Extraños en la noche (Por algun lado hay que empezar parte II)

La noche había sido intensa, la mañana fría y ahora aún quedaba dar parte a los consejeros de los variopintos acontecimientos... Primero tenía que pasar por sus aposentos, luego se presentaría al consejo. Tenía que meditar también las palabras; no quería ser más alarmista de lo necesario ni pecar de cauto.

El hechicero se encaminó a la torre, donde meditaría bien el siguiente paso, además tenía que buscar un guardia de palacio que fuera a ver a Ildarion y a Selene y los citara a la corte, quería hablar con ellos y quizás proponerles un asunto.

Ildaron se encontraba de regreso en la ciudad, buscando tranquilidad tras una noche tan "movidita" por así decirlo. Se encontraba en la posada de Selene, ya que le había invitado. Se permitía el lujo de descansar con las piernas sobre una de las mesas, comiendo unos muslos de pollo asados con salsa y una buena jarra de vino especiado, suspiró mientras sonreía, por fin se encontraba de nuevo a salvo y a gusto.

Maldita sea, necesitaba esto... Dijo dando otro mordisco a la pieza de pollo, se preguntaba por Skadi, antes de partir de nuevo hacia la ciudad había marchado al bosque, más tarde iría a buscarla, cuando volviese a recuperar las fuerzas tras comer y beber. ¡Selene! ¡Más vino! rió divertido bromeando mientras miraba a la joven, que andaba algo mejor después de aquel percance. ¿Te encuentras mejor? Luego volveré a echarte un ojo a ese pie.

A la llegada de Raistlin a la torre, le atendió una de sus estudiantes de magia, aunque también estaba realizando estudios como sanadora. Sonrió al ver al Amo de la Torre y le acompañó a la par que tomaba nota mental de las instrucciones del mismo. Pedir al consejo una reunión. Avisar al maestro de sanadores para hablar con él. Buscar un par de guardias que fueran a la posada que le indicaba.

Cuando su maestro le contó que uno de los extraños que había que avisar tenia un problema de salud no lo pensó:

- Señor, disculpad mi atrevimiento, pero si buscais alguien de confianza y a la par hay alguien herido - se atrevió a presentarse voluntaria, quería salir de sus quehacereres normales, y sobre todo sentirse útil- quizás la persona más indicada soy yo.

El hechicero la miró, como siempre casi inexpresivamente hasta que misteriosamente sonrió; no era una sonrisa torva, ni malhumorada, no había cinismo en su mirada, tan solo un profundo pesar. Consintió a la petición de Hecate, aunque le recomendó que no olvidara llevarse un pergamino con un conjuro rapido contra no-muertos y las dos dagas de plata, por lo que pudiera pasar. Entre otro tipo de magos el uso de armas cortas solía ser normal, solo los sanadores tenían por costumbre ir desarmados.

- En este caso voy a hacer las disposiciones necesarias para que todas vuestras indicaciones se realicen a la menor brevedad y voy a cambiarme para partir hacia la posada. - dicho esto espero a un gesto que le indicara que ya no era necesaria; realizado por el mago con una simple inclinación de cabeza. Acto seguido abandonó la estancia corriendo para poder partir cuanto antes.

Busco a dos novicios que solían hacer los recados y los mandó al consejo y a la casa del maestro sanador. Para poder partir lo más pronto posible.[b]

(Ya no seguimos?)

( mierda no habia visto este post xD, siento la demora en mirarlo, pero he tenido un mes asqueroso en la facultad, ni tiempo para pensar tengo, solo hago mañana me hago el tiempito de responderlo, que ahora voy a preparar un examen oral y otro escrito y los dos para mañana, que divertido( lo dije con ironia) muakis a los dos.

PD: me alegro que estes de vuelta Raist
PD2: Metere a Ainfean tambien dentro

(Selenita, seguimos esperando XD)