Buscando la última pieza.

*Fantinne caminaba con ese aire que caracteriza a los que se saben observados por las miradas inquisidoras unas, anhelantes otras, dejando su impronta, deleitándose en sus propios pasos. No había más interés en un puesto que en otro, ni más desinterés en una persona que en otra. Todo tenía un valor cuando se miraba, solo era necesario asignárselo. Por eso cuando vio la figura que se había movido a su derecha, se anticipó a sus palabras.- Qué madrugador, mi general

*Lian Doherty agarró una manzana y le pegó un mordisco antes de contestar y tomarla con suavidad por la cintura para alejarse del puesto.- Madrugadoras tus palabras, aun no se sabe nada de mi cargo.

*Fantinne sonrió de medio lado, condescendiente, pasando la mano por la mejilla rasurada del mercenario. Después dedicó esa misma mano a agarrar su bolsito .- Formalidades. Te dejaste algo en el Red Apple, Carolinne lo tiene guardado.

* Lian Doherty adivinó el tono áspero que confieren los celos a alguien que solo puede tenerlos durante unos segundos.- Estará seguro entonces. Ahora no tengo tiempo de pasar por allí. En los cuarteles hay movimiento, todo está en el aire aun. ¿Cuándo sabremos algo de cierto?.-Como si fuera pactado, ambos caminaban y ponían rumbo norte, cada uno buscaba un lugar diferente, pero en la misma dirección.

* -Pronto, te mantendré informado, no te preocupes. Al fin y al cabo has confiado en mi.- Fantinne seguía con la mirada al frente. Era caprichosa, y ahora su interés estaba en el mercenario, mañana podría ser cualquier otra cosa. Por eso ninguna de las chicas del Red Apple le tenía en cuenta sus celos infantiles.

* Lian Doherty le retiró un mechón del pelo por detrás del hombro y escenificó un beso cuando se cruzaron con algunos magos que iban camino de la Torre Elemental. Eso le sirvió para susurrarle al oído y no levantar sospechas.- ¿Hay alguien mejor para estas cosas? Nadie te ve como un peligro Puppet. Y además, se que no me fallarías.

* Fantinne se ladeó lo justo para hacerse la ofendida pero sin separarse demasiado.-No confíes tanto, un día me cansaré de ti y ya no querré hacerte favores.

*-De eso estoy más que seguro, pero lo harás por la hermandad.-La calle se bifurcaba y tomó el lado de la derecha mientras hacía una reverencia y guiñaba un ojo. Unos pasos más allá tiró la manzana por el murete de la Ciudadela.

*Fantinne tomó el lado izquierdo y no le devolvió saludo alguno. Tenía que averiguar algo muy importante para la hermandad, para Lian, para ella.