Buscando ayuda.
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Buscando ayuda.
Cuando terminó de recogerlo todo, salió despacio, procurando que nadie viera que salía del molino. Había dado sepultura al pobre infeliz allí mismo, pues no era de recibo, dejarle pudrirse sin más. Primero porque delataría lo que habían hecho y podrían acabar en el maldito sanatorio que tanto temía Miika ; ser castigado a muerte no lo temía en realidad, y además porque les había dado la respuesta que necesitaban y era de agradecer. Así que Miika dedicó un pensamiento al hombre que ahora tenía una capa de tierra por encima.-Que la tierra te sea leve.-Como decían en tiempos del imperio romano.
Acto seguido y como si tal cosa, buscó donde lavarse en condiciones y decidió que subiría hasta la ciudadela, pues allí era donde bien podría encontrar a quien buscaba. Vincent Fawkes, no era alguien fácil de ver, pero si le conocías un poco, podías encontrarlo si tenías suerte. Miika era una persona con suerte, y lo demostraba que ya cumpliera 19 aunque siempre decía que los 16 tenía recién cumplidos. Así nadie sospechaba que tenía una cara demasiado infantil, como para ser ya un hombre que debería buscar esposa. Si, la suerte que seguía a Miika, estaría esa vez de su parte de nuevo. Se sentó en el murete que se apoyaba sobre la pared de la casa del Sol y esperó.
Acto seguido y como si tal cosa, buscó donde lavarse en condiciones y decidió que subiría hasta la ciudadela, pues allí era donde bien podría encontrar a quien buscaba. Vincent Fawkes, no era alguien fácil de ver, pero si le conocías un poco, podías encontrarlo si tenías suerte. Miika era una persona con suerte, y lo demostraba que ya cumpliera 19 aunque siempre decía que los 16 tenía recién cumplidos. Así nadie sospechaba que tenía una cara demasiado infantil, como para ser ya un hombre que debería buscar esposa. Si, la suerte que seguía a Miika, estaría esa vez de su parte de nuevo. Se sentó en el murete que se apoyaba sobre la pared de la casa del Sol y esperó.
Re: Buscando ayuda.
Caian los ultimos rayos de sol, la tarde se estaba muriendo cuando Vincent decidio salir de su "escondite", ultimamente la cosa se estaba poniendo muy fea y no era recomendable dejarse ver entre la muchedumbre. Todo el mundo conocia su oficio y ahora todos ricos y pobres, nobles, comerciantes, putas y artesanos, todos, le buscaban en pos de algun milagro que llevara escondido en el interior de sus bolsillos. Eso al principio habia sido todo un golpe de suerte y sus bolsillos estaban llenos de monedas, pero con el paso de los dias, la cortesia y las monedas habian dado lugar a las amenazas y el acoso, llegados a ese punto lo mejor que se podia hacer era pasar desapercibido frente a la desesperada muchedumbre, antes de que algun chalado le diera por emprenderla a golpes con el.
Cubierto con su capa y con la capucha sobre los ojos, era poco mas que una sombra que se movia entre las ultimas luces del dia, asi fue como llego hasta la Casa del Sol, aquello estaba desierto a esas horas, salvo por un tipo encaramado al murete, "Bueno, tengo mi puñal aqui" penso para si, mientras acariciaba el mango bajo la capa y continuo caminando a grandes zancadas como era habitual en el, acercandose hacia el extraño, al cual no distinguia bien.
Cubierto con su capa y con la capucha sobre los ojos, era poco mas que una sombra que se movia entre las ultimas luces del dia, asi fue como llego hasta la Casa del Sol, aquello estaba desierto a esas horas, salvo por un tipo encaramado al murete, "Bueno, tengo mi puñal aqui" penso para si, mientras acariciaba el mango bajo la capa y continuo caminando a grandes zancadas como era habitual en el, acercandose hacia el extraño, al cual no distinguia bien.
glaurung- Gran Gusano
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Re: Buscando ayuda.
Habían pasado casi dos horas desde que Miika se sentara a esperar. casi había sucumbido al sueño pero había aguantado como mejor había podido. Llevaba demasiado tiempo sin descansar, mal comiedo, y durmiendo entre sueños agitados. Pero permanecía en el mundo de los vivos y eso ya era un milagro. Parte de ese milagro llevaba el sello de Vincent Fawkes y sus preparados especiales. Entre eso y los arreglos que en secreto les hacía Miika, aun se podía contar entre los vivos, aunque su aspecto, en ocasiones no lo corroborara. Pero de nuevo comenzaban a cerrársele los ojos y esta vez amenazaban con ganar la apuesta. Por eso decidió estirarse y sacudirse como los perros cuando se mojan y así fue como vio llegar la sombra inconfundible de Vincent, Vincent el fugaz como le llamaba para si.
-Señor Fawkes, llevas demasiada prisa una vez más y yo necesito que me dediques unos minutos.
Como era de esperar, Miika no levantó la voz, apenas para que Vincent escuchara lo que había dicho, pero si que se levantó del murete y se recolocó las ropas que por mucho que intentara nunca le quedarían bien.
-Señor Fawkes, llevas demasiada prisa una vez más y yo necesito que me dediques unos minutos.
Como era de esperar, Miika no levantó la voz, apenas para que Vincent escuchara lo que había dicho, pero si que se levantó del murete y se recolocó las ropas que por mucho que intentara nunca le quedarían bien.
Re: Buscando ayuda.
La voz de Miika era inconfundible. Vincent se freno en seco, durantes unos segundos se quedo quieto para despues ir caminando hacia atras hasta llegar donde se encontraba el matasanos, al que atraveso con la mirada sin ver rastro alguno de enfermedad en el. Sonrio mas para si mismo que para Miika.
-Ultimamente todo el mundo me busca, pero son pocos los que dejo que me encuentren. Hacia dias que no sabia nada de ti, ya te imaginaba pudriendote con tus pacientes.- El tono desenfadado con el que hablaba y su eterna sonrisa escondian cualquier asomo de preocupacion.
-¿Que te trae a mis humildes callejones?-
-Ultimamente todo el mundo me busca, pero son pocos los que dejo que me encuentren. Hacia dias que no sabia nada de ti, ya te imaginaba pudriendote con tus pacientes.- El tono desenfadado con el que hablaba y su eterna sonrisa escondian cualquier asomo de preocupacion.
-¿Que te trae a mis humildes callejones?-
glaurung- Gran Gusano
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Re: Buscando ayuda.
-Un asunto grave.
Estiró el cuello, intentando una pose de cierta importancia y sobriedad, acorde a lo que quería provocar en Vincent. Se acercó hasta él y le tomó con suavidad por el brazo para ganar las sombras que les darían cierta intimidad. Se aseguró que nadie cruzaba ni aun de lejos para empezar a hablar.
-Yo he co..ejem,. he conocido a alguien que me ha ayudado a mmmm digamos, recuperar un cuerpo recién fallecido para el bien común. Lo he abierto para mirar en su interior y obtener las respuestas a las preguntas que me he estado haciendo.
Hubiera preferido tomar aire y tiempo para seguir con su exposición, pero temía que Fawkes le espetara algún reproche por la temeridad y la falta de ética que aquello sin duda conllevaba. Así que prosiguió sin dar muchas opciones de reprender.
-Lo que he visto, confirma mis sospechas. Cuando supe que en el barco había un superviviente, que si bien había muerto cuando entraron aquellos infelices estibadores, vivo estaba, pensé en una larga enfermedad. Pero luego pudimos comprobar lo rápido con lo que se incrementaba el número de víctimas. Y realmente, entre el contacto con la enfermedad y la muerte, a lo máximo que se puede aspirar es a vivir tres días, y son pocos los casos. Si eso es así, el barco, debió contagiarse, un par de días antes de llegar a Camelot, pero no hay constancia de ningún otro puerto que se encuentre a dos días de aquí, en el que la enfermedad se haya declarado. Y es porque no hay enfermedad salvo aquí, y si la exportamos nosotros, claro está. Lo que nos lleva a otra conclusión. Si el barco no paró en ningún puerto, o si lo hizo, no contrajo la enfermedad en ninguno, alguien debió subir a bordo en plena navegación e infectó a la tripulación. Y ese alguien debe estar ya dentro de la ciudad. De ser alguien que ataca desde fuera, se hubieran visto movimientos externos, tropas que se reúnen, alguien habría visto algo. Sin embargo, no hay nada. Creo sin temor a equivocarme, que el enemigo lleva dentro de las murallas de la ciudad desde hace tiempo y que aprovechó la camapaña del norte y el posterior desfile del ejército para mermar las fuerzas de Camelot. La enfermedad es una puntilla para asegurarse la victoria sin tener demasiadas bajas.
Miika se había dado cuenta de que con el tiempo, había aprendido a hablar con los demás con cierta soltura, pero eso no le terminaba de quitar esa sensación de vértigo cuando lo hacía.
-Alguien que está dentro, que es poderoso, pero no lo suficiente como para enfrentarse de tú a tú al ejército de Camelot. POr eso utiliza otros métodos para diezmar las tropas y la población. Alguien que pasea entre nosotros pero no está fuera de lugar y que ha incrementado notablemente en los últimos meses su número. Los mercenarios.-Apostilló finalmente.
Había estado bajando el tono de voz hasta lo casi inaudible, como cuando se piensa que hay mil oídos pendientes de la conversación. Pero no tanto como para que Vincent no lo escuchara todo.
-Tengo a alguien que se infiltrará entre ellos, averiguará cómo hacen para no contagiarse, qué planes tienen, lo que sea. Pero somos tres contra demasiados y me encomiendo a ti para que arrojes luz en esta hora incierta.
Estiró el cuello, intentando una pose de cierta importancia y sobriedad, acorde a lo que quería provocar en Vincent. Se acercó hasta él y le tomó con suavidad por el brazo para ganar las sombras que les darían cierta intimidad. Se aseguró que nadie cruzaba ni aun de lejos para empezar a hablar.
-Yo he co..ejem,. he conocido a alguien que me ha ayudado a mmmm digamos, recuperar un cuerpo recién fallecido para el bien común. Lo he abierto para mirar en su interior y obtener las respuestas a las preguntas que me he estado haciendo.
Hubiera preferido tomar aire y tiempo para seguir con su exposición, pero temía que Fawkes le espetara algún reproche por la temeridad y la falta de ética que aquello sin duda conllevaba. Así que prosiguió sin dar muchas opciones de reprender.
-Lo que he visto, confirma mis sospechas. Cuando supe que en el barco había un superviviente, que si bien había muerto cuando entraron aquellos infelices estibadores, vivo estaba, pensé en una larga enfermedad. Pero luego pudimos comprobar lo rápido con lo que se incrementaba el número de víctimas. Y realmente, entre el contacto con la enfermedad y la muerte, a lo máximo que se puede aspirar es a vivir tres días, y son pocos los casos. Si eso es así, el barco, debió contagiarse, un par de días antes de llegar a Camelot, pero no hay constancia de ningún otro puerto que se encuentre a dos días de aquí, en el que la enfermedad se haya declarado. Y es porque no hay enfermedad salvo aquí, y si la exportamos nosotros, claro está. Lo que nos lleva a otra conclusión. Si el barco no paró en ningún puerto, o si lo hizo, no contrajo la enfermedad en ninguno, alguien debió subir a bordo en plena navegación e infectó a la tripulación. Y ese alguien debe estar ya dentro de la ciudad. De ser alguien que ataca desde fuera, se hubieran visto movimientos externos, tropas que se reúnen, alguien habría visto algo. Sin embargo, no hay nada. Creo sin temor a equivocarme, que el enemigo lleva dentro de las murallas de la ciudad desde hace tiempo y que aprovechó la camapaña del norte y el posterior desfile del ejército para mermar las fuerzas de Camelot. La enfermedad es una puntilla para asegurarse la victoria sin tener demasiadas bajas.
Miika se había dado cuenta de que con el tiempo, había aprendido a hablar con los demás con cierta soltura, pero eso no le terminaba de quitar esa sensación de vértigo cuando lo hacía.
-Alguien que está dentro, que es poderoso, pero no lo suficiente como para enfrentarse de tú a tú al ejército de Camelot. POr eso utiliza otros métodos para diezmar las tropas y la población. Alguien que pasea entre nosotros pero no está fuera de lugar y que ha incrementado notablemente en los últimos meses su número. Los mercenarios.-Apostilló finalmente.
Había estado bajando el tono de voz hasta lo casi inaudible, como cuando se piensa que hay mil oídos pendientes de la conversación. Pero no tanto como para que Vincent no lo escuchara todo.
-Tengo a alguien que se infiltrará entre ellos, averiguará cómo hacen para no contagiarse, qué planes tienen, lo que sea. Pero somos tres contra demasiados y me encomiendo a ti para que arrojes luz en esta hora incierta.
Re: Buscando ayuda.
Permanecio callado durante toda la explicacion de Miika, con la vista perdida en algun punto al final de la calle donde dos gatos andaban peleandose y soltando bufidos. Su mente vagaba , asimilando la informacion que le habia dado el joven medico. Tenia sentido, eso tenia que reconocerlo, era logico en su razonamiento asi posiblemente estaba en lo cierto.
Despues tomo aire y enfoco su ojos de nuevo en Miika. - Eso explicaria muchas cosas.......desdeluego que si, ¿te has fijado que la enfermedad sigue contenida? Es algo sorprendente, sobretodo si tenemos en cuenta que las ratas y las palomas no son muy proclives a quedarse quietas en un mismo sitio, ni es facil impedirles que campen por donde quieran con bloqueo o sin el. Por no hablar del resto de animales, todos vivos, sanos y fuertes.- Sus ojos brillaban con un fulgor que bien podria interpretarse como locura, sin darse cuenta habia comenzando a caminar de nuevo, le costaba mucho estarse quieto, cuando su mente bullia su cuerpo le iba detras.
Dando por hecho que Miika le seguiria, se puso a hablar solo. -Una conspiracion de mercenarios.......son demasiado estupidos, burros y malolientes, como para tener semejante idea y menos para elaborarla.........¿y dices que tienes a alguien infiltrado?, quien ha ideado esto tiene que ser alguien muy rico, algun noble, algun mercader extranjero poderoso........ o un embajador- De repente se dio cuenta de que no estaban nada seguros en la calle.
-Miika, es hora de que goces de mi hospitalidad.- La eterna sonrisa que habria recordado vagamente al Gato de Cheshire, si dicho gato hubiera asomado alguna vez por el reino, se acentuo cuando el alquimista hizo una leve inclinacion indicando al medico que le siguiera por el laberinto de callejones mas sordidos de todo el puerto.
Despues de cruzar dos callejuelas desiertas, Vincent se paro frente a una casa de aspecto casi terrorifico, se giro hacia Mikka y mientras escalaba hacia la ventana le espeto alegremente. -El truco para que no te vea nadie es hacer como los gatos: ve siempre por los tejados.-
Despues tomo aire y enfoco su ojos de nuevo en Miika. - Eso explicaria muchas cosas.......desdeluego que si, ¿te has fijado que la enfermedad sigue contenida? Es algo sorprendente, sobretodo si tenemos en cuenta que las ratas y las palomas no son muy proclives a quedarse quietas en un mismo sitio, ni es facil impedirles que campen por donde quieran con bloqueo o sin el. Por no hablar del resto de animales, todos vivos, sanos y fuertes.- Sus ojos brillaban con un fulgor que bien podria interpretarse como locura, sin darse cuenta habia comenzando a caminar de nuevo, le costaba mucho estarse quieto, cuando su mente bullia su cuerpo le iba detras.
Dando por hecho que Miika le seguiria, se puso a hablar solo. -Una conspiracion de mercenarios.......son demasiado estupidos, burros y malolientes, como para tener semejante idea y menos para elaborarla.........¿y dices que tienes a alguien infiltrado?, quien ha ideado esto tiene que ser alguien muy rico, algun noble, algun mercader extranjero poderoso........ o un embajador- De repente se dio cuenta de que no estaban nada seguros en la calle.
-Miika, es hora de que goces de mi hospitalidad.- La eterna sonrisa que habria recordado vagamente al Gato de Cheshire, si dicho gato hubiera asomado alguna vez por el reino, se acentuo cuando el alquimista hizo una leve inclinacion indicando al medico que le siguiera por el laberinto de callejones mas sordidos de todo el puerto.
Despues de cruzar dos callejuelas desiertas, Vincent se paro frente a una casa de aspecto casi terrorifico, se giro hacia Mikka y mientras escalaba hacia la ventana le espeto alegremente. -El truco para que no te vea nadie es hacer como los gatos: ve siempre por los tejados.-
glaurung- Gran Gusano
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Re: Buscando ayuda.
“Como platos” hubiera dicho alguien de haber visto los ojos de Miika. Por suerte para la empresa que iban a emprender y para la imagen de Miika no fue así, nadie les había visto, y es que Vincent Fawkes era experto en hacerse invisible si lo creía necesario. Pero a Miika no le gustaba ir haciendo la cabra por ahí, porque estaba más que demostrado que era torpe por naturaleza , así que mientras seguía a Vincent, se afanaba por asirse a todo lo que podía.
-Estupendo…-masculló por lo bajo.
Podían ver desde las alturas el bullicio de algunas calles y la soledad de otras. Las riquezas plasmadas en elegantes edificios y la podredumbre de tejados abombados que vomitaban el humo de las chimeneas. Había tanta diferencia entre unas partes y otras de la ciudad que Miika siempre había pensado que de alguna manera, podía representarse todo el mundo que conocía con sólo pasear un día entero por las calles de Camelot. Procuraba no mirar demasiado abajo, y seguir el paso de Vincent sin caer rodando como una teja rota. Había una gran diferencia entre los dos. Mientras Vincent adelantaba camino con fluidez y cierta elegancia, Miika parecía un elefante intentando la danza de las flores, eso sí, al menos se mantenía en el tejado y no tiraba tejas que los delataran.
-Vincent, ¿Ya tienes alguna idea de quién puede estar detrás de todo esto?
Era mejor hablarlo todo cuando estuvieran en lugar seguro, pero Miika no podía con la curiosidad, con los nervios de ir de tejado en tejado y de pensar que Skadi y su hermano estuvieran en el barrio de los mercenarios.
-Estupendo…-masculló por lo bajo.
Podían ver desde las alturas el bullicio de algunas calles y la soledad de otras. Las riquezas plasmadas en elegantes edificios y la podredumbre de tejados abombados que vomitaban el humo de las chimeneas. Había tanta diferencia entre unas partes y otras de la ciudad que Miika siempre había pensado que de alguna manera, podía representarse todo el mundo que conocía con sólo pasear un día entero por las calles de Camelot. Procuraba no mirar demasiado abajo, y seguir el paso de Vincent sin caer rodando como una teja rota. Había una gran diferencia entre los dos. Mientras Vincent adelantaba camino con fluidez y cierta elegancia, Miika parecía un elefante intentando la danza de las flores, eso sí, al menos se mantenía en el tejado y no tiraba tejas que los delataran.
-Vincent, ¿Ya tienes alguna idea de quién puede estar detrás de todo esto?
Era mejor hablarlo todo cuando estuvieran en lugar seguro, pero Miika no podía con la curiosidad, con los nervios de ir de tejado en tejado y de pensar que Skadi y su hermano estuvieran en el barrio de los mercenarios.
Re: Buscando ayuda.
Habia realizado tantas veces aquel recorrido que creia que podia hacerlo con los ojos cerrados, aunque nunca se le ocurriria intentarlo, la caida hubiera sido como minimo dolorosa. aunque esta vez tenia un medico con el. Sonrio tarareando una cancion popular mientras esquivaba una teja partida.
Siempre le habia gustado caminar por los tejados, le hacia sentirse el rey de la ciudad, por encima de todos, como si fuera un dios. Ademas de serle muy util para desaparecer cuando era conveniente habia hecho un sinfin de descubrimientos, entre ellos unos cuantos escondites y rincones donde perderse si era necesario.
Despues de realizar un pequeño salto que no entrañaba gran dificultad desde un tejado a otro, aunque la cara de Miika de puso de color ceruleo cuando miro abajo y por un momento parecio que iba a desmayarse, el resto del camino paso sin incidentes. Alli estaban, en su escondite favorito, una claraboya en perfecto estado daba paso a su mejor descubrimiento;
La buhardilla de un antiguo almacen de un rico mercader de la parte alta de la ciudad.
Vincent habia estado indagando sobre aquel lugar y porque estaba siempre desierto, un par de favores y un poco de suerte le habian dado la informacion que necesitaba, el mercader era extranjero y solo venia un par de veces al año, entonces dejaban la carga y habia mucho ajetreo al menos durante algunas semanas, hasta que se volvian a marchar y todo volvia a estar en calma. Habia resultado realmente sencillo hacerse con la buhardilla, pues despues de estar dias espiandolos, supo que los extranjeros eran muy supersticiosos y temerosos de lo sobrenatural, Unos cuantos ruidos y algun que otro truco luminoso fue suficiente para que nunca osaran cruzar el ultimo tramo de escaleras que llevaba a los dominios del alquimista.
Su mente vagaba por esos viejos recuerdos cuando la pregunta de Miika aparecio flotando sobre el viento.
-No lo se, pero todo accion deja una huella,¿ Que mueve a un mercenario? El dinero, espero que tus amigos sigan el curso de las bolsas de monedas y sabran quien esta detras de todo-
Alzo la claraboya invitando al joven a seguirle sin temor...
Siempre le habia gustado caminar por los tejados, le hacia sentirse el rey de la ciudad, por encima de todos, como si fuera un dios. Ademas de serle muy util para desaparecer cuando era conveniente habia hecho un sinfin de descubrimientos, entre ellos unos cuantos escondites y rincones donde perderse si era necesario.
Despues de realizar un pequeño salto que no entrañaba gran dificultad desde un tejado a otro, aunque la cara de Miika de puso de color ceruleo cuando miro abajo y por un momento parecio que iba a desmayarse, el resto del camino paso sin incidentes. Alli estaban, en su escondite favorito, una claraboya en perfecto estado daba paso a su mejor descubrimiento;
La buhardilla de un antiguo almacen de un rico mercader de la parte alta de la ciudad.
Vincent habia estado indagando sobre aquel lugar y porque estaba siempre desierto, un par de favores y un poco de suerte le habian dado la informacion que necesitaba, el mercader era extranjero y solo venia un par de veces al año, entonces dejaban la carga y habia mucho ajetreo al menos durante algunas semanas, hasta que se volvian a marchar y todo volvia a estar en calma. Habia resultado realmente sencillo hacerse con la buhardilla, pues despues de estar dias espiandolos, supo que los extranjeros eran muy supersticiosos y temerosos de lo sobrenatural, Unos cuantos ruidos y algun que otro truco luminoso fue suficiente para que nunca osaran cruzar el ultimo tramo de escaleras que llevaba a los dominios del alquimista.
Su mente vagaba por esos viejos recuerdos cuando la pregunta de Miika aparecio flotando sobre el viento.
-No lo se, pero todo accion deja una huella,¿ Que mueve a un mercenario? El dinero, espero que tus amigos sigan el curso de las bolsas de monedas y sabran quien esta detras de todo-
Alzo la claraboya invitando al joven a seguirle sin temor...
glaurung- Gran Gusano
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Re: Buscando ayuda.
Miika era una persona muy pobre, no tenía pertenencias materiales , salvo su instrumental, algunos trapos para vestir y una casa de una habitación a la que le faltaba parte del tejado y que le había dado alguien en la hora de su muerte por la dedicación que le prestó. Dentro solo una silla, un cubo y un tronco con una tabla cerca de un hogar que pocas veces estaba encendido. La puerta apenas se sostenía en sus goznes, pero al fin y al cabo quién querría entrar para llevarse nada. Sin embargo, nunca deseó mejores condiciones, y aunque le hubiera gustado tener siempre algo que comer o con qué cubrirse, no se lamentaba porque podía hacer lo que le gustaba. Pero cuando entró en aquella buhardilla, tuvo un concepto diferente en lo referente a cambiar de residencia.
La buhardilla de Vincent recogía en un mismo lugar, laboratorio, cocina, dormitorio y almacén, en un orden tan práctico y adecuado, que hacían el lugar amplio y acogedor. Las paredes sostenían estantes donde se ordenaban libros y rollos de papel atados con cintas de colores. Otros albergaban botes de diferentes tamaños y funciones, algunos llenos con líquidos que conservaban hierbas, o pequeños reptiles y mamíferos. También había extraños soportes donde los alambiques se sostenían mientras pequeñas llamas de braseros diminutos, los calentaban dejando un sonido alegre y saltarín. En un rincón había una cama sobre la que pendía una tela de color rojo y a la que acompañaba un candelabro sobre una mesa de tres patas. Después, un murete sobre el que colgaba un tiro de chimenea, hacía de cocina y al lado un hogar no muy grande pero sí bastante útil, puesto que tenía artilugios para seguramente calentar grandes cantidades de agua. Al otro extremo se intuía lo que debía ser el almacén, un lugar acotado por otras telas y entre las que se veían cestos en los que se conservarían plantas secas, diferentes especias y otros productos que Vincent, sabría cómo utilizar. Y todo estaba levemente iluminado por las luces de vela que se distribuían por lugares estratégicos, evitando sombras innecesarias. Si, desde luego, si prefiriera un lugar distinto a su casucha, sería un lugar como aquel. Un lugar donde experimentar y probar miles de cosas que podrían ser útiles.
Se había quedado de pie mirando con asombro el lugar, apenas sabía leer en su idioma, pero apreciaba que hubiera tantos libros donde se recogerían sin duda muchos conocimientos. Y en ese pensamiento estaba, cuando de un rincón salió un gato que atravesó la buhardilla y le devolvió a la realidad.
-¡¡Dioses!!, qué susto. Casi se me sale el corazón por la boca. Ahora comprendo el éxito de tus preparados, aquí puedes fabricar cualquier cosa.
La buhardilla de Vincent recogía en un mismo lugar, laboratorio, cocina, dormitorio y almacén, en un orden tan práctico y adecuado, que hacían el lugar amplio y acogedor. Las paredes sostenían estantes donde se ordenaban libros y rollos de papel atados con cintas de colores. Otros albergaban botes de diferentes tamaños y funciones, algunos llenos con líquidos que conservaban hierbas, o pequeños reptiles y mamíferos. También había extraños soportes donde los alambiques se sostenían mientras pequeñas llamas de braseros diminutos, los calentaban dejando un sonido alegre y saltarín. En un rincón había una cama sobre la que pendía una tela de color rojo y a la que acompañaba un candelabro sobre una mesa de tres patas. Después, un murete sobre el que colgaba un tiro de chimenea, hacía de cocina y al lado un hogar no muy grande pero sí bastante útil, puesto que tenía artilugios para seguramente calentar grandes cantidades de agua. Al otro extremo se intuía lo que debía ser el almacén, un lugar acotado por otras telas y entre las que se veían cestos en los que se conservarían plantas secas, diferentes especias y otros productos que Vincent, sabría cómo utilizar. Y todo estaba levemente iluminado por las luces de vela que se distribuían por lugares estratégicos, evitando sombras innecesarias. Si, desde luego, si prefiriera un lugar distinto a su casucha, sería un lugar como aquel. Un lugar donde experimentar y probar miles de cosas que podrían ser útiles.
Se había quedado de pie mirando con asombro el lugar, apenas sabía leer en su idioma, pero apreciaba que hubiera tantos libros donde se recogerían sin duda muchos conocimientos. Y en ese pensamiento estaba, cuando de un rincón salió un gato que atravesó la buhardilla y le devolvió a la realidad.
-¡¡Dioses!!, qué susto. Casi se me sale el corazón por la boca. Ahora comprendo el éxito de tus preparados, aquí puedes fabricar cualquier cosa.
Re: Buscando ayuda.
Vincent solto una carcajada cuando "Neron" hizo su aparicion dejando a Miika al borde del colapso. -No te preocupes, ya te dije que aun no he visto un solo animal enfermo.
Saco un par de taburetes de un rincon , ofreciendole uno a Miika, mientras el se acercaba al hogar para preparar el fuego. Para un alquimista los cuatro elementos son fundamentales: Tierra, agua, aire y fuego. Y el mas importante de todos era este ultimo, controlar el fuego, su intensidad, sus tipos dependiendo de la madera y sobretodo sus tiempos era algo fundamental para un alquimista, por eso no le costo el mas minimo esfuerzo hacer un poco de fuego y poner un poco de agua a hervir en una tetera que habia conocido tiempos mejores pero que seguia conservando un diseño que hacia pensar en su prodecencia oriental. Despues saco de su almacen un poco de pan negro y una docena de higos que sonriente ofrecio a Miika. - Los cogi prestados de la higuera que hay al final de la avenida, parece que sus dueños han perecido por la enfermedad y era una lastima que se echaran a perder ¿no crees?. Una vez hubo servido el te en dos tazas, partido el pan y repartido los higos se acomodo en el taburete apoyando la espalda contra la pared.
Y sin dejar de comer pregunto a Mikka como sino no tuviera la mayor importancia -¿ Cuando abriste el cuerpo, en que estado se hallaban los organos? Cuentamelo todo.
Saco un par de taburetes de un rincon , ofreciendole uno a Miika, mientras el se acercaba al hogar para preparar el fuego. Para un alquimista los cuatro elementos son fundamentales: Tierra, agua, aire y fuego. Y el mas importante de todos era este ultimo, controlar el fuego, su intensidad, sus tipos dependiendo de la madera y sobretodo sus tiempos era algo fundamental para un alquimista, por eso no le costo el mas minimo esfuerzo hacer un poco de fuego y poner un poco de agua a hervir en una tetera que habia conocido tiempos mejores pero que seguia conservando un diseño que hacia pensar en su prodecencia oriental. Despues saco de su almacen un poco de pan negro y una docena de higos que sonriente ofrecio a Miika. - Los cogi prestados de la higuera que hay al final de la avenida, parece que sus dueños han perecido por la enfermedad y era una lastima que se echaran a perder ¿no crees?. Una vez hubo servido el te en dos tazas, partido el pan y repartido los higos se acomodo en el taburete apoyando la espalda contra la pared.
Y sin dejar de comer pregunto a Mikka como sino no tuviera la mayor importancia -¿ Cuando abriste el cuerpo, en que estado se hallaban los organos? Cuentamelo todo.
glaurung- Gran Gusano
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Re: Buscando ayuda.
Miika se había equivocado al pensar que Vincent le soltaría una retahíla de reproches por haber abierto un cuerpo. No le tenía por alguien religioso, pero la mayoría de la gente no creía que fuera correcto que les anduvieran en las tripas por muy muerto que se estuviera. Así que cuando le pidió los detalles Miika primero se sorprendió y luego se alegró de poder comentar su experiencia.
-Bueno, la piel se abría casi sola, dejando que los humores salieran con fluidez. Lo que pude comprobar era que los órganos estaban en un estado de afectación muy diferente de la que pensaba. Creía que se habrían formado algunos conatos de recuperación, pero no los había, se habían degradado muy rápido y en poco tiempo. Por eso deduje que no podría haber sido traída de lejos la enfermedad por el barco. Si había un superviviente, no podían haberse contagiado más allá de un par de días atrás. Luego abrí la cabeza y vi que el cerebro había sufrido un colapso, tenía multitud de pequeños vasos rotos con lo que debió estar sometido a una gran presión arterial. Por eso se muestran signos de demencia en los enfermos. Utilicé el ungüento que me vendiste, aunque le añadí grasa de cerdo en mayor cantidad para que fuera más penetrante y duradera la presencia sobre mi piel y estar aislado del contagio. Lo que no se es qué utilizarán los mercenarios para no contagiarse. La enfermedad puede venir de cualquier parte. Si son los mercenarios los responsables, hay que pensar que muchos vienen de partes muy lejanas del mundo, de las cuales apenas sabemos nada. En alguna, esta enfermedad ya se ha producido y han sabido tratarla. Lo que ellos han hecho es utilizarla como arma y desde luego ha sido una idea muy pertinente para alguien que quiera hacerse con el poder. Vincent, necesitamos algo con lo que combatir esto, la corona se ha marchado a su villa del norte para evitar el contagio y no creo que quienes están al cargo de la ciudad de momento sean muy competentes para hacer nada. Si tuviéramos con qué combatir, nosotros mismos podríamos idear algún plan. Pero ni siquiera sé por dónde empezar.
Bebió de un trago el té y comió algo de pan. Tenía hambre, pero nunca comía demasiado , la verdad es que no tenía el estómago acostumbrado y al final siempre terminaba por vomitar los excesos.
-Bueno, la piel se abría casi sola, dejando que los humores salieran con fluidez. Lo que pude comprobar era que los órganos estaban en un estado de afectación muy diferente de la que pensaba. Creía que se habrían formado algunos conatos de recuperación, pero no los había, se habían degradado muy rápido y en poco tiempo. Por eso deduje que no podría haber sido traída de lejos la enfermedad por el barco. Si había un superviviente, no podían haberse contagiado más allá de un par de días atrás. Luego abrí la cabeza y vi que el cerebro había sufrido un colapso, tenía multitud de pequeños vasos rotos con lo que debió estar sometido a una gran presión arterial. Por eso se muestran signos de demencia en los enfermos. Utilicé el ungüento que me vendiste, aunque le añadí grasa de cerdo en mayor cantidad para que fuera más penetrante y duradera la presencia sobre mi piel y estar aislado del contagio. Lo que no se es qué utilizarán los mercenarios para no contagiarse. La enfermedad puede venir de cualquier parte. Si son los mercenarios los responsables, hay que pensar que muchos vienen de partes muy lejanas del mundo, de las cuales apenas sabemos nada. En alguna, esta enfermedad ya se ha producido y han sabido tratarla. Lo que ellos han hecho es utilizarla como arma y desde luego ha sido una idea muy pertinente para alguien que quiera hacerse con el poder. Vincent, necesitamos algo con lo que combatir esto, la corona se ha marchado a su villa del norte para evitar el contagio y no creo que quienes están al cargo de la ciudad de momento sean muy competentes para hacer nada. Si tuviéramos con qué combatir, nosotros mismos podríamos idear algún plan. Pero ni siquiera sé por dónde empezar.
Bebió de un trago el té y comió algo de pan. Tenía hambre, pero nunca comía demasiado , la verdad es que no tenía el estómago acostumbrado y al final siempre terminaba por vomitar los excesos.
Re: Buscando ayuda.
Escucho con atencion cada palabra de Miika con el ceño ligeramente fruncido, aquello era muy extraño, demasiado efectivo, demasiado letal y muy focalizado. De un salto se dirigio a un estante y se puso a rebuscar entre sus libros hasta hallar uno de pequeñas dimensiones, de tapas duras amarillentas de aspecto ajado y viejo, apenas si se podia leer el titulo en las cubiertas. Despues de ojearlo un rato volvio a mirar a Miika.
-Este libro es una guia de venenos naturales , es decir los animales y las plantas mas mortiferas que existen o al menos de las que tenemos conocimiento. Desde que cayo en mis manos he estado "coleccionando" dosis de esos venenos, o de las plantas con las que se producen....-
Despues de decir esto se metio en su almacen y comenzo a rebuscar entre cajas y cestas hasta dar con un cofre de madera de unos 35 cm, lo llevo frente a Miika y lo abrio mostrando un monton de botellitas, tarros y frascos de cristal. Extrajo dos botellitas, una de ellas contenia un liquido lechoso casi transparente - "Veneno de Taipan, una serpiente de tierras muy lejanas, deshace organos y musculos y provoca hemorragias". Con su otra mano levanto otro frasco igual al anterior solo que en este el liquido era mas denso y ligeramente azulado. -"Avispa marina, una medusa del mismo lugar que nuestra amiga la serpiente, provoca ampollas, ulceras, destruye la piel y finalmente provoca ahogamiento"
-Tal vez alguien destilo estos venenos, les puso un catalizador y despues encontro la forma de hacer que se contagie como un simple resfriado...... Tu eres medico, ¿Seria posible que hubieran estado haciendo pruebas, tal vez con esclavos o enfermos hasta dar con esto?
-Este libro es una guia de venenos naturales , es decir los animales y las plantas mas mortiferas que existen o al menos de las que tenemos conocimiento. Desde que cayo en mis manos he estado "coleccionando" dosis de esos venenos, o de las plantas con las que se producen....-
Despues de decir esto se metio en su almacen y comenzo a rebuscar entre cajas y cestas hasta dar con un cofre de madera de unos 35 cm, lo llevo frente a Miika y lo abrio mostrando un monton de botellitas, tarros y frascos de cristal. Extrajo dos botellitas, una de ellas contenia un liquido lechoso casi transparente - "Veneno de Taipan, una serpiente de tierras muy lejanas, deshace organos y musculos y provoca hemorragias". Con su otra mano levanto otro frasco igual al anterior solo que en este el liquido era mas denso y ligeramente azulado. -"Avispa marina, una medusa del mismo lugar que nuestra amiga la serpiente, provoca ampollas, ulceras, destruye la piel y finalmente provoca ahogamiento"
-Tal vez alguien destilo estos venenos, les puso un catalizador y despues encontro la forma de hacer que se contagie como un simple resfriado...... Tu eres medico, ¿Seria posible que hubieran estado haciendo pruebas, tal vez con esclavos o enfermos hasta dar con esto?
glaurung- Gran Gusano
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Re: Buscando ayuda.
La conclusión de Vincent le dejó casi en blanco. Sabía de la crueldad humana, la había sufrido durante mucho tiempo. Tenía huesos rotos que así lo atestiguaban, pero no se le hubiera ocurrido una maquinación tan perversa. Bebió del té sin dejar de mirar los frasquitos que le había mostrado el alquimista Los venenos se administraban y la gente padecía sus efectos, pero nunca había oído que a partir de un contagiado por veneno, pudieran contagiarse otros.
-Se hacen tantas barbaridades con los que no tenemos cómo defendernos. Una mezcla de venenos…pero …bueno es posible que si…tengo que pensar bien.
Intentaba que las ideas no se le agolparan todas a la vez, porque si eso ocurría no podría seguir el curso de sus propios pensamientos y las ideas terminarían por perderse en un amasijo de imágenes mentales de las cuales no sacaría nada en claro.
-Hay sudoración profusa en los enfermos, pero no todos los que los tocan enferman. Creo que si administras el veneno a varios individuos, y estos desarrollan los síntomas, entre ellos la sudoración, se lo trasmiten a otros por contacto, pero si no todos enferman, debe ser porque hay un catalizador como bien dices tú. ¿Y si lo que hace que uno enferme está en el puerto o sea algo que hay en el puerto y por eso la enfermedad apenas se ha extendido del perímetro?
Si, iba bien por ahí, había dicho lo más importante pero ahora venían los detalles y para eso tenía que poner mucha atención y hablar despacio.
-Algo hizo que los primeros que tocaron a los contagiados enfermaran, y que trasmitieran el primer componente, que sería la mezcla de venenos. Después comieron o bebieron o tocaron algo, aunque esto último sería menos probable, y por eso enfermaron y murieron. Debe ser algo que sale del puerto, que se repartiera el día del desfile y que con el establecimiento del perímetro de seguridad, no haya vuelto a salir de allí. Por eso las bajas se cuentan casi todas en el puerto. Y además es algo con lo que nosotros, no hemos entrado en contacto y que los mercenarios se cuidan bien de hacer como nosotros, solo que nosotros nos hemos librado por casualidad y ellos tienen información privilegiada.
-Se hacen tantas barbaridades con los que no tenemos cómo defendernos. Una mezcla de venenos…pero …bueno es posible que si…tengo que pensar bien.
Intentaba que las ideas no se le agolparan todas a la vez, porque si eso ocurría no podría seguir el curso de sus propios pensamientos y las ideas terminarían por perderse en un amasijo de imágenes mentales de las cuales no sacaría nada en claro.
-Hay sudoración profusa en los enfermos, pero no todos los que los tocan enferman. Creo que si administras el veneno a varios individuos, y estos desarrollan los síntomas, entre ellos la sudoración, se lo trasmiten a otros por contacto, pero si no todos enferman, debe ser porque hay un catalizador como bien dices tú. ¿Y si lo que hace que uno enferme está en el puerto o sea algo que hay en el puerto y por eso la enfermedad apenas se ha extendido del perímetro?
Si, iba bien por ahí, había dicho lo más importante pero ahora venían los detalles y para eso tenía que poner mucha atención y hablar despacio.
-Algo hizo que los primeros que tocaron a los contagiados enfermaran, y que trasmitieran el primer componente, que sería la mezcla de venenos. Después comieron o bebieron o tocaron algo, aunque esto último sería menos probable, y por eso enfermaron y murieron. Debe ser algo que sale del puerto, que se repartiera el día del desfile y que con el establecimiento del perímetro de seguridad, no haya vuelto a salir de allí. Por eso las bajas se cuentan casi todas en el puerto. Y además es algo con lo que nosotros, no hemos entrado en contacto y que los mercenarios se cuidan bien de hacer como nosotros, solo que nosotros nos hemos librado por casualidad y ellos tienen información privilegiada.
Re: Buscando ayuda.
Sonrio a Miika mostrando unos dientes blancos y casi perfectos, en su rostro se reflejaba como una idea iba formandose en su cabeza.
-Deberiamos ir al puerto, hablar con el aduanero y averiguar que barcos llegaron poco antes del desfile, su procedencia y que portaban, con esa informacion estoy seguro que sabremos que estamos buscando-
Se acerco a la despensa sacando una botella de aguardiente que mostro a Miika con orgullo. -Tambien destilo licores, pocos y muy fuertes, pero son muy apreciados, sobretodo por Ted, el vigilante de la aduana del turno de noche, Un par de tragos y se pasa su jornada de trabajo nocturno en el mas absoluto sopor. Nos dira lo queremos saber o en su defecto lo emborracharemos y revisaremos los informes.
Envolvio la botella en una tela gruesa y la guardo bajo la capa oscura que estaba colocandose de nuevo, se ajusto el puñal que siempre llevaba consigo despues acaricio la bolsa que colgaba del cuello donde portaba sus dados de la suerte.
-Intuyo que va a ser una noche muy larga...
-Deberiamos ir al puerto, hablar con el aduanero y averiguar que barcos llegaron poco antes del desfile, su procedencia y que portaban, con esa informacion estoy seguro que sabremos que estamos buscando-
Se acerco a la despensa sacando una botella de aguardiente que mostro a Miika con orgullo. -Tambien destilo licores, pocos y muy fuertes, pero son muy apreciados, sobretodo por Ted, el vigilante de la aduana del turno de noche, Un par de tragos y se pasa su jornada de trabajo nocturno en el mas absoluto sopor. Nos dira lo queremos saber o en su defecto lo emborracharemos y revisaremos los informes.
Envolvio la botella en una tela gruesa y la guardo bajo la capa oscura que estaba colocandose de nuevo, se ajusto el puñal que siempre llevaba consigo despues acaricio la bolsa que colgaba del cuello donde portaba sus dados de la suerte.
-Intuyo que va a ser una noche muy larga...
glaurung- Gran Gusano
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Re: Buscando ayuda.
Miika se levantó con disposición de seguir a Vincent, pero se volvió para coger el pan que había sobrado, miró a su anfitrión y sonrió.
-Para luego.
La verdad es que en aquellos tiempos, desaprovechar una ocasión de guardar algo que comer, era una insensatez. Se recolocó las eternas ropas de talla mayor a la suya y se caló la capucha.
Las nubes no dejaban ver la luna menguante que se había colocado en el cielo, mientras Vincent y Miika conversaban en la buhardilla. Lo noche era propicia para andar conspirando, como solía decir el aprendiz de cirujano, que ya no era tan aprendiz, cuando se topaba con noches como aquellas. Carraspeó un poco antes de hablar al alquimista algo que en un principio no iba a descubrir.
-Vincent, necesitaremos entrar al puerto, y bien podemos sobornar a alguien, pues confío en tus contactos más que en cualquiera de mis ideas peregrinas. Pero hay algo que quiero que sepas, por si…ya sabes, por si alguno de los dos, no acaba bien en todo esto. Descubrí un pasadizo medio derruido que he intentado apuntalar. Es un antiguo pasaje de las catacumbas. En otro tiempo había una red de túneles, pero las lluvias y la falta de cuido, inundaron la mayoría y los que quedaron sin agua, no tienen buen aspecto. En la antigua calle de los corsos, está la entrada, un hueco junto a la morera que está bien tapado, pero que seguro encuentras. Sale a la vieja muralla que está dentro del puerto, también disimulé esa entrada. En el túnel hay una tea para que prendas y te guíes, no dejes el túnel ni vayas por otros que parezcan estar en buenas condiciones. Solo ese está operativo. Pero debes tener cuidado, amenaza ruina y el suelo tiene algunos socavones que he cubierto con tablas más o menos resistentes. Si pasara algo, no dudes en utilizarlo.
-Para luego.
La verdad es que en aquellos tiempos, desaprovechar una ocasión de guardar algo que comer, era una insensatez. Se recolocó las eternas ropas de talla mayor a la suya y se caló la capucha.
Las nubes no dejaban ver la luna menguante que se había colocado en el cielo, mientras Vincent y Miika conversaban en la buhardilla. Lo noche era propicia para andar conspirando, como solía decir el aprendiz de cirujano, que ya no era tan aprendiz, cuando se topaba con noches como aquellas. Carraspeó un poco antes de hablar al alquimista algo que en un principio no iba a descubrir.
-Vincent, necesitaremos entrar al puerto, y bien podemos sobornar a alguien, pues confío en tus contactos más que en cualquiera de mis ideas peregrinas. Pero hay algo que quiero que sepas, por si…ya sabes, por si alguno de los dos, no acaba bien en todo esto. Descubrí un pasadizo medio derruido que he intentado apuntalar. Es un antiguo pasaje de las catacumbas. En otro tiempo había una red de túneles, pero las lluvias y la falta de cuido, inundaron la mayoría y los que quedaron sin agua, no tienen buen aspecto. En la antigua calle de los corsos, está la entrada, un hueco junto a la morera que está bien tapado, pero que seguro encuentras. Sale a la vieja muralla que está dentro del puerto, también disimulé esa entrada. En el túnel hay una tea para que prendas y te guíes, no dejes el túnel ni vayas por otros que parezcan estar en buenas condiciones. Solo ese está operativo. Pero debes tener cuidado, amenaza ruina y el suelo tiene algunos socavones que he cubierto con tablas más o menos resistentes. Si pasara algo, no dudes en utilizarlo.
Re: Buscando ayuda.
Vincent apreto el hombro de Mikka con afecto. El joven medico habia pagado su confianza al mostrarle su hogar, con la misma moneda y eso era algo que satisfacia mucho al alquimista. "Recibiras aquello que tu das a los demas" Eso decia su viejo maestro, era un hombre de fe en la humanidad, una fe que Vincent no tenia, pero siempre habia excepciones y Miika era una de ellas.
-Te lo agradezco y no lo olvidare, ya sabes donde vivo y que siempre seras bienvenido si lo necesitas o simplemente porque quieres el placer de mi compañia- La sonrisa eterna volvia a brillar entre las sombras, mientras los dos hombres salian por la claraboya, Vincent era capaz de caminar por los tejados en la oscuridad pero sabia que el medico tendria muchos problemas, asi que salto un par de tejados y en cuanto encontro la forma de bajar por un murete al suelo cuenta antes, indico a Miika que lo siquiera.
Ya era de noche cerrada, aunque el cielo despejado dejaba ver las estrellas y la luna en cuarto creciente, asi que la resultaba facil moverse por las callejuelas. -Mas nos vale dar un pequeño rodeo y evitar la zona donde campan los mercenarios, realmente estan por todas partes, pero siempre es mejor parecer un par de mendigos distraidos, que un par de conspiradores-
-Te lo agradezco y no lo olvidare, ya sabes donde vivo y que siempre seras bienvenido si lo necesitas o simplemente porque quieres el placer de mi compañia- La sonrisa eterna volvia a brillar entre las sombras, mientras los dos hombres salian por la claraboya, Vincent era capaz de caminar por los tejados en la oscuridad pero sabia que el medico tendria muchos problemas, asi que salto un par de tejados y en cuanto encontro la forma de bajar por un murete al suelo cuenta antes, indico a Miika que lo siquiera.
Ya era de noche cerrada, aunque el cielo despejado dejaba ver las estrellas y la luna en cuarto creciente, asi que la resultaba facil moverse por las callejuelas. -Mas nos vale dar un pequeño rodeo y evitar la zona donde campan los mercenarios, realmente estan por todas partes, pero siempre es mejor parecer un par de mendigos distraidos, que un par de conspiradores-
glaurung- Gran Gusano
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Re: Buscando ayuda.
Tenía las rodillas bajo las calzas arañadas de tanto andar gateando más que caminando por las tejas y cuando bajó hasta el suelo, no tardó en dar un tropezón, como era habitual. No sabía el porqué de tanta torpeza, pero la realidad indicaba que se tropezaba con sus propios pies. Podía resultar cómico en algunas ocasiones, pero en otras peligroso y dado que andaban entre lobos, lo mejor era no llamar la atención. Se cuidaría de no ir de salto. Ambos conocían los lugares por donde iban y a paso ligero se acercaban al puerto en silencio hasta que Miika habló no mucho antes de llegar.
-¿De que conoces al aduanero? ¿Crees que nos ayudará aunque le demos la botella?¿Y si me ve no sospechará? a lo mejor desconfía y no conseguimos nada. Temo hacer algo que entorpezca todo esto, siempre hago algo que lo consigue.
La verdad es que le asombraba como Vincent tenía contactos en todas partes. Ya le había visto acudir a ellos en diversas ocasiones y comparado con lo que podía hacer Miika que era bien poco, era de gran utilidad. Ya se veía la entrada al puerto. Desde que surgiera la epidemia, se había fortificado la muralla que aguantaba la puerta, y ésta se había reforzado con láminas de hierro y grandes traviesas para cerrarla. Si se había abierto un par de veces desde entonces, era un milagro. El tráfico marítimo se había desviado a las calas del norte, donde solo pequeñas embarcaciones podía atracar, de manera que tenían que descargar desde los barcos y de ahí a la playa. El antiguo puerto estaba siendo reparado para poder restablecer las comunicaciones por mar, pero hasta entonces, la merma en las arcas de la corona era más que notable. No muchos barcos se atrevían a enfrentarse a la posibilidad de contagio, así que llegaban pocos y no con todo lo que se necesitaba. Lo que sí había aumentado era el transporte por tierra, y casualmente, las compañías de mercaderes que tenían el control sobre ello eran las afines a los mercenarios. Aquellas que tenían entre sus dueños a mercenarios o a familias de estos o que estaban bajo su protección por causas que no estaban del todo claras. Alguien que mirara detenidamente la vida de la ciudad desde la llegada del barco maldito, podría ver que todo comenzaba a tener una sutil relación y tan evidente que pasaba inadvertida para casi todos.
-¿De que conoces al aduanero? ¿Crees que nos ayudará aunque le demos la botella?¿Y si me ve no sospechará? a lo mejor desconfía y no conseguimos nada. Temo hacer algo que entorpezca todo esto, siempre hago algo que lo consigue.
La verdad es que le asombraba como Vincent tenía contactos en todas partes. Ya le había visto acudir a ellos en diversas ocasiones y comparado con lo que podía hacer Miika que era bien poco, era de gran utilidad. Ya se veía la entrada al puerto. Desde que surgiera la epidemia, se había fortificado la muralla que aguantaba la puerta, y ésta se había reforzado con láminas de hierro y grandes traviesas para cerrarla. Si se había abierto un par de veces desde entonces, era un milagro. El tráfico marítimo se había desviado a las calas del norte, donde solo pequeñas embarcaciones podía atracar, de manera que tenían que descargar desde los barcos y de ahí a la playa. El antiguo puerto estaba siendo reparado para poder restablecer las comunicaciones por mar, pero hasta entonces, la merma en las arcas de la corona era más que notable. No muchos barcos se atrevían a enfrentarse a la posibilidad de contagio, así que llegaban pocos y no con todo lo que se necesitaba. Lo que sí había aumentado era el transporte por tierra, y casualmente, las compañías de mercaderes que tenían el control sobre ello eran las afines a los mercenarios. Aquellas que tenían entre sus dueños a mercenarios o a familias de estos o que estaban bajo su protección por causas que no estaban del todo claras. Alguien que mirara detenidamente la vida de la ciudad desde la llegada del barco maldito, podría ver que todo comenzaba a tener una sutil relación y tan evidente que pasaba inadvertida para casi todos.
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