Reencuentro de Ivorwen y Derch'en
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Reencuentro de Ivorwen y Derch'en
*Hacía meses que ese pueblo se había vuelto a levantar tras los saqueos continuos de batallas más navales que de a pie, y ahora parecía que había un fino hilo de alianza más por la entrada del cristianismo que por la conquista de tierras extranjeras. Otro Drakkar volvía a llegar a esas costas con la clara intención de atracar, luego desembarcaron varios hombres y sus caballos. Estos tomaban ahora dirección hacia una de las tabernas, parecía que había una reunión de algún tipo, pero eran claramente la avanzadilla de otro ejército vikingo.
* En la orilla las cosas seguían su curso las casas estaban deshabitadas, la gran mayoría prefería vivir en el interior. Habían levantado una muralla de estacas de veinte pies rodeando una gran barriada. El puerto y las zonas colindantes quedaban fuera de ella. Los guardias eran más numerosos. Los extranjeros poco bienvenidos. Y la cabaña de la orilla seguía en pie. Algo reconstruida, ahora el humo salia por la obertura de la chimenea, casi a diario.
*Los cuatro hombres entraron en una de las tabernas del puerto, era grande llena de gente de toda clase, de toda la clase de gente que allí se adentra, claro... uno de los cuatro miraba a su alrededor entrando el último, su melena rubia se había extendido casi hasta donde acaba la espalda y ahora sus puntas eran algo más oscuras y el resto tenía ondulaciones. Tomaron asiento en una mesa con otros cuatro hombres de vestimenta semejante pero emblema diferente, uno de los que acompañaban al rubio, al parecer el portavoz, el más viejo, llevaba un parche en el ojo y al sentarse se pronunció con una voz rasgada y grave: -Asbjorn, de Suecia... nos enviaron por el asunto de la nueva religión que imponen, ¿tienen ejército? *El vikingo rubio tomó una silla de la mesa contigua y se sentó junto al del parche, no prestaba atención a la conversación, solo suspiró, sabía que ese era el lugar... era allí...
* Ivorwen habitaba en esa cabaña hacía meses. Había sobrevivido gracias a trabajos variados. Desde servir en la taberna hasta coser las redes de los pescadores. Ya no pintaba. Colgó sus pinceles, no tenía inspiración ni valor para tocarlos. Todo le parecía gris. No conseguía meter color a las pinturas.
* Derchen paseaba su mirada de aquí hacia allí: -Esperábamos una ayuda más numerosa... un fylking digno de Thor.. *Las palabras le llegaban aleatoriamente, había causado muertes y eso se le notaba en la piel, cierta inocencia la había perdido pero ahora no estaba en ese lugar, y desde el día en que ella marchó no volvió a sonreír. Le costaba horrores.
* Ivorwen salió de la cocina tras llenar las jarras como le habían pedido y usando un tablero para llevarlas todas pues eran muy pesadas apareció en el salón de la taberna. Apoyó el tablero en la barra y cogiendo la primera de las jarras se dispuso a servirla a la mesa que le había dicho el tabernero con gruñidos como siempre hacía.
* Derchen observa la puerta mientras otro de los hombres que venía con él le da un codazo murmurando en voz alta: -Venga pintor!! ¿Cuándo vas a reír con nosotros y unirte a nuestras jarras? Será para menos el portar una espada digna de príncipe.. 6*Este hombre reía jocoso mientras Derchen desviaba la mirada incorporándose y caminado hacia la barra dejando atrás a sus compañeros para que ellos siguieran la reunión.
* Ivorwen miraba el borde de la jarra para que no se le derramara pues la última vez perdió el jornal del día cuando tiró una por tropezar con la capa de un cliente. Llegó a la mesa indicada y sin mirar a los ocupantes pues a veces se molestaban si una mujer los miraba directamente. Dejó las jarras y al girarse para volver a por otra vio ese pelo rubio dirigiéndose al mostrador. " Es imposible " se dijo. Había soñado tantas veces que el volvía que no quería más desilusiones.
* Derchen juguetea con los dedos sobre la barra repiqueteando, no sabe que pedirá, aunque seguramente sea hidromiel, o simplemente pregunte si vieron a una mujer de cabellos rojizos.. era en esa misma taberna-posada en la que le dijeron que no quedaban habitaciones, sí, estaba seguro, ahora notaba como el corazón se le encogía en el pecho de forma diferente al sentimiento de antes de una batalla.
* El tabernero cogió la otra jarra y la levanto hacía la muchacha para que se diera prisa y volvió a dejarla sobre el mostrador mirando al vikingo que estaba allí plantado : ¿Qué desea? -dijo con su ronca voz .
* Ivorwen llegó a la barra y tomó la otra jarra y con el trapo que guardaba en la manga limpio el cerco que esta había dejado tras posarla el tabernero con énfasis.
* Derchen levantó la vista del mostrador y meneo la cabeza, trago saliva antes de preguntar: -Busco a una mujer, bueno.. no es buscar.. es.. *Suspira, sabe que no se quedarán apenas más de dos días, tres como mucho y ahora se debate en si desear verla para luego volver a morir sabiendo que tendrá que volver a despedirse, o simplemente no preguntar para no buscar dolor en la respuesta.
*La jarra cayó al suelo y el vino se espació por toda la tarima que rodeaba la barra. El vestido estaba lleno y el tabernero gritaba algún improperio en otra lengua. Ella lo oía muy lejos. Esa voz la había dejado aislada del mundo. Solo su voz fué capaz de reaccionar : - Der...
* Derchen se giró para observar a esa voz que había mencionado su nombre, nadie le había vuelto a llamar así, todos lo llamaban Ivarson, ahora sus ojos se perdían por ese cabello pelirrojo y esos ojos que lo miraban, iba afeitado pero aún así se veía en él un rostro diferente, y ahora, después de tanto tiempo sus labios esbozaban la más amplia de las sonrisas: -Lady... Seta...
* En la orilla las cosas seguían su curso las casas estaban deshabitadas, la gran mayoría prefería vivir en el interior. Habían levantado una muralla de estacas de veinte pies rodeando una gran barriada. El puerto y las zonas colindantes quedaban fuera de ella. Los guardias eran más numerosos. Los extranjeros poco bienvenidos. Y la cabaña de la orilla seguía en pie. Algo reconstruida, ahora el humo salia por la obertura de la chimenea, casi a diario.
*Los cuatro hombres entraron en una de las tabernas del puerto, era grande llena de gente de toda clase, de toda la clase de gente que allí se adentra, claro... uno de los cuatro miraba a su alrededor entrando el último, su melena rubia se había extendido casi hasta donde acaba la espalda y ahora sus puntas eran algo más oscuras y el resto tenía ondulaciones. Tomaron asiento en una mesa con otros cuatro hombres de vestimenta semejante pero emblema diferente, uno de los que acompañaban al rubio, al parecer el portavoz, el más viejo, llevaba un parche en el ojo y al sentarse se pronunció con una voz rasgada y grave: -Asbjorn, de Suecia... nos enviaron por el asunto de la nueva religión que imponen, ¿tienen ejército? *El vikingo rubio tomó una silla de la mesa contigua y se sentó junto al del parche, no prestaba atención a la conversación, solo suspiró, sabía que ese era el lugar... era allí...
* Ivorwen habitaba en esa cabaña hacía meses. Había sobrevivido gracias a trabajos variados. Desde servir en la taberna hasta coser las redes de los pescadores. Ya no pintaba. Colgó sus pinceles, no tenía inspiración ni valor para tocarlos. Todo le parecía gris. No conseguía meter color a las pinturas.
* Derchen paseaba su mirada de aquí hacia allí: -Esperábamos una ayuda más numerosa... un fylking digno de Thor.. *Las palabras le llegaban aleatoriamente, había causado muertes y eso se le notaba en la piel, cierta inocencia la había perdido pero ahora no estaba en ese lugar, y desde el día en que ella marchó no volvió a sonreír. Le costaba horrores.
* Ivorwen salió de la cocina tras llenar las jarras como le habían pedido y usando un tablero para llevarlas todas pues eran muy pesadas apareció en el salón de la taberna. Apoyó el tablero en la barra y cogiendo la primera de las jarras se dispuso a servirla a la mesa que le había dicho el tabernero con gruñidos como siempre hacía.
* Derchen observa la puerta mientras otro de los hombres que venía con él le da un codazo murmurando en voz alta: -Venga pintor!! ¿Cuándo vas a reír con nosotros y unirte a nuestras jarras? Será para menos el portar una espada digna de príncipe.. 6*Este hombre reía jocoso mientras Derchen desviaba la mirada incorporándose y caminado hacia la barra dejando atrás a sus compañeros para que ellos siguieran la reunión.
* Ivorwen miraba el borde de la jarra para que no se le derramara pues la última vez perdió el jornal del día cuando tiró una por tropezar con la capa de un cliente. Llegó a la mesa indicada y sin mirar a los ocupantes pues a veces se molestaban si una mujer los miraba directamente. Dejó las jarras y al girarse para volver a por otra vio ese pelo rubio dirigiéndose al mostrador. " Es imposible " se dijo. Había soñado tantas veces que el volvía que no quería más desilusiones.
* Derchen juguetea con los dedos sobre la barra repiqueteando, no sabe que pedirá, aunque seguramente sea hidromiel, o simplemente pregunte si vieron a una mujer de cabellos rojizos.. era en esa misma taberna-posada en la que le dijeron que no quedaban habitaciones, sí, estaba seguro, ahora notaba como el corazón se le encogía en el pecho de forma diferente al sentimiento de antes de una batalla.
* El tabernero cogió la otra jarra y la levanto hacía la muchacha para que se diera prisa y volvió a dejarla sobre el mostrador mirando al vikingo que estaba allí plantado : ¿Qué desea? -dijo con su ronca voz .
* Ivorwen llegó a la barra y tomó la otra jarra y con el trapo que guardaba en la manga limpio el cerco que esta había dejado tras posarla el tabernero con énfasis.
* Derchen levantó la vista del mostrador y meneo la cabeza, trago saliva antes de preguntar: -Busco a una mujer, bueno.. no es buscar.. es.. *Suspira, sabe que no se quedarán apenas más de dos días, tres como mucho y ahora se debate en si desear verla para luego volver a morir sabiendo que tendrá que volver a despedirse, o simplemente no preguntar para no buscar dolor en la respuesta.
*La jarra cayó al suelo y el vino se espació por toda la tarima que rodeaba la barra. El vestido estaba lleno y el tabernero gritaba algún improperio en otra lengua. Ella lo oía muy lejos. Esa voz la había dejado aislada del mundo. Solo su voz fué capaz de reaccionar : - Der...
* Derchen se giró para observar a esa voz que había mencionado su nombre, nadie le había vuelto a llamar así, todos lo llamaban Ivarson, ahora sus ojos se perdían por ese cabello pelirrojo y esos ojos que lo miraban, iba afeitado pero aún así se veía en él un rostro diferente, y ahora, después de tanto tiempo sus labios esbozaban la más amplia de las sonrisas: -Lady... Seta...
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