El aguijón del escorpión. Encuentro de Dieter y Dayanna en la Plaza Mayor
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El aguijón del escorpión. Encuentro de Dieter y Dayanna en la Plaza Mayor
b]****Narrador del Libro Verde de Camelot: En todo el Reino se oían susurros. Por todo el Reino se movían secretos. ¿Qué estaba pasando? Había llegado una nueva era, una Edad de enfrentamiento. Se hablaba de Hermandades. Pero para muchos todavía eso era un gran misterio. Camelot parecía un Reino de Secretos[/b]
<Dieter_Sword> (le enseña a Dayanna un pequeño colgante rematado por un ecsorpión, y le dedica un gesto. se pasa el pulgar por el cuello)
* Dayanna mira a Dieter_Sword y frunce el ceño ligeramente. Ella no conoce ese símbolo, pues de momento sólo ha oido hablar del Martillo. -¿Qué simboliza eso, Dieter?
<Dieter_Sword> Este es el símbolo del Clan Escorpión. Abandonaron el del Martillo porque eran débiles...(dedica una mirada a Dayanna y luego a AfricaMiller)... Salta a la vista, es obvio. Sí, para vuestra desgracia son los escorpiones quienes se han quedado con el mejor espadachín
<Esthia>Los escorpiones se han quedado con muchas cosas... (repasa mentalmente los hombres que están en los escorpiones)
* AfricaMiller flexiona los codos y apoya los nudillos en la cintura, dando un par de pasos hacia Dieter_Sword. Alza la barbilla, quedando las dos vistas enfrentadas. Ojos grises contra ojos azules. -¿Débiles? Dímelo cuando el mejor espadachín, español además, te corte a cachitos, guapo.- *Contesta, altiva. Orgullosa y, dicho esto, alza la diestra, metiéndola
* Dayanna mira de reojo a AfricaMiller y luego vuelve la vista a Dieter_Sword. Frunce el ceño de nuevo. Hasta ahora, ni ella ni la ramera saben nada del clan. Lo único que sabe es que para encontrar a Io han de llegar a una tal Torre del Recuerdo siguiendo las huellas de una Hermandad llamada Martillo:-¿y conoces a alguien del clan Martillo? - si Dieter_Sword le dice algún nombre, quizás hablando con esa persona le diga dónde se halla el paje
<Erik_Magnus> Tenemos lo que nos merecemos por derecho Esthia
* Erik_Magnus enarca una ceja, no sabe quien es ese soldado pero lo averiguara y pronto lamentara tal osadia.
<Dieter_Sword> Me averguenza que necesiteis de los servicios de otros para alardear.... Yo soy el mejor, no Juan Diego. De todas formas, si no lo mato, y lo mataré, acabará yéndose. En cuanto alguien le ofrezca más dinero
<Dieter_Sword> No Dayanna, no conozco a nadie de ese clan de débiles
* Dayanna alza el mentón y enarca una ceja mirando a Dieter_Sword con semblante frío. Se moja los labios ligeramente. No le ha gustado la contestación del suizo. Ella no sabe, no entiende, jamás había oido hablar de tal Clan, pero desde luego si Io- tenía algo que ver con ello, era digno de su respeto: - Lo que juzgas débil el día de mañana quizá sea tu perdición
<Dieter_Sword> (La mira con esos ojos glaucos y fríos, como el que mira algo inocuo e inofensivo) Sea como sea, mi perdición no será una florista ni un grupo de lloronas.... Mi perdición será, en todo caso, alguien que lleve esto (desenvaina la espada con rapidez, y posa la punta en el cuello de la florista, con parsimonia, paseando la punta sin llegar a dañarla)... Y para eso hay que acercarse a mí, sabiendo que puedes morir
<Dayanna>(sólo es capaz de abrir los ojos en el tiempo en el que el suizo desenvaina el filo de su espada y la posa en su cuello. La reacción de un paso hacia atrás llega algo más tarde, cuando podría estar ya degollada. Traga saliva y le mira con desprecio, intentando que el temblor producido por el contacto con el frío acero no pueda ser percibido: -Subestimas la fuerza que reside en otros dones. - se lo piensa por un momento pero al final lo suelta - y eres un cobarde por sacar tu espada ante una mujer desarmada
<Dieter_Sword> (Le sostiene largo rato la mirada. Dura, fría, inmisericorde. Y la punta de la espada parece hacer más presión sobre esa garganta nívea.... Sería tan fácil...... Atravesar limpiamente ese cuello, hacerla morir en apenas un instante..."Vamos Dieter, cuantas veces lo has hecho".... La presión cesa, retira la punta, luego envaina el arma) Vigile tu lengua, no todos tendrán tantos escrúpulos como yo.
* Dayanna alza el mentón. Pocas veces se enfrenta a esas situaciones, ni si quiera sabe cómo ha llegado a ella. Está tiritando, de hecho, aunque ella intenta que no se note. Aprieta los labios, de rabia. *Más te valdría quedarte callada*. Pero no puede. -Eso es de lo que presumis en ese tal clan Escorpión? En carencia de escrúpulos y honor?
<Dieter_Sword> si no tuviese escrúpulos estarías muerta. No olvides que somos lo mismo. Deberías conocer la historia. Escorpión y Martillo eran un mismo clan. Honorable. Sólo que algunos empezaron a ser un lastre cuando no supieron hacer una criba. Los débiles debilitan a la mayoría. Por eso los débiles deben ser erradicados, en favor del grupo. Selección natural. Dudo que tú entiendas de algo más que no sea de plantar flores. Francamente, eres lo que los escorpiones habrían deshechado
* Dayanna ciertamente es una simple florista. Los desprecios del suizo hacen que las comisuras de sus labios comiencen a temblar. Es una muchacha frágil y cualquier palabra ofensiva le es capaz de provocar el llanto. *Piénsalo, Dayanna, piensalo, puedes sacar provecho a esto* Traga saliva, e intenta sacar fuerzas de dónde haga falta. Pues, aquel hombre que la menospreciaba, podía darle la información que tanto ansiaban Dhunna y ella para encontrar a Io-***¿Entonces sois de la élite, Dieter_Sword? He de felicitaros. Dónde se hallan esos hombres tan dignos de decir quién es válido y quién no lo es? Desde cuándo lo hacen? Que den la cara
<Dieter_Sword> Se hace desde siempre, mi querida florista...(Observa a la trémula mujer, allí sóla y desvalida frente a él. No deja de ser lastimero. El sabe bien como va está vida. O eres víctima, o eres ganador. Posa su dedo índice sobre los labios temblorosos de Dayanna) Shhhh...nada de llorar... Haceos fuerte de una vez, Dayanna. O no durareis mucho en esta guerra que está por llegar.
* Dayanna cada vez es menos capaz de disimular el temblor que recorre su cuerpo. ¿Guerra? ¿qué guerra? - aprieta los puños, por débil, por impotencia. Echaba mucho de menos a Io-, sabía que Dhunna también lo hacía. Tenía muchas ganas de encontrarle. Camelot estaba diferente, había secretos, había rumores. Se sentía perdida: - En la Tierra de Camelot no hay lugar a la guerra - algo en ella le hacía saber que Dieter_Sword no mentía
<Dieter_Sword> (No da crédito a tanta ingenuidad. Acaso no se mueve por las calles? No oye los rumores?) Despierta ya, niña...... O crees que estás en el Martillo para plantar flores? No puedes ser tan estúpida. Que te cuenten la verdad
<Dayanna> ¿¿Pero de qué diantres hablas, suizo?? - le mira con la poca cólera que puede mostrar un rostro tan aniñado como el de ella - Yo no estoy en ningún lado... Yo busco ese sitio.. a esa.. gente... ¡¡lo que sea eso del Martillo!!!.. con un único propósito - alza el dedo índice de su mano derecha para ponerlo frente al rostro de Dieter_Sword - ¡Uno! encontrar a Io-! ya está! A mi no me importan esos clanes.. ¡es más! estáis todos locos... la Inquisición busca a las personas que se asocian.. las persigue y las castiga.. ¿a qué vienen tantos secretismos de repente? no me metas a mi en ningún bando - se cruza de brazos - Como bien dices.. sólo soy una florista
<Dieter_Sword> llevas el símbolo del Martillo. A ojos de todos, eres de ese clan. Es inaudito, te han metido en un clan sin contarte la verdad. Esos son tus amigos. Los que te engañan. Te usarán como cebo, probablemente. Yo también lo haría, eres la más prescindible. Tus honorables amigos. Los que abalgan en pos de la Justicia. Reiría, si con eso ganase algo, mi pobre florista.
<Dayanna>(La cara de Dayanna es todo un poema. Las comisuras de los labios le tiemblan, las cejas juntas, fruncido el ceño. Incrédula. *No, ¿a quién se refiere? a Io-, a Dhunna, a Shanae.. ellos jamás harían nada contra mi* Mira hacia los lados, sin entender. No entiende qué pasa. Su cara es transparente, muestra sus dudas. Vuelve a fijar su mirada en los grises ojos del suizo: -El día en que confíe más en tus palabras que en las de mis amigos, Dieter_Sword, ese día... la magia habrá dejado de existir en Camelot
<Dieter_Sword> Y dónde están ahora esos amigos que dices? (levanta las manos, abarcando todos los alrededores) Porque si evaluas la situación, te ves sola ante mí, y podría matarte en segundos. Magia dices? la única magia que hay aquí, la has sentido hace unos minutos sobre tu garganta (se acerca dos pasos a ella, casi puede percibir su tibio aliento) te ha parecido mágico, Dayanna? (susrra, cual serpiente) Dime, te lo ha parecido, o has creido que ibas a morir?
* Dayanna se queda mirando fijamente esos ojos fríos del suizo. Ojos sin brillo, como si cada muerte que ha causado hubieran quitado de ellos un poco de vida. Ojos carentes de emoción, sin fe. Los de Dayanna son todo lo contrario, son los ojos de una entusiasta, casi llorosos ahora brillan más que lo habitual. Ojos que creen en algo más que la fuerza de una espada y el arte de la guerra. Ladea la cabeza y mira su cesto de mimbre. Con su mano izquierda saca de él una flor áurea. Una de esas flores del lugar secreto que Dhunna y ella guardan con recelo. Esas cuevas oscuras tras las cascadas en los lagos del bosque norteño. Un lugar donde las flores, nacidas en plena oscuridad, por supervivencia, han desarrollado su propio brillo. Le muestra la flor con pétalos dorados y destelleantes al suizo. Es hermosa: - Yo creo en esta magia
<Dieter_Sword> (Observa la flor, tan brillante y llena de vida. Lo contrario que sus ojos, dos trozos de hielo gris, tan fríos y duros como un glaciar, y carentes de ningún tipo de sentimiento.. Se retira un par de pasos, dejando de nuevo la distancia correcta entre él y la florista) Entonces más vale que dieseis, que llegado el momento, esa flor sea capaz de detener el filo de una espada como la mía (Se encoge de hombros) QUien soy yo para deciros que no lo creais.... Yo tan sólo puedo deciros que he quitado 24 vidas. Y nunca vi flores doradas de por medio. Ni magia (inclina levemente la cabeza hacia ella) Suerte.
* Dayanna parpadea, un par de veces. Su rostro toma un ligero cambio de mueca. Pocas veces había tenido un enfrentamiento así (que ella recordara), y no sabía que muchos se avecinaba. El rostro de ella muestra ahora un paradójico sentimiento de admiración y comprensión por lástima. Sí, Dieter_Sword era un sapiente de la escuela de la vida, y Dayanna, en su ingenuidad, era maestra del conocimiento en el mundo de los sueños. Sonrie ligeramente e inclina el rostro: - gracias, señor. Suerte con vos también... y magia. - se gira y se va caminando calle abajo hacia la Plaza Mayor
<Dieter_Sword> (le enseña a Dayanna un pequeño colgante rematado por un ecsorpión, y le dedica un gesto. se pasa el pulgar por el cuello)
* Dayanna mira a Dieter_Sword y frunce el ceño ligeramente. Ella no conoce ese símbolo, pues de momento sólo ha oido hablar del Martillo. -¿Qué simboliza eso, Dieter?
<Dieter_Sword> Este es el símbolo del Clan Escorpión. Abandonaron el del Martillo porque eran débiles...(dedica una mirada a Dayanna y luego a AfricaMiller)... Salta a la vista, es obvio. Sí, para vuestra desgracia son los escorpiones quienes se han quedado con el mejor espadachín
<Esthia>Los escorpiones se han quedado con muchas cosas... (repasa mentalmente los hombres que están en los escorpiones)
* AfricaMiller flexiona los codos y apoya los nudillos en la cintura, dando un par de pasos hacia Dieter_Sword. Alza la barbilla, quedando las dos vistas enfrentadas. Ojos grises contra ojos azules. -¿Débiles? Dímelo cuando el mejor espadachín, español además, te corte a cachitos, guapo.- *Contesta, altiva. Orgullosa y, dicho esto, alza la diestra, metiéndola
* Dayanna mira de reojo a AfricaMiller y luego vuelve la vista a Dieter_Sword. Frunce el ceño de nuevo. Hasta ahora, ni ella ni la ramera saben nada del clan. Lo único que sabe es que para encontrar a Io han de llegar a una tal Torre del Recuerdo siguiendo las huellas de una Hermandad llamada Martillo:-¿y conoces a alguien del clan Martillo? - si Dieter_Sword le dice algún nombre, quizás hablando con esa persona le diga dónde se halla el paje
<Erik_Magnus> Tenemos lo que nos merecemos por derecho Esthia
* Erik_Magnus enarca una ceja, no sabe quien es ese soldado pero lo averiguara y pronto lamentara tal osadia.
<Dieter_Sword> Me averguenza que necesiteis de los servicios de otros para alardear.... Yo soy el mejor, no Juan Diego. De todas formas, si no lo mato, y lo mataré, acabará yéndose. En cuanto alguien le ofrezca más dinero
<Dieter_Sword> No Dayanna, no conozco a nadie de ese clan de débiles
* Dayanna alza el mentón y enarca una ceja mirando a Dieter_Sword con semblante frío. Se moja los labios ligeramente. No le ha gustado la contestación del suizo. Ella no sabe, no entiende, jamás había oido hablar de tal Clan, pero desde luego si Io- tenía algo que ver con ello, era digno de su respeto: - Lo que juzgas débil el día de mañana quizá sea tu perdición
<Dieter_Sword> (La mira con esos ojos glaucos y fríos, como el que mira algo inocuo e inofensivo) Sea como sea, mi perdición no será una florista ni un grupo de lloronas.... Mi perdición será, en todo caso, alguien que lleve esto (desenvaina la espada con rapidez, y posa la punta en el cuello de la florista, con parsimonia, paseando la punta sin llegar a dañarla)... Y para eso hay que acercarse a mí, sabiendo que puedes morir
<Dayanna>(sólo es capaz de abrir los ojos en el tiempo en el que el suizo desenvaina el filo de su espada y la posa en su cuello. La reacción de un paso hacia atrás llega algo más tarde, cuando podría estar ya degollada. Traga saliva y le mira con desprecio, intentando que el temblor producido por el contacto con el frío acero no pueda ser percibido: -Subestimas la fuerza que reside en otros dones. - se lo piensa por un momento pero al final lo suelta - y eres un cobarde por sacar tu espada ante una mujer desarmada
<Dieter_Sword> (Le sostiene largo rato la mirada. Dura, fría, inmisericorde. Y la punta de la espada parece hacer más presión sobre esa garganta nívea.... Sería tan fácil...... Atravesar limpiamente ese cuello, hacerla morir en apenas un instante..."Vamos Dieter, cuantas veces lo has hecho".... La presión cesa, retira la punta, luego envaina el arma) Vigile tu lengua, no todos tendrán tantos escrúpulos como yo.
* Dayanna alza el mentón. Pocas veces se enfrenta a esas situaciones, ni si quiera sabe cómo ha llegado a ella. Está tiritando, de hecho, aunque ella intenta que no se note. Aprieta los labios, de rabia. *Más te valdría quedarte callada*. Pero no puede. -Eso es de lo que presumis en ese tal clan Escorpión? En carencia de escrúpulos y honor?
<Dieter_Sword> si no tuviese escrúpulos estarías muerta. No olvides que somos lo mismo. Deberías conocer la historia. Escorpión y Martillo eran un mismo clan. Honorable. Sólo que algunos empezaron a ser un lastre cuando no supieron hacer una criba. Los débiles debilitan a la mayoría. Por eso los débiles deben ser erradicados, en favor del grupo. Selección natural. Dudo que tú entiendas de algo más que no sea de plantar flores. Francamente, eres lo que los escorpiones habrían deshechado
* Dayanna ciertamente es una simple florista. Los desprecios del suizo hacen que las comisuras de sus labios comiencen a temblar. Es una muchacha frágil y cualquier palabra ofensiva le es capaz de provocar el llanto. *Piénsalo, Dayanna, piensalo, puedes sacar provecho a esto* Traga saliva, e intenta sacar fuerzas de dónde haga falta. Pues, aquel hombre que la menospreciaba, podía darle la información que tanto ansiaban Dhunna y ella para encontrar a Io-***¿Entonces sois de la élite, Dieter_Sword? He de felicitaros. Dónde se hallan esos hombres tan dignos de decir quién es válido y quién no lo es? Desde cuándo lo hacen? Que den la cara
<Dieter_Sword> Se hace desde siempre, mi querida florista...(Observa a la trémula mujer, allí sóla y desvalida frente a él. No deja de ser lastimero. El sabe bien como va está vida. O eres víctima, o eres ganador. Posa su dedo índice sobre los labios temblorosos de Dayanna) Shhhh...nada de llorar... Haceos fuerte de una vez, Dayanna. O no durareis mucho en esta guerra que está por llegar.
* Dayanna cada vez es menos capaz de disimular el temblor que recorre su cuerpo. ¿Guerra? ¿qué guerra? - aprieta los puños, por débil, por impotencia. Echaba mucho de menos a Io-, sabía que Dhunna también lo hacía. Tenía muchas ganas de encontrarle. Camelot estaba diferente, había secretos, había rumores. Se sentía perdida: - En la Tierra de Camelot no hay lugar a la guerra - algo en ella le hacía saber que Dieter_Sword no mentía
<Dieter_Sword> (No da crédito a tanta ingenuidad. Acaso no se mueve por las calles? No oye los rumores?) Despierta ya, niña...... O crees que estás en el Martillo para plantar flores? No puedes ser tan estúpida. Que te cuenten la verdad
<Dayanna> ¿¿Pero de qué diantres hablas, suizo?? - le mira con la poca cólera que puede mostrar un rostro tan aniñado como el de ella - Yo no estoy en ningún lado... Yo busco ese sitio.. a esa.. gente... ¡¡lo que sea eso del Martillo!!!.. con un único propósito - alza el dedo índice de su mano derecha para ponerlo frente al rostro de Dieter_Sword - ¡Uno! encontrar a Io-! ya está! A mi no me importan esos clanes.. ¡es más! estáis todos locos... la Inquisición busca a las personas que se asocian.. las persigue y las castiga.. ¿a qué vienen tantos secretismos de repente? no me metas a mi en ningún bando - se cruza de brazos - Como bien dices.. sólo soy una florista
<Dieter_Sword> llevas el símbolo del Martillo. A ojos de todos, eres de ese clan. Es inaudito, te han metido en un clan sin contarte la verdad. Esos son tus amigos. Los que te engañan. Te usarán como cebo, probablemente. Yo también lo haría, eres la más prescindible. Tus honorables amigos. Los que abalgan en pos de la Justicia. Reiría, si con eso ganase algo, mi pobre florista.
<Dayanna>(La cara de Dayanna es todo un poema. Las comisuras de los labios le tiemblan, las cejas juntas, fruncido el ceño. Incrédula. *No, ¿a quién se refiere? a Io-, a Dhunna, a Shanae.. ellos jamás harían nada contra mi* Mira hacia los lados, sin entender. No entiende qué pasa. Su cara es transparente, muestra sus dudas. Vuelve a fijar su mirada en los grises ojos del suizo: -El día en que confíe más en tus palabras que en las de mis amigos, Dieter_Sword, ese día... la magia habrá dejado de existir en Camelot
<Dieter_Sword> Y dónde están ahora esos amigos que dices? (levanta las manos, abarcando todos los alrededores) Porque si evaluas la situación, te ves sola ante mí, y podría matarte en segundos. Magia dices? la única magia que hay aquí, la has sentido hace unos minutos sobre tu garganta (se acerca dos pasos a ella, casi puede percibir su tibio aliento) te ha parecido mágico, Dayanna? (susrra, cual serpiente) Dime, te lo ha parecido, o has creido que ibas a morir?
* Dayanna se queda mirando fijamente esos ojos fríos del suizo. Ojos sin brillo, como si cada muerte que ha causado hubieran quitado de ellos un poco de vida. Ojos carentes de emoción, sin fe. Los de Dayanna son todo lo contrario, son los ojos de una entusiasta, casi llorosos ahora brillan más que lo habitual. Ojos que creen en algo más que la fuerza de una espada y el arte de la guerra. Ladea la cabeza y mira su cesto de mimbre. Con su mano izquierda saca de él una flor áurea. Una de esas flores del lugar secreto que Dhunna y ella guardan con recelo. Esas cuevas oscuras tras las cascadas en los lagos del bosque norteño. Un lugar donde las flores, nacidas en plena oscuridad, por supervivencia, han desarrollado su propio brillo. Le muestra la flor con pétalos dorados y destelleantes al suizo. Es hermosa: - Yo creo en esta magia
<Dieter_Sword> (Observa la flor, tan brillante y llena de vida. Lo contrario que sus ojos, dos trozos de hielo gris, tan fríos y duros como un glaciar, y carentes de ningún tipo de sentimiento.. Se retira un par de pasos, dejando de nuevo la distancia correcta entre él y la florista) Entonces más vale que dieseis, que llegado el momento, esa flor sea capaz de detener el filo de una espada como la mía (Se encoge de hombros) QUien soy yo para deciros que no lo creais.... Yo tan sólo puedo deciros que he quitado 24 vidas. Y nunca vi flores doradas de por medio. Ni magia (inclina levemente la cabeza hacia ella) Suerte.
* Dayanna parpadea, un par de veces. Su rostro toma un ligero cambio de mueca. Pocas veces había tenido un enfrentamiento así (que ella recordara), y no sabía que muchos se avecinaba. El rostro de ella muestra ahora un paradójico sentimiento de admiración y comprensión por lástima. Sí, Dieter_Sword era un sapiente de la escuela de la vida, y Dayanna, en su ingenuidad, era maestra del conocimiento en el mundo de los sueños. Sonrie ligeramente e inclina el rostro: - gracias, señor. Suerte con vos también... y magia. - se gira y se va caminando calle abajo hacia la Plaza Mayor
Dayanna- Pink Vader
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