de los Caballeros Negros (Aris y Gianluca) Empty La azotea (Cap.2 / 2ª parte)

Mensaje  Gianluca Sáb Ene 17, 2009 3:28 pm

* Gianluca se gira y mira a Aris.

* Gianluca: - ¿Contenta?

* Aris tras oír las palabras de Gianluca piensa la diferencia entre el día y la noche.

* Aris: - No, todavía no.

* Gianluca: - Por los Dioses...

* Aris: - Señala una puerta más.

* Aris: - ¿Podemos entrar ahí?

* Gianluca esta vez no trata de ocultar su estado.

* Gianluca: - ¿Ahí?

* Gianluca observa que Aris señala la sala de entrenamiento.

* Gianluca: - Si, claro...

* Aris hace un movimiento con sus dedos indicándole que saque las llaves.

* Gianluca: - Pero hace mucho que no se abre.

* Aris: - No importa, tan solo 4 ratas, polvo y telaraña deberá haber.

* Aris: - ¿No es así, Gianluca?

* Gianluca se coloca junto a Aris, y cogiendo una vez más el manojo de llaves, ofrece éste a la mujer, para que ella
abra la puerta.

* Gianluca asiente con la cabeza.

* Aris mira todas las llaves del manojo y sus ojos se detienen ante una más larga y de metal algo más oscuro.

* Aris introduce la llave forcejeándola un poco, pues parece que la cerradura cuesta algo de abrir.

* Gianluca ayuda a girar la llave, colocando su mano sobre la de Aris. El frío que percibe en ella es estremecedor.

* Aris siente el tacto cálido de la mano de Gianluca.

* Aris abre y se adentra en la habitación.

* Gianluca está justo detrás de Aris, con su mano sobre la de ella. Girando la llave lentamente, susurra algo al oído de Aris...

* Gianluca: - Así… con suavidad... “Ssr”.

* Gianluca: - *Click*.

* Gianluca: - ¿Ves?

* Aris: - Si vos no sois capaz de abrir a la primera…

* Aris: - Recordad que lo desconozco todo a pesar de mis habilidades querido.

* Aris se adentra sigilosa. La habitación es fría.

* Gianluca entra junto con Aris en la estancia. Esta es amplia, con un techo bastante más alto de lo normal. Huele a humedad y cerrado, y por toda la sala se pueden aprecias diversas maquinas y potros de entrenamiento, y algunas
lanzas y espadas colocadas con orden en una pared.

* Gianluca: - Si... hace mucho que no se utiliza...

* Gianluca habla con cierto tono de tristeza y melancolía en sus palabras.

* Aris camina cerca de la pared deslizando sus dedos por ella hasta topar con cierto armamento.

* Aris: - Y estas lanzas…

* Aris: - Parece que su puntas sigan intactas.

* Gianluca recorre la sala con su mirada, intentando recordar.

* Aris: - Esta habitación parece un libro cerrado aun sin terminar…

* Aris tras oír algo frágil la voz de Gianluca murmura: -¿Estáis bien?

* Gianluca: - Hubo un tiempo... donde los habitantes de este lugar necesitaban estar preparados...

* Gianluca vuelve de su ensimismamiento.

* Gianluca: - ¿Eh? Si, si.

* Gianluca: - Claro.

* Aris: - Con vuestro permiso.

* Gianluca observa a Aris.

* Aris toma una de las lanzas, es algo pesada pero aun así la toma con su mano derecha y con sus ojos, mirándola la recorre.

* Aris recibe imágenes en su memoria de Häme, él solía usar lanzas de tal envergadura.

* Aris echa un último vistazo y deja la lanza arrinconada a la pared.

* Gianluca permanece inmóvil en medio de la amplia estancia, con una sola antorcha proyectando sombras grotescas
por todo el lugar.

* Aris: - ¿Tan preparados necesitaban estar?

* Gianluca: - Eso parece...

* Aris: - Parece un lugar tranquilo, apenas hay pueblos alrededor.

* Gianluca: - Mmm…

* Aris: - ¿Quién querría adentrarse por estos bosques para llegar aquí?

* Gianluca: - ¿No os habéis percatado de ese conjunto de piedras que hay cerca del torreón?

* Gianluca: - Son lápidas...

* Gianluca: - Y bajo ellas se encuentran muchos hombres y mujeres valientes...

* Gianluca: - Que ofrecieron sus vidas por defender en lo que creían...

* Gianluca cada vez que pronuncia palabras de este tipo, permanece en actitud solemne y mirada perdida.

* Aris: - Lo lamento mi destino no era cruzar por tales caminos que me trajeran aquí y la noche tan oscura y sin el claro de la luna no me permitieron ver lápida alguna.

* Gianluca mira ahora a Aris, directamente a los ojos.

* Aris siente como lentamente va abriendo tal vez una llaga que Gianluca lleva consigo, aun así no puede remediarlo y desea abrirla un poco más.

* Gianluca: - ¿Desea continuar la visita la señora, o por esta noche es suficiente?

* Aris fijamente mirando a Gianluca, murmura: - Deseo continuar.

* Aris: - Decidme.

* Gianluca ladea la cabeza esperando las palabras de Aris.

* Aris: - ¿Fuisteis el único superviviente?, ¿Veláis por sus almas y habitáis este torreón para sentiros vivo aun?

* Gianluca esboza una sonrisa al oír esa pregunta.

* Gianluca: - Esas son las historias que cuentan los lugareños...

* Gianluca: - Yo llegue a este torreón hace meses, quizás años... y lo encontré abandonado y semiderruido.

* Aris: - Curioso, pues las desconozco.

* Gianluca: - Poco a poco conseguí hacerlo algo más habitable.

* Aris: - Ahá.

* Aris: - No os ha quedado nada mal.

* Aris: - Aún así no me acostumbro al calor de la chimenea.

* Aris: - ¿Podemos subir un poco más?

* Gianluca: - Entiendo.

* Gianluca: - ¿Mas?

* Aris: - Si…

* Aris: - Si me he percatado bien, he observado que las escaleras continúan.

* Aris: - ¿Cierto?

* Gianluca: - Así es, arriba no hay más que una gélida azotea.

* Aris sonríe levemente.

* Aris: - Subamos pues.

* Gianluca suspira por enésima vez en que lo llevamos de noche... - “Mujeres”...

* Aris: - De ahí entonces habría venido el estruendo.

* Gianluca ofrece su brazo a Aris, el izquierdo, pues en el derecho lleva la antorcha.

* Aris hace un gesto con su mano indicando a Gianluca que abra el paso y toma su brazo izquierdo, no antes sin esconder su mano bajo su puño escondiendo su frialdad.

* Gianluca camina junto con Aris, hacia el rellano, cerrando de nuevo la puerta con llave tras de sí. Efectivamente, unas escaleras continúan hacia un nivel superior, del cual procede una brisa fría.

* Aris con su otra mano recoge algo su vestido, pues es excesivamente largo y entorpece su paso.

* Gianluca comienza a subir junto con Aris, las escaleras son algo más empinadas y de forma más irregular. Se nota que las visitas a esa parte del torreón son escasas.

* Aris costosamente sube las escaleras junto a Gianluca. A pesar de ello no duda en seguir su paso.

**** Gianluca y Aris llegan a lo alto del torreón, desembocando en la azotea del mismo. Curiosamente la parte donde llegan las escaleras está rodeada por una cubierta hecha de madera, bastante alta, de varios pisos de altura, y cubre la mitad de la azotea. La otra mitad está al descubierto. Por todos lados se pueden aprecias plumas de palomas, y excrementos de aves o algún otro tipo de animal, junto con algunos fardos y cajas tirados por ahí. ****

* Gianluca siente como el viento frío llega desde la parte descubierta, entrando en la parte cubierta como un remolino.

* Gianluca: - ¿Ves? aquí no hay nada... solamente frío... y... porquería....

* Aris no comprende.

* Aris: - No lo entiendo.

* Gianluca mira a su alrededor, restos de plumas, excrementos...

* Gianluca: - Las palomas a veces se refugian aquí...

* Gianluca: - Palomas, cigüeñas, abejarucos...

* Aris observa el paisaje desde la parte descubierta de la azotea. La noche parece estar algo más clara, pues los débiles rayos de luz de la luna hacen visibles las lápidas de las que hablaba Gianluca.

* Aris: - No puede ser.

* Aris: - No es lógico ni para la mente de una criatura.

* Aris: - Vos estuvisteis conmigo cuando sonó ese estruendo.

* Gianluca camina junto con Aris a la parte descubierta, por el camino empuja unos restos de huesos de lo que parece
una cabra u oveja detrás de una caja.

* Gianluca: - Mmm…

* Gianluca: - Quizás el fuerte viento...

**** La estructura de madera se mece con el viento, crujiendo, aunque no tanto como los ruidos que se han oído
toda la noche. ****


* Gianluca: - ¿Ves? la madera se mece.

* Gianluca: - Sería eso.

* Aris desvía su mirada hacia la madera de la que habla Gianluca.

* Aris: - No!

* Aris: - No!, no! y no!

* Aris dice repetidas veces.

* Aris: - ¿De qué me intentáis convencer?

* Aris: - Tan estúpida me creéis para que me crea esas patrañas?

* Gianluca observa sonriente a Aris, de repente, Gianluca ve algo en el cielo, en lo alto, en la lejanía a la espalda de
Aris, sin pensarlo se lanza sobre Aris cogiéndola de los hombros y la besa con pasión para evitar que ella vea nada.

* Gianluca mira de reojo al cielo y al no ver nada, deja de besarla...

* Aris limpia sus labios con su mano derecha.

* Aris: - Pero que hacéis!

* Gianluca: - Oh... lo siento...

* Gianluca: - Me deje llevar...

* Gianluca: - La noche...

* Gianluca: - La calma...

* Gianluca: - El momento...

* Gianluca: - No volverá a ocurrir, os lo juro.

* Aris enfadada siente como su aliento empieza a volverse frío y helado.

* Gianluca: - No era mi intención.

* Aris observa a Gianluca fijamente.

* Aris: - Mentís!

* Gianluca baja la cabeza avergonzado.

* Gianluca: - Mi señora, yo no quería incomodaros...

* Gianluca: - Lo siento...

* Gianluca se retira hacia el interior de la cubierta, como huyendo de Aris.

* Aris suspira intentando calmarse.

* Aris: - Bien, vámonos. No hay nada que hacer aquí.

* Gianluca: - Entenderé que no deseéis quedaros más en este torreón...

* Gianluca: - Mañana por la mañana tendréis todo dispuesto para emprender viaje.

* Aris cruza sus brazos escuchando a Gianluca.

* Gianluca acompaña sus palabras con torpes reverencias.

* Aris: - No sé donde estoy, no sé a dónde voy y no sé cómo debo irme.

* Aris: - Dadme algo más de tiempo. Mi mente ha de trabajar.

* Gianluca: - Bien, de acuerdo, lo que vos deseéis.

* Gianluca no parece muy convencido, pero mantiene su actitud sumisa y avergonzada.

* Gianluca: - Bajemos, pues, señora.

* Aris dejando a sus espaldas a Gianluca se apoya junto a la fría piedra de la azotea.

* Aris lleva su mano a su frente.

* Aris: - No entiendo nada…

* Gianluca aprovecha que Aris está en el borde de la azotea, para con cuidado aferrar un pequeño colgante que lleva al cuello.

* Aris murmura entre enfadada y apesadumbrada.

* Gianluca piensa para sí: -"Ni se te ocurra volver, no está noche... ¿Me has oído?"

* Gianluca vuelva a fijar su vista en la espalda de Aris, mientras espera que ella se mueva o algo.

* Aris algo despistada observando las vistas acaricia el colgante que lleva en su cuello y la nieve empieza a caer lentamente.

* Aris: - ¿Gianluca?

* Gianluca: - ¿Si?

* Gianluca camina hacia Aris.

* Aris: - Espero que algún día me deis la razón, pero siguen sin convencerme tus palabras.

* Gianluca asiente.

* Aris: - Estoy algo cansada…

* Aris: - Y mi mente algo espesa…

* Gianluca: - Ahora si me disculpáis... bajaré a arreglar el salón. La chimenea debe haberse consumido, y tengo que recoger las copas, y...

* Gianluca: - Que tengáis buena noche, Mi Señora...

* Gianluca se despide con una reverencia.

* Aris asiente y murmura: - Buenas noches sean para vos también Gianluca.

* Aris abandona la azotea siguiendo al mismo tiempo a Gianluca y dejándolo en la primera planta. Aris llega a su alcoba y exclama: - Abridme por favor!

* Gianluca llega hasta Aris, le abre, y le da su llave.

* Aris: - Gracias Gianluca.

* Aris entra a su alcoba y observa de reojo como Gianluca se pierde por el pasillo. La habitación es algo fría cosa que agrada a Aris.

* Gianluca se despide con otra reverencia y se retira, descendiendo las escaleras hasta el salón. Por el camino Gianluca suspira al saberse libre de una situación complicada, y un atisbo de sonrisa aflora en su rostros al recordar el beso que tuvo que darle a Aris. Fue frío, muy frío... pero sintió algo... lejano, pero algo....

* Gianluca se pierde en quehaceres varios.

* Aris deshace su lecho y se sienta en él antes de quitarse sus ropas. Aris coloca ambas manos bajo su barbilla y recuerda el beso cálido de Gianluca, tal vez su enfado fue por ser algo desconocido pues los labios de Aris jamás besaron los de un hombre.

* Gianluca está en el salón. En una zona del mismo aun hay escombros y el muro de esa parte se nota que ha sido levantado de nueva y reforzado, por el color de la piedra. Junto a esa zona se aprecian un par de grandes portones, que antaño quizás fueran dorados.

* Aris se despoja de su vestido y entra en el lecho cubierto de frías sabanas. Se arropa ligeramente y da media vuelta hacia el lado de la ventana. Entrecierra sus ojos y recuerda el estruendo que escuchó repetidas veces en la noche, no quedando muy convencida de las excusas de Gianluca.

* Gianluca se acerca a las grandes puertas, y tira de ellas. No se abren. Gianluca lo intenta de nuevo. Nada. Gianluca sonríe y vuelve al centro del salón.

* Gianluca se dirige ahora hacia la puerta de entrada. La cierra con llave y con un poste cruzado, asegurándola.

* Aris no puede conciliar el sueño, algo ronda en su cabeza. Intenta hacer un análisis de la noche y vuelve a dar media vuelta sobre su lecho cambiando de posición.

* Gianluca limpia la mesa del salón de vasos, comida y bebida y empieza a examinar que todo esté en su punto, quizás para dar el día por concluido.

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La Orden de los Caballeros Negros (Aris y Gianluca) Empty El epitafio (Cap.3 / 1ª parte)

Mensaje  Gianluca Sáb Ene 17, 2009 4:19 pm


* Gianluca apaga la chimenea y algunas de las antorchas del salón, dejando apenas un par para iluminar lo justo. A continuación inicia el ascenso hacia el primer piso, donde está su habitación.

* Aris sintiendo como todo está en silencio y como su sueño no fluye, se incorpora. Observa la oscuridad y se levanta. Toma su abrigo de pieles que dejó en el suelo y se cubre con él. Lentamente toma la llave de su puerta y se acerca a ella silenciosa percibiendo que no existe sonido algo, tan solo el crujir del suelo de madera. Lentamente abre dándole un ligero toquecito como observó que hacia Gianluca y se cuela en el pasillo de nuevo.

* Gianluca camina por el pasillo del primer piso, a punto de llegar a su habitación.

* Aris echa el paso con cautela. Sus pies descalzos y no muy grandes apenas se notan sobre el suelo. Pasos ligeros y como plumas llegan hasta el final del pasillo tomando la escalera que lleva hacia la azotea.

* Gianluca llega hasta su puerta, dispuesto a terminar un día que ha sido algo largo y confuso. Sin embargo algo llama su atención entre la oscuridad, una sombra. Enarcando una ceja, Gianluca retrocede sobre sus pasos por el pasillo.

* Aris asciende por las escaleras con ligera rapidez con rumbo fijo. Intenta percibir cualquier tipo de sonido, pero la noche empieza a confundirla, a veces confunde el ligero susurro del viento con lejanos aullidos de Ïlmar.

* Gianluca se detiene en el rellano, prestos todos sus sentidos. Apenas escucha nada en la oscuridad, solo el viento ir y venir. No le cuesta mucho sumar 2 + 2, puesto que sólo hay otro habitante en el torreón junto con él...

* Aris llega hacia la parte más alta de la torre pero su puerta está cerrada. Gianluca no parece ser un tipo olvidadizo pero no conviene llamar su atención tal vez se moleste y Aris desconoce aun sus reacciones.

* Aris se agacha y palpa el suelo buscando algún utensilio que pueda servirle de ayuda para abrir esa puerta, tal vez un fino alambre, tal vez…

* Gianluca suspira para sus adentros: - ”mujer cabezota”. Sabe que por esa noche se ha librado... pero anota mentalmente que debe estar alerta.

* Aris tal vez al no encontrar nada, como así sucede, utilice su colgante de puntas afiladas pero no sirve de nada así que desiste y vuelve a descender escaleras abajo llegando hasta la planta baja.

* Gianluca se ha movido sigilosamente desde el rellano, perdiéndose entre las sombras.

* Aris entreabre ligeramente su abrigo de blancas pieles algo acalorada. Deambula por el salón de lado a lado obcecada en el estruendo.

* Gianluca: - ¿No has encontrado nada interesante?

* Gianluca le habla entre sombras, sentado en un sillón del salón.

* Aris con voz algo entrecortada sin observar a Gianluca murmura: - No.

* Gianluca sigue sentado.

* Gianluca: - Tsk, lástima... la próxima vez, quizás.

* Aris detesta ser descubierta ante sus propósitos. Reconoce que Gianluca es hábil y no olvida que se mueve en su torreón cosa que le da más ventaja.

* Aris: - ¿No soleis dormir?

* Gianluca se levanta, y camina lentamente hacia donde está Aris, rodeándola lentamente al llegar a su altura.

* Gianluca: - Hay noches que me desvelo... ¿Como vos, no?

* Aris guardando alguna distancia más que otra lleva su mano al cuello de su abrigo sujetándolo con fuerza.

* Aris: - Eso parece…

* Gianluca se detiene a la espalda de Aris, y le susurra al oído: - ¿Queréis volver allí arriba? *ssr

* Aris da media vuelta sobre si descubriendo a Gianluca. A pesar de no poder observarlo en la oscuridad extiende sus manos con intención de palpar su rostro para perfeccionar su posición.

* Gianluca esboza una sonrisa al sentir las manos de Aris sobre su rostro.

* Aris: - Lo desearía. Pues es de ahí de donde provenía ese fuerte sonido que casi me deja atónita.

* Aris retira sus manos lentamente y siente hablar con el espíritu de la noche.

* Gianluca: - ¿Y qué podría hacer para calmaros?

*Aris murmura: - Ansío saber la verdad cosa que jamás me explicareis a no ser que yo descubra por mí misma.

* Gianluca suelta una sonora carcajada, que suena con estruendo en el silencio de la noche.

* Gianluca: - ¿La verdad?

* Gianluca: ¿La verdad de qué?, ¿de mi?, ¿de este lugar?

* Aris empieza a ponerse nerviosa, detesta las burlas y risas dirigidas hacia ella pudiendo ser el chiste de cualquiera.

* Aris: - Si.

* Aris: - Todo es excesivamente extraño.

* Aris: - El torreón, las lápidas, el laboratorio, vos…

* Gianluca: - Claro... y vos sois una mujer de lo más normal...

* Gianluca: - Capaz de hacer nevar de la nada.

* Aris: - Mmm… ni muy común ni muy extraña tal vez. - Aris comenta a Gianluca en voz baja.

* Aris: - ¿No os agrada la nieve? dicen que es un regalo de dios que nos otorga simbolizando la pureza divina.

* Gianluca: - Un regalo... o una maldición... depende de para quien.

* Gianluca: - La nieve destroza cosechas, mata animales, hace enfermar a los chiquillos y ancianos...

* Aris: - ¿Que me decís del calor?, ¿a caso no lo hace?

* Aris: - ¿A caso el calor no hace arder?, ¿a caso el calor no es capaz de destruir una vida y un reino entero?

* Gianluca alza su mano hasta el rostro de Aris, acariciando suavemente su mejilla con el dorso... el tacto de la mejilla es frío, contrario al calor de su mano.

* Gianluca: - ¿Una mezcla de ambos mejor?

* Aris no muy convencida sujeta la mano de Gianluca contra su mejilla.

* Aris: - La mezcla es curiosa…

* Aris suelta con un desdén su mano y farfulla: - Es la sangre de hombres como vos que destruyen la vida!

* Gianluca: - Y la que da.

* Aris arruga su frente pues en el fondo sabe que Gianluca tiene parte de razón, pero tan solo una parte.

* Aris: - Disculpad… no debí hablaros de tal modo, a pesar de todo me habéis acogido en vuestra morada.

* Gianluca permanece en silencio, no parece molesto con la situación.

* Aris: - ¿Sin poder conciliar el sueño todavía?

* Gianluca: - A veces ocurre... no sería la primera noche que paso en vela.

* Aris: - Mmm podéis mostrarme las lápidas?

* Gianluca enarca una ceja.

* Gianluca: - ¿Queréis verlas... ahora?

* Aris: - ¿Tenéis algo mejor que hacer?

* Gianluca: - Mmm…

* Aris: - Mis pies añoran andar sobre la escarcha de la noche y si no tenéis nada mejor que hacer… pues… podríais mostrarme…

* Gianluca: - ¿Tratar de dormir?

* Gianluca suspira ante las últimas palabras de Aris.

* Aris: - Prometo que tras verlas no ocuparé ni un segundo más de vuestro tiempo. - Comenta dibujando en su rostro una media sonrisa.

* Gianluca ya camina hacia el exterior, tras abrir el portón que les lleva afuera.

* Aris sigue el paso de Gianluca y sujetándolo del brazo un instante murmura: - Gracias por acogerme.

* Gianluca no responde, mantiene la mirada fija al frente. Al poner un pie en el exterior, el frío de la noche irrumpe de repente en todo su cuerpo.

* Aris se adelanta y camina descalza. Al no sentir el respirar de Gianluca detiene su paso y observándolo comenta: - ¿Qué os ocurre ahora?

* Gianluca: - Nada... simplemente os guío hacia el lugar que queréis visitar.

* Aris: - Bien.

* Gianluca alza la vista hacia el cielo. Aunque la luna empieza a menguar su tamaño, aún irradia luz suficiente.

* Aris observa como el claro de la luna descubierta ligeramente de lunes hace visibles las lápidas y bajo sus pies deberían estar sus ataúdes.

* Aris: - ¿Hace cuanto de todo?

* Gianluca: - No recuerdo con exactitud.

* Gianluca: - Meses...

* Gianluca: - Quizás años...

* Aris: - ¿Algún pariente vuestro?

* Aris se agacha observando las escrituras que borrosas quedan.

* Gianluca: - No.

* Gianluca: - Pero como si lo fueran.

* Aris: - Lástima, las mayores muertes suelen ser de mayores inocentes. Probablemente lo dieron todo en su último día.

*** En alguna lápida se pueden apreciar palabras borrosas y gastadas, en muchas aparecen las palabras "valor", "amor"... hay otra, muy curiosa, donde se puede leer de mala manera: "Aquí yace… [...] …Gianluca… [...] …valeroso Señor… [...] …por siempre..." ****

* Aris: - ¿Me tomais el pelo? decidme que estais de guasa!

* Gianluca mira a Aris a los ojos.

* Gianluca: - No os entiendo.

* Aris levanta su mano derecha y la desliza con suavidad sobre un costado del rostro de Gianluca.

* Aris: - ¿Notáis el frío?

* Gianluca asiente con su cabeza.

* Aris: - Esta temperatura sería prácticamente la de un muerto.

* Gianluca: - Si estuviera muerto no lo notaría...

* Gianluca: - ¿Es eso?

* Aris: - ¿Y me estáis diciendo, que vos yacéis bajo mis pies... vos de sangre caliente... y vos en cuerpo presente?

* Gianluca mira la lápida, después a Aris.

* Gianluca: - ¿He dicho yo eso?

* Aris: - Si!, a excepción del texto perdido…

* Gianluca se agacha, y desliza su mano por la lápida, recorriendo cada letra con sus dedos. A continuación coge un poco de tierra bajo la lápida y deja que vaya deslizándose entre sus dedos. Finalmente vuelve a ponerse en pie, sacudiéndose la tierra que aún le queda entre las manos.

* Aris ladea su cabeza de lado a lado desconcertada.


Última edición por Gianluca el Sáb Ene 17, 2009 4:21 pm, editado 1 vez

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La Orden de los Caballeros Negros (Aris y Gianluca) Empty El epitafio (Cap.3 / 2ª parte)

Mensaje  Gianluca Sáb Ene 17, 2009 4:20 pm


* Gianluca: - Cuando llegue a este lugar...

* Aris echa un paso hacia atrás.

* Gianluca: - Me lo encontré desolado, el torreón semiderruido, y estas lápidas ya estaban aquí...

* Gianluca: - De eso hará un par de años...

* Aris: - Decidme pues que tomasteis el nombre de un difunto en su honor.

* Gianluca: - Yo soy quien soy.

* Aris: - ¿Por qué debería creeros?

* Gianluca: - ¿Por qué no?

* Gianluca: - No os queda otra opción.

* Aris: - Desconfío de vos, podríais engañarme con algún fin.

* Aris: - No os conozco y que quereis que os diga...

* Gianluca abre sus brazos en cruz, como mostrando todo lo que le rodea.

* Gianluca: - ¿Veis todo esto?

* Gianluca: - ¿Qué fin podría tener en este lugar del mundo?

* Aris asiente no muy convencida.

* Aris: - Si supiera el fin ya os lo habría dicho, ¿no creéis?

* Aris observa a Gianluca enarcando una ceja y con cara un tanto agria.

* Gianluca: - Ya sabéis las opciones que tenéis...

* Gianluca: - Ordenadlo, y mañana tendréis un caballo fresco y víveres para emprender viaje.

* Aris: - Las conozco y las tengo presente.

* Aris: - Bien.

* Aris: - Que así sea pues.

* Aris: - Antes de que amanezca si no es mucho pedir.

* Gianluca asiente con la cabeza, y comienza a caminar de vuelta al torreón.

* Aris cruza sus brazos observando cómo Gianluca dirige sus pasos hacia el torreón. Nuevamente lee la lápida e intenta comprender lo que muestra su visión y las palabras de Gianluca. A pesar de lo extraño que es todo lo que le rodea el misterio la intriga.

* Gianluca cruza el salón, hasta llegar a la cocina, y salir al patio interior trasero, donde están las caballerizas. Allí comienza a elegir un caballo para la dama.

* Aris regresa al torreón con cierta incertidumbre. Cierra la puerta y sube las escaleras hasta llegar a la primera planta. Tras cruzar el umbral de su alcoba dejando la puerta entreabierta golpea con su pie uno de los armarios de madera que decoran la habitación y que guardan alguna que otra manta. Aris se sienta sobre el lecho y lleva sus manos hacia su cabeza.

* Gianluca comprueba la silla de montar y los diversos utensilios que necesitara Aris en su marcha. Tras verificar que todo está bien, se dirige a la cocina, para ver que puede preparar de comida para la marcha de la dama.

* Aris lanza su abrigo con cierta ira al suelo y se acuesta observando el ventanal por el que traspasan aun los débiles rayos de una luna menguante.

* Aris reflexiona, está a punto de abandonar la única compañía que ha tenido desde que partió Ïlmar, y de eso ya hace bastante tiempo. Lo mejor de todo es su torpeza sobre un caballo pues no sabe montarlo. Aris pasó media visa a lomos de Ïlmar.

* Gianluca deja todo más o menos preparado y sube hasta el primer piso, directo a la puerta de Aris. Al llegar ante ella, da un par de golpecitos con los nudillos, para avisar de su presencia.

* Aris: - No pidáis permiso pues esta es vuestra propiedad…

* Gianluca empuja la puerta entreabierta, y entra, pero permanece en la entrada.

* Gianluca: - Os equivocáis... todo lo que ocurra tras esta puerta os incumbe solo a vos.

* Aris: - Adelante.

* Aris sin darse media vuelta continua observando lo que atrás del ventanal deja pasar, cuatro estrellas despuntan sobre un cielo negro.

* Gianluca: - Vuestra montura está preparada... así como algo de provisiones para aguantar unos días...

* Aris: - Bien. Acercaos, no os quedéis en la puerta.

* Gianluca se acerca a la ventana, para observar por ésta.

* Aris observa la indiferencia de Gianluca. - Sentaos, por favor.

* Gianluca duda por un instante, pero finalmente se sienta junto a Aris.

* Aris: - ¿Erré al no creeros?

* Aris: - ¿Por qué os envuelve el misterio?

* Gianluca no contesta.

* Gianluca: - Sólo os diré que no gano nada con esa mentira.

* Gianluca: - Todos tenemos nuestra historia, nuestras verdades y nuestros misterios.

* Aris muerde sus labios, no soporta equivocarse como tampoco pedir disculpas.

* Gianluca pone su mano sobre la mano de Aris.

* Aris: - Demasiado tarde para escuchar vuestra historia.

* Gianluca: - Hagamos una cosa...

* Aris siente como el calor templado de la mano de Gianluca traspasa por su fría piel.

* Aris sin mucha visión observa la blancura y frialdad de su mano y el color y calidez de la de Gianluca.

* Gianluca: - Vayámonos a dormir, descansemos... y mañana hablemos con más tranquilidad. La opción de la partida siempre la tenemos.

* Aris: - La mezcla…

* Gianluca: - Os parece bien?

* Aris asiente.

* Aris: - No se montar…

* Gianluca: - Bien.

* Gianluca: - Mmm…

* Gianluca: - Pues tendremos que arreglar eso.

* Aris: - Todo es tan diferente de lo que me he rodeado…

* Aris: - De donde he crecido…

* Gianluca sonríe, y alzando la mano de Aris que sujeta entre la suya, se la lleva a los labios, dándole un beso.

* Gianluca: - Buenas noches, Mi Señora.

* Gianluca:- Mañana será un nuevo día.

* Aris tímidamente esconde su mano bajo las sábanas tras ser besada.

* Aris: - Buenas noches sean para vos Gianluca.

* Gianluca se levanta y sale de la estancia, cerrando la puerta tras de sí.

* Gianluca se dirige lentamente hacia sus aposentos. Tras entrar, se deja caer suavemente en un cómodo sillón. Gianluca sabe que hay muchas cosas que debería contar a Aris. Ella debe saber que la magia está prohibida en el Reino de Moher. Se considera alta traición y esta condenado por la muerte, así como proteger u ocultar a gente que realice magia.

* Gianluca suspira, mientras piensa en el momento acaecido en el exterior, junto a las lápidas. Evocando momentos vividos en el pasado, viene a su mente la gran batalla que acaeció hace tiempo cerca del torreón. El ejército del malvado Gorthaur, el usurpador del trono, contra los suyos. Los suyos empleaban la magia, por eso los muertos, las lápidas… la prohibición. Fue una gran batalla, Gorthaur y su ejército salieron victoriosos, murieron muchos de los buenos, otros desaparecieron.

**** Gianluca desapareció, lo dieron por muerto. Gorthaur dió por aniquilados y borrados del mapa a los Caballeros Negros y a Gianluca por muerto. Nadie vivió en el torreón durante meses, quizás un par de años... Un día alguien llego al torreón, alguien sin recuerdos. No recordaba ni quien era. Ese alguien era Gianluca y ahí ha estado solo, o recibiendo cortas visitas, hasta el día de hoy, aunque la memoria la recuperó hace meses.****

* Gianluca se recupera de su ensimismamiento, sabiendo que antes o después Aris debería saber toda la verdad, si no es demasiado tarde.

* Aris con una media sonrisa se cubre hasta su mentón y entrecierra sus ojos.

**** De repente el cielo se oscurece, y en el exterior, en la ventana de Aris, se aprecia un gran ojo de pupila amarilla. Al instante desaparece.****

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La Orden de los Caballeros Negros (Aris y Gianluca) Empty Gorhtaur, el usurpador. (Cap.4)

Mensaje  Eowyn Miér Feb 11, 2009 11:09 am

* Aris duerme plácidamente. El cansancio y los despertares a medianoche la han dejado agotada. Ahora duerme relaja tras las últimas palabras de Gianluca.

* Aris lentamente entreabre sus ojos por los rayos que se cuelan tras los espesos cortinajes de la ventana. Algo perezosa da media vuelta intentando conciliar de nuevo el sueño.

* Gianluca está en el exterior del torreón, junto a la puerta principal. Cortando algo de leña, pues se avecinan días fríos.

* Aris se despereza. Sus fríos pies se posan en el suelo y arrastra la manta de la cama cubriéndose con ella. Se acerca a la ventana y abre los vidrios dejando que el aire frío de invierno se cuele acaricie su rostro y se cuele en su habitación.

* Gianluca se seca el sudor de la frente. Este es frío, por lo que Gianluca trata de terminar pronto, para volver al interior.

* Aris asoma su cabeza al exterior observando a Gianluca.
- Buenos días tengáis! -Comenta con la voz alzada desde lo alto del torreón.

* Gianluca alza su vista hacia una de las ventanas del torreón, cubriéndose del sol con una de sus manos, mientras la otra la agita a modo de saludo.

* Aris se asea y peina sus cabellos cuidadosamente hasta llegar a recogerlos. Tan sólo cuatro mechones caen ante su rostro. Una vez finalizada su labor sale de la habitación y desciende las escaleras hasta llegar al salón donde tomará asiento en el sillón de Gianluca frente a la chimenea.

* Gianluca lleva la madera cortada al interior, apilándola en un rincón de la despensa de la cocina, donde no haya humedad.

* Gianluca cruza el salón camino de la despensa, cargando la madera, sonriendo a Aris cada vez que pasa por delante de ella.

* Aris lleva sus manos a su estómago, el hambre lo sacude a modo de leves rugidos y su boca ansia el desayuno pero no media palabra no quisiera incordiar a Gianluca.

* Gianluca se limpia las manos en uno de sus paseos, justo cuando escucha el estómago de Aris rugir.

* Gianluca: - Mmm…

* Gianluca: - ¿Habéis desayunado ya?

* Aris sonríe vergonzosa al ver a Gianluca.

* Aris: - No y desconozco donde tenéis algo para llevarme a la boca. -Le comenta aun sonrojada por su timidez.

* Gianluca: - Mmm, bien... dadme unos instantes.

* Aris asiente. - Con que me digáis donde esta todo... yo ya podría prepararme algo.

* Gianluca se dirige a la cocina, por la puerta que la comunica con el salón. Una vez allí va a la despensa y comienza a buscar algo adecuado para el almuerzo.

* Aris continua sentada en su sillón, es bastante confortable y parece que siempre este situado mirando la chimenea, tal vez sea para que el calor de la hoguera azote la faz de Gianluca, él es un hombre de sangre caliente.

* Gianluca tras rebuscar un poco prepara una bandeja con un poco de queso, jamón cocido, y unas rodajas de pan. También coloca un tarro de miel y una jarra de leche. Volviendo a la despensa, consigue encontrar un par de naranjas y las exprime, sacando todo su jugo, para preparar un zumo.

* Gianluca aparece en el salón llevando la bandeja con todos esos manjares y sonriendo la deposita en una mesa cercana al sillón donde reposa Aris.

* Gianluca: - No sabe lo que os podia apetecer así que... preparé un poco de todo. Espero que sea de vuestro agrado.

* Aris empieza a notar un aroma a sus espaldas.

* Aris sonríe a Gianluca. - Gracias, no quería molestaros en demasía pero mi estómago empezaba a impacientarse. Todo es magnífico. ¿Vos desayunó?

* Gianluca: - Si, tomé algo antes de comenzar las tareas.

* Gianluca se sienta enfrente de Aris, acompañándola mientras ella da cuenta del almuerzo.

* Aris da un sorbo al zumo de naranja y relame sus labios.

* Aris: - Tiene un gusto exquisito Gianluca; ¿ya terminasteis vuestro trabajo? os echaría una mano pero no han recogido leña ni cortado esta mucho.

* Gianluca: - Tranquila, ya terminé.

* Gianluca: - Sólo me queda limpiar las cuadras y cambiarle la comida a los caballos.

* Aris nota como su estómago se va apaciguando a pesar de que come con bastante rapidez.

* Aris: - Decidme, ¿qué es ese colgante que adorna vuestro cuello?

* Gianluca se lleva la mano al colgante. Al llevar la camisa algo desabrochada por el calor del esfuerzo, no se ha percatado que éste asoma por el exterior. Parece una figura alada.

* Gianluca: - ¿Esto?

* Aris: - Si, eso.

* Gianluca coge el colgante y lo vuelve a meter dentro de la camisa.

* Gianluca: - No es más que un recuerdo.

* Aris: - ¿De quién Gianluca?

* Gianluca: - De mi anterior vida.

* Aris: - Siempre los recuerdos van cerca del corazón, así que imagino que será de algo importante.

* Aris asiente algo sorprendida.

* Aris: - ¿Vuestra anterior vida? - Comenta mientras lleva a la boca un trozo de pan con jamón cocido.

* Gianluca: - No siempre he vivido sólo en este torreón; igual que no siempre vos habéis viajado sola. ¿No es así?

* Aris: - Así es. He llevado un ejército a mis espaldas y en los últimos tiempos si viajé sola a excepción de Ïlmar.

* Gianluca: - Mmm… ¿Un ejército?

* Aris: - Sí, así es.

* Gianluca tiene un brillo especial en sus ojos, de gran curiosidad.

* Gianluca: - ¿Y de donde provenía ese ejército?

* Aris: - De mi reino Gianluca, tan sólo era una cría cuando mi padre lo formó y al poco tuve que hacerme cargo de él.

* Gianluca: - Mmm… ¿Princesa?

* Aris: - ¿Princesa? Sí, de niña.

* Gianluca: - Vaya... así que tengo alguien de la realeza en mi humilde morada.

* Aris: - Después reina y ahora una simple desterrada de mis tierras.

* Gianluca: - ¿Desterrada?

* Aris: - Así es.

* Aris: - Desterrada, exiliada, expulsada antes que someterme a quién conquistó mi reino.

* Gianluca: - Mmm…

* Aris tras finalizar su desayuno sacude sus manos.

* Gianluca: - Interesante...

* Aris: - ¿Y vos?, ¿dos vidas?

* Gianluca: - Mmm...

* Gianluca: - Eso parece.

* Aris coloca sus codos sobre sus rodillas y sus manos sujetan su mentón.
- ¿Seguís sin recordar nada?

* Gianluca: - Recuerdo lo que tengo que recordar.

* Gianluca sonríe a Aris.

* Aris deja escapar una mueca acompañando a la sonrisa de Gianluca.

* Gianluca: - Y en esos recuerdos también existen exilios y destierros.

* Aris: - Entiendo… ¿Qué sucedió?

* Gianluca: - Pufff…

* Gianluca se echa para atrás, apoyando su espalda en el respaldo del sillón.

* Gianluca: - Es una historia muy larga.

* Gianluca: - Pero digamos que antes de habitar este solitario torreón, yo tenía una apacible vida en la ciudad.

* Aris mira hacia la ventana observando la posición que ha tomado el sol.

* Aris: - No tengo prisa, queda mucho día por delante, me gustaría saber más sobre vos…

* Gianluca mira a Aris a los ojos.
- No sé si sabéis que estáis en el Reino de Moher.

* Aris: - No. Perdí el norte vagando.

* Gianluca: - Ahí.

* Gianluca: - Y no sé si sabréis... que el Rey de Moher, Lord Gorthaur...

* Gianluca parece dudar, como si no quisiera decirlo.

* Gianluca: - No es el rey legítimo.

* Aris: - Tanto caminar que no distingo por que reinos he atravesado…

* Gianluca: - Es un usurpador.

* Aris curiosa murmura: - ¿Lord Gorthaur?

* Gianluca: - Y si alguien oyera estas palabras salir de mi boca, no dudaría en vender mi cabeza.

* Aris mira a su alrededor.
- Pero si sólo estamos vos y yo...

* Gianluca: - Así es. Pero nunca se sabe.

* Aris: - Tan sólo mis oídos recibirán vuestras palabras.

* Aris: - El misterio habita en es torreón, ¿no es así?

* Gianluca: - Este torreón... - Gianluca suspira y alza su vista recorriendo cada muro del salón.

* Gianluca: - Es algo más que misterio.... es mi vida.

* Aris coloca su mano sobre el brazo izquierdo de Gianluca.

* Aris: - Mucho ha de ser para vos, para que lo hayáis puesto en pie y para pasar entre estos muros los días y las noches.

* Gianluca: - Lo es todo. Hace mucho tiempo, prometí a un buen hombre defender con mi vida lo que él más amaba.

* Gianluca: - Este torreón es lo que queda de todo aquello.

* Aris: - Y veo que aun sigue en pie vuestra promesa.

* Gianluca: - Así es. Y no descansaré hasta verla cumplida.

* Aris: - ¿Que era lo que él más amaba?

* Gianluca: - Su reino, sus súbditos, su familia...

* Aris: - ¿Y de donde vais a sacar la familia? lo súbditos aun, ¿pero la familia? - Comenta Aris extrañada.

* Aris: - ¿Cómo lo vais a hacer si estáis solo?

* Gianluca sonríe.
- Su familia está en cada piedra de este torreón. Y no estoy solo.

* Gianluca: - Nunca estaré solo, aunque lo parezca.

* Aris echa su espalda hacia atrás y recuesta su cabeza sobre el sillón. Su rostro seco torna a agrio.

* Aris: - ¿Perdón?

* Gianluca: - Estuvimos a punto de conseguirlo. Nos faltó nada para lograrlo... Pero Gorthaur sigue aferrado a ese trono como una sanguijuela.

* Aris: - ¿No me estaréis intentando explicar que los muertos rondan por aquí verdad?

* Gianluca mira ahora a Aris, medio divertido.

* Gianluca: - No, tranquila. No hay espíritus en este lugar. Tan sólo buenos recuerdos que me acompañan.
Buenos recuerdos, de mejores hombres y mujeres... que lucharon y dieron su vida por defender aquello en lo que creían.


* Aris: - Pues ya me contareis pues, yo no veo a nadie tan solo a vos y ahora vuestra nueva compañía.

* Gianluca: - Bueno... los lugareños del valle siempre han sido afines a nuestra causa. El pueblo no ama a Gorthaur, sólo vive en un miedo continuo y sé que algunos de mis antiguos compañeros aún siguen vivos.
Sólo espero su retorno.


* Aris toma enserio las palabras de Gianluca pero lo extraño y el misterio que tanto envuelve al torreón y a Gianluca hace que tienda a tener miedo.

* Aris: - Ahá. Si no recuerdo mal, la otra noche en la azotea… me dijisteis que la magia estaba prohibida. ¿A qué se debe?

* Gianluca: - Gorthaur la ha prohibido. Estuvimos a punto de acabar con él y su ejército.

* Aris: - ¿Por qué motivo? No creo que sucediera nada…

* Gianluca: - Y ahora quiere cubrirse las espaldas, no quiere que nadie aprenda la magia ni la perfeccione. Teme que volvamos a plantarle cara y prefiere someter a la gente con la fuerza de la espada.
Sin magia en el Reino, nadie puede hacer frente a su numeroso ejército.


* Aris: - Ahá pero yo si podría practicarla, no soy nadie para él y no tengo ningún vinculo ni cercano ni lejano con Gorthaur.

* Gianluca: - Eso a él no le importa. Si te cogieran practicándola, no dudarían en cortarte la cabeza.

* Aris: - ¿Qué ocurriría si decido no hacer caso a eso? - Aris echa a reír.

* Aris: - ¿A mí? por dios no sabría donde se habría metido.

* Gianluca:- No lo subestiméis. Tiene sus recursos.

* Aris: - No lo haré dado que vos sois quien me cobija bajo su techo y muros.

* Gianluca: - Mmm…

* Aris algo nerviosa mueve sus dedos arriba y abajo.

* Gianluca: - Por mí, podéis hacer lo que os plazca... sólo llevad cuidado. Entre estos muros estáis en principio a salvo.

* Aris: - ¿Y fuera? Algún día tendré que partir. Eso que iba a ser ayer…

* Gianluca: - Fuera... Podría tratar de aseguraros parte de vuestro viaje pero no puedo prometer nada.

* Aris: - Entiendo.

* Aris resopla y lleva su mano sobre su frente pensando hacia sus adentros: - "donde me habré metido"…

* Gianluca observa a Aris.
- Si queréis partir... puedo arreglarlo todo en poco tiempo.

* Aris: - Primero tenéis que enseñarme a montar.

* Gianluca: - Si, cierto.

* Aris: - Ahora por lo pronto creo que mis cabellos se enredarían en el estribo y viajaría barriendo el suelo.

* Gianluca: - No lo creo.

* Gianluca: - Mmm… Por cierto… Antes nombrasteis a... ¿Ïlmar?

* Aris: - ¿Si?, ¿lo dije?

* Gianluca: - Sí. ¿Viajabais con él... o ella?

* Aris: - Lo tengo tan presente en mi mente que a veces desvarío.

* Gianluca: - ¿Quién es?, ¿algún amigo?, ¿criado?

* Aris: - Un oso polar que crié desde cachorro.

* Gianluca: - ¿Un... o-so?, ¿polar?

* Aris: - Si, así es.

* Gianluca: - ¿Y dónde está?

* Aris: - Ya sabéis, los osos habitan en el norte, sus barrigas patinan sobre el hielo y sus hocicos revuelven la nieve ya caída.

* Aris sonríe al recordarlo y se encoge de hombros.

* Gianluca: - ¿No lo sabéis? Mmm…

* Aris: - Tal vez ande por el nor-este, no puede regresar al reino y no creí oportuno llevarlo conmigo en todos los viajes.

* Gianluca: - ¿Entrasteis con él en el valle?

* Aris: - Tiene buena piel, buenas carnes…

* Aris: - No.

* Gianluca: - Vaya...

* Gianluca se teme lo peor.

* Aris:- Mucho antes quedó atrás y dio media vuelta.

* Gianluca: - Entiendo...

* Aris: - Aun confió en poder volver a abrazarlo de nuevo. Con él se fue todo mi amor.

* Gianluca parece dudar. De repente se levanta y coge la bandeja.

* Gianluca: - Voy a llevar esto a la cocina... ahora vengo.

* Aris asiente y espera el regreso de Gianluca.

* Gianluca sonríe a Aris y se dirige a la cocina. Nada más entrar en ésta, deja la bandeja en el primer sitio que encuentra y aferrando su colgante piensa para sí: - “ escúchame... espero que lo estés haciendo. Necesito que me hagas un favor; si, un favor. Tienes que encontrar a un gran oso, de color blanco. Debe andar fuera del valle, al norte. Tráelo... y hazlo de noche, cuando nadie te vea...”

* Gianluca suspira para sí, mientras maldice para sus adentros.

* Gianluca: - “Si!!, has oído bien!!, un gran oso de color blanco... hazlo”!!

* Aris observa como el sol va corriendo a lo largo del cielo, ya han pasado unas cuantas horas de charla en compañía de Gianluca.

* Gianluca vuelve al salón, junto con Aris, parece nervioso y enfadado.

* Aris desvía su mirada del ventanal al rostro de Gianluca sus ojos han cambiado y sus pupilas parecen haberse encogido como la seda en el agua.

* Aris: - ¿Os.., os sucede algo?

* Gianluca: - ¿Ehm?, ¿como? No, no, nada.

* Aris cruza sus brazos y clavando sus ojos en los de él murmura:
- No me convencéis, no sabéis mentir bien, vuestros ojos se mueven rápidos y su rostro no es el de alguien relajado. - Comenta dejando escapar una risa un tanto irónica.

* Gianluca se acerca a Aris, y cogiendo sus dos manos, tira de ella para ponerla en pie.

* Gianluca: - ¿No quereis aprender a montar?.

* Aris se incorpora de sopetón al estirarla Gianluca.

* Aris:- Cierto, si quiero, claro.

* Gianluca: - Pues empecemos por el principio. ¿Sabéis lo que es un caballo?

* Gianluca suelta una carcajada mientras guía a Aris al patio interior de la parte trasera, donde están las cuadras. Todo ello sin soltarle la mano.

* Aris: - Si, por supuesto; que no sepa montarlo no significa que no los haya visto. - Murmura a Gianluca con el rostro algo enfadado.

* Aris sigue a Gianluca intentando soltar su mano por su enfado.

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La Orden de los Caballeros Negros (Aris y Gianluca) Empty Morache. (Cap.5)

Mensaje  Eowyn Miér Feb 11, 2009 11:25 am

* Gianluca cruza la cocina y sale por la puerta trasera, desembocando a un amplio patio interior amurallado. A un lado se puede apreciar unos establos, soltando la mano de Aris al llegar al exterior.

* Gianluca coge un rastrillo y se dirige al interior de las cuadras.

* Aris a pesar de su inexperiencia como amazona ecuestre no duda en lanzarse a la aventura.

* Aris lleva sus manos al mango del rastrillo y estira para quitárselo a Gianluca.

* Aris: - ¿Y bien?, ¿qué hago con ello? mejor que repartamos las tareas…

* Gianluca entra lentamente. Dentro de los establos hay al menos tres caballos. Uno de color canela, de largas crines; otro un poco más pequeño, pero más fino, blanco como la nieve; el último, el más grande de los tres, un caballo árabe negro como el carbón.

* Aris los observa embobada y con la boca semiabierta.
- Sin duda… son hermosos…

* Gianluca parece no escuchar a Aris. Lentamente coge un par de bridas y se las coloca a los caballos más pequeños, dándole ambas riendas a Aris.

* Gianluca: - ¿Puedes mantenerlos fuera unos instantes mientras limpio esto?

* Aris asiente y estira de las riendas sacando fuera a los caballos. No duda en acariciar sus hocicos y el aire que expulsan de sus fosas nasales hacen cosquillas en la mano de Aris.

* Gianluca mira al caballo negro. Éste permanece aún dentro de la cuadra.

* Gianluca: - Fuera, ya...

**** El caballo parece no hacer caso a Gianluca.****

* Gianluca: - Morache... fuera!!

**** El caballo relincha y sale fuera lentamente.****

* Gianluca: - Caballo cabezota...

* Gianluca comienza a limpiar la paja sucia del suelo, mientras niega con la cabeza.

* Aris espera a Gianluca distraída con los caballos, hasta que el negro azabache aparece tras ella. Sin duda su majestuosidad es maravillosa.

* Aris lo observa pero su volumen y sus rasgos hacen que no se atreva a tocarlo.

* Gianluca guarda la paja sucia en un capazo, y a continuación la reemplaza por paja seca y limpia.

* Gianluca: - Cuidado... a veces muerde...

* Gianluca parece divertido. Acercándose a Aris la observa con los otros dos caballos, y acaricia el lomo de ambos.

* Gianluca acaricia ahora el hocico del caballo blanco.

* Aris: - ¿Como se llaman?

* Gianluca: - Esta yegua es una preciosidad. Es muy lista y muy veloz...

* Gianluca se encoge de hombros.

* Aris: - El negro tiene pinta de ser un tanto salvaje…

* Gianluca: - No recuerdo... creo que era de alguien que vivió aquí, pero no recuerdo quién.

* Aris se quedó prendada del canela y de la yegua blanca, parecen ser más dóciles y tranquilos.

* Gianluca se acerca ahora al canela, y da un par de palmadas en su lomo.

* Aris: - ¿Y estos?, ¿son de alguien en concreto o vinieron con vos?

* Gianluca: - Éste es un caballo salvaje que encontré hace semanas merodeando por el torreón. Al principio parecía esquivo, pero extrañamente se ha adaptado muy bien al ser humano y al torreón. Mientras que aquel....

* Gianluca mira al caballo negro azabache.

* Aris desvía su mirada al mismo punto que la de Gianluca.

* Gianluca: - Aquel es un viejo desgraciado... huraño y borde...

* Aris: - Parece arisco y salvaje…

* Gianluca: - Y casi tan cabezota como su amo.

* Aris echa a reír.

* Aris: - No hay duda de ello.

* Gianluca gira sobre sí mismo, observando las monturas.

* Gianluca: - ¿Y bien?, ¿sobre cual queréis probar?

* Aris: - Pues desde luego que a Morache no, no es porque no llegue a las estriberas sino porque creo que puede encabritarse con facilidad. Montaré al de color canela.

* Gianluca: - Bien. Pues lo prepararé todo para comenzar mañana.

* Aris: - Bien. Supongo… que... le pondréis una buena silla…

* Gianluca: - ¿Preferis montar a pelo?

* Aris: - No sé si lo soportaría mi trasero Gianluca, por ahora creo que me sentiré más segura con una buena silla.

* Gianluca: - Bien. Mañana comenzaremos pues.

* Aris: - ¿Vos montais a pelo? Seguro que sois un buen jinete, tenéis toda la pinta.

* Gianluca: - Sólo cuando ha sido necesario, prefiero una buena silla. A mi edad no estoy para bromas.

* Aris: - Bien pues los prepararemos y emprenderemos la marcha.

* Gianluca: - Bien.
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