El viejo muelle
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El viejo muelle
El "Bella Nafil" estaba anclado en la zona más al norte del puerto. Su tripulación había fijado su cuartel general en la taberna del puerto ante varias jarras de ron y Miika aprovechó para colarse en el barco. La cubierta estaba más que remendada y el casco ya había pasado varias reparaciones, lo que le hacía tener una apariencia poco fiable para hacerse a la mar. Pero Miika conocía aquel barco, ya había viajado en el como grumete para pagarse el viaje por mar desde Suecia a Inglaterra. Aun recordaba como el sol le había cuarteado tanto los labios que apenas podía hablar, el fétido olor de la boca escorbútica de algún marinero y las primeras nauseas que pronto tuvo que superar. Pero ahora estaba bocarriba, sobre un fardo algo más blando que los demás y observando pasar las nubes. Imaginando lugares a los que viajar y que solo existían en su imaginación. Si, aquel barco aguantaría muchos viajes más, tenía una especie de protección a su alrededor o eso decían los marineros que lo tripulaban. Miika siempre pensó que era la forma en que aquellos hombres se convencía de que volverían a tierra una vez más.
Colocó los brazos bajo su cabeza y cruzó las largas y delgadas piernas mientras aspiraba el aire salado del puerto.
Colocó los brazos bajo su cabeza y cruzó las largas y delgadas piernas mientras aspiraba el aire salado del puerto.
Re: El viejo muelle
No era la única persona que se había colado en el “Bella Nafil” como lo hace la arena entre los dedos. Fisgoneaba en la cocina una tripulante de otro barco que no solía anclar en puerto habitualmente, el “ Lost Soul” y que aparecía en la cubierta con un cesto de comida. Era cautelosa y no le costó ver a Miika tumbado mirando el cielo, ¿Sería parte de la tripulación que habría quedado allí de guardia? No, aquel era un barco de borrachulelos, que era como llamaba a los marineros a los que se les podía quitar hasta la camisa cuando se les llevaba a una tasca. Movió la nariz como un perro haría con el hocico y salió al encuentro del confiado joven, tarareando una cantinela absurda.
-Un pececito del agua salió
Movía las aletas, con determinación.
La cola le bailaba y el lomo se secaba.
Y el pobre pececito sin agua se ahogó.
Terminó la última frase colocando la espada en el cuello del confiado Miika que solo pudo sacar las manos de debajo de su cabeza para mostrarlas en señal de rendición.
-Levanta pececito y dime tu nombre antes de que se te seque el lomo a ti también.
-Miika, Miika Korppi señora.-decía mientras se incorporaba sin perder el contacto con la espada guía que tenía en el cuello.-Os pido disculpas por entrar en vuestro barco, solo estaba descansando si me permitís marcharé de inmediato. No he cogido nada podéis comprob…
- Ya,ya,ya,ya,ya,ya pececito respondón, solo el nombre pregunté y apenas podría recordarlo con tanta palabrería como hilas y rehilas y dices y silencio ya. Además se me caerían las oreja de la vergüenza si este cascarón fuera mío. Se mantiene a flote por pura suerte, pronto se reunirá con el Gran Padre en el fondo del mar.
Miika asentía terminando de incorporarse ante aquella muchacha que inspiraba tanto respeto tras aquella espada, aunque no solo por eso. Cualquiera podría adivinar que tenía cierta inestabilidad en su cabeza. Miraba fijamente, con descaro y desviaba la mirada furtivamente como si buscara algo continuamente cerca de ella. Sin embargo tenía un brillo en los ojos que podría cautivar a cualquiera.
-Pececito de agua dulce, vuelve a tierra y busca mejores sitios donde descansar.. y toma.-sacó una manzana del cesto y se la tiró, a lo que Miika respondió cazando al vuelo la pieza de fruta. Bajó con lentitud la cabeza en forma de saludo y marchó de la cubierta. Mientras tanto Katy Orson, guardaba la espada en el cinto y cogía una manzana para ella misma mientras observaba el puerto para bajar sin ser vista.
-Un pececito del agua salió
Movía las aletas, con determinación.
La cola le bailaba y el lomo se secaba.
Y el pobre pececito sin agua se ahogó.
Terminó la última frase colocando la espada en el cuello del confiado Miika que solo pudo sacar las manos de debajo de su cabeza para mostrarlas en señal de rendición.
-Levanta pececito y dime tu nombre antes de que se te seque el lomo a ti también.
-Miika, Miika Korppi señora.-decía mientras se incorporaba sin perder el contacto con la espada guía que tenía en el cuello.-Os pido disculpas por entrar en vuestro barco, solo estaba descansando si me permitís marcharé de inmediato. No he cogido nada podéis comprob…
- Ya,ya,ya,ya,ya,ya pececito respondón, solo el nombre pregunté y apenas podría recordarlo con tanta palabrería como hilas y rehilas y dices y silencio ya. Además se me caerían las oreja de la vergüenza si este cascarón fuera mío. Se mantiene a flote por pura suerte, pronto se reunirá con el Gran Padre en el fondo del mar.
Miika asentía terminando de incorporarse ante aquella muchacha que inspiraba tanto respeto tras aquella espada, aunque no solo por eso. Cualquiera podría adivinar que tenía cierta inestabilidad en su cabeza. Miraba fijamente, con descaro y desviaba la mirada furtivamente como si buscara algo continuamente cerca de ella. Sin embargo tenía un brillo en los ojos que podría cautivar a cualquiera.
-Pececito de agua dulce, vuelve a tierra y busca mejores sitios donde descansar.. y toma.-sacó una manzana del cesto y se la tiró, a lo que Miika respondió cazando al vuelo la pieza de fruta. Bajó con lentitud la cabeza en forma de saludo y marchó de la cubierta. Mientras tanto Katy Orson, guardaba la espada en el cinto y cogía una manzana para ella misma mientras observaba el puerto para bajar sin ser vista.
Re: El viejo muelle
La oscuridad del puerto habia sido el único testigo de lo allí acontecido. El joven Miika descendía lentamente hacia el puerto con su manzana entre sus dedos y con la mirada fija en los barriles que se amontonaban en el viejo muelle.
Desde la cubierta del viejo navio, Katy observaba como el muchacho se alejaba y una sibilina sonrisa se dislumbraba en su rostro. Dio un buen mordisco a la rojiza manzana y se dispuso ella también a descender al muelle. Aquel no era su barco y no estaría bien que nadie le sorprendiese en él.
Una vez en el muelle, volvio a dar un buen mordisco a la manzana y continuo tranquilamente paseando entre las sombras de las casas y los fardos que se agolpaban en el muelle. Siempre había sido muy discreta y muy precavida, y no iba a cambiar entonces.
Pero al girar a la derecha entre varios fardos de preciosas pieles, se encontro con el filo de una espada rozando su hermoso cuello y el reflejo de la luna hizo brillar el acero.
- ¿Tenéis prisa querida?.- Dijo una voz dulce.
Katy se detuvo y tan solo movio sus ojos a un lado y otro, pues su gaznate estaba en juego y como ella decía, "aun soy joven para perderlo".
- ¿Quien osa amenazarme?- Respondió la dama enfadada por aquella afrenta.
- ¿Queréis saber mi nombre?- Volvió a responder su agresor- quizás en otro momento, ahora si sois tan amable, me gustaría que me entregarais vuestras armas y ese colgante tan interesante que cuelga en vuestro cuello.
Los ojos de Katy cobraron vida y la rabia contenida brillo en ellos. Lentamente dejo caer el cinto donde colgaba su espada y su puñal. Su agresor les dio una patada y los alejo de ellos.
- Así no estaréis tentada a seguirme querida, ahora por favor, si sois tan amable, me gustaría que me dieráis vuestro colgante.
Katy paso sus manos lentamente por detras de su cabeza y deslizo sus dedos entre su cabello para soltar el colgante. Alargo la mano y unos habiles dedos se lo quitaron.
- Mas vale que os ocultéis y que no os encuentre, de lo contrario, ¡os juro que colgaréis del palo mayor de mi navio!.- Mascullo Katy.
Fue entonces cuando la espada se aparto de su cuello y a la luz de la luna vio el rostro de su agresor que sonreía picaramente y haciendo una reverencia ante ella quitandose el sombrero dio dos paso hacia atras y le respondio:
- A sido un placer hacer negocios con tan bella dama. Será un placer encontrarme con vos en otra ocasión.
Dicho esto desapareció entre las sombras de la vista de Katy.
- Quizas podais tener noticias mias en el Meson del Almirante alguna noche querida!!- Escucho decir a la voz burlona mientras se alejaba entre las callejuelas.- ¡¡Preguntad por Jack!!
Katy blasfemo y busco entre las sombras las armas que habian colgado instantes antes de su gracil cintura.
Nota:
Espero Nindë que no os haya molestado mi intromision en vuestra historia. Un saludo, El Mercenario.
Desde la cubierta del viejo navio, Katy observaba como el muchacho se alejaba y una sibilina sonrisa se dislumbraba en su rostro. Dio un buen mordisco a la rojiza manzana y se dispuso ella también a descender al muelle. Aquel no era su barco y no estaría bien que nadie le sorprendiese en él.
Una vez en el muelle, volvio a dar un buen mordisco a la manzana y continuo tranquilamente paseando entre las sombras de las casas y los fardos que se agolpaban en el muelle. Siempre había sido muy discreta y muy precavida, y no iba a cambiar entonces.
Pero al girar a la derecha entre varios fardos de preciosas pieles, se encontro con el filo de una espada rozando su hermoso cuello y el reflejo de la luna hizo brillar el acero.
- ¿Tenéis prisa querida?.- Dijo una voz dulce.
Katy se detuvo y tan solo movio sus ojos a un lado y otro, pues su gaznate estaba en juego y como ella decía, "aun soy joven para perderlo".
- ¿Quien osa amenazarme?- Respondió la dama enfadada por aquella afrenta.
- ¿Queréis saber mi nombre?- Volvió a responder su agresor- quizás en otro momento, ahora si sois tan amable, me gustaría que me entregarais vuestras armas y ese colgante tan interesante que cuelga en vuestro cuello.
Los ojos de Katy cobraron vida y la rabia contenida brillo en ellos. Lentamente dejo caer el cinto donde colgaba su espada y su puñal. Su agresor les dio una patada y los alejo de ellos.
- Así no estaréis tentada a seguirme querida, ahora por favor, si sois tan amable, me gustaría que me dieráis vuestro colgante.
Katy paso sus manos lentamente por detras de su cabeza y deslizo sus dedos entre su cabello para soltar el colgante. Alargo la mano y unos habiles dedos se lo quitaron.
- Mas vale que os ocultéis y que no os encuentre, de lo contrario, ¡os juro que colgaréis del palo mayor de mi navio!.- Mascullo Katy.
Fue entonces cuando la espada se aparto de su cuello y a la luz de la luna vio el rostro de su agresor que sonreía picaramente y haciendo una reverencia ante ella quitandose el sombrero dio dos paso hacia atras y le respondio:
- A sido un placer hacer negocios con tan bella dama. Será un placer encontrarme con vos en otra ocasión.
Dicho esto desapareció entre las sombras de la vista de Katy.
- Quizas podais tener noticias mias en el Meson del Almirante alguna noche querida!!- Escucho decir a la voz burlona mientras se alejaba entre las callejuelas.- ¡¡Preguntad por Jack!!
Katy blasfemo y busco entre las sombras las armas que habian colgado instantes antes de su gracil cintura.
Nota:
Espero Nindë que no os haya molestado mi intromision en vuestra historia. Un saludo, El Mercenario.
El_Mercenario- Caballero
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Fecha de inscripción : 30/07/2010
Katy Orson
Katy terminó de colocarse su cinto y se palpó en la espalda en busca de “El Libro”. Sin duda allí estaría escrito que había qué hacer.
-Mmmm cómo se cura el mal de ojo, no esto no es….mmm.. Ah!! Si aquí está. Y el libro dice…Ir al Mesón del Almirante y preguntar por Jack. Efectivamente, sin duda “El Libro” lo sabe todo.
Con rapidez deslizó de nuevo “El Libro” a su lugar y giró por una callejuela. “El Libro” no lo decía o sería que ella no lo había buscado, pero sin duda, sería de gran ayuda que Fishbone o Dirty aparecieran alguna vez. Desde que fueran a saquear “La Perra Negra” de Garoulic, no los había vuelto a ver. Y eso que había estado esperando en el puerto, y se había hecho cargo del Lost Souls y de los niños perdidos ella sola, buscando y buscando el barco de las velas negras, pero nada. Bueno, algún día volverían, o eso les contaba por las noches a la luz de la hoguera a Puntería 0, a Garrote, y al resto de los niños.
¿Qué había dicho “El Libro”? Al Mesón del Almirante, pero no aquella noche. Tenía que volver a Isla Mapache y trazar un plan para recobrar el colgante que le regaló Dirty.
La noche siguiente no había terminado de caer, cuando Katy ya rondaba cerca del viejo muelle dirección al Mesón del Almirante. Había estado ensayando su cara de pocos amigos ante el espejo, mientras Puntería 0 se partía de la risa y Piños le aconsejaba cómo hacerlo. Ninguno de los dos servían de gran ayuda, así que improvisaría. Se acercó hasta el mostrador donde se exhibía un ancla como adorno central y carraspeó un par de veces.
-Busc..ejmm, eh, busco a un tal Jack.-Se empinó un poco para poder apoyar el codo en la barra, algo que hizo después de asegurarse de que no estaba mojado. Ya le pasó una vez y estuvo con un lamparón de caldo de cecina en el codo, y 3 perros persiguiéndola por el olor mientras Dirty y Fishbone se mondaban de la risa. Claro que después Katy le estampó una piedra en la frente a Dirty que le hizo llevar un pañuelo con una moneda durante tres días para que no le saliera un melón entre los ojos. Aquel recuerdo le hizo esbozar una sonrisa que borró de inmediato frunciendo el ceño.-Si, un tal Jack.
-Mmmm cómo se cura el mal de ojo, no esto no es….mmm.. Ah!! Si aquí está. Y el libro dice…Ir al Mesón del Almirante y preguntar por Jack. Efectivamente, sin duda “El Libro” lo sabe todo.
Con rapidez deslizó de nuevo “El Libro” a su lugar y giró por una callejuela. “El Libro” no lo decía o sería que ella no lo había buscado, pero sin duda, sería de gran ayuda que Fishbone o Dirty aparecieran alguna vez. Desde que fueran a saquear “La Perra Negra” de Garoulic, no los había vuelto a ver. Y eso que había estado esperando en el puerto, y se había hecho cargo del Lost Souls y de los niños perdidos ella sola, buscando y buscando el barco de las velas negras, pero nada. Bueno, algún día volverían, o eso les contaba por las noches a la luz de la hoguera a Puntería 0, a Garrote, y al resto de los niños.
¿Qué había dicho “El Libro”? Al Mesón del Almirante, pero no aquella noche. Tenía que volver a Isla Mapache y trazar un plan para recobrar el colgante que le regaló Dirty.
La noche siguiente no había terminado de caer, cuando Katy ya rondaba cerca del viejo muelle dirección al Mesón del Almirante. Había estado ensayando su cara de pocos amigos ante el espejo, mientras Puntería 0 se partía de la risa y Piños le aconsejaba cómo hacerlo. Ninguno de los dos servían de gran ayuda, así que improvisaría. Se acercó hasta el mostrador donde se exhibía un ancla como adorno central y carraspeó un par de veces.
-Busc..ejmm, eh, busco a un tal Jack.-Se empinó un poco para poder apoyar el codo en la barra, algo que hizo después de asegurarse de que no estaba mojado. Ya le pasó una vez y estuvo con un lamparón de caldo de cecina en el codo, y 3 perros persiguiéndola por el olor mientras Dirty y Fishbone se mondaban de la risa. Claro que después Katy le estampó una piedra en la frente a Dirty que le hizo llevar un pañuelo con una moneda durante tres días para que no le saliera un melón entre los ojos. Aquel recuerdo le hizo esbozar una sonrisa que borró de inmediato frunciendo el ceño.-Si, un tal Jack.
Re: El viejo muelle
El viejo Rufus escupio al suelo y una babilla quedo colgando de su desaliñada barba mientras masticaba algo de aspecto asqueroso. Miro a Katy mientras cogia una jarra sucia y empezo a limpiarla con un trapo que estaba aun mas sucio que la jarra:
-Buenas noches Katy, ¿quieres tomar algo?.- Respondio Rufus con un toque jocoso en su voz.
Katy no estaba para bromas y fruncio el ceño mientras respondia:
- No vengo a pasar el rato viejo patan, busco a Jack, ¿sabes donde puedo encontrarlo?.
Rufus se paso la manga de su sucia camisa por la barba y restrego el hilillo de baba por el mientras decia:
- Aquí viene mucha gente que tiene ese nombre querida, ¿podeis darme mas datos?.
- No, no puedo.- Respondio furiosa Katy.
Rufus nego entonces con la cabeza y dijo:
- Entonces no puedo ayudarte.
Dicho esto se alejo y se acerco a un grupo de cuatro piratas que le estaban requiriendo su presencia. Poso la jarra que habia limpiado en la barra y la lleno de una espumosa cerveza.
Katy trato de contener su rabia. Estaba furiosa. Se giro y comenzó a buscar entre las sombras del antro a su presa.
El Meson del Almirante era un lugar sucio y lleno de maleantes. Ella y sus amigos procuraban no visitarlo muy amenudo, ya que todas las noches habia jaleo y mas de uno de sus clientes habia terminado sus dias alli. Las mesas eran viejas y estaban llenas de remiendos. Varios piratas jugaban a dados en una esquina y otros observaban mientras gritaban y hacian apuestas. Otros bebian de sus jarras mientras cantaban y otros comian restos de lo que parecia habia sido un asado de cerdo. Pero no habia señales de Jack.
Se acerco lentamente a una mesa que estaba vacia junto a la chimenea. El tiempo habia cambiado los ultimos dias y tenia frio. Aparto a dos borrachos mientras se dirigia a la mesa y dio una patada a un viejo taburete. No estaba para bromas y aquello parecia una broma muy pesada.
Se acomodo en una vieja silla que cojeaba y acercó sus manos al fuego. El crepitar de las leñas era un sonido que la tranquilizaba siempre y las formas fantasmagoricas de las llamas la reconfortaban.
No llevaba ni un par de minutos alli sentada cuando una voz la reclamo a sus espaldas:
- ¿Sois vos la señorita Orson?.
Katy se giro lentamente y observo al muchacho que tenia frente a ella. Era moreno, pelo rizado y desaliñado, con la cara mas o menos sucia y unos ojillos brillantes e inquietos. Mediria 1.72 de altura y parecia bastante fuerte para su edad. No vestia mal, se veia que la ropa no era muy vieja, aunque habia vivido mejores tiempos. Katy despues de unos interminables segundos respondio:
- Si, soy yo.
- Vereis señorita, un caballero me dio medio chelin si le comunicaba cuando llegase al Meson que lo que andaba buscando colgaba de la viga de madera del fondo.- Dijo el muchacho mientras señalaba una viga del fondo del local.
Katy observo bien la viga y vio alli su colgante colgado de un roñoso clavo:
- ¿Quien fue ese rufian que os pago por ello?.
El muchacho se encogio del hombros y se alejo.
Katy se puso en pie y dudo durante unos segundos. Luego lentamente se aproximo a la viga. Cuando llego junto al colgante se dio la vuelta y miro a los alli presentes. Nadie la estaba prestando una atencion especial. ¿Que demonios era todo aquello?.
Pero Katy estaba equivocada. Una figura escondida en un rincon, completamente oscuro la estaba vigilando desde que habia entrado. Una sonrisa burlona muy familiar para ella brillaba y mientras se mesaba su perilla pacientemente, aguardaba a su presa.
Katy volvio la mirada al colgante y alargo su mano para cogerlo. En ese preciso momento una daga volo hacia ella con suma rapidez y volvio a dejar el colgante colgado de la pared sin tocarla a ella. Era dificil verla enfadada, pero esta vez estaba furiosa. Alguien estaba jugando con ella y habia sobrepasado los limites hacia mucho:
-¡Quien se atreve a lanzarme una daga!.- Grito colerica.
Los piratas se giraron y la observaron. Alli estaba una de las mujeres piratas mas famosas de todos los tiempos, radiante, desafiante y con la mano derecha en la empuñadura de su sable.
El tipo que se escondia en la sombra se puso en pie y se dejo ver por primera vez. Lentamente se acerco a Katy. La miro, sonrio (ella reconocio la sonrisa era Jack) y saco la daga clavada en la viga. Luego tendio su mano y le entrego el colgante diciendole:
- Querida, creo que esto os pertenece.
- ¿Te atreves a humillarme delante de esta escoria? ¡¡quien te has creido!!.- Grito cuando trato de sacar su sable.
Jack fue mas rapido cogio la mano de ella y antes de que desenvainase le respondio:
- Alguien que queria conseguir vuestra atencion, y veo que lo he conseguido.
- ¡Si queriais jugar con alguien os habeis equivocado!.- Respondio ella.
- Tengo un asunto que proponeros y era la unica manera de conseguir vuestra atencion, por favor, seguidme.- Respondio Jack mientras soltaba su mano y se alejaba a su rincon.
-Buenas noches Katy, ¿quieres tomar algo?.- Respondio Rufus con un toque jocoso en su voz.
Katy no estaba para bromas y fruncio el ceño mientras respondia:
- No vengo a pasar el rato viejo patan, busco a Jack, ¿sabes donde puedo encontrarlo?.
Rufus se paso la manga de su sucia camisa por la barba y restrego el hilillo de baba por el mientras decia:
- Aquí viene mucha gente que tiene ese nombre querida, ¿podeis darme mas datos?.
- No, no puedo.- Respondio furiosa Katy.
Rufus nego entonces con la cabeza y dijo:
- Entonces no puedo ayudarte.
Dicho esto se alejo y se acerco a un grupo de cuatro piratas que le estaban requiriendo su presencia. Poso la jarra que habia limpiado en la barra y la lleno de una espumosa cerveza.
Katy trato de contener su rabia. Estaba furiosa. Se giro y comenzó a buscar entre las sombras del antro a su presa.
El Meson del Almirante era un lugar sucio y lleno de maleantes. Ella y sus amigos procuraban no visitarlo muy amenudo, ya que todas las noches habia jaleo y mas de uno de sus clientes habia terminado sus dias alli. Las mesas eran viejas y estaban llenas de remiendos. Varios piratas jugaban a dados en una esquina y otros observaban mientras gritaban y hacian apuestas. Otros bebian de sus jarras mientras cantaban y otros comian restos de lo que parecia habia sido un asado de cerdo. Pero no habia señales de Jack.
Se acerco lentamente a una mesa que estaba vacia junto a la chimenea. El tiempo habia cambiado los ultimos dias y tenia frio. Aparto a dos borrachos mientras se dirigia a la mesa y dio una patada a un viejo taburete. No estaba para bromas y aquello parecia una broma muy pesada.
Se acomodo en una vieja silla que cojeaba y acercó sus manos al fuego. El crepitar de las leñas era un sonido que la tranquilizaba siempre y las formas fantasmagoricas de las llamas la reconfortaban.
No llevaba ni un par de minutos alli sentada cuando una voz la reclamo a sus espaldas:
- ¿Sois vos la señorita Orson?.
Katy se giro lentamente y observo al muchacho que tenia frente a ella. Era moreno, pelo rizado y desaliñado, con la cara mas o menos sucia y unos ojillos brillantes e inquietos. Mediria 1.72 de altura y parecia bastante fuerte para su edad. No vestia mal, se veia que la ropa no era muy vieja, aunque habia vivido mejores tiempos. Katy despues de unos interminables segundos respondio:
- Si, soy yo.
- Vereis señorita, un caballero me dio medio chelin si le comunicaba cuando llegase al Meson que lo que andaba buscando colgaba de la viga de madera del fondo.- Dijo el muchacho mientras señalaba una viga del fondo del local.
Katy observo bien la viga y vio alli su colgante colgado de un roñoso clavo:
- ¿Quien fue ese rufian que os pago por ello?.
El muchacho se encogio del hombros y se alejo.
Katy se puso en pie y dudo durante unos segundos. Luego lentamente se aproximo a la viga. Cuando llego junto al colgante se dio la vuelta y miro a los alli presentes. Nadie la estaba prestando una atencion especial. ¿Que demonios era todo aquello?.
Pero Katy estaba equivocada. Una figura escondida en un rincon, completamente oscuro la estaba vigilando desde que habia entrado. Una sonrisa burlona muy familiar para ella brillaba y mientras se mesaba su perilla pacientemente, aguardaba a su presa.
Katy volvio la mirada al colgante y alargo su mano para cogerlo. En ese preciso momento una daga volo hacia ella con suma rapidez y volvio a dejar el colgante colgado de la pared sin tocarla a ella. Era dificil verla enfadada, pero esta vez estaba furiosa. Alguien estaba jugando con ella y habia sobrepasado los limites hacia mucho:
-¡Quien se atreve a lanzarme una daga!.- Grito colerica.
Los piratas se giraron y la observaron. Alli estaba una de las mujeres piratas mas famosas de todos los tiempos, radiante, desafiante y con la mano derecha en la empuñadura de su sable.
El tipo que se escondia en la sombra se puso en pie y se dejo ver por primera vez. Lentamente se acerco a Katy. La miro, sonrio (ella reconocio la sonrisa era Jack) y saco la daga clavada en la viga. Luego tendio su mano y le entrego el colgante diciendole:
- Querida, creo que esto os pertenece.
- ¿Te atreves a humillarme delante de esta escoria? ¡¡quien te has creido!!.- Grito cuando trato de sacar su sable.
Jack fue mas rapido cogio la mano de ella y antes de que desenvainase le respondio:
- Alguien que queria conseguir vuestra atencion, y veo que lo he conseguido.
- ¡Si queriais jugar con alguien os habeis equivocado!.- Respondio ella.
- Tengo un asunto que proponeros y era la unica manera de conseguir vuestra atencion, por favor, seguidme.- Respondio Jack mientras soltaba su mano y se alejaba a su rincon.
El_Mercenario- Caballero
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Fecha de inscripción : 30/07/2010
Re: El viejo muelle
Katy se limpió la mano contra el pantalón. El dorso, la palma y observó a Jack mientras se sentaba. Katy tenía un conjunto de manías extrañas que al fin y al cabo confeccionaban su peculiar personalidad. ¿Realmente quería hacer tratos con un tipo que se comportaba de aquella manera? Pues la verdad es que no, pero la curiosidad estaba llamando en su cabecita, diciendo “Eh, venga Katy ¿te vas a quedar ahí de pie? . El libro no dice que te vayas a morir ahora, será mejor ocupar el tiempo”.
-Ocupar el tiempo, ocupar el tiempo…. Cómo se nota que tú no llevas colgantes.
Un hombre la estaba mirando algo perplejo al escuchar a alguien hablar solo. Pero Katy le sonrió enseñando todos sus dientes blancos y perfectos. El hombre volvió a sus cosas, ya sabía que Katy estaba loca y la gente que era así, era peligrosa hasta de buen humor.
Se recolocó el cinto que llevaba antes de aproximarse a Jack. Tomó una silla por el respaldo, la giró y se sentó apoyando los brazos en el respaldo.
-Verás mmmmm Jack. Escucharé lo que tengas que decirme, pero te diré algunas cosas. Si vuelves a hacer algo como lo de antes, te sacaré los ojos con una cuchara y haré que te los comas.
Y no lo decía alegremente. Ya había sacado ojos con cucharas, no es que fuera su intención, pero tampoco sabía que los ojos fueran tan blandos.
-Como segunda cosa, ¿cómo sabes de mi? Y tercero, ¿qué quieres proponerme?
Pensaba también en decirle, dónde había comprado el chaleco que llevaba pero no era el momento. Quizá se lo robara cuando tuviera ocasión para llevárselo a Puntería 0.
Se podría pensar de Katy, que dentro de su cabeita, las cosas no marchaban muy bien,y no iban mal encaminados, no. Pero nadie podía decir que no se supiera cuidar. Mientras estaba sentada junto a Jack, ya sabía cuanta gente había en el local, las armas que tenían y cuáles podrían ser salidas de emergencia si se daba el caso. También quién tenía la bolsa de tintineo más atractivo y quién estaba haciendo trampas y terminaría en las traseras del local quizá no de una pieza.
-Habla.
-Ocupar el tiempo, ocupar el tiempo…. Cómo se nota que tú no llevas colgantes.
Un hombre la estaba mirando algo perplejo al escuchar a alguien hablar solo. Pero Katy le sonrió enseñando todos sus dientes blancos y perfectos. El hombre volvió a sus cosas, ya sabía que Katy estaba loca y la gente que era así, era peligrosa hasta de buen humor.
Se recolocó el cinto que llevaba antes de aproximarse a Jack. Tomó una silla por el respaldo, la giró y se sentó apoyando los brazos en el respaldo.
-Verás mmmmm Jack. Escucharé lo que tengas que decirme, pero te diré algunas cosas. Si vuelves a hacer algo como lo de antes, te sacaré los ojos con una cuchara y haré que te los comas.
Y no lo decía alegremente. Ya había sacado ojos con cucharas, no es que fuera su intención, pero tampoco sabía que los ojos fueran tan blandos.
-Como segunda cosa, ¿cómo sabes de mi? Y tercero, ¿qué quieres proponerme?
Pensaba también en decirle, dónde había comprado el chaleco que llevaba pero no era el momento. Quizá se lo robara cuando tuviera ocasión para llevárselo a Puntería 0.
Se podría pensar de Katy, que dentro de su cabeita, las cosas no marchaban muy bien,y no iban mal encaminados, no. Pero nadie podía decir que no se supiera cuidar. Mientras estaba sentada junto a Jack, ya sabía cuanta gente había en el local, las armas que tenían y cuáles podrían ser salidas de emergencia si se daba el caso. También quién tenía la bolsa de tintineo más atractivo y quién estaba haciendo trampas y terminaría en las traseras del local quizá no de una pieza.
-Habla.
Re: El viejo muelle
- Os noto un poco tensa querida,- comento Jack sonriente- tal vez os apetezca refrescar un poco vuestro paladar.- Comento mientras le ofrecia una bebida morada de una rara botella.
- No, gracias.- Dijo ella desafiante.
- Esta bien, tratare de ir al grano,-dijo Jack antes de dar un trago a su copa- ¿conoceis a Tuck O´Briam?.
El semblante de Katy se puso serio y sus ojos se clavaron en los de Jack, "claro que conocia a Tuck, era un famoso pirata, uno de los mas sanguinarios que recorria aquellas aguas":
- Si, lo conozco de oidas, cualquiera de los que estan en este antro seguro que saben quien es.-Respondio ella tratando de parecer poco interesada.
- Si, estais en lo cierto,-dijo Jack- es famoso, tanto por lo listo como por lo sanguinario, por algo le llaman el "Carnicero".
Katy puso cara de aburrimiento, aquello no le resultaba interesante y Jack la habia sacado de sus casillas con sus ofensas, ¿a que venia aquella clase de historia sobre un malvado pirata?:
- Lo que estoy seguro es que no sabeis que él formo parte de la tripulacion que os acompaño a vos y a vuestro padre en vuestro último viaje juntos, en aquel que naufragasteis siendo vos una niña pequeña.
Katy se puso tensa. ¿Quien era aquel hombre que estaba delante de ella? ¿que podia saber Jack de aquel viaje?, como mucho Jack tendria 20 años, y nunca lo habia visto antes, no te tenia pinta de ser una persona muy especial, ¿o tal vez si lo era?:
- Continua.- Dijo Katy esta vez mas interesada.
- Nunca os preguntasteis que sucedio en el viaje y porque naufragasteis, ¿verdad?,- Katy no respondio- claro, vos erais muy niña cuando sucedio aquello, y seguro que vuestro padre no os conto nada mientras vivisteis en aquel islote. Tuck era el timonel de aquel navio y él se encargo de sabotear el viaje. Antes de abrir una via en el navio, tuvo una discusion terrible con vuestro padre y le robo un manuscrito muy importante, ademas le clavo una pequeña daga envenenada, por eso enfermo vuestro padre.
Katy no podia creer lo que sus oidos estaban escuchando. Aquella herida hacia tiempo que se habia cerrado y ahora, un desconocido volvia a hurgar en ella, Jack continuo hablando:
- Tuck y varios de sus hombres destrozaron el timon y dejaron la nave ingobernable y luego abrieron una via de agua en la bodega, rápidamente montaron en el bote que llevaban para poder escapar en caso de naufragio y dejaron el navio a la deriba. Por eso naufrago vuestro navio. Pero eso es el pasado y ya no lo podreis cambiar. Lo importante ahora es el manuscrito que robo.
- ¿Lo importante es el manuscrito?,- dijo Katy levantando la voz y poniendose en pie.
Jack la sujeto de la mano y le susurro:
- Baja la voz, aqui, las paredes tienen un oido muy fino.
Katy miro incredula a Jack. Lo que aquel le estaba contando es que ¿su padre había muerto en un islote abandonado por un desalmado que lo habia envenenado?, y encima le decia que bajara la voz y se calmara. Katy volvio a tratar de levantarse y Jack volvio a cogerla con fuerza y a no dejarla ponerse en pie:
- Dejad que termine.
Katy se sento y asintio con la cabeza:
- Continuad, pero sed breve.
- Tuck tiene en su poder el manuscrito de "Tickhür", el cual guarda el secreto de las "Ruinas del Infierno",- Katy conocia la historia de las Ruinas del Infierno - según la leyenda quien consiga descifrar el manuscrito encontrara el camino a la entrada de las Ruinas, y si Tuck consigue entrar en ellas, podra gobernar las almas de los condenados a vivir en el Infierno eternamente. ¿Sabeis lo que supondria?.-Pregunto Jack a Katy.
- Conozco la historia,- dijo Katy - pero no creo en fantasmas ni en Infiernos. Tambien se dice que alli hay un gran tesoro, el mas grande jamas reunido, pero solo son abladurias.
- ¿Tan segura estais?,- pregunto Jack- entonces, ¿porque vuestro padre os pidio que guardarais esa pequeña llave que cuelga de vuestra muñeca pasase lo que pasase en su lecho de muerte?.
Katy palidecio. Era cierto que su padre le habia dado en el lecho de muerte una pequeña llave de oro y le habia pedido que jamas la perdiera. La llevaba colgando de un brazalete de plata de su muñeca, pero nunca le dijo para que servia:
- ¿Como sabes tu las ultimas palabras de mi padre?.
- Se muchas cosas querida, pero todo a su debido tiempo. Tuck a descifrado parte del manuscrito y a encontrado una pequeña caja de oro llamada Pandora, vuestra llave abre Pandora, y el sabe que vos la teneis. Asi que correis grave peligro, debeis marchar lo antes posible de aqui.
Sentirse amenazada no le habia gustado nunca, y ahora si se tomaba en serio las palabras de Jack. Tuck era un sanguinario y si iba tras de ella, deberia tener cuidado:
- Y vos Jack, ¿que ganais con todo esto?, ¿como puedo confiar en vos?, ¿quien sois para saber todo esto?.
- Soy el hijo del "Carnicero", soy el hijo del asesino de tu padre.
- ¿Que sois quien?.
- Su hijo, y quiero ayudaros.
Katy se puso en pie, saco su daga y la poso sobre el cuello de Jack con una velocidad increible. Este ni se movio:
- Si eso es lo que quereis, adelante, estais en vuestro derecho, pero yo no soy vuestro enemigo. Vuestro enemigo esta a apenas 4 dias de aqui, y viene a por vos.
La hoja afilada de Katy hizo sangrar a Jack al rozar su cuello, pero este no dijo nada. La mente de Katy trabajaba a toda velocidad, eran demasiadas noticias juntas, demasiadas emociones:
- Mandare mi navio contra él, me enfrentare a él.- Gruño Katy.
- Primero escapaz, y con tiempo nos podremos enfrentar a él, pero ahora no estais en disposición para ello. Por favor, hacedme caso.
Katy guardo su daga y le dijo:
- Esta bien, de momento no os cortare el gaznate, pero ¡os juro por todos los Dioses que si me estais engañando lo lamentareis!.
- Me parece un buen trato.- Respondió Jack sonriente.
- Regresemos a mi barco- dijo Katy poniendose en pie- tenemos que hacer todos los preparativos para partir.
- Perfecto, pero tengo que pediros una ultima cosa- dijo Jack mientras se ponia un elegante sombre negro decorado con una fina pluma roja- mis tres compañeros deben de venir con nosotros.
Dos mesas detras de Jack se levantaron tres jovenes, uno era el que le habia dicho donde estaba el colgante. Katy los observo ligeramente y dijo mientras tomaba la salida del Meson:
- Ya discutiremos eso en mi navio, ahora marchemos de aqui.
- No, gracias.- Dijo ella desafiante.
- Esta bien, tratare de ir al grano,-dijo Jack antes de dar un trago a su copa- ¿conoceis a Tuck O´Briam?.
El semblante de Katy se puso serio y sus ojos se clavaron en los de Jack, "claro que conocia a Tuck, era un famoso pirata, uno de los mas sanguinarios que recorria aquellas aguas":
- Si, lo conozco de oidas, cualquiera de los que estan en este antro seguro que saben quien es.-Respondio ella tratando de parecer poco interesada.
- Si, estais en lo cierto,-dijo Jack- es famoso, tanto por lo listo como por lo sanguinario, por algo le llaman el "Carnicero".
Katy puso cara de aburrimiento, aquello no le resultaba interesante y Jack la habia sacado de sus casillas con sus ofensas, ¿a que venia aquella clase de historia sobre un malvado pirata?:
- Lo que estoy seguro es que no sabeis que él formo parte de la tripulacion que os acompaño a vos y a vuestro padre en vuestro último viaje juntos, en aquel que naufragasteis siendo vos una niña pequeña.
Katy se puso tensa. ¿Quien era aquel hombre que estaba delante de ella? ¿que podia saber Jack de aquel viaje?, como mucho Jack tendria 20 años, y nunca lo habia visto antes, no te tenia pinta de ser una persona muy especial, ¿o tal vez si lo era?:
- Continua.- Dijo Katy esta vez mas interesada.
- Nunca os preguntasteis que sucedio en el viaje y porque naufragasteis, ¿verdad?,- Katy no respondio- claro, vos erais muy niña cuando sucedio aquello, y seguro que vuestro padre no os conto nada mientras vivisteis en aquel islote. Tuck era el timonel de aquel navio y él se encargo de sabotear el viaje. Antes de abrir una via en el navio, tuvo una discusion terrible con vuestro padre y le robo un manuscrito muy importante, ademas le clavo una pequeña daga envenenada, por eso enfermo vuestro padre.
Katy no podia creer lo que sus oidos estaban escuchando. Aquella herida hacia tiempo que se habia cerrado y ahora, un desconocido volvia a hurgar en ella, Jack continuo hablando:
- Tuck y varios de sus hombres destrozaron el timon y dejaron la nave ingobernable y luego abrieron una via de agua en la bodega, rápidamente montaron en el bote que llevaban para poder escapar en caso de naufragio y dejaron el navio a la deriba. Por eso naufrago vuestro navio. Pero eso es el pasado y ya no lo podreis cambiar. Lo importante ahora es el manuscrito que robo.
- ¿Lo importante es el manuscrito?,- dijo Katy levantando la voz y poniendose en pie.
Jack la sujeto de la mano y le susurro:
- Baja la voz, aqui, las paredes tienen un oido muy fino.
Katy miro incredula a Jack. Lo que aquel le estaba contando es que ¿su padre había muerto en un islote abandonado por un desalmado que lo habia envenenado?, y encima le decia que bajara la voz y se calmara. Katy volvio a tratar de levantarse y Jack volvio a cogerla con fuerza y a no dejarla ponerse en pie:
- Dejad que termine.
Katy se sento y asintio con la cabeza:
- Continuad, pero sed breve.
- Tuck tiene en su poder el manuscrito de "Tickhür", el cual guarda el secreto de las "Ruinas del Infierno",- Katy conocia la historia de las Ruinas del Infierno - según la leyenda quien consiga descifrar el manuscrito encontrara el camino a la entrada de las Ruinas, y si Tuck consigue entrar en ellas, podra gobernar las almas de los condenados a vivir en el Infierno eternamente. ¿Sabeis lo que supondria?.-Pregunto Jack a Katy.
- Conozco la historia,- dijo Katy - pero no creo en fantasmas ni en Infiernos. Tambien se dice que alli hay un gran tesoro, el mas grande jamas reunido, pero solo son abladurias.
- ¿Tan segura estais?,- pregunto Jack- entonces, ¿porque vuestro padre os pidio que guardarais esa pequeña llave que cuelga de vuestra muñeca pasase lo que pasase en su lecho de muerte?.
Katy palidecio. Era cierto que su padre le habia dado en el lecho de muerte una pequeña llave de oro y le habia pedido que jamas la perdiera. La llevaba colgando de un brazalete de plata de su muñeca, pero nunca le dijo para que servia:
- ¿Como sabes tu las ultimas palabras de mi padre?.
- Se muchas cosas querida, pero todo a su debido tiempo. Tuck a descifrado parte del manuscrito y a encontrado una pequeña caja de oro llamada Pandora, vuestra llave abre Pandora, y el sabe que vos la teneis. Asi que correis grave peligro, debeis marchar lo antes posible de aqui.
Sentirse amenazada no le habia gustado nunca, y ahora si se tomaba en serio las palabras de Jack. Tuck era un sanguinario y si iba tras de ella, deberia tener cuidado:
- Y vos Jack, ¿que ganais con todo esto?, ¿como puedo confiar en vos?, ¿quien sois para saber todo esto?.
- Soy el hijo del "Carnicero", soy el hijo del asesino de tu padre.
- ¿Que sois quien?.
- Su hijo, y quiero ayudaros.
Katy se puso en pie, saco su daga y la poso sobre el cuello de Jack con una velocidad increible. Este ni se movio:
- Si eso es lo que quereis, adelante, estais en vuestro derecho, pero yo no soy vuestro enemigo. Vuestro enemigo esta a apenas 4 dias de aqui, y viene a por vos.
La hoja afilada de Katy hizo sangrar a Jack al rozar su cuello, pero este no dijo nada. La mente de Katy trabajaba a toda velocidad, eran demasiadas noticias juntas, demasiadas emociones:
- Mandare mi navio contra él, me enfrentare a él.- Gruño Katy.
- Primero escapaz, y con tiempo nos podremos enfrentar a él, pero ahora no estais en disposición para ello. Por favor, hacedme caso.
Katy guardo su daga y le dijo:
- Esta bien, de momento no os cortare el gaznate, pero ¡os juro por todos los Dioses que si me estais engañando lo lamentareis!.
- Me parece un buen trato.- Respondió Jack sonriente.
- Regresemos a mi barco- dijo Katy poniendose en pie- tenemos que hacer todos los preparativos para partir.
- Perfecto, pero tengo que pediros una ultima cosa- dijo Jack mientras se ponia un elegante sombre negro decorado con una fina pluma roja- mis tres compañeros deben de venir con nosotros.
Dos mesas detras de Jack se levantaron tres jovenes, uno era el que le habia dicho donde estaba el colgante. Katy los observo ligeramente y dijo mientras tomaba la salida del Meson:
- Ya discutiremos eso en mi navio, ahora marchemos de aqui.
El_Mercenario- Caballero
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Re: El viejo muelle
Katy nunca tenía miedo por ella, al menos no el miedo que atenaza a las personas y no las deja seguir con sus vidas. Pero si sentía terror de pensar que a los niños perdidos les ocurriera algo malo. Eso sí que recurría una y otra vez en sus sueños. Ahora, aquel tipo, le estaba dando una causa real para temer y muy mucho por ellos. O quizá todo era una trampa y al final, perecería en algún islote perdido, sin su navío el “Lost Souls”. Esto segundo, era algo que aunque bastante posible, no podía evitar si sus sospechas se confirmaban, y esto era porque ante todo, haría lo imposible por alejar a Jack, a sus acompañantes, a “El Carnicero” y a cualquiera, de los niños perdidos. Así que a pesar de ir a una muerte segura, si con ello, alejaba a todos de Isla Mapache y de sus habitantes, se daría por satisfecha.
Y puestos a que no podía deshacerse de Jack, no podía enfrentar a “El Carnicero” con una tripulación de niños y no podría utilizar el “Lost Souls” como arma letal de momento, comenzaría a preparar un plan b que no compartiría ni mucho menos con nadie, puesto que sería su seguro de vida en todo aquello.
El Lost Souls, era un barco extraño. Tenía multitud de adornos por todas partes, adornos hechos por niños sin duda. Tenía dibujos y accesorios que recordaban a un lugar de juegos. Pero también tenía cañones y defensas para proteger a su tripulación. Con todo, aun distaba de poder enfrentarse con Tuck O´Briam y su imponente “Misericordia”, que hacía temblar con solo escuchar su nombre. El castillo de proa, era un verdadero lugar de culto, con multitud de pequeños objetos que tenían flores a su alrededor, como si se tratara de reliquias. Los muebles tenían formas extrañas, pero cumplían a la perfección con la función que se les tenía asignada. Y lo que más había eran bolas de cristal de diversos colores y tamaños por todas partes.
-Necesita algunos arreglos para ser competente contra tu padre.
-Necesita algo más que algunos arreglos, me temo. El “Misericordia” no hace honor a su nombre, más bien todo lo contrario. Mi padre se lo puso por pura diversión. Ese barco encierra pura maldad entre sus maderos y cuerdas, te lo aseguro.
- Y el “Lost Souls”, encierra muchos trucos. Pero eso ahora no es importante.
Se sentó y ofreció asiento a los acompañantes de Jack. Sirvió un poco de ron a cada uno y dejó su vaso con apenas un dedo de licor. No le gustaba beber cuando tenía a cuatro tipos frente a ella que podrían estar tendiéndole una trampa. Levantó su copa.
-Caballeros, este lugar es mi casa. Ahora la compartiremos, pero debo saber quiénes vivirán en ella.
-Mis amigos son John, Peter y Gunnar.- al nombrarlos, ellos agacharon respectivamente la cabeza a modo de saludo.- Son de fiar, darían la vida por mí y yo por ellos.
- El mío ya lo sabéis. Yo no cuento con amigos para esta empresa, estaremos los 5 solos y la tripulación que consigamos reunir. Porque una cosa os diré, no voy a huir, solo hare que trascurra el tiempo necesario para prepararme. Me has dicho que quieres ayudarme, pero nunca he conocido a nadie que ayude porque si. Te pondré mis cartas sobre la mesa. Voy a por tu padre, pero también a por el tesoro. No creo en leyendas de viejas, de infiernos o de almas a controlar. Y si las hubiera, no me interesaría. Quiero el tesoro.
Jack y sus amigos se miraron en silencio, cambiando el centro de su atención de un rostro a otro, cosa que a Katy le hizo gracia, pero no era momento para tonterías. Debía centrarse y no dejar que su inestabilidad se hiciera cargo del timón que regía su cabecita. Al menos no de momento, pero cuando las cosas se pusieran feas, entonces, si. Entonces dejaría que su timón quedara libre, porque la locura es la garantía del éxito cuando pintan bastos.
-Ahora, caballeros, decidme que sacáis de todo esto y decídmelo de uno en uno. Quiero saber las motivaciones que os impulsan a cada uno y con ello saber a qué atenerme.
Se reclinó hacia atrás en su sillón para esperar la respuesta, que lucía un ostentoso adorno en forma de alas de ángel que habían tallado Puntería 0 y Bacon.
Y puestos a que no podía deshacerse de Jack, no podía enfrentar a “El Carnicero” con una tripulación de niños y no podría utilizar el “Lost Souls” como arma letal de momento, comenzaría a preparar un plan b que no compartiría ni mucho menos con nadie, puesto que sería su seguro de vida en todo aquello.
El Lost Souls, era un barco extraño. Tenía multitud de adornos por todas partes, adornos hechos por niños sin duda. Tenía dibujos y accesorios que recordaban a un lugar de juegos. Pero también tenía cañones y defensas para proteger a su tripulación. Con todo, aun distaba de poder enfrentarse con Tuck O´Briam y su imponente “Misericordia”, que hacía temblar con solo escuchar su nombre. El castillo de proa, era un verdadero lugar de culto, con multitud de pequeños objetos que tenían flores a su alrededor, como si se tratara de reliquias. Los muebles tenían formas extrañas, pero cumplían a la perfección con la función que se les tenía asignada. Y lo que más había eran bolas de cristal de diversos colores y tamaños por todas partes.
-Necesita algunos arreglos para ser competente contra tu padre.
-Necesita algo más que algunos arreglos, me temo. El “Misericordia” no hace honor a su nombre, más bien todo lo contrario. Mi padre se lo puso por pura diversión. Ese barco encierra pura maldad entre sus maderos y cuerdas, te lo aseguro.
- Y el “Lost Souls”, encierra muchos trucos. Pero eso ahora no es importante.
Se sentó y ofreció asiento a los acompañantes de Jack. Sirvió un poco de ron a cada uno y dejó su vaso con apenas un dedo de licor. No le gustaba beber cuando tenía a cuatro tipos frente a ella que podrían estar tendiéndole una trampa. Levantó su copa.
-Caballeros, este lugar es mi casa. Ahora la compartiremos, pero debo saber quiénes vivirán en ella.
-Mis amigos son John, Peter y Gunnar.- al nombrarlos, ellos agacharon respectivamente la cabeza a modo de saludo.- Son de fiar, darían la vida por mí y yo por ellos.
- El mío ya lo sabéis. Yo no cuento con amigos para esta empresa, estaremos los 5 solos y la tripulación que consigamos reunir. Porque una cosa os diré, no voy a huir, solo hare que trascurra el tiempo necesario para prepararme. Me has dicho que quieres ayudarme, pero nunca he conocido a nadie que ayude porque si. Te pondré mis cartas sobre la mesa. Voy a por tu padre, pero también a por el tesoro. No creo en leyendas de viejas, de infiernos o de almas a controlar. Y si las hubiera, no me interesaría. Quiero el tesoro.
Jack y sus amigos se miraron en silencio, cambiando el centro de su atención de un rostro a otro, cosa que a Katy le hizo gracia, pero no era momento para tonterías. Debía centrarse y no dejar que su inestabilidad se hiciera cargo del timón que regía su cabecita. Al menos no de momento, pero cuando las cosas se pusieran feas, entonces, si. Entonces dejaría que su timón quedara libre, porque la locura es la garantía del éxito cuando pintan bastos.
-Ahora, caballeros, decidme que sacáis de todo esto y decídmelo de uno en uno. Quiero saber las motivaciones que os impulsan a cada uno y con ello saber a qué atenerme.
Se reclinó hacia atrás en su sillón para esperar la respuesta, que lucía un ostentoso adorno en forma de alas de ángel que habían tallado Puntería 0 y Bacon.
Re: El viejo muelle
Jack tomo la palabra:
- Mi motivacion es protegeros y acabar con mi padre. Cuando era pequeño me tuvo engañado pero con el paso de los años he descubierto parte de sus fechorias, y yo tambien busco venganza. Pero no pregunteis porque, ciertas cosas son personales. Quizas en su debido tiempo, pero no es el momento.
Katy asintio con la mirada, cogio una manzana y despues de frotarla contra la manga de su camisola le dio un gran mordisco:
- ¿Y ustedes caballeros?.- Pregunto dirigiendose a los otros tres personajes.
- Mi nombre es Peter,- dijo el muchacho que habia conocido antes- mi amistad con Jack me ha traido aqui, fui uno de los marineros del "Carnicero"- se levanto, se dio la vuelta y bajo la parte superior de su ropa mostrando unas terribles cicatrices en su espalda- me canse de recibir sus castigos.- Concluyo tomando asiento nuevamente.
- Peter es un buen espadachin, os lo aseguro,- intervino Jack- hubo un tiempo en el que ejercio de Doctor, y en mas de una ocasion nos han servido sus conocimientos muy bien.
Peter sonrio picaramente y asintio con la cabeza.
- Un doctor, interesante,- dijo Katy sonriendo y comenzando a silbar- quizas tenga pronto un trabajito para vos.
- Sera un placer el poder ayudar.- Dijo Peter.
Dicho esto Katy saco un pequeño puñal y se puso a jugar con el mientras observaba a Gunnar y a John:
- ¿Ellos no hablan?.- Pregunto.
- Perdone señorita,- dijo uno de los dos hombres- mi nombre es Gunnar, y fui el timonel del "Misericordia" durante muchos años. Hasta que Tuck decidio prescindir de mi y me mando a limpiar las letrinas por puro placer. Jack me ayudo a escapar y le debo la vida, pues ya tenian preparada una soga para mi.
Katy observo al giganton. Gunnar era un hombre muy corpulento, cabello corto y rubio, con voz fuerte. Parecia un hombre muy fuerte, pero no demasiado inteligente. Los años en la mar habian curtido sus manos y su rostro, y sus ojos azules brillaban a la luz de las velas:
- Mi nombre es John,- dijo el ultimo hombre- hace años fui un gran cañonero. Yo me encargaba de adiestrar a los hombres con los cañones del "Misericordia", hasta que un dia una bala de cañon me arranco la pierna izquierda,- dijo enseñando su pata de madera- despues de eso me asignaron la cocina del "Misericordia", alli conoci a Jack, yo fui quien lo crio durante muchos años.
Katy tenia la mirada perdida en algun lugar de la estancia. Como si sus pensamientos no estuvieran alli. Jack fruncio un poco el ceño, ¿aquella muchacha no les estaba prestando atencion?:
- ¿Os sucede algo señorita?.- Pregunto.
Katy carraspeo y volvio a mirarlos:
- No no, perdonar, es que algunas veces mi mente se deja llevar.
Los tres compañeros de Jack extrañados miraron a este. Jack se encogio de hombros y sonrio:
- Esta muy bien, me habeis contado un poco de vuestra vida pero no que os trae aqui. Al menos vosotros tres.
- Ellos quieren terminar con mi padre tanto como vos o como yo, pero tambien desean parte del Tesoro si es que realmente existe.
Los tres hombres asintieron con la cabeza:
- Aha, ¿y quien a dicho que eso es negociable?.- Pregunto Katy mientras pasaba suavemente el dedo por el filo de su daga.
- Yo no quiero nada,- dijo Jack- y ellos solo quieren la parte proporcional que le corresponderia a cualquier marinero de cualquier navio, ni un doblon mas ni uno menos.
Katy lanzo con fuerza su daga y esta volo atraves de la estancia hasta clavarse en un mapa que colgaba en otra parte. Los cuatro hombres miraron la daga, y vieron que esta se habia clavado en el centro de una calavera dibujada en el papiro:
- Creo que eso ya lo discutiremos mas adelante,-dijo Katy- lo que quiero que quede claro es que aqui las decisiones las tomo yo, yo soy la Capitana. Y vosotros cuatro estais al servicio de todos los que forman mi tripulacion. Si no os parece bien, ya sabeis por donde salir.- Dijo mientras señalaba la puerta.
Los cuatro ni se inmutaron. No tenian intencion de marcharse. Durante unos segundos el silencio fue total, hasta que Katy volvio a tomar asiento. Jack observo a la joven, era decidida y valiente, y eso le gustaba. Aunque esas perdidas de atencion y la cantidad de veces que observaba un libro que parecia sin escribir era un poco raro. Luego observo las alas que estaban dibujadas en el sillon de Katy y le pregunto:
- ¿Puedo saber el significado de ese dibujo?.
Katy sonrio:
- Preguntar puedes, pero hay respuestas que son personales, quizas en otro momento.- Respondio con ironia.
Peter y John no pudieron contener la risa, Gunnar era mas serio y no se rio:
- Oh, entiendo.- Dijo Jack.
Si Jack intentaba jugar con ella, Katy no seria menos y tambien ella jugaría con él.
- Mi motivacion es protegeros y acabar con mi padre. Cuando era pequeño me tuvo engañado pero con el paso de los años he descubierto parte de sus fechorias, y yo tambien busco venganza. Pero no pregunteis porque, ciertas cosas son personales. Quizas en su debido tiempo, pero no es el momento.
Katy asintio con la mirada, cogio una manzana y despues de frotarla contra la manga de su camisola le dio un gran mordisco:
- ¿Y ustedes caballeros?.- Pregunto dirigiendose a los otros tres personajes.
- Mi nombre es Peter,- dijo el muchacho que habia conocido antes- mi amistad con Jack me ha traido aqui, fui uno de los marineros del "Carnicero"- se levanto, se dio la vuelta y bajo la parte superior de su ropa mostrando unas terribles cicatrices en su espalda- me canse de recibir sus castigos.- Concluyo tomando asiento nuevamente.
- Peter es un buen espadachin, os lo aseguro,- intervino Jack- hubo un tiempo en el que ejercio de Doctor, y en mas de una ocasion nos han servido sus conocimientos muy bien.
Peter sonrio picaramente y asintio con la cabeza.
- Un doctor, interesante,- dijo Katy sonriendo y comenzando a silbar- quizas tenga pronto un trabajito para vos.
- Sera un placer el poder ayudar.- Dijo Peter.
Dicho esto Katy saco un pequeño puñal y se puso a jugar con el mientras observaba a Gunnar y a John:
- ¿Ellos no hablan?.- Pregunto.
- Perdone señorita,- dijo uno de los dos hombres- mi nombre es Gunnar, y fui el timonel del "Misericordia" durante muchos años. Hasta que Tuck decidio prescindir de mi y me mando a limpiar las letrinas por puro placer. Jack me ayudo a escapar y le debo la vida, pues ya tenian preparada una soga para mi.
Katy observo al giganton. Gunnar era un hombre muy corpulento, cabello corto y rubio, con voz fuerte. Parecia un hombre muy fuerte, pero no demasiado inteligente. Los años en la mar habian curtido sus manos y su rostro, y sus ojos azules brillaban a la luz de las velas:
- Mi nombre es John,- dijo el ultimo hombre- hace años fui un gran cañonero. Yo me encargaba de adiestrar a los hombres con los cañones del "Misericordia", hasta que un dia una bala de cañon me arranco la pierna izquierda,- dijo enseñando su pata de madera- despues de eso me asignaron la cocina del "Misericordia", alli conoci a Jack, yo fui quien lo crio durante muchos años.
Katy tenia la mirada perdida en algun lugar de la estancia. Como si sus pensamientos no estuvieran alli. Jack fruncio un poco el ceño, ¿aquella muchacha no les estaba prestando atencion?:
- ¿Os sucede algo señorita?.- Pregunto.
Katy carraspeo y volvio a mirarlos:
- No no, perdonar, es que algunas veces mi mente se deja llevar.
Los tres compañeros de Jack extrañados miraron a este. Jack se encogio de hombros y sonrio:
- Esta muy bien, me habeis contado un poco de vuestra vida pero no que os trae aqui. Al menos vosotros tres.
- Ellos quieren terminar con mi padre tanto como vos o como yo, pero tambien desean parte del Tesoro si es que realmente existe.
Los tres hombres asintieron con la cabeza:
- Aha, ¿y quien a dicho que eso es negociable?.- Pregunto Katy mientras pasaba suavemente el dedo por el filo de su daga.
- Yo no quiero nada,- dijo Jack- y ellos solo quieren la parte proporcional que le corresponderia a cualquier marinero de cualquier navio, ni un doblon mas ni uno menos.
Katy lanzo con fuerza su daga y esta volo atraves de la estancia hasta clavarse en un mapa que colgaba en otra parte. Los cuatro hombres miraron la daga, y vieron que esta se habia clavado en el centro de una calavera dibujada en el papiro:
- Creo que eso ya lo discutiremos mas adelante,-dijo Katy- lo que quiero que quede claro es que aqui las decisiones las tomo yo, yo soy la Capitana. Y vosotros cuatro estais al servicio de todos los que forman mi tripulacion. Si no os parece bien, ya sabeis por donde salir.- Dijo mientras señalaba la puerta.
Los cuatro ni se inmutaron. No tenian intencion de marcharse. Durante unos segundos el silencio fue total, hasta que Katy volvio a tomar asiento. Jack observo a la joven, era decidida y valiente, y eso le gustaba. Aunque esas perdidas de atencion y la cantidad de veces que observaba un libro que parecia sin escribir era un poco raro. Luego observo las alas que estaban dibujadas en el sillon de Katy y le pregunto:
- ¿Puedo saber el significado de ese dibujo?.
Katy sonrio:
- Preguntar puedes, pero hay respuestas que son personales, quizas en otro momento.- Respondio con ironia.
Peter y John no pudieron contener la risa, Gunnar era mas serio y no se rio:
- Oh, entiendo.- Dijo Jack.
Si Jack intentaba jugar con ella, Katy no seria menos y tambien ella jugaría con él.
El_Mercenario- Caballero
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Re: El viejo muelle
-Bien caballeros, mañana nos espera un largo día. Pueden dormir aquí si desean, yo estaré en la cubierta.
No esperaba respuesta alguna así que con la misma, salió del castillo de proa y se sentó en un barril de cubierta. Miraba las estrellas y pensaba igual que lo había hecho mientras los compañeros de Jack exponían sus historias. Venganza y codicia, dos buenas razones para lograr un fin común. Si, no estaba mal, pero nunca había que fiarse. Aquellos hombres eran experimentados marineros y buscaban la ayuda de Katy, apenas una muchacha con muchos pájaros en la cabeza. Porque Katy sabía que no siempre todo andaba bien por ahí arriba, aunque nunca le preocupó lo más mínimo. Hasta ahora se había mantenido con vida y había cuidado de los que la rodeaban, eso era más que suficiente para no considerar sus rarezas como algo perjudicial. Muy al contrario, en alguna ocasión alguien le dijo que había algo de genialidad en aquella marabunta de pensamientos que la rondaban.
Ahora allí sentada con el único ruido del agua golpeteando en la madera del casco, recordaba tiempos pasados con los niños perdidos, andanzas de truhanes para poder llevarse un trozo de pan a la boca. Y más atrás aun, los vagos recuerdos del naufragio que provocó el padre de Jack. Esos recuerdos estaban muy borrosos, pero se mantenían agazapados en alguna parte de su mente, dejando escapar apenas pequeños retazos para reivindicar su existencia. Pero poco más.
Si, había que vengarse de aquel demonio y no solo por lo que les había hecho a cada uno de ellos, también para evitar que hiciera algo más a otros, más concretamente a los niños perdidos. Porque en realidad, cualquier motivación de Katy nacía y moría en aquellos niños.
Mientras en el castillo de proa Jack y sus compañeros, se acomodaban donde podían para dormir.
-Nos podía haber dejado un camarote.
-Creo que aun no somos de su confianza.
-¿De su confianza Jack? Vamos, está como una cabra ella sí que no es de confianza-siguió diciendo Gunnar.- A veces sus ojos miran al vacío, como sin vida, me da cierto respeto. No se si navegar con alguien así sea más peligroso para el enemigo que para nosotros.
-Tendrás que acostumbrarte y ahora duerme, es cierto que mañana nos espera un largo día.
Katy apenas durmió. Miraba las estrellas y ya las había contado todas, o al menos todas las que sabía contar sin repetir alguna. No siempre se podía ser más rápido que el movimiento de las estrellas, pero no se había dormido hasta casi el amanecer. Había soñado con patas de palo y alas, pero no recordaba mucho más. Se levantó, se lavó la cara en un cubo de agua y se estiró todo lo larga que era, haciendo algunos ejercicios extraños para soltar los músculos. Una gaviota la estaba observando y si no fuera porque las gaviotas no saben de nada, podríamos pensar que aprendía los movimientos pro como ponía la cabeza al observar a la muchacha.
-¡Eh! vete a buscar pescado, no creas que te voy a decir mis secretos para estar en forma.
Bajó a la bodega y preparó unas gachas dulces y un poco de vino . Lo subió hasta cubierta y con un pie abrió la puerta del castillo de proa.
-Vamos dormilones, hay que desayunar bien, tenemos que buscar una tripulación y a menos que vayamos temprano, estarán demasiado borrachos como para permanecer con los oídos atentos a lo que les propongamos.
No esperaba respuesta alguna así que con la misma, salió del castillo de proa y se sentó en un barril de cubierta. Miraba las estrellas y pensaba igual que lo había hecho mientras los compañeros de Jack exponían sus historias. Venganza y codicia, dos buenas razones para lograr un fin común. Si, no estaba mal, pero nunca había que fiarse. Aquellos hombres eran experimentados marineros y buscaban la ayuda de Katy, apenas una muchacha con muchos pájaros en la cabeza. Porque Katy sabía que no siempre todo andaba bien por ahí arriba, aunque nunca le preocupó lo más mínimo. Hasta ahora se había mantenido con vida y había cuidado de los que la rodeaban, eso era más que suficiente para no considerar sus rarezas como algo perjudicial. Muy al contrario, en alguna ocasión alguien le dijo que había algo de genialidad en aquella marabunta de pensamientos que la rondaban.
Ahora allí sentada con el único ruido del agua golpeteando en la madera del casco, recordaba tiempos pasados con los niños perdidos, andanzas de truhanes para poder llevarse un trozo de pan a la boca. Y más atrás aun, los vagos recuerdos del naufragio que provocó el padre de Jack. Esos recuerdos estaban muy borrosos, pero se mantenían agazapados en alguna parte de su mente, dejando escapar apenas pequeños retazos para reivindicar su existencia. Pero poco más.
Si, había que vengarse de aquel demonio y no solo por lo que les había hecho a cada uno de ellos, también para evitar que hiciera algo más a otros, más concretamente a los niños perdidos. Porque en realidad, cualquier motivación de Katy nacía y moría en aquellos niños.
Mientras en el castillo de proa Jack y sus compañeros, se acomodaban donde podían para dormir.
-Nos podía haber dejado un camarote.
-Creo que aun no somos de su confianza.
-¿De su confianza Jack? Vamos, está como una cabra ella sí que no es de confianza-siguió diciendo Gunnar.- A veces sus ojos miran al vacío, como sin vida, me da cierto respeto. No se si navegar con alguien así sea más peligroso para el enemigo que para nosotros.
-Tendrás que acostumbrarte y ahora duerme, es cierto que mañana nos espera un largo día.
Katy apenas durmió. Miraba las estrellas y ya las había contado todas, o al menos todas las que sabía contar sin repetir alguna. No siempre se podía ser más rápido que el movimiento de las estrellas, pero no se había dormido hasta casi el amanecer. Había soñado con patas de palo y alas, pero no recordaba mucho más. Se levantó, se lavó la cara en un cubo de agua y se estiró todo lo larga que era, haciendo algunos ejercicios extraños para soltar los músculos. Una gaviota la estaba observando y si no fuera porque las gaviotas no saben de nada, podríamos pensar que aprendía los movimientos pro como ponía la cabeza al observar a la muchacha.
-¡Eh! vete a buscar pescado, no creas que te voy a decir mis secretos para estar en forma.
Bajó a la bodega y preparó unas gachas dulces y un poco de vino . Lo subió hasta cubierta y con un pie abrió la puerta del castillo de proa.
-Vamos dormilones, hay que desayunar bien, tenemos que buscar una tripulación y a menos que vayamos temprano, estarán demasiado borrachos como para permanecer con los oídos atentos a lo que les propongamos.
Re: El viejo muelle
Jack despues de que sus compañeros se durmiesen decidio salir a estirar un poco las piernas. Habia encontrado por fin a Katy y ahora que él y sus hombres estaban con ella la protegerían. Al salir del castillo de proa vio a muchacha sentada sobre un barril y mirando las estrellas ensimismada. ¿Que hacia alli?, penso Jack. Gunnar en parte tenia razon, aquella joven era un poco especial, pero a él le daba igual.
Sin hacer el menor ruido se agarro a una soga que colgaba de uno de los mastiles y se deslizo hasta el puerto. Fue dando un pequeño paseo por el puerto, sin prestar mucha atencion a lo que le rodeaba. El crujido de la madera vieja del muelle y el ruido del mar meciendo suavemente los navios lo rodeaban, pero ese ruido le relajaba y le permitia pensar tranquilamente sobre sus problemas.
Subio por una pequeña callejuela y despues torcio a la derecha. Se dirigia a uno de los acantilados que rodeaba el puerto. Alli no habia nada especial que hacer, solo habia grandes explanadas de hierba de diversos tonos verdes, pero a esa hora ni eso se podia apreciar.
Durante varias horas paseo tranquilamente por el acantilado. Mirando el cielo y observando las brillantes estrellas. Miraba la mar, y pensaba que aventuras les esperarian en aquel oscuro oceano. Se sento al borde de uno de los precipicios y miro hacia abajo. No se veia el fondo, pero se podia escuchar el sonido de las olas al golpear los riscos. Respiro profundamente y sintio como el aroma del mar inundaba sus pulmones, esa mezcla de frescor y salitre era para él su medicina.
Después de varias horas sentado alli se levanto y se dirigio al puerto. No dejaba de pensar en el "Carnicero", Katy y en las alas que estaban dibujadas en el sillon de la joven. ¿Que demonios significaban? ¿porque le llamaban tanto la atencion? ¿porque le recordaban a alguien?. Con semblante serio llego al puerto. Subio por la soga que le habia servido para descender y antes de subir a la cubierta observo que nadie le vigilara. Vio a Katy recostada en el lugar donde la habia dejado antes, estaba adormecida. Sin hacer ruido volvio al castillo de proa, se tumbo en un camastro y se dispuso a dormir un poco.
Cuando Katy abrio la puerta de la estancia, los primeros rayos de sol se colaron en el interior. John gruño alguna blasfemia mientras Gunnar se estiraba en el camastro. Peter sonrio y se incorporo haciendo una pequeña reverencia:
- Perdone nuestra apariencia querida,-dijo mientras se tapaba sus partes con su sombrero- pero no la esperabamos tan pronto.
- Hace tiempo que brilla el sol,- dijo ella apartando la vista- aqui les dejo algo para desayunar, no es gran cosa, pero les servira.
- Perdone a Peter,- dijo Jack levantandose tranquilamente- pero es incorregible.
- Pues espero que no vuelva a suceder.- Dijo ella mientras dejaba el desayuno y haciendo referencia a la nula indumentaria que llevaba Peter.
Después se dio la vuelta y antes de cerrar la puerta dijo:
- Si no terminan pronto, marchare yo sola a por la tripulacion.
Los tres compañeros de Jack gruñeron mientras este rompio a reir:
- ¡Hay que ver que una jovencita tenga que venir a meteros en cintura!.- Dijo Jack mientras se burlaba de ellos.
Una vez fuera Katy sonrio burlona. Subio hasta el timon y se asomo por la cubierta. Encima de varios fardos de mercancias vio a la gaviota de la madrugada, seguia observandola y Katy le saco la lengua en plan de burla. Luego saco su pequeño libro y comenzo a rebuscar en él. Fue entonces cuando fruncio el ceño. ¿Jack habia salido del barco por la noche solo?, hmmm aquello no le hizo ni pizca de gracia. Lo guardo de nuevo y se giro para ir a buscar a Jack. Cual fue su sorpresa al encontrar a los cuatro esperandola en la cubierta preparados:
- ¡Cuando gusteis!.- Grito Jack.
Katy los observo durante unos segundos. Gunnar se habia manchado la camisola con las gachas y John tenia en las manos una rebanada de pan con gachas que estaba terminando y un vaso lleno de vino, Peter y Jack sonreian:
- Creo que John aun no a terminado,- dijo burlona mientras daba un salto callendo cerca de ellos,- ¿no es asi, John?.
Este tenia la boca llena y gruño algo mientras terminaba de tragar. Dio un buen trago al vino y dijo:
- ¡Asi uno no puede desayunar a gusto!.
Sus tres compañeros rieron mientras Katy enfilaba hacia el puerto. Los cuatro hombres se dispusieron a seguirla.
Sin hacer el menor ruido se agarro a una soga que colgaba de uno de los mastiles y se deslizo hasta el puerto. Fue dando un pequeño paseo por el puerto, sin prestar mucha atencion a lo que le rodeaba. El crujido de la madera vieja del muelle y el ruido del mar meciendo suavemente los navios lo rodeaban, pero ese ruido le relajaba y le permitia pensar tranquilamente sobre sus problemas.
Subio por una pequeña callejuela y despues torcio a la derecha. Se dirigia a uno de los acantilados que rodeaba el puerto. Alli no habia nada especial que hacer, solo habia grandes explanadas de hierba de diversos tonos verdes, pero a esa hora ni eso se podia apreciar.
Durante varias horas paseo tranquilamente por el acantilado. Mirando el cielo y observando las brillantes estrellas. Miraba la mar, y pensaba que aventuras les esperarian en aquel oscuro oceano. Se sento al borde de uno de los precipicios y miro hacia abajo. No se veia el fondo, pero se podia escuchar el sonido de las olas al golpear los riscos. Respiro profundamente y sintio como el aroma del mar inundaba sus pulmones, esa mezcla de frescor y salitre era para él su medicina.
Después de varias horas sentado alli se levanto y se dirigio al puerto. No dejaba de pensar en el "Carnicero", Katy y en las alas que estaban dibujadas en el sillon de la joven. ¿Que demonios significaban? ¿porque le llamaban tanto la atencion? ¿porque le recordaban a alguien?. Con semblante serio llego al puerto. Subio por la soga que le habia servido para descender y antes de subir a la cubierta observo que nadie le vigilara. Vio a Katy recostada en el lugar donde la habia dejado antes, estaba adormecida. Sin hacer ruido volvio al castillo de proa, se tumbo en un camastro y se dispuso a dormir un poco.
Cuando Katy abrio la puerta de la estancia, los primeros rayos de sol se colaron en el interior. John gruño alguna blasfemia mientras Gunnar se estiraba en el camastro. Peter sonrio y se incorporo haciendo una pequeña reverencia:
- Perdone nuestra apariencia querida,-dijo mientras se tapaba sus partes con su sombrero- pero no la esperabamos tan pronto.
- Hace tiempo que brilla el sol,- dijo ella apartando la vista- aqui les dejo algo para desayunar, no es gran cosa, pero les servira.
- Perdone a Peter,- dijo Jack levantandose tranquilamente- pero es incorregible.
- Pues espero que no vuelva a suceder.- Dijo ella mientras dejaba el desayuno y haciendo referencia a la nula indumentaria que llevaba Peter.
Después se dio la vuelta y antes de cerrar la puerta dijo:
- Si no terminan pronto, marchare yo sola a por la tripulacion.
Los tres compañeros de Jack gruñeron mientras este rompio a reir:
- ¡Hay que ver que una jovencita tenga que venir a meteros en cintura!.- Dijo Jack mientras se burlaba de ellos.
Una vez fuera Katy sonrio burlona. Subio hasta el timon y se asomo por la cubierta. Encima de varios fardos de mercancias vio a la gaviota de la madrugada, seguia observandola y Katy le saco la lengua en plan de burla. Luego saco su pequeño libro y comenzo a rebuscar en él. Fue entonces cuando fruncio el ceño. ¿Jack habia salido del barco por la noche solo?, hmmm aquello no le hizo ni pizca de gracia. Lo guardo de nuevo y se giro para ir a buscar a Jack. Cual fue su sorpresa al encontrar a los cuatro esperandola en la cubierta preparados:
- ¡Cuando gusteis!.- Grito Jack.
Katy los observo durante unos segundos. Gunnar se habia manchado la camisola con las gachas y John tenia en las manos una rebanada de pan con gachas que estaba terminando y un vaso lleno de vino, Peter y Jack sonreian:
- Creo que John aun no a terminado,- dijo burlona mientras daba un salto callendo cerca de ellos,- ¿no es asi, John?.
Este tenia la boca llena y gruño algo mientras terminaba de tragar. Dio un buen trago al vino y dijo:
- ¡Asi uno no puede desayunar a gusto!.
Sus tres compañeros rieron mientras Katy enfilaba hacia el puerto. Los cuatro hombres se dispusieron a seguirla.
El_Mercenario- Caballero
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Re: El viejo muelle
En el puerto, había ciertos lugares donde poder encontrar desoficiados que buscaban donde enrolarse. Algunos lugares eran mejores que otros, como en todas las cosas y uno de los lugares que menos problemas solía traer asociados a la contratación de tripulación, era sin duda “El Almirante” . La gente que se movía por allí no era precisamente la “creme de la creme” de la sociedad, pero eran de fiar a la hora de contar con ellos durante meses a bordo de un barco. Aunque tampoco era para bajar la guardia, eso seguro.
Con paso ligero y aun con las risas de los compañeros de Jack, llegaron pronto a su destino, y como hiciera la noche anterior, entró, pero esta vez a quien buscaba era a otra persona.
Bobby Darin, era un verdadero rufián. Le faltaba un ojo , un dedo de la mano izquierda,y más de un tornillo. Era un borracho y un jugador pésimo que se metía en un lío si y en otro también. Pero Katy le tenía cierto aprecio por haber estado a las órdenes de su padre hacía muchos años. Siempre pensó que si él hubiera estado a bordo antes del naufragio, las cosas hubieran sido muy diferentes, pero eso era algo que nunca podría confirmar.
En aquel tiempo, Bobby estaba preso en galeras, en Francia. Siempre lamentó aquello y así se lo hizo saber tiempo después a Katy, pero no se puede cambiar el pasado. Había una segunda cosa que hacía a Bobby merecedor de la confianza de Katy. Era un buen navegante, y a la hora de desempeñar ese trabajo, todo lo demás quedaba atrás. Y por tercera y última cosa y no menos importante, estaba loco. Todas aquellas cuestiones servían a Katy para preferir a Bobby por encima de cualquier otro. Y si partían de ese supuesto, las recomendaciones de Bobby con respecto a la tripulación que eligiera, serían igual de pertinentes que las razones de su proia elección.
Bobby Darin, o Señor Darin como le llamaba Katy con un respeto verdadero, se encontraba tomando con otros dos de tal palo en “El Almirante”. Rostro enjuto, pelo lacio y canoso y ropas trabajadas junto a una voz dura y con síntomas de proceder de unos pulmones que no eran fuelle nuevo, le daban el toque de típico pirata. Le faltaba un loro, pero sin duda se lo habría comido a la primera de cambio. Por lo demás era todo lo aceptable que se podía pedir. Los otros dos tal pintaban como el primero. Sin más pena ni gloria bebían con Bobby cuando se percataron de la entrada de Katy y de los otros cuatro.
-Señor Darin, tiene un aspecto excelente. Mis respetos para su señora, si es que alguna mujer en su sano juicio tuvo la brillante idea de dejarse tomar por esposa por alguien como usted.
Bobby Darin se giró y miró por su ojo bueno, o al menos el que no tenía parche y asintió con la cabeza.
-No quiera Dios todopoderoso que tal cosa ocurra. Mal para la mujer y peor para mí que tendría que aguantarla, señorita Orson. Con usted tengo bastante referencia para evitar un desastre de esa magnitud.
Los amigos de Jack y el propio Jack presenciaban la escena en un silencio que dejaba interrogantes por todas partes, como esas motas de polvo que se quedan suspendidas en el aire y que se muestran cuando el sol entra por las rendijas. ¿Se apreciaban o se tenían recelo bañado de ironía y cinismo?. Todo pareció desvelarse cuando el viejo Bobby se levanto y abrió lo brazos, cosa que Katy aprovechó para dejarse rodear y apoyar la cabeza en el hombro del hombre.
-Pequeña Katy, ya hace mucho que no te veo pero has sabido encontrarme a la hora precisa y en el momento adecuado.
-Ya sabes, tengo instinto para esas cosas Señor Darin. Te presento a mi amigo y socio Jack. Y estos son Gunnar, John y Peter.
Los hombres cabecearon con rapidez para saludarse y el viejo Bobby hizo algo más. Se acercó hasta Jack y levantó de medio lado el labio superior, mostrando un colmillo algo más afilado de lo que cabía esperar. Una deformación que se acentuaba porque le faltaban piezas colindantes.
-Tu cara me suena. ¿Nos hemos visto antes?
-No lo creo, pero mi padre es “El Carnicero”.
Bobby Darin cambió el semblante de inmediato y se llevó la mano al cinto.-Andas con malas compañías señorita Orson.
Katy dio un paso y colocó su mano sobre la del viejo Bobby, indicando que se tranquilizara y la escuchara antes de hacer alguna acción.
-Señor Darin, creo que Jack y nosotros tenemos las mismas intenciones con respecto a “El Carnicero”. Es por eso que he venido a buscarte y a que me ayudes a formar una tripulación decente para esta empresa. Hay mucho en juego, aunque se que tu objetivo no es dinero o riqueza alguna.
-Y dices bien señorita Orson. Prefiero la venganza, es hora de vernos las caras el viejo Tuck y un servidor del infierno.
-Pues manos a la obra. Ya sabes dónde encontrarme . Y date la prisa que tenga tu necesidad de venganza.- Katy sabía que en menos de dos horas, la tripulación estaría lista. Ahora sólo quedaba preparar el barco con la munición necesaria para el viaje, los víveres y algunas cosas más que tenía pensadas.
-Así será señorita Orson.-Se llevó la mano al ala del sombrero mientras Katy hacía una reverencia cómica y salía del mesón. Cuando Jack y sus hombres salieron detrás , Bobby Darin agarró por el brazo al hijo de O´Briam.-Escúchame, y presta atención, tu padre es mi presa desde hace años y puedes imaginar la de noches que he pasado detallando la forma en la que le quitaré la vida. Pero si le pasa algo a Katy, si por algún momento se te pasa por la cabeza rozarle un solo pelo de la cabeza, te juro que no será comparable con nada que haya pensado lo que te reservaré a ti. No habrá infierno que te esconda Jack, recuérdalo.
Con paso ligero y aun con las risas de los compañeros de Jack, llegaron pronto a su destino, y como hiciera la noche anterior, entró, pero esta vez a quien buscaba era a otra persona.
Bobby Darin, era un verdadero rufián. Le faltaba un ojo , un dedo de la mano izquierda,y más de un tornillo. Era un borracho y un jugador pésimo que se metía en un lío si y en otro también. Pero Katy le tenía cierto aprecio por haber estado a las órdenes de su padre hacía muchos años. Siempre pensó que si él hubiera estado a bordo antes del naufragio, las cosas hubieran sido muy diferentes, pero eso era algo que nunca podría confirmar.
En aquel tiempo, Bobby estaba preso en galeras, en Francia. Siempre lamentó aquello y así se lo hizo saber tiempo después a Katy, pero no se puede cambiar el pasado. Había una segunda cosa que hacía a Bobby merecedor de la confianza de Katy. Era un buen navegante, y a la hora de desempeñar ese trabajo, todo lo demás quedaba atrás. Y por tercera y última cosa y no menos importante, estaba loco. Todas aquellas cuestiones servían a Katy para preferir a Bobby por encima de cualquier otro. Y si partían de ese supuesto, las recomendaciones de Bobby con respecto a la tripulación que eligiera, serían igual de pertinentes que las razones de su proia elección.
Bobby Darin, o Señor Darin como le llamaba Katy con un respeto verdadero, se encontraba tomando con otros dos de tal palo en “El Almirante”. Rostro enjuto, pelo lacio y canoso y ropas trabajadas junto a una voz dura y con síntomas de proceder de unos pulmones que no eran fuelle nuevo, le daban el toque de típico pirata. Le faltaba un loro, pero sin duda se lo habría comido a la primera de cambio. Por lo demás era todo lo aceptable que se podía pedir. Los otros dos tal pintaban como el primero. Sin más pena ni gloria bebían con Bobby cuando se percataron de la entrada de Katy y de los otros cuatro.
-Señor Darin, tiene un aspecto excelente. Mis respetos para su señora, si es que alguna mujer en su sano juicio tuvo la brillante idea de dejarse tomar por esposa por alguien como usted.
Bobby Darin se giró y miró por su ojo bueno, o al menos el que no tenía parche y asintió con la cabeza.
-No quiera Dios todopoderoso que tal cosa ocurra. Mal para la mujer y peor para mí que tendría que aguantarla, señorita Orson. Con usted tengo bastante referencia para evitar un desastre de esa magnitud.
Los amigos de Jack y el propio Jack presenciaban la escena en un silencio que dejaba interrogantes por todas partes, como esas motas de polvo que se quedan suspendidas en el aire y que se muestran cuando el sol entra por las rendijas. ¿Se apreciaban o se tenían recelo bañado de ironía y cinismo?. Todo pareció desvelarse cuando el viejo Bobby se levanto y abrió lo brazos, cosa que Katy aprovechó para dejarse rodear y apoyar la cabeza en el hombro del hombre.
-Pequeña Katy, ya hace mucho que no te veo pero has sabido encontrarme a la hora precisa y en el momento adecuado.
-Ya sabes, tengo instinto para esas cosas Señor Darin. Te presento a mi amigo y socio Jack. Y estos son Gunnar, John y Peter.
Los hombres cabecearon con rapidez para saludarse y el viejo Bobby hizo algo más. Se acercó hasta Jack y levantó de medio lado el labio superior, mostrando un colmillo algo más afilado de lo que cabía esperar. Una deformación que se acentuaba porque le faltaban piezas colindantes.
-Tu cara me suena. ¿Nos hemos visto antes?
-No lo creo, pero mi padre es “El Carnicero”.
Bobby Darin cambió el semblante de inmediato y se llevó la mano al cinto.-Andas con malas compañías señorita Orson.
Katy dio un paso y colocó su mano sobre la del viejo Bobby, indicando que se tranquilizara y la escuchara antes de hacer alguna acción.
-Señor Darin, creo que Jack y nosotros tenemos las mismas intenciones con respecto a “El Carnicero”. Es por eso que he venido a buscarte y a que me ayudes a formar una tripulación decente para esta empresa. Hay mucho en juego, aunque se que tu objetivo no es dinero o riqueza alguna.
-Y dices bien señorita Orson. Prefiero la venganza, es hora de vernos las caras el viejo Tuck y un servidor del infierno.
-Pues manos a la obra. Ya sabes dónde encontrarme . Y date la prisa que tenga tu necesidad de venganza.- Katy sabía que en menos de dos horas, la tripulación estaría lista. Ahora sólo quedaba preparar el barco con la munición necesaria para el viaje, los víveres y algunas cosas más que tenía pensadas.
-Así será señorita Orson.-Se llevó la mano al ala del sombrero mientras Katy hacía una reverencia cómica y salía del mesón. Cuando Jack y sus hombres salieron detrás , Bobby Darin agarró por el brazo al hijo de O´Briam.-Escúchame, y presta atención, tu padre es mi presa desde hace años y puedes imaginar la de noches que he pasado detallando la forma en la que le quitaré la vida. Pero si le pasa algo a Katy, si por algún momento se te pasa por la cabeza rozarle un solo pelo de la cabeza, te juro que no será comparable con nada que haya pensado lo que te reservaré a ti. No habrá infierno que te esconda Jack, recuérdalo.
Re: El viejo muelle
Jack observo la mano que sujetaba su brazo, era la mano de un hombre mayor pero con la fuerza que sujetaba el brazo de Jack era suficiente para partir el gaznate de cualquiera. Levanto la mirada y miro al Sr. Darin, observo su rostro, enjuto y cascado por la dura vida de un marinero, su unico ojo estaba inyectado en sangre del odio que su dueño tenía hacia los O´Briam:
- Tomare nota de su consejo Sr. Darin, descuide, ahora, si es tan amable le pediria que soltara mi brazo.
El tono tranquilo de voz de Jack sorprendio al Sr. Darin, pues cualquier otro hubiera saltado por mucho menos. Pero aun asi no se fiaba, era el hijo del mismisimo diablo. Por sus venas corria la sangre del maldito "Carnicero", y no era cualquier cosa:
- Nunca olvideis mis palabras Sr.O´Briam, pues yo no las olvidare.
Despues de decir esto, solto su presa y se acerco a la mesa donde habia estado sentado. Dio un largo trago a su jarra y salio del "Almirante":
John golpeo en la espalda de Jack con fuerza y le dijo:
- Creo que esto va a ser un paseo de rosas querido amigo!.
- Cierto Jack, no se si tengo mas miedo de que me claven un puñal por la espalda o de los hombres del "Carnicero".- Respondio Peter mientras se acariciaba la perilla con una sonrisa sarcastica.
- Tranquilos camaradas, no sucedera nada.- Concluyo Jack mientras enfilaba hacia la puerta de salida.
Los cuatro hombres salieron del "Almirante" y observaron la plaza. La plaza estaba llena de gente. Vagabundos, marineros, mujeres regateando en los puestos, mujeres de vida alegre en las puertas de algunas viviendas, algunos hombres bien vestidos comprando esclavos y mercaderes intentando vender sus mercancias se agolpaban en aquel lugar. El bullicio y los diferentes olores de todo aquello llenaba el aire. Gunnar tomo aire y dijo:
- Creo que deberiamos comprar lo que necesitemos y volver al muelle para ver lo que ese viejo loco nos consigue para tripulacion.
- Esta bien, dentro de 2 horas en el muelle.- Dijo Jack.
Sus tres compañeros asintieron y se separaron. Jack se dirigio hacia una pequeña armeria que habia dos calles mas abajo. Sabia que el dueño de aquel local era un hombre de fama, y queria cambiar su viejo sable:
- ¿Tienes prisa Jack?.
Este se giro y alli, encima de varios toneles de agua estaba sentada Katy. Sus piernas colgaban y se movian al compas de una melodia que salia de una pequeña fonda que habia al lado. Jack se quito el sombrero y se rasco la cabeza con suavidad, después se coloco de nuevo el sombrero y le respondio:
- Tengo que visitar a un amigo.
- ¿Alguien como tu tiene amigos?, me sorprende.- Respondio mientras daba un salto y se acercaba a él.
- Bueno, es una manera de llamarlo.
- Entiendo, pues que tengas suerte, pero recuerda una cosa, alli donde vayas, habra alguien que te este observando.
Jack fruncio el ceño y con gesto serio dijo:
- ¿Porque tantas amenazas?
Tomo uno de sus puñales y cogiendolo por el filo le ofrecio el mango a Katy:
- Puedes acabar el trabajo ahora si te place, y cortarme el gaznate ahora mismo si es tu deseo.
Katy cogio el puñal y con un movimiento suave puso el filo en la garganta de Jack, apreto con algo mas de fuerza, pero sin clavarlo. Un pequeño corte hizo que sangrara levemente:
- No me tientes Jack, no me tientes.
Despues se dio la vuelta y se guardo el puñal en su cinto. Dio media vuelta y enfilo calle abajo silbando una vieja cancion de mar.
Jack se toco la garganta y vio sus dedos manchados por el pequeño corte. Sonrio y se dirigio a la armeria. Aquella jovencita estaba mal de la cabeza, pero algo en ella le gustaba.
Katy sonreia tranquilamente mientras acariciaba el mango de su nueva daga he iba silbando. "Un bonito regalo el que le habia ofrecido Jack, si señor!"
- Tomare nota de su consejo Sr. Darin, descuide, ahora, si es tan amable le pediria que soltara mi brazo.
El tono tranquilo de voz de Jack sorprendio al Sr. Darin, pues cualquier otro hubiera saltado por mucho menos. Pero aun asi no se fiaba, era el hijo del mismisimo diablo. Por sus venas corria la sangre del maldito "Carnicero", y no era cualquier cosa:
- Nunca olvideis mis palabras Sr.O´Briam, pues yo no las olvidare.
Despues de decir esto, solto su presa y se acerco a la mesa donde habia estado sentado. Dio un largo trago a su jarra y salio del "Almirante":
John golpeo en la espalda de Jack con fuerza y le dijo:
- Creo que esto va a ser un paseo de rosas querido amigo!.
- Cierto Jack, no se si tengo mas miedo de que me claven un puñal por la espalda o de los hombres del "Carnicero".- Respondio Peter mientras se acariciaba la perilla con una sonrisa sarcastica.
- Tranquilos camaradas, no sucedera nada.- Concluyo Jack mientras enfilaba hacia la puerta de salida.
Los cuatro hombres salieron del "Almirante" y observaron la plaza. La plaza estaba llena de gente. Vagabundos, marineros, mujeres regateando en los puestos, mujeres de vida alegre en las puertas de algunas viviendas, algunos hombres bien vestidos comprando esclavos y mercaderes intentando vender sus mercancias se agolpaban en aquel lugar. El bullicio y los diferentes olores de todo aquello llenaba el aire. Gunnar tomo aire y dijo:
- Creo que deberiamos comprar lo que necesitemos y volver al muelle para ver lo que ese viejo loco nos consigue para tripulacion.
- Esta bien, dentro de 2 horas en el muelle.- Dijo Jack.
Sus tres compañeros asintieron y se separaron. Jack se dirigio hacia una pequeña armeria que habia dos calles mas abajo. Sabia que el dueño de aquel local era un hombre de fama, y queria cambiar su viejo sable:
- ¿Tienes prisa Jack?.
Este se giro y alli, encima de varios toneles de agua estaba sentada Katy. Sus piernas colgaban y se movian al compas de una melodia que salia de una pequeña fonda que habia al lado. Jack se quito el sombrero y se rasco la cabeza con suavidad, después se coloco de nuevo el sombrero y le respondio:
- Tengo que visitar a un amigo.
- ¿Alguien como tu tiene amigos?, me sorprende.- Respondio mientras daba un salto y se acercaba a él.
- Bueno, es una manera de llamarlo.
- Entiendo, pues que tengas suerte, pero recuerda una cosa, alli donde vayas, habra alguien que te este observando.
Jack fruncio el ceño y con gesto serio dijo:
- ¿Porque tantas amenazas?
Tomo uno de sus puñales y cogiendolo por el filo le ofrecio el mango a Katy:
- Puedes acabar el trabajo ahora si te place, y cortarme el gaznate ahora mismo si es tu deseo.
Katy cogio el puñal y con un movimiento suave puso el filo en la garganta de Jack, apreto con algo mas de fuerza, pero sin clavarlo. Un pequeño corte hizo que sangrara levemente:
- No me tientes Jack, no me tientes.
Despues se dio la vuelta y se guardo el puñal en su cinto. Dio media vuelta y enfilo calle abajo silbando una vieja cancion de mar.
Jack se toco la garganta y vio sus dedos manchados por el pequeño corte. Sonrio y se dirigio a la armeria. Aquella jovencita estaba mal de la cabeza, pero algo en ella le gustaba.
Katy sonreia tranquilamente mientras acariciaba el mango de su nueva daga he iba silbando. "Un bonito regalo el que le habia ofrecido Jack, si señor!"
Última edición por El_Mercenario el Jue Sep 16, 2010 8:21 am, editado 1 vez
El_Mercenario- Caballero
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Re: El viejo muelle
Había mucho que hacer y el señor Darin no tardaría en llegar al puerto donde estaba atracado el Lost Souls. Katy sabía lo que necesitaba y no perdió un segundo en llegar donde quería por el camino más corto. En el barrio de los artesano, llamó a una puerta cuyos apliques denotaban que en su interior, había maestros orfebres y herreros consumados. Llamó un par de veces y la puerta se abrió, dejando entrar la luz a una estancia de atmósfera polvorienta y pesada.
-Me debes dinero.
-Sí, ya lo sé, pero no vengo a pagar, vengo a pedirte algo.
-Así me gusta Katy, que no te des por aludida y creas que estoy para tirar mis ganancias a los puercos.
-Vamos, ya sabes que te lo pagaré todo, algún día pero te lo pagaré. Además no puedes quejarte, cuando me necesitas, acudo de inmediato.
-Sí, ya, algún día. Pero con algún día no se come Katy. ¿Qué es lo que quieres?.
Katy sacó un papel redoblado de su bolsillo y se lo mostró al hombre que se rascaba la cabeza mientras intentaba deducir para qué querría algo así la muchacha. Cogió el papel y se lo acercó más a la vista, sin duda castigada por horas de fija mirada en pequeñas piezas. Arrugó la nariz y chasqueó la lengua un par de veces.
-Tendrás que decirme para qué lo quieres.
-Eso ya lo suponía, tú hazlo y luego yo te lo mostraré.
No muy conforme, porque aquella era una promesa vacía, el orfebre asintió y le hizo un gesto a Katy para que se marchara. Tenía curiosidad en fabricar lo que Katy le había pedido, y esta siempre tenía prisa por ir a algún sitio, así que no tardó en encontrarse de nuevo solo.
Katy pasó por un par de sitios más donde ultimó detalles de lo que quería. Casi todo material para armar el Lost Souls y después marchó al puerto. No tardó en divisar a los hombres de Jack, que se había encargado de llenar la despensa del navío y a los cuales saludó con una inclinación al más estilo francés.
-Caballeros.
-Señorita Orson, llega el pedido de víveres.-contestó Peter con la palabra y con el gesto acorde al de Katy.
-Señor Peter Loquesea, si sigue usted comportándose como un gentil caballero, tendré que dudar de su alma de marino.
-Señorita Orson, no tema usted, solo soy un rufián con modales.
-Sí, eso me parecía a mí, la mona aunque se vista de seda, mona se queda.
Peter apretó una sonrisa y volvió a inclinarse admitiendo la broma, mientras que los demás reían abiertamente.
-Peter, me temo que por muy caballeroso que te muestres…
-Qué sabrás tú-contestó al bueno de Gunnar, al tiempo que se ponía manos a la obra para cargar las primeras cestas de víveres.
El señor Darin había cumplido con su promesa, y pronto llegó la tripulación que se afanó en ayudar a los amigos de Jack. Un par de carros más llegaron con el resto de provisiones.
-Señorita Orson, has invertido mucho dinero en esto, se ve que tu interés es grande.
-Sí, no uso el dinero que mi padre tenía, quizá usarlo en algo para vengarle sea lo más adecuado. No pensarías que lo gastaría en vestidos.
-No desde luego, aunque te sentarían bien.
-Pero no me sentaría tan bien llevarlo mientras nos atacan por sorpresa ¿Te imaginas?
Los dos comenzaron a reír ante las miradas de la tripulación y de los hombres de Jack. Ahora solo faltaba que llegaran las últimas cosas que embarcar y Jack, del cual no sabían nada desde que dejaran El Almirante.
-¿Te fías de él?
-Si lo hiciera al 100% estaría loca. No sé, en algunas ocasiones pienso que es una trampa, que lo que quiere es quitarme la llave. En otras que por alguna razón necesita librarse de su padre. La verdad es que estoy confusa, pero sí de todo esto obtengo la venganza que busco, creo que merecerá la pena el riesgo.
-Sí, pero no dejes que tu necesidad de dar respuestas a tus preguntas y de poner punto final a la historia de tu padre, te ciegue.
-No lo hará señor Darin, descuida.
El viejo pirata asintió satisfecho, aun así estaría alerta, Katy era como la hija que nunca tendría y desde que la conociera, así lo había considerado. Cuando quedó huérfana, ese sentimiento se acentuó mucho más. De alguna manera, ser su protector le aliviaba la culpa de no haber estado junto al padre de Katy antes de su muerte.
-Me debes dinero.
-Sí, ya lo sé, pero no vengo a pagar, vengo a pedirte algo.
-Así me gusta Katy, que no te des por aludida y creas que estoy para tirar mis ganancias a los puercos.
-Vamos, ya sabes que te lo pagaré todo, algún día pero te lo pagaré. Además no puedes quejarte, cuando me necesitas, acudo de inmediato.
-Sí, ya, algún día. Pero con algún día no se come Katy. ¿Qué es lo que quieres?.
Katy sacó un papel redoblado de su bolsillo y se lo mostró al hombre que se rascaba la cabeza mientras intentaba deducir para qué querría algo así la muchacha. Cogió el papel y se lo acercó más a la vista, sin duda castigada por horas de fija mirada en pequeñas piezas. Arrugó la nariz y chasqueó la lengua un par de veces.
-Tendrás que decirme para qué lo quieres.
-Eso ya lo suponía, tú hazlo y luego yo te lo mostraré.
No muy conforme, porque aquella era una promesa vacía, el orfebre asintió y le hizo un gesto a Katy para que se marchara. Tenía curiosidad en fabricar lo que Katy le había pedido, y esta siempre tenía prisa por ir a algún sitio, así que no tardó en encontrarse de nuevo solo.
Katy pasó por un par de sitios más donde ultimó detalles de lo que quería. Casi todo material para armar el Lost Souls y después marchó al puerto. No tardó en divisar a los hombres de Jack, que se había encargado de llenar la despensa del navío y a los cuales saludó con una inclinación al más estilo francés.
-Caballeros.
-Señorita Orson, llega el pedido de víveres.-contestó Peter con la palabra y con el gesto acorde al de Katy.
-Señor Peter Loquesea, si sigue usted comportándose como un gentil caballero, tendré que dudar de su alma de marino.
-Señorita Orson, no tema usted, solo soy un rufián con modales.
-Sí, eso me parecía a mí, la mona aunque se vista de seda, mona se queda.
Peter apretó una sonrisa y volvió a inclinarse admitiendo la broma, mientras que los demás reían abiertamente.
-Peter, me temo que por muy caballeroso que te muestres…
-Qué sabrás tú-contestó al bueno de Gunnar, al tiempo que se ponía manos a la obra para cargar las primeras cestas de víveres.
El señor Darin había cumplido con su promesa, y pronto llegó la tripulación que se afanó en ayudar a los amigos de Jack. Un par de carros más llegaron con el resto de provisiones.
-Señorita Orson, has invertido mucho dinero en esto, se ve que tu interés es grande.
-Sí, no uso el dinero que mi padre tenía, quizá usarlo en algo para vengarle sea lo más adecuado. No pensarías que lo gastaría en vestidos.
-No desde luego, aunque te sentarían bien.
-Pero no me sentaría tan bien llevarlo mientras nos atacan por sorpresa ¿Te imaginas?
Los dos comenzaron a reír ante las miradas de la tripulación y de los hombres de Jack. Ahora solo faltaba que llegaran las últimas cosas que embarcar y Jack, del cual no sabían nada desde que dejaran El Almirante.
-¿Te fías de él?
-Si lo hiciera al 100% estaría loca. No sé, en algunas ocasiones pienso que es una trampa, que lo que quiere es quitarme la llave. En otras que por alguna razón necesita librarse de su padre. La verdad es que estoy confusa, pero sí de todo esto obtengo la venganza que busco, creo que merecerá la pena el riesgo.
-Sí, pero no dejes que tu necesidad de dar respuestas a tus preguntas y de poner punto final a la historia de tu padre, te ciegue.
-No lo hará señor Darin, descuida.
El viejo pirata asintió satisfecho, aun así estaría alerta, Katy era como la hija que nunca tendría y desde que la conociera, así lo había considerado. Cuando quedó huérfana, ese sentimiento se acentuó mucho más. De alguna manera, ser su protector le aliviaba la culpa de no haber estado junto al padre de Katy antes de su muerte.
Re: El viejo muelle
Mientras frotaba con suavidad los dedos de su mano derecha manchados con su propia sangre y observaba como se iba secando, Jack pensaba en Katy. Aquella muchacha había tenido una vida dificil. Un naufragio, la perdida de su padre, tener que cuidar de unos muchachos siendo ella aun una jovencita y ademas tener que hacer frente a toda la chusma que se arremolinaba en aquella cloaca llamada puerto. No debía ser nada fácil tener que escuchar las palabras de un extraño que le dijera porque y como había sido traicionado su padre y contarle que su padre había sido asesinado vilmente.
Mientras iba pensando todas esas cosas, Jack avanzada hacia la armeria de de Luke Lefallet. Un reputado herrero, que solia fabricar el mejor acero en muchas millas a la redonda. Era un Frances desterrado de su patria, que después de andar de un lado para otro, había terminado por asentarse en aquel lugar y crear su pequeño negocio.
No habían pasado ni cinco minutos desde que Katy había desaparecido con su daga entre las callejuelas cuando Jack había llegado a su destino. Una pequeña puerta de madera, decorada con un escudo de armas meticulosamente tallado daba la bienvenida a los extraños. Sobre la puerta se podía leer el nombre de Lefallet. Dos pequeñas ventanas iban a cada lado de la puerta. En una de ellas se podia dislumbrar un pequeño destello de luz. Posiblemente de alguna vela que iluminaba el interior.
Jack golpeo la puerta con los nudillos de su mano y espero pacientemente. Instantes después apareció ante él un pequeño y regordete hombre. Llevaba unos peculiares cristales en sus ojos y algo parecido a un delantal de cuero colgaba de su cuello. En sus manos un trozo de tela sucio era utilizado para limpiar sus manos. Su frente, brillante por las gotas de sudor y su rostro rojo demostraban que estaba trabajando desde hacía horas:
- Buenos dias, ¿le puedo servir en algo?.- Respondió el hombre con una voz suave y casi imperceptible.
- Busco al maestro Luke Lefallet, ¿me podría alludar?.
El hombre abrió un poco mas la puerta y le respondió:
- Pase, pase, enseguida estara con usted.
Jack se retiro el sombrero y paso al interior de la casa. Un holor embriagador lleno sus pulmones, no sabía muy bien de donde provenía, pero era agradable. Miro a un lado y a otro mientras el hombre regordete cerraba la puerta:
- Por favor, tome asiento, enseguida estara Luke con usted.
Jack vio una mesa con varios taburetes y después de dejar su sombrero sobre la mesa tomo asiento. El hombre dejo el trapo sucio en uno de sus bolsillos, abrió una pequeña puerta y desapareció detrás de ella.
Jack observo las paredes de aquella casa. Allí, colgadas había un monton de armas de diferentes modelos. Pequeñas dagas, un florete español, un machete tosco, varias hachas de diferentes formas y tamaños. Estaba entretenido en observar todas aquellas armas cuando se volvió a abrir la puerta. Jack se puso en pie y vio aparecer al hombre regordete de nuevo:
- Buenos días, yo soy el señor Lefallet, ¿en que puedo ayudarle?.
Jack observo que se había dejado los extraños cristales en algun lugar, se había quitado el sudor y se había lavado un poco. Además, ya no llevaba colgado el extraño delantal de cuero:
- Buenos días señor Lefallet, no sabía que erais vos.
- No pasa nada joven, no tengo muchas visitas, con lo cual, no me conoce mucha gente.
Jack asintio con la cabeza:
- Vera, he oido hablar muy bien de vos, y me gustaría comprar un par de sables fabricados por usted.
- ¿Que tipo de sables?.- Preguntó el señor Lefallet.
- Se que usted entrego un sable especial para el "Carnicero",- Lefallet dejo lo que tenía entre sus manos y observo al joven- y se que aquel sable formaba parte de un juego de tres sables identicos, quisiera esos dos sables.
Lefallet frunció el ceño, "¿quien era aquel joven que sabia la existencia de dichas armas?". Durante unos segundos observo sin responder al joven, luego le pregunto:
- ¿Puedo saber quien me pregunta por la existencia de dichos sables?.
- Mi nombre es Jack, Jack O´Briam, soy el hijo del "Carnicero".
Lefallet no se inmuto ante las palabras de Jack. Lo observo detenidamente, "así que aquel era el hijo del mayor asesino que había conocido". Saco una pequeña pipa de su camisa y tomando una astilla humeante que habia junto a una vela dio fuego a la pipa. Luego respondió:
- Esos sables solo tienen un cometido, y es matar al "Carnicero".
- Lo se, una espara la señorita Katy y la otra para mi. Lo unico que deseo en esta vida es quitarle la vida, y solo podré hacerlo si tengo uno de esos sables.
Lefallet había estado esperando muchos años a escuchar aquellas palabras. La profecía empezaba a suceder. El hijo del tirano terminaria con los años de oscuridad.
Lefallet se puso en pie y le dijo:
- Sigue muchacho.
Los dos hombres entraron en una nueva habitación y desaparecieron.
Era casi la hora en la que había quedado con sus hombres en el puerto y Jack se apresuro. En su cinto llevaba un nuevo sable y a su espalda llevaba algo colgado tapado por un lino rojo. Se apresuro a llegar al puerto, debía ser puntual, pero las campanas de la vieja iglesia decían lo contrario.
Cuando llego por fin al puerto pudo ver el navio de Katy lleno de hombres trabajando. Vio a Peter y a Gunnar cargando unos pesados bultos y a Katy con el señor Darin en el castillo de popa dando ordenes sin cesar. Era una bonita estampa lo que podían ver sus ojos desde allí. Con grandes zancadas se apresuro a llegar a su destino. El viaje estaba apunto de comenzar.
Mientras iba pensando todas esas cosas, Jack avanzada hacia la armeria de de Luke Lefallet. Un reputado herrero, que solia fabricar el mejor acero en muchas millas a la redonda. Era un Frances desterrado de su patria, que después de andar de un lado para otro, había terminado por asentarse en aquel lugar y crear su pequeño negocio.
No habían pasado ni cinco minutos desde que Katy había desaparecido con su daga entre las callejuelas cuando Jack había llegado a su destino. Una pequeña puerta de madera, decorada con un escudo de armas meticulosamente tallado daba la bienvenida a los extraños. Sobre la puerta se podía leer el nombre de Lefallet. Dos pequeñas ventanas iban a cada lado de la puerta. En una de ellas se podia dislumbrar un pequeño destello de luz. Posiblemente de alguna vela que iluminaba el interior.
Jack golpeo la puerta con los nudillos de su mano y espero pacientemente. Instantes después apareció ante él un pequeño y regordete hombre. Llevaba unos peculiares cristales en sus ojos y algo parecido a un delantal de cuero colgaba de su cuello. En sus manos un trozo de tela sucio era utilizado para limpiar sus manos. Su frente, brillante por las gotas de sudor y su rostro rojo demostraban que estaba trabajando desde hacía horas:
- Buenos dias, ¿le puedo servir en algo?.- Respondió el hombre con una voz suave y casi imperceptible.
- Busco al maestro Luke Lefallet, ¿me podría alludar?.
El hombre abrió un poco mas la puerta y le respondió:
- Pase, pase, enseguida estara con usted.
Jack se retiro el sombrero y paso al interior de la casa. Un holor embriagador lleno sus pulmones, no sabía muy bien de donde provenía, pero era agradable. Miro a un lado y a otro mientras el hombre regordete cerraba la puerta:
- Por favor, tome asiento, enseguida estara Luke con usted.
Jack vio una mesa con varios taburetes y después de dejar su sombrero sobre la mesa tomo asiento. El hombre dejo el trapo sucio en uno de sus bolsillos, abrió una pequeña puerta y desapareció detrás de ella.
Jack observo las paredes de aquella casa. Allí, colgadas había un monton de armas de diferentes modelos. Pequeñas dagas, un florete español, un machete tosco, varias hachas de diferentes formas y tamaños. Estaba entretenido en observar todas aquellas armas cuando se volvió a abrir la puerta. Jack se puso en pie y vio aparecer al hombre regordete de nuevo:
- Buenos días, yo soy el señor Lefallet, ¿en que puedo ayudarle?.
Jack observo que se había dejado los extraños cristales en algun lugar, se había quitado el sudor y se había lavado un poco. Además, ya no llevaba colgado el extraño delantal de cuero:
- Buenos días señor Lefallet, no sabía que erais vos.
- No pasa nada joven, no tengo muchas visitas, con lo cual, no me conoce mucha gente.
Jack asintio con la cabeza:
- Vera, he oido hablar muy bien de vos, y me gustaría comprar un par de sables fabricados por usted.
- ¿Que tipo de sables?.- Preguntó el señor Lefallet.
- Se que usted entrego un sable especial para el "Carnicero",- Lefallet dejo lo que tenía entre sus manos y observo al joven- y se que aquel sable formaba parte de un juego de tres sables identicos, quisiera esos dos sables.
Lefallet frunció el ceño, "¿quien era aquel joven que sabia la existencia de dichas armas?". Durante unos segundos observo sin responder al joven, luego le pregunto:
- ¿Puedo saber quien me pregunta por la existencia de dichos sables?.
- Mi nombre es Jack, Jack O´Briam, soy el hijo del "Carnicero".
Lefallet no se inmuto ante las palabras de Jack. Lo observo detenidamente, "así que aquel era el hijo del mayor asesino que había conocido". Saco una pequeña pipa de su camisa y tomando una astilla humeante que habia junto a una vela dio fuego a la pipa. Luego respondió:
- Esos sables solo tienen un cometido, y es matar al "Carnicero".
- Lo se, una espara la señorita Katy y la otra para mi. Lo unico que deseo en esta vida es quitarle la vida, y solo podré hacerlo si tengo uno de esos sables.
Lefallet había estado esperando muchos años a escuchar aquellas palabras. La profecía empezaba a suceder. El hijo del tirano terminaria con los años de oscuridad.
Lefallet se puso en pie y le dijo:
- Sigue muchacho.
Los dos hombres entraron en una nueva habitación y desaparecieron.
Era casi la hora en la que había quedado con sus hombres en el puerto y Jack se apresuro. En su cinto llevaba un nuevo sable y a su espalda llevaba algo colgado tapado por un lino rojo. Se apresuro a llegar al puerto, debía ser puntual, pero las campanas de la vieja iglesia decían lo contrario.
Cuando llego por fin al puerto pudo ver el navio de Katy lleno de hombres trabajando. Vio a Peter y a Gunnar cargando unos pesados bultos y a Katy con el señor Darin en el castillo de popa dando ordenes sin cesar. Era una bonita estampa lo que podían ver sus ojos desde allí. Con grandes zancadas se apresuro a llegar a su destino. El viaje estaba apunto de comenzar.
El_Mercenario- Caballero
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Fecha de inscripción : 30/07/2010
Re: El viejo muelle
Katy vio llegar a Jack, aunque no estaba pensando en él precisamente. Con un poco de suerte, esa misma noche, el orfebre le habría fabricado su objeto y al día siguiente zarparían. Lo que aun no sabía exactamente era hacia donde, pues eso era competencia de Jack. Era una suerte, porque conocer dónde se escondía el "Misericordia" no era tarea fácil. Un día estaba aquí, al dia siguiente se perdía su pista, dos meses más tarde en un puerto del sur y así siempre, alentando su fama de barco fantasma. Pero en aquella ocasión Katy contaba con un as en la manga y ese as era Jack. Darin se separó de ella para ir a reprender a uno de los marineros que no tenía especial cuidado en la carga que llevaba y Katy pasó la mirada por todos en general. Peter la saludó de nuevo y ella le sacó la lengua. Gunnar tomó un cesto de patatas y como si tal cosa se lo echó al hombro mientras le decía algo a John. Todos tenían sus cosas que hacer y Katy solo podía esperar.
-Jack- llamó moviendo la mano para que supiera de donde venía la voz.-Ya pensaba que tendría que mandar a buscarte. Recuerda que eres mi brújula en todo esto, no puedo permitirme que desaparezcas.
Bajó del castillo, con la daga que le había quitado en la mano y jugueteando con ella. Luego se la guardó indicando que no era algo que fuera a devolver. Le gustaba, tenía buena pinta, no pesaba y tenía un filo muy conseguido. Era una buena pieza para la defensa. Y fue cuando vio que Jack portaba algo a su espalda.
-¿Qué llevas ahí?
-Ven conmigo adentro y te lo diré.
-¿No puede ser aquí?
-¿No te fías de mi? Tienes mi daga, es más rápida que mi sable.
-NO me fío de nadie pero en fin. Vamos al castillo. Los preparativos van como estaba planeado, creo que mañana temprano podemos zarpar. Durante el viaje, haré algunas modificaciones, quizá necesite de vuestra ayuda además de la tripulación para llevar a cabo algunas reformas que tengo que hacerle a este cascarón si queremos enfrentarlo con el “Misericordia”.
-Claro, no hay problema, perseguir el barco de mi padre no es cosa de un día. Hay tiempo para todo.
Entraron en el castillo y Katy se sentó en su silla con alas esperando la respuesta de Jack.
-¿Y bien?
Mientras , en la ciudad, el orfebre comenzaba su trabajo con tanta curiosidad como dedicación en lo que hacía. Katy tenía la cabeza llena de cosas extrañas y objetos como aquel eran habituales que salieran de su imaginación y terminaran siendo creados de manos del orfebre. En una ocasión le mandó fabricar una caja cuya forma de cerrarse y abrirse era en extremo segura y sin embargo tan sencilla que nadie conseguiría abrirla sin saberlo previamente. Cosas como aquella le daban crédito a Katy, que no siempre pagaba lo que le fabricaba ene l momento, o si lo hacía era en forma de otros objetos. Sin embargo, esta vez lo que le había pedido era algo caro de hacer y confiaba en que Katy tuviera algo más que cachivaches para pagar. Para la noche, estaría terminado y él en persona iría a llevarlo al Lost Souls que estaría como siempre atracado al final del viejo muelle
-Jack- llamó moviendo la mano para que supiera de donde venía la voz.-Ya pensaba que tendría que mandar a buscarte. Recuerda que eres mi brújula en todo esto, no puedo permitirme que desaparezcas.
Bajó del castillo, con la daga que le había quitado en la mano y jugueteando con ella. Luego se la guardó indicando que no era algo que fuera a devolver. Le gustaba, tenía buena pinta, no pesaba y tenía un filo muy conseguido. Era una buena pieza para la defensa. Y fue cuando vio que Jack portaba algo a su espalda.
-¿Qué llevas ahí?
-Ven conmigo adentro y te lo diré.
-¿No puede ser aquí?
-¿No te fías de mi? Tienes mi daga, es más rápida que mi sable.
-NO me fío de nadie pero en fin. Vamos al castillo. Los preparativos van como estaba planeado, creo que mañana temprano podemos zarpar. Durante el viaje, haré algunas modificaciones, quizá necesite de vuestra ayuda además de la tripulación para llevar a cabo algunas reformas que tengo que hacerle a este cascarón si queremos enfrentarlo con el “Misericordia”.
-Claro, no hay problema, perseguir el barco de mi padre no es cosa de un día. Hay tiempo para todo.
Entraron en el castillo y Katy se sentó en su silla con alas esperando la respuesta de Jack.
-¿Y bien?
Mientras , en la ciudad, el orfebre comenzaba su trabajo con tanta curiosidad como dedicación en lo que hacía. Katy tenía la cabeza llena de cosas extrañas y objetos como aquel eran habituales que salieran de su imaginación y terminaran siendo creados de manos del orfebre. En una ocasión le mandó fabricar una caja cuya forma de cerrarse y abrirse era en extremo segura y sin embargo tan sencilla que nadie conseguiría abrirla sin saberlo previamente. Cosas como aquella le daban crédito a Katy, que no siempre pagaba lo que le fabricaba ene l momento, o si lo hacía era en forma de otros objetos. Sin embargo, esta vez lo que le había pedido era algo caro de hacer y confiaba en que Katy tuviera algo más que cachivaches para pagar. Para la noche, estaría terminado y él en persona iría a llevarlo al Lost Souls que estaría como siempre atracado al final del viejo muelle
Re: El viejo muelle
Jack observo a Katy sentada en su silla con alas. Un hilo de luz entraba en la estancia por uno de los ventanucos y acariciaba la piel de Katy y su peculiar sillon. Durante unos segundos a Jack le parecio estar ante un angel, aunque con alas negras. Una peculiar vision. Borro la imagen de su mente y se centro en lo que tenía entre manos.
Se aproximo a la mesa que estaba junto a Katy y dejo el bulto sobre ella, luego le dijo:
- Abrelo con cuidado y dime que te parece.
A Katy no le hacia gracia que Jack no fuera mas directo y contase las cosas sin tantos rodeos. Cogio con sus manos el lino rojo y fue desenvolviendo el bulto. Una vez retirado se encontro con una hermosa espada, estaba protegida por una funda de cuero negro. La empuñadura era muy hermosa, adornada con varios rubies de diferentes colores. Katy miro a Jack y le dijo:
- Veo que te gustan las armas ostentosas, ¿vienes aqui a enseñarme solo esto? ¿el sable que te has comprado? ¿para esto tanto misterio?.- Katy empezo a enojarse, tenia cosas mejores que hacer.
- No lo has entendido Katy, es un regalo para ti.- Dijo Jack mientras la cogia y se la acercaba a ella que daba vueltas gruñendo en la habitacion.
- ¿Para mi?, yo ya tengo mi sable Jack, no necesito esa baratija que solo puede ser usada en un museo.- Respondió mientras acariciaba el sable que llevaba en su cintura.
- Este sable es mas que una pieza bonita, es la hermana gemela de la que yo tengo para mi y la que tiene mi padre.- Katy presto atención y se fijo en ambos sables- Estos sables fueron maldecidos cuando sus dueños fueron traicionados por mi padre. La maldición dice que el día que se junten, cobraran la venganza por lo que hizo. Y que solo ese día mi padre podra ser asesinado.
Katy se acerco a Jack. Aquel hombre era demasiado supersticioso, demonios, maldiciones, no sabia pensar en otra cosa. Acaricio el filo de la espada y luego su empuñadura. La tomo entre sus dedos y la hizo bailar al son de su muñeca. Jack observaba con una pequeña sonrisa la escena. No cabia duda de que Katy sabia moverse.
Al tomar la espada entre sus manos Katy sintio como si aquella espada fuera una prolongacion de su brazo. No pesaba practicamente nada, era la mas manejable que jamas habia tenido o habia visto, en definitiva, le gustaba. Observo a Jack y al verle sonriente se detuvo y le dijo:
- ¿Donde esta la gracia?.
- No me reía de vos, solo os observaba.
Dando dos pasos rápidos Katy se avalanzo sobre Jack y le puso la espada de nuevo en el gaznate:
- Creo que no es buena idea que os burleis de mi.- Dijo ella mientras apretaba un poco la punta.
- No me burlo de ti, pero me estoy cansando de este juego.
- Yo no juego, suerte de que os necesite, sino ya hubiera acabado contigo.
Katy se retiro silbando y guardo la espada en su funda. Luego se dispuso a colgarsela. Jack estaba un poco enojado y se dispuso a salir. Cuando estaba en la puerta se giro y le dijo:
- Si lo que tanto deseais es afeitarme, solo teneis que pedirmelo.- Dijo con tono burlon.
Katy bufo de rabia y saco rápidamente la daga que habia sisado a Jack a la mañana. Ella lanzo la daga y el salio apresuradamente. La daga se clavo en la puerta justo cuando se cerraba. ¡Maldito sinverguenza! penso Katy. Jack se apresuro a alejarse del castillo de popa pues no era muy amigo de las mujeres enojadas. Peter y Gunnar le vieron alejarse con una sonrisa y al pasar junto a ellos le pregunto sarcastico Peter:
- ¿Algun problema amigo?.
- No no, nada que no se pueda solucionar con una buena ducha fria.- Respondio Jack mientras se alejaba.
Katy guardo silencio mientras observaba la empuñadura de la daga. Luego termino de colocarse el cinto y se acercó a la puerta. La saco no sin esfuerzo y acaricio con un dedo la punta afilada:
- Jack, Jack, Jack, mucho te gusta jugar y al final te cortaras.- Dijo con una sonrisa en sus labios.
Aquel hombre la sacaba de sus casillas, pero algo le decia que en el fondo no era mas que un busca lios. ¿Y a caso a ella no le gustaban los lios?. Luego guardo su daga y salio a la cubierta de su nave.
Se aproximo a la mesa que estaba junto a Katy y dejo el bulto sobre ella, luego le dijo:
- Abrelo con cuidado y dime que te parece.
A Katy no le hacia gracia que Jack no fuera mas directo y contase las cosas sin tantos rodeos. Cogio con sus manos el lino rojo y fue desenvolviendo el bulto. Una vez retirado se encontro con una hermosa espada, estaba protegida por una funda de cuero negro. La empuñadura era muy hermosa, adornada con varios rubies de diferentes colores. Katy miro a Jack y le dijo:
- Veo que te gustan las armas ostentosas, ¿vienes aqui a enseñarme solo esto? ¿el sable que te has comprado? ¿para esto tanto misterio?.- Katy empezo a enojarse, tenia cosas mejores que hacer.
- No lo has entendido Katy, es un regalo para ti.- Dijo Jack mientras la cogia y se la acercaba a ella que daba vueltas gruñendo en la habitacion.
- ¿Para mi?, yo ya tengo mi sable Jack, no necesito esa baratija que solo puede ser usada en un museo.- Respondió mientras acariciaba el sable que llevaba en su cintura.
- Este sable es mas que una pieza bonita, es la hermana gemela de la que yo tengo para mi y la que tiene mi padre.- Katy presto atención y se fijo en ambos sables- Estos sables fueron maldecidos cuando sus dueños fueron traicionados por mi padre. La maldición dice que el día que se junten, cobraran la venganza por lo que hizo. Y que solo ese día mi padre podra ser asesinado.
Katy se acerco a Jack. Aquel hombre era demasiado supersticioso, demonios, maldiciones, no sabia pensar en otra cosa. Acaricio el filo de la espada y luego su empuñadura. La tomo entre sus dedos y la hizo bailar al son de su muñeca. Jack observaba con una pequeña sonrisa la escena. No cabia duda de que Katy sabia moverse.
Al tomar la espada entre sus manos Katy sintio como si aquella espada fuera una prolongacion de su brazo. No pesaba practicamente nada, era la mas manejable que jamas habia tenido o habia visto, en definitiva, le gustaba. Observo a Jack y al verle sonriente se detuvo y le dijo:
- ¿Donde esta la gracia?.
- No me reía de vos, solo os observaba.
Dando dos pasos rápidos Katy se avalanzo sobre Jack y le puso la espada de nuevo en el gaznate:
- Creo que no es buena idea que os burleis de mi.- Dijo ella mientras apretaba un poco la punta.
- No me burlo de ti, pero me estoy cansando de este juego.
- Yo no juego, suerte de que os necesite, sino ya hubiera acabado contigo.
Katy se retiro silbando y guardo la espada en su funda. Luego se dispuso a colgarsela. Jack estaba un poco enojado y se dispuso a salir. Cuando estaba en la puerta se giro y le dijo:
- Si lo que tanto deseais es afeitarme, solo teneis que pedirmelo.- Dijo con tono burlon.
Katy bufo de rabia y saco rápidamente la daga que habia sisado a Jack a la mañana. Ella lanzo la daga y el salio apresuradamente. La daga se clavo en la puerta justo cuando se cerraba. ¡Maldito sinverguenza! penso Katy. Jack se apresuro a alejarse del castillo de popa pues no era muy amigo de las mujeres enojadas. Peter y Gunnar le vieron alejarse con una sonrisa y al pasar junto a ellos le pregunto sarcastico Peter:
- ¿Algun problema amigo?.
- No no, nada que no se pueda solucionar con una buena ducha fria.- Respondio Jack mientras se alejaba.
Katy guardo silencio mientras observaba la empuñadura de la daga. Luego termino de colocarse el cinto y se acercó a la puerta. La saco no sin esfuerzo y acaricio con un dedo la punta afilada:
- Jack, Jack, Jack, mucho te gusta jugar y al final te cortaras.- Dijo con una sonrisa en sus labios.
Aquel hombre la sacaba de sus casillas, pero algo le decia que en el fondo no era mas que un busca lios. ¿Y a caso a ella no le gustaban los lios?. Luego guardo su daga y salio a la cubierta de su nave.
El_Mercenario- Caballero
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Fecha de inscripción : 30/07/2010
Re: El viejo muelle
Se apretó el pañuelo de la cabeza mientras pisaba cubierta de nuevo y de igual forma que antes, Gunnar y Peter levantaron la vista de lo que estaban haciendo para mirarla.
-¿Todo bien?-Preguntó Peter con los brazos en jarra.
-Por supuesto señor, esta indefensa dama sabe cuidarse bien, solo tiene que barrer con la escoba los ratones.
Esta vez Gunnar tuvo que taparse la boca para no reír abiertamente y a cambio le dio un codazo a Peter en las costillas, a lo que éste respondió con un pisotón.
-Señores…
Katy se alejó de ellos y se quedó mirando el barco que estaba tres atraques más allá. El Bella Nafil, un barco que conocía bastante bien. Lástima que su tripulación no estuviera a la altura del barco, pero ya se había propuesto que algún día sería suyo. Al fin y al cabo, el Lost Souls era de todos, de Dirty de Fishbone y de los niños, a los que por cierto había dejado a buen recaudo mientras estuviera ausente por el viaje. Si, un barco muy bello.
-Un barco muy bello.
-Sí que lo es, ¿quería algo señor loquesea?.
-Nolan, Peter Nolan.
-Bien, ya me dijo su apellido ¿algo más?
-No, solo miraba el barco como usted. Hay que reconocer que es un barco imponente. Si me permite decirlo, le veo mejor defensa que a este.
-Eso es señor Nolan, porque aun no ha visto de lo que es capaz el Lost Souls. No todo es lo que parece, pero coincido en que tiene una gran defensa.
-Quizá por eso tenemos que mirar bien lo que tenemos delante.
Katy miró al compañero de Jack durante unos segundos sin decir nada y luego siguió con la conversación.
-¿Sabe señor Nolan? Llevo pensado desde hace tiempo en que algún día el Bella Nafil será mío. Me gusta ese barco.
-Quien sabe, a lo mejor algún día yo se lo regalo.
Katy rio quedamente cruzándose de brazos y sentándose en la baranda de proa. Pronto se haría de noche y tenía que esperar a que el orfebre le trajera lo que le había pedido. Pero mientras, no tenía nada mejor que hacer que perder el tiempo o quizá no.
-¿Puedo preguntarle algo señor Nolan?
-Claro.
-Jack me ha traído un sable, dice que es parte de un trío y que es lo que necesitamos para matar a su padre. Pero creo que todo esto es muy extraño, demasiada superstición y no crea que no tengo mis propios demonios, pero es como si el Carnicero perteneciera a otro mundo.
-Es cierto, esos sables se fabricaron los tres exactamente iguales. Iban a ser para tres personas que buscarían el tesoro que nosotros buscamos, pero la traición llegó antes y uno de ellos murió a manos del padre de Jack. Antes de morir le maldijo y confió su sable al tercer compañero, lo que no se es cómo Jack ha dado con ellos, pero bienvenidos sean si con eso alcanzamos nuestro objetivo.
-¿Cuál es el vuestro, el tesoro?
-No, eso es algo supletorio. Quiero venganza, yo también perdí a alguien a manos de O´Brian, además estuve bajo su yugo desde que era un niño y ya vio que tengo cicatrices que lo atestiguan. En ese tiempo conocí a Jack y fue él quien me ayudó a escapar del Misericordia con vida. Tenemos un objetivo común.
-Sí, creo que sí.
-Puede creer o no en supersticiones, quizá cualquier otra arma si se maneja bien puede acabar con un hombre, pero no está de más si las maldiciones funcionan ¿No cree?
-Todo es poco para garantizar una victoria.
-En eso estamos de acuerdo-sonrió ya con los últimos rayos de sol Peter Nolan, algo que le hizo recordar a Katy que tenía una cita importante en el castillo de popa con el orfebre.
-Tengo que irme, siga..siga con lo que estaba haciendo, las cosas no se hacen solas.
Peter asintió con una reverencia que cuando finalizó no obtuvo público que la viera, puesto que Katy le había dejado solo y marchaba en la dirección opuesta.En el castillo de Popa, estaba ya el orfebre esperando a Katy y cuando la vio llegar se levantó de la silla en la que se había sentado.
-¿Ya está hecho?
-Pues claro, no sé cómo lo dudas.
-No lo dudo, es una manera de hablar. Quiero verlo.
-Primero dime para que sirve y luego te lo doy, también te daré el precio que cobro por ello.
-Dinero, dinero siempre igual. Está bien.
Katy se sentó junto al orfebre que tomo de nuevo asiento mientras desenvolvía lo que le había traído y Katy se dispuso a indicarle para que servía cada pieza y el fin para el que el objeto había sido creado. Fuera del castillo, los últimos preparativos se consumaban y la cena era anunciada por la voz cascajosa de un marinero viejo al que le faltaba media oreja.
-¿Todo bien?-Preguntó Peter con los brazos en jarra.
-Por supuesto señor, esta indefensa dama sabe cuidarse bien, solo tiene que barrer con la escoba los ratones.
Esta vez Gunnar tuvo que taparse la boca para no reír abiertamente y a cambio le dio un codazo a Peter en las costillas, a lo que éste respondió con un pisotón.
-Señores…
Katy se alejó de ellos y se quedó mirando el barco que estaba tres atraques más allá. El Bella Nafil, un barco que conocía bastante bien. Lástima que su tripulación no estuviera a la altura del barco, pero ya se había propuesto que algún día sería suyo. Al fin y al cabo, el Lost Souls era de todos, de Dirty de Fishbone y de los niños, a los que por cierto había dejado a buen recaudo mientras estuviera ausente por el viaje. Si, un barco muy bello.
-Un barco muy bello.
-Sí que lo es, ¿quería algo señor loquesea?.
-Nolan, Peter Nolan.
-Bien, ya me dijo su apellido ¿algo más?
-No, solo miraba el barco como usted. Hay que reconocer que es un barco imponente. Si me permite decirlo, le veo mejor defensa que a este.
-Eso es señor Nolan, porque aun no ha visto de lo que es capaz el Lost Souls. No todo es lo que parece, pero coincido en que tiene una gran defensa.
-Quizá por eso tenemos que mirar bien lo que tenemos delante.
Katy miró al compañero de Jack durante unos segundos sin decir nada y luego siguió con la conversación.
-¿Sabe señor Nolan? Llevo pensado desde hace tiempo en que algún día el Bella Nafil será mío. Me gusta ese barco.
-Quien sabe, a lo mejor algún día yo se lo regalo.
Katy rio quedamente cruzándose de brazos y sentándose en la baranda de proa. Pronto se haría de noche y tenía que esperar a que el orfebre le trajera lo que le había pedido. Pero mientras, no tenía nada mejor que hacer que perder el tiempo o quizá no.
-¿Puedo preguntarle algo señor Nolan?
-Claro.
-Jack me ha traído un sable, dice que es parte de un trío y que es lo que necesitamos para matar a su padre. Pero creo que todo esto es muy extraño, demasiada superstición y no crea que no tengo mis propios demonios, pero es como si el Carnicero perteneciera a otro mundo.
-Es cierto, esos sables se fabricaron los tres exactamente iguales. Iban a ser para tres personas que buscarían el tesoro que nosotros buscamos, pero la traición llegó antes y uno de ellos murió a manos del padre de Jack. Antes de morir le maldijo y confió su sable al tercer compañero, lo que no se es cómo Jack ha dado con ellos, pero bienvenidos sean si con eso alcanzamos nuestro objetivo.
-¿Cuál es el vuestro, el tesoro?
-No, eso es algo supletorio. Quiero venganza, yo también perdí a alguien a manos de O´Brian, además estuve bajo su yugo desde que era un niño y ya vio que tengo cicatrices que lo atestiguan. En ese tiempo conocí a Jack y fue él quien me ayudó a escapar del Misericordia con vida. Tenemos un objetivo común.
-Sí, creo que sí.
-Puede creer o no en supersticiones, quizá cualquier otra arma si se maneja bien puede acabar con un hombre, pero no está de más si las maldiciones funcionan ¿No cree?
-Todo es poco para garantizar una victoria.
-En eso estamos de acuerdo-sonrió ya con los últimos rayos de sol Peter Nolan, algo que le hizo recordar a Katy que tenía una cita importante en el castillo de popa con el orfebre.
-Tengo que irme, siga..siga con lo que estaba haciendo, las cosas no se hacen solas.
Peter asintió con una reverencia que cuando finalizó no obtuvo público que la viera, puesto que Katy le había dejado solo y marchaba en la dirección opuesta.En el castillo de Popa, estaba ya el orfebre esperando a Katy y cuando la vio llegar se levantó de la silla en la que se había sentado.
-¿Ya está hecho?
-Pues claro, no sé cómo lo dudas.
-No lo dudo, es una manera de hablar. Quiero verlo.
-Primero dime para que sirve y luego te lo doy, también te daré el precio que cobro por ello.
-Dinero, dinero siempre igual. Está bien.
Katy se sentó junto al orfebre que tomo de nuevo asiento mientras desenvolvía lo que le había traído y Katy se dispuso a indicarle para que servía cada pieza y el fin para el que el objeto había sido creado. Fuera del castillo, los últimos preparativos se consumaban y la cena era anunciada por la voz cascajosa de un marinero viejo al que le faltaba media oreja.
Re: El viejo muelle
Jack entro en la cocina donde John estaba preparando un estofado de carne y algunas cosas mas. El viejo cocinero se desenvolvia perfectamente con una sola pata, mucho mejor que muchos con dos. Al ver llegar a Jack gruño algo que éste no pudo entender:
- ¿Que sucede?.- Preguntó Jack.
- Perfectamente sabes lo que sucede, cada vez que tu apareces por la cocina termina desapareciendo alguna pieza de mi despensa.
Jack puso cara de inocente y señalandose a si mismo dijo con cara perpleja:
- ¿Me estais diciendo que os robo comida?.
- Vamos muchacho, no te hagas el despistado que aquí nos conocemos todos.
Jack comenzó a reir mientras cogía una patata de una de las bandejas. John ofendido lanzó su cuchillo que se clavo a escasos centimetros de la mano de Jack:
- Esta bien, esta bien,- dijo soltando la patata- esta vez me comportare.
- Eso espero, sino te juro que como me llamo John te cortare los dedos por ladrón.
Los dos hombres se miraron serios durante unos instantes y luego rompieron a reir los dos. Un par de bribonzuelos entraron en la cocina y se quedaron quietos al ver a los dos hombres riendo a carcajadas. John se puso serio al verlos y les gruño:
- ¿Que haceis ahi? vamos, ¡vamos!, llevad la cena al comedor del barco, ¡que no se diga que Barbacoa no sabe alimentar a sus camaradas!.
Era una larga historia lo del sobre nombre de "Barbacoa", pero cada vez que la recordaba, a Jack le recorría por la espalda un cosquilleo muy desagradable:
- ¿Que te parece el barco John?.- Preguntó Jack poniendose serio.
- Creo que a dia de hoy no esta a la altura para enfrentarse al "Misericordia", pero debo de decirte muchacho, que este barco me da buenas sensaciones, ademas, estoy seguro que es mas rápido que el de tu padre, le resultara imposible darnos caza, así que no te preocupes.
- Si, es cierto. El barco de mi padre no es el mas rápido, pero en un cuerpo a cuerpo es casi invencible. Tendremos que pensar algún plan.
- Cierto,- dijo Peter desde la puerta de la cocina- y una idea que se me ocurre a mi es enfrentarnos a él con dos navios.
- Voy a tener que cobrar a la gente por entrar en mi cocina.- Gruño John.
- Cuentanos eso mejor Peter.- Preguntó Jack.
- La señorita Katy y yo hemos estado hablando en la cubierta del barco, ella no dejaba de quitarle ojo a otro navio que esta fondeado cerca de aquí.
- Y Peter no le quitaba ojo a la señorita.- Interrumpió Gunnar que se había colado también en la cocina.
John y Jack sonrieron, aquello era tipico en Peter:
- Veo que eres muy observador Gunnar,- dijo Peter- pero un poco tonto.
- La cara de tonto se te quedo a ti cuando te despedías del aire con esas reverencias tuyas.- Dijo riendo Gunnar.
Peter se disponía a golpear al grandullon cuando Jack le interrumpio:
- Vamos Peter, deja a Gunnar y cuentame lo que habéis hablado.
Peter le contó que Katy llevaba tiempo deseando adueñarse del Bella Nafil, y que sería cuestion de tiempo en hacerse con el. John ya se había fijado en aquel navio cuando llegaron al puerto e intervino en la conversación:
- Jack, el Bella Nafil es un gran barco, no esta tampoco a la altura del de tu padre, la señorita tiene buen ojo para los barcos.
- Y para espantar ratones también.- Volvió a soltar Gunnar.
Esta vez Peter no se aguanto y le solto un buen puñetazo en el rostro al giganton:
- Vale, vale, seré bueno.- Dijo riendo mientras se tocaba el rostro Gunnar.
- Creo que vamos a hacerle una visita esta noche a ese barco señores.- Concluyo Jack mientras salía por la puerta de la cocina.
Peter y Gunnar salieron detrás de él y John volvió a quedarse tranquilo en su cocina. Se giro para terminar de trocear un trozo de cabrito que estaba asando cuando descubrió que ya no estaba en el fuego:
- ¡Maldita sea Jackkkk!.- Grito completamente enojado.
En ese preciso instante, Jack bajaba de la cubierta del barco mientras masticaba un buen pedazo del cabrito que le había robado a John.
- ¿Que sucede?.- Preguntó Jack.
- Perfectamente sabes lo que sucede, cada vez que tu apareces por la cocina termina desapareciendo alguna pieza de mi despensa.
Jack puso cara de inocente y señalandose a si mismo dijo con cara perpleja:
- ¿Me estais diciendo que os robo comida?.
- Vamos muchacho, no te hagas el despistado que aquí nos conocemos todos.
Jack comenzó a reir mientras cogía una patata de una de las bandejas. John ofendido lanzó su cuchillo que se clavo a escasos centimetros de la mano de Jack:
- Esta bien, esta bien,- dijo soltando la patata- esta vez me comportare.
- Eso espero, sino te juro que como me llamo John te cortare los dedos por ladrón.
Los dos hombres se miraron serios durante unos instantes y luego rompieron a reir los dos. Un par de bribonzuelos entraron en la cocina y se quedaron quietos al ver a los dos hombres riendo a carcajadas. John se puso serio al verlos y les gruño:
- ¿Que haceis ahi? vamos, ¡vamos!, llevad la cena al comedor del barco, ¡que no se diga que Barbacoa no sabe alimentar a sus camaradas!.
Era una larga historia lo del sobre nombre de "Barbacoa", pero cada vez que la recordaba, a Jack le recorría por la espalda un cosquilleo muy desagradable:
- ¿Que te parece el barco John?.- Preguntó Jack poniendose serio.
- Creo que a dia de hoy no esta a la altura para enfrentarse al "Misericordia", pero debo de decirte muchacho, que este barco me da buenas sensaciones, ademas, estoy seguro que es mas rápido que el de tu padre, le resultara imposible darnos caza, así que no te preocupes.
- Si, es cierto. El barco de mi padre no es el mas rápido, pero en un cuerpo a cuerpo es casi invencible. Tendremos que pensar algún plan.
- Cierto,- dijo Peter desde la puerta de la cocina- y una idea que se me ocurre a mi es enfrentarnos a él con dos navios.
- Voy a tener que cobrar a la gente por entrar en mi cocina.- Gruño John.
- Cuentanos eso mejor Peter.- Preguntó Jack.
- La señorita Katy y yo hemos estado hablando en la cubierta del barco, ella no dejaba de quitarle ojo a otro navio que esta fondeado cerca de aquí.
- Y Peter no le quitaba ojo a la señorita.- Interrumpió Gunnar que se había colado también en la cocina.
John y Jack sonrieron, aquello era tipico en Peter:
- Veo que eres muy observador Gunnar,- dijo Peter- pero un poco tonto.
- La cara de tonto se te quedo a ti cuando te despedías del aire con esas reverencias tuyas.- Dijo riendo Gunnar.
Peter se disponía a golpear al grandullon cuando Jack le interrumpio:
- Vamos Peter, deja a Gunnar y cuentame lo que habéis hablado.
Peter le contó que Katy llevaba tiempo deseando adueñarse del Bella Nafil, y que sería cuestion de tiempo en hacerse con el. John ya se había fijado en aquel navio cuando llegaron al puerto e intervino en la conversación:
- Jack, el Bella Nafil es un gran barco, no esta tampoco a la altura del de tu padre, la señorita tiene buen ojo para los barcos.
- Y para espantar ratones también.- Volvió a soltar Gunnar.
Esta vez Peter no se aguanto y le solto un buen puñetazo en el rostro al giganton:
- Vale, vale, seré bueno.- Dijo riendo mientras se tocaba el rostro Gunnar.
- Creo que vamos a hacerle una visita esta noche a ese barco señores.- Concluyo Jack mientras salía por la puerta de la cocina.
Peter y Gunnar salieron detrás de él y John volvió a quedarse tranquilo en su cocina. Se giro para terminar de trocear un trozo de cabrito que estaba asando cuando descubrió que ya no estaba en el fuego:
- ¡Maldita sea Jackkkk!.- Grito completamente enojado.
En ese preciso instante, Jack bajaba de la cubierta del barco mientras masticaba un buen pedazo del cabrito que le había robado a John.
El_Mercenario- Caballero
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Re: El viejo muelle
Comer con el resto de la tripulación era algo que Katy había aprendido muy bien de su padre. Éste siempre le había dicho, que cuando hablas con una persona que miente, si es bueno haciéndolo, es difícil que lo detectes, pero cuando come, no está tan pendiente de los detalles y mientras sus palabras dicen una cosa, sus gestos y ojos dicen otra.
Entró en el comedor acompañada del señor Darin, que le hablaba quedamente mientras ella, avanzaba con la mirada perdida y asintiendo lentamente. LE dijo algo mientras tomaban asiento, y siguieron hablando un rato más mientras esperaban al resto de comensales.
Cuando Jack y los suyos llegaron, Katy les miró, pero era evidente que era un acto reflejo y que estaba poniendo verdadera atención a lo que Darin le estuviera contando. Así que cuando Peter y Jack hicieron un gesto con la cabeza, no esperaron a ver si les correspondía o no, más bien procesaban qué podría estar diciendo Darin que tuviera tanto interés. En situaciones como aquella, cualquier detalle era importante.
-Parece que la señorita Orson, tiene grandes asuntos que tratar con el viejo.
-Es normal-contestó Jack a Peter mientras cogía un trozo de pan y partía sendos trozos.-es su mano derecha.
-Si, es cierto, pero comprende que esté inquieto con todo lo que pase aquí. Mañana estaremos en alta mar y estamos en casa ajena.
Jack asintió, dejando que el aire de los pulmones saliera de forma pesada y rápida. Era evidente que ellos eran solo cuatro, el resto estaba de parte de Katy si las cosas se tornaban contrarias. Aunque no creía que tal cosa pasara. La venganza es algo que taladra la mente tan profundo que una vez que se tiene la posibilidad de ponerla en práctica difícilmente se puede dar marcha atrás. Si, estaba seguro de que Katy tenía ese impulso en su interior y no cejaría en su empeño hasta dar cumplida venganza por su padre.
-¿Crees que aguantaría una embestida así?
-No se Katy, el barco es fuerte, tu lo reparaste, hiciste los ajustes, pero es pequeño. El Misericordia es una mole.
-Y por eso mismo es más torpe a la hora de moverse.
-Esto también es verdad. Tendrías que basar tu estrategia en la velocidad y para eso necesitas que haya viento a favor. ¿Ya sabes donde vamos exactamente?
-No, quiero hablar con Jack, necesito saber exactamente toda la ruta para poder aprovechar los vientos.
-Bien, cuando lo sepas podré darte una aproximación de lo que me pides.
-Miraré el libro de todos modos esta noche antes de dormir. Seguro que tiene algo que decirme.
Darin la miró de reojo, nunca creyó que ese libro dijera nada que valiese para algo, pero Katy le sacaba un provecho importante. Dejarlo estar era lo mejor.
-Un brindis-dijo Jack alzando la voz por encima del murmullo incesante que poblaba la estancia a la hora de comer.-Un brindis por nuestra capitana.
Katy salió de su ensimismamiento compartido con el señor Darin y tal era la concentración que tenía, que tardó unos segundos en escuchar lo que se había dicho. Se levantó copa en mano y la levantó, después de ella lo hicieron el resto de la tripulación.
-Por vosotros, que habréis de ayudarme a conseguir tal cosa.
No dijo más, bebió e hizo un gesto a Jack para que se sentara a su lado.
-Vaya, parece que os agrada mi compañía.
-Qué tontería, necesito que me expliques la ruta de la manera más precisa posible. Tengo que preparar el viaje esta noche.
-¿No puede esperar a terminar de cenar?
-No, no puede esperar, come mientras me dices dónde encontrar al Misericordia y qué ruta habías pensado.
Era impotante para Katy que comiera mientras hablaba, la máxima de su padre con respecto a que la comida era el mejor detector de mentiras, no podía desaprovecharse. En el libro también se mencionaba algo pero no lo recordaba exactamente, pensaba Katy mientras servía un plato para Jack.
-Eso no me gusta dema…vale, ya me lo como, pero un poco menos…si…si no te importa…
-Come y habla de una vez.
-A ti no te sirve el plato ¿eh, Pit?
-Cállate Gunnar, y observa bien.
-¿Cómo come Jack?
-No, cómo el señor Darin nos mira a nosotros.
Entró en el comedor acompañada del señor Darin, que le hablaba quedamente mientras ella, avanzaba con la mirada perdida y asintiendo lentamente. LE dijo algo mientras tomaban asiento, y siguieron hablando un rato más mientras esperaban al resto de comensales.
Cuando Jack y los suyos llegaron, Katy les miró, pero era evidente que era un acto reflejo y que estaba poniendo verdadera atención a lo que Darin le estuviera contando. Así que cuando Peter y Jack hicieron un gesto con la cabeza, no esperaron a ver si les correspondía o no, más bien procesaban qué podría estar diciendo Darin que tuviera tanto interés. En situaciones como aquella, cualquier detalle era importante.
-Parece que la señorita Orson, tiene grandes asuntos que tratar con el viejo.
-Es normal-contestó Jack a Peter mientras cogía un trozo de pan y partía sendos trozos.-es su mano derecha.
-Si, es cierto, pero comprende que esté inquieto con todo lo que pase aquí. Mañana estaremos en alta mar y estamos en casa ajena.
Jack asintió, dejando que el aire de los pulmones saliera de forma pesada y rápida. Era evidente que ellos eran solo cuatro, el resto estaba de parte de Katy si las cosas se tornaban contrarias. Aunque no creía que tal cosa pasara. La venganza es algo que taladra la mente tan profundo que una vez que se tiene la posibilidad de ponerla en práctica difícilmente se puede dar marcha atrás. Si, estaba seguro de que Katy tenía ese impulso en su interior y no cejaría en su empeño hasta dar cumplida venganza por su padre.
-¿Crees que aguantaría una embestida así?
-No se Katy, el barco es fuerte, tu lo reparaste, hiciste los ajustes, pero es pequeño. El Misericordia es una mole.
-Y por eso mismo es más torpe a la hora de moverse.
-Esto también es verdad. Tendrías que basar tu estrategia en la velocidad y para eso necesitas que haya viento a favor. ¿Ya sabes donde vamos exactamente?
-No, quiero hablar con Jack, necesito saber exactamente toda la ruta para poder aprovechar los vientos.
-Bien, cuando lo sepas podré darte una aproximación de lo que me pides.
-Miraré el libro de todos modos esta noche antes de dormir. Seguro que tiene algo que decirme.
Darin la miró de reojo, nunca creyó que ese libro dijera nada que valiese para algo, pero Katy le sacaba un provecho importante. Dejarlo estar era lo mejor.
-Un brindis-dijo Jack alzando la voz por encima del murmullo incesante que poblaba la estancia a la hora de comer.-Un brindis por nuestra capitana.
Katy salió de su ensimismamiento compartido con el señor Darin y tal era la concentración que tenía, que tardó unos segundos en escuchar lo que se había dicho. Se levantó copa en mano y la levantó, después de ella lo hicieron el resto de la tripulación.
-Por vosotros, que habréis de ayudarme a conseguir tal cosa.
No dijo más, bebió e hizo un gesto a Jack para que se sentara a su lado.
-Vaya, parece que os agrada mi compañía.
-Qué tontería, necesito que me expliques la ruta de la manera más precisa posible. Tengo que preparar el viaje esta noche.
-¿No puede esperar a terminar de cenar?
-No, no puede esperar, come mientras me dices dónde encontrar al Misericordia y qué ruta habías pensado.
Era impotante para Katy que comiera mientras hablaba, la máxima de su padre con respecto a que la comida era el mejor detector de mentiras, no podía desaprovecharse. En el libro también se mencionaba algo pero no lo recordaba exactamente, pensaba Katy mientras servía un plato para Jack.
-Eso no me gusta dema…vale, ya me lo como, pero un poco menos…si…si no te importa…
-Come y habla de una vez.
-A ti no te sirve el plato ¿eh, Pit?
-Cállate Gunnar, y observa bien.
-¿Cómo come Jack?
-No, cómo el señor Darin nos mira a nosotros.
Re: El viejo muelle
Las gachas que tenía en el plato era lo que mas le gustaba comer a Jack, pero si Katy decía que había que comerselas... lo haría. El agrio sabor de la comida descendio por su gaznate lentamente. Nunca le habían gustado, y las que hacía John eran bastante indigestas. Menos mal que había comido algo del cabrito que le había robado en la cocina.
Dejo el plato a un lado y observo a la joven que tenía a su lado. Esta no apartaba la mirada de su rostro, como si lo estuviera analizando:
- Si quieres te digo a que saben. - Le dijo Jack señalando las gachas.
- Ya comí las mias, descuida.- Respondió ella con voz suave.
- Siento tener que dejarlas en el plato, pero nunca me han gustado, y las que prepara John menos. No es su plato fuerte preparar gachas.
Katy observo el plato de Jack, la verdad, no tenían una pinta muy apetitosa que digamos. En ese preciso instante entro John por la puerta con dos muchachos y traían un par de bandejas con cabrito asado. Peter golpeó el costado a Gunnar señalandole el suculento asado:
- ¿Eso os agrada mas?.- Preguntó Katy.
- Si,- respondió Jack- el cabrito es una de sus especialidades.
John lanzó una mirada enojado a Jack y comenzó a repartir raciones entre los comensales:
- ¿Me puedes repetir el motivo por el que me has pedido que me sentara a vuestro lado?.- Pregunto Jack.
- Necesito que nos digas la ruta que debemos seguir para interceptar el navio de vuestro padre.- Respondió Katy muy seria.
Jack tomo en su mano derecha un pedazo de pan y con la izquierda cortó una rebanada. Dió un pequeño mordisco y respondió:
- Mi padre esta fondeado en la Isla del Ahorcado, esta aprovisionando el navio con comida y agua dulce, además de hacer algunas reparaciones.
La cara del Sr.Darin se quedo blanca derepente. Gunnar y Peter observaban desde lejos la escena atentamente. Aunque Gunnar no dejaba de comer mientras lo hacía. Katy también parecía sorprendida:
- ¿Como puedes estar tan seguro de eso?.- Preguntó Katy.
John se acercó a ellos con varios pedazos de cabrito y le ofreció un pedazo a Katy. Esta asintió con la cabeza sin prestarle mucha atención. Luego le ofreció al viejo Darin, y la mirada de los dos viejos marineros se cruzo durante unos instantes. No sería fácil decir cual daba mas miedo de los dos hombres:
- Hace algun tiempo que abandone el navio de mi padre, pero no quiere decir que no pueda tener amigos en su navio aun.- Respondió Jack mientras miraba a John esperando su ración.
John dejo un pedazo en el plato del Sr.Darin y se alejo. Jack puso cara de incredulidad y cuando se disponía a protestar le respondió John dandole la espalda:
- La próxima vez, tendrás los dedos quietos.
Jack gruño algo que ni Katy que estaba a su lado pudo entender:
- ¿Me estás diciendo que tienes un espía en el navio de tu padre?. - Preguntó Katy sin prestar mucha atención a la escena de John y Jack con el cabrito.
- Si, así es.- Dijo con tono serio Jack.
- Eso puede cambiar mucho las cosas Katy.- Respondió el Sr.Darin con una sonrisa en su rostro.
- Deja que hable.- Le corto Katy.
Jack observo a los dos y les dijo:
- Como os he dicho ahora esta en la Isla del Ahorcado, pero en uno o dos dias saldrá de allí. El también tiene espías, y me consta que sabe que te he encontrado. Su objetivo es localizarnos y eliminarnos a los dos. Mis hombres no han sido los que le han informado, así que tendrás que localizar a la rata que le ha avisado.
- No hay espías entre mis hombres.- Respondió furiosa Katy.
- Lo hay. Te lo aseguro.- Respondió de nuevo Jack.- De todas formas, ahora me preocupa poco eso.- Dio un sorbo a la copa de vino y prosiguió- Lo que debe importarnos es su ruta como me has preguntado, y mi padre tomara la ruta del norte. Pasara entre las Islas de Meck y la de Lunser. Luego quiere pasar por el paso de Diablo, de esa forma nos saldrá al paso y muy posiblemente a nuestra popa, con lo que comenzaría a darnos caza donde el lo desea.
- Yo conozco el paso del Diablo Katy, y ese lugar es muy peligroso.- Respondió de nuevo el Sr.Darin.
- Si, pero es ahí donde debemos atraparle, su barco ahí no tiene mucho margen de maniobra y el nuestro si.- Dijo Jack.
Katy no prestaba mucha atención a los comentarios de los dos hombres. Ella también había oido hablar de ese lugar. Tendría que mirar su libro y ver que le decía.
Dejo el plato a un lado y observo a la joven que tenía a su lado. Esta no apartaba la mirada de su rostro, como si lo estuviera analizando:
- Si quieres te digo a que saben. - Le dijo Jack señalando las gachas.
- Ya comí las mias, descuida.- Respondió ella con voz suave.
- Siento tener que dejarlas en el plato, pero nunca me han gustado, y las que prepara John menos. No es su plato fuerte preparar gachas.
Katy observo el plato de Jack, la verdad, no tenían una pinta muy apetitosa que digamos. En ese preciso instante entro John por la puerta con dos muchachos y traían un par de bandejas con cabrito asado. Peter golpeó el costado a Gunnar señalandole el suculento asado:
- ¿Eso os agrada mas?.- Preguntó Katy.
- Si,- respondió Jack- el cabrito es una de sus especialidades.
John lanzó una mirada enojado a Jack y comenzó a repartir raciones entre los comensales:
- ¿Me puedes repetir el motivo por el que me has pedido que me sentara a vuestro lado?.- Pregunto Jack.
- Necesito que nos digas la ruta que debemos seguir para interceptar el navio de vuestro padre.- Respondió Katy muy seria.
Jack tomo en su mano derecha un pedazo de pan y con la izquierda cortó una rebanada. Dió un pequeño mordisco y respondió:
- Mi padre esta fondeado en la Isla del Ahorcado, esta aprovisionando el navio con comida y agua dulce, además de hacer algunas reparaciones.
La cara del Sr.Darin se quedo blanca derepente. Gunnar y Peter observaban desde lejos la escena atentamente. Aunque Gunnar no dejaba de comer mientras lo hacía. Katy también parecía sorprendida:
- ¿Como puedes estar tan seguro de eso?.- Preguntó Katy.
John se acercó a ellos con varios pedazos de cabrito y le ofreció un pedazo a Katy. Esta asintió con la cabeza sin prestarle mucha atención. Luego le ofreció al viejo Darin, y la mirada de los dos viejos marineros se cruzo durante unos instantes. No sería fácil decir cual daba mas miedo de los dos hombres:
- Hace algun tiempo que abandone el navio de mi padre, pero no quiere decir que no pueda tener amigos en su navio aun.- Respondió Jack mientras miraba a John esperando su ración.
John dejo un pedazo en el plato del Sr.Darin y se alejo. Jack puso cara de incredulidad y cuando se disponía a protestar le respondió John dandole la espalda:
- La próxima vez, tendrás los dedos quietos.
Jack gruño algo que ni Katy que estaba a su lado pudo entender:
- ¿Me estás diciendo que tienes un espía en el navio de tu padre?. - Preguntó Katy sin prestar mucha atención a la escena de John y Jack con el cabrito.
- Si, así es.- Dijo con tono serio Jack.
- Eso puede cambiar mucho las cosas Katy.- Respondió el Sr.Darin con una sonrisa en su rostro.
- Deja que hable.- Le corto Katy.
Jack observo a los dos y les dijo:
- Como os he dicho ahora esta en la Isla del Ahorcado, pero en uno o dos dias saldrá de allí. El también tiene espías, y me consta que sabe que te he encontrado. Su objetivo es localizarnos y eliminarnos a los dos. Mis hombres no han sido los que le han informado, así que tendrás que localizar a la rata que le ha avisado.
- No hay espías entre mis hombres.- Respondió furiosa Katy.
- Lo hay. Te lo aseguro.- Respondió de nuevo Jack.- De todas formas, ahora me preocupa poco eso.- Dio un sorbo a la copa de vino y prosiguió- Lo que debe importarnos es su ruta como me has preguntado, y mi padre tomara la ruta del norte. Pasara entre las Islas de Meck y la de Lunser. Luego quiere pasar por el paso de Diablo, de esa forma nos saldrá al paso y muy posiblemente a nuestra popa, con lo que comenzaría a darnos caza donde el lo desea.
- Yo conozco el paso del Diablo Katy, y ese lugar es muy peligroso.- Respondió de nuevo el Sr.Darin.
- Si, pero es ahí donde debemos atraparle, su barco ahí no tiene mucho margen de maniobra y el nuestro si.- Dijo Jack.
Katy no prestaba mucha atención a los comentarios de los dos hombres. Ella también había oido hablar de ese lugar. Tendría que mirar su libro y ver que le decía.
El_Mercenario- Caballero
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Re: El viejo muelle
La tripulación había seguido con su degustación de la comida que había preparado John y a esas alturas ya habían casi terminado de cenar. Alguno ya levantaba la jarra y comenzaba a entonar canciones de taberna y viejos cascarones harto olvidados. Katy había estado echando un ojo aquí, otro allá mientras conversaba con Jack y Darin más aun cuando Jack le había revelado lo del espía.
-Bueno, una cosa es segura. Él sabe de nosotros, nosotros de él. Pero una vez que mañana partamos en su busca, ninguno tendrá manera de obtener información alguna. Así, que hasta mañana no diré nada más y os recomiendo que tampoco vosotros comentéis. Miraré los mapas, trazaré la ruta y mañana, media hora después de zarpar, os la haré saber.
-Me parece bien-apostilló Darin, que ya levantaba la jarra para sellar lo dicho. Katy hizo lo propio y esperó a que Jack también lo hiciera.
-Así sea. Ahora deberíamos dejar que las horas previas a nuestro viaje, sean placenteras. La tripulación parece que está de acuerdo.
-La tripulación siempre está dispuesta a la algarabía Jack. Por mi parte, tengo mucho que consultar y pensar antes de que mañana despunte el alba. Os espero en el puesto de mando al amanecer.
Tampoco dio tiempo a contradecirla, porque ya se levantaba y marchaba fuera del comedor mientras levantaba la mano en un saludo general que el resto interpretó con rapidez.
-¿Siempre es así, Darin?
-NO, tampoco es siempre así lo que nos traemos entre manos ¿no, camarada?
-Cierto, cierto. Creo que voy a ver cómo están mis amigos, temo que se dejen llevar por los placeres del ron y tengamos que prescindir de sus servicios hasta mañana bien entrado el día.
-Claro, vaya, vaya.
Peter y Gunnar, como bien había indicado Jack al señor Darin, se habían involucrado en la diversión como el que más, aunque a decir verdad, era más un papel a representar que una realidad absoluta. Siempre era mejor estar atentos.
-¿Y bien, que le has dicho que se ha ido?
-¿Qué le voy a decir? Lo que me preguntó, el lugar donde atraca el Misericordia. Se ha ido a preparar la ruta, está visto que es desconfiada como un perro viejo, eso está bien. Mañana ya en alta mar nos dirá la ruta exacta, así se asegura de que nadie baja a tierra y lleva información hasta mi padre.
-Creo que te quedas sin baile chico.-Argumentó junto a un paso destartalado Gunnar.
-Nos quedamos querrás decir. A cualquiera le gustará ver bailar a una mujer que a un puñado de torpes mentecatos. Aunque esa mujer esté como una cabra.
-¿Y qué hay de nuestro plan con el Bella Nafil?
-Eso ahora lo hablamos Peter, primero quiero una jarra de ron. John ha hecho que se me seque la comida en el estómago.
Katy estuvo revisando el libro, pero nada había específicamente relativo al lugar donde querían enfrentar al Misericordia. Por otro lado, y teniendo en cuenta que el libro era algo que construía Katy y Katy no se había enfrentado nunca al misericordia ni allí ni en parte alguna, era de esperar. Pero el libro decía muchas cosas de otras muchas cosas, con lo que con un poco de perspicacia se podían sacar conclusiones acertadas .
-Bueno, una cosa es segura. Él sabe de nosotros, nosotros de él. Pero una vez que mañana partamos en su busca, ninguno tendrá manera de obtener información alguna. Así, que hasta mañana no diré nada más y os recomiendo que tampoco vosotros comentéis. Miraré los mapas, trazaré la ruta y mañana, media hora después de zarpar, os la haré saber.
-Me parece bien-apostilló Darin, que ya levantaba la jarra para sellar lo dicho. Katy hizo lo propio y esperó a que Jack también lo hiciera.
-Así sea. Ahora deberíamos dejar que las horas previas a nuestro viaje, sean placenteras. La tripulación parece que está de acuerdo.
-La tripulación siempre está dispuesta a la algarabía Jack. Por mi parte, tengo mucho que consultar y pensar antes de que mañana despunte el alba. Os espero en el puesto de mando al amanecer.
Tampoco dio tiempo a contradecirla, porque ya se levantaba y marchaba fuera del comedor mientras levantaba la mano en un saludo general que el resto interpretó con rapidez.
-¿Siempre es así, Darin?
-NO, tampoco es siempre así lo que nos traemos entre manos ¿no, camarada?
-Cierto, cierto. Creo que voy a ver cómo están mis amigos, temo que se dejen llevar por los placeres del ron y tengamos que prescindir de sus servicios hasta mañana bien entrado el día.
-Claro, vaya, vaya.
Peter y Gunnar, como bien había indicado Jack al señor Darin, se habían involucrado en la diversión como el que más, aunque a decir verdad, era más un papel a representar que una realidad absoluta. Siempre era mejor estar atentos.
-¿Y bien, que le has dicho que se ha ido?
-¿Qué le voy a decir? Lo que me preguntó, el lugar donde atraca el Misericordia. Se ha ido a preparar la ruta, está visto que es desconfiada como un perro viejo, eso está bien. Mañana ya en alta mar nos dirá la ruta exacta, así se asegura de que nadie baja a tierra y lleva información hasta mi padre.
-Creo que te quedas sin baile chico.-Argumentó junto a un paso destartalado Gunnar.
-Nos quedamos querrás decir. A cualquiera le gustará ver bailar a una mujer que a un puñado de torpes mentecatos. Aunque esa mujer esté como una cabra.
-¿Y qué hay de nuestro plan con el Bella Nafil?
-Eso ahora lo hablamos Peter, primero quiero una jarra de ron. John ha hecho que se me seque la comida en el estómago.
Katy estuvo revisando el libro, pero nada había específicamente relativo al lugar donde querían enfrentar al Misericordia. Por otro lado, y teniendo en cuenta que el libro era algo que construía Katy y Katy no se había enfrentado nunca al misericordia ni allí ni en parte alguna, era de esperar. Pero el libro decía muchas cosas de otras muchas cosas, con lo que con un poco de perspicacia se podían sacar conclusiones acertadas .
Re: El viejo muelle
La luz del sol había comenzado a ocultarse en el horizonte cuando cuatro hombres bajaban del Lost Soul. El Sr.Darin los observaba desde la cubierta del barco y se preguntaba que tramarían Jack y sus tres compañeros marchándose a esa hora del barco. No le gustaba nada aquel grupo de hombres, en especial John. Era un viejo lobo de mar, y de todos es sabido que los lobos tratan siempre de comerse a los corderos.
Peter y Gunnar iban hablando tranquilamente mientras John y Jack guardaban silencio. Aquella noche tenían trabajo, y tenían que ser rápidos y silenciosos. Cuando ya no estaban a la vista del Sr.Darin, cambiaron de ruta y se alejaron de las callejuelas para aparecer al otro lado del muelle, donde atracaba y descansaba la “Bella Nafil”:
- Bueno señores, ahí tenemos nuestro objetivo.- Dijo Peter señalando el navío.
- ¿Cómo lo haremos?.- Pregunto Gunnar.
Jack observo el navío detenidamente. La escalinata hasta la cubierta estaba puesta y solo se veían a dos centinelas perezosos. Seguramente la gran mayoría de la tripulación descansaría en el puerto o retozaría en alguna taberna. Pero aún así, seguro que había mas gente en el navío que aquellos dos hombres:
- Os lo explicaré detenidamente,- respondió Jack mientras se colocaba de cuclillas junto a unos barriles- Peter y Gunnar os acercaréis al barco con un par de botellas de ron medio vacías y simularéis que estáis borrachos. Atraeréis la atención de esos dos pardillos y cuando estén a vuestro alcance, los dejáis fuera de combate. Una vez eliminados esos dos, John y yo subiremos al navío. John se quedará en cubierta mientras nosotros tres miramos si hay alguien mas, y si es así haremos lo mismo que con los guardias. Luego sacaremos el navío del puerto y traeremos algunos de los marineros del Lost Soul para que se hagan cargo del barco.
Sus tres compañeros asintieron con la cabeza mientras Gunnar sacaba su afilado cuchillo de su vaina. Jack sujeto la mano de Gunnar y le dijo:
- Hoy no quiero sangre Gunnar, guarda tu juguete para otro momento.
Durante unos segundos, el rudo pirata cruzo la mirada con Jack, pero luego asintió y guardo su afilado cuchillo. Peter tenía dos botellas de ron que le había facilitado John y las estaba vaciando. Gunnar fue a increparle cuando intervino John:
- Se trata de aparentar estar borracho gigantón, no de estarlo.
- ¿Y a esto le llamáis diversión?.- Gruño Gunnar mientras tomaba una de las dos botellas y tras pasar un brazo por el hombro de Peter enfiló hacia el “Bella Nafil”.
Los dos hombres comenzaron a cantar una vieja canción de marineros y empezaron a moverse dando tumbos. Reían con fuerza y golpeaban sus botellas entre si para luego llevárselas a los labios haciendo que bebían. Uno de los centinelas se acercó a la barandilla del navío y observo la escena. Un gigantón rubio reía a unos metros de la escalinata mientras otro hombre le decía algo. La escena era bastante cómica ya que el gigantón golpeaba de vez en cuando la espalda del otro hombre con su mano y casi lo tiraba al suelo. Fue entonces cuando el mas pequeño se giró y vio al centinela:
- ¡Buenas noches camarada!.- Le dijo desde el muelle levantando su botella- ¿Le apetece un trago?.
El centinela se relamió los labios. Sus compañeros estaban en el puerto celebrando una gran fiesta y él y Lluis estaban de guardia por culpa de unas patatas:
- Estoy de guardia señores, así que no puede ser.- Se disculpó de mala gana.
- ¿Has escuchado Gunnar? Jajajaja, porque esta de guardia no puede tomar un trago.
El gigantón empezó a reírse con mas fuerza que antes y esto hizo que el otro centinela se aproximara a su compañero:
- ¿Qué sucede Pedro? ¿Qué es todo ese jaleo?.
- Esos dos, que llevan una borrachera de escándalo y se están riendo porque les dije que no podía beber un trago porque estaba de guardia.
- Es que lo tuyo no tiene nombre Pedro,- respondió el segundo centinela- ¡vamos subid al barco que yo si quiero un trago!.- Les dijo a los dos borrachos con un gesto con la mano.
- Pero…
- Calla Pedro, y no te preocupes. Nuestro capitán esta en la villa del alcalde de fiesta y el resto de la tripulación estarán como cubas a estas horas, además, aquí no hay peligro de nada.
Gunnar y Peter subían por la escalinata dando tumbos, pero escuchando atentamente lo que aquellos dos decían. Cuando consiguieron llegar a la cubierta observaron a los dos hombres y Peter alargo su mano ofreciéndoles la botella:
- Aquí tienen señores, den un buen trago y alegren sus corazones.
Lluis no se lo pensó dos veces y dio un largo trago a la botella de ron. Pedro lo observaba mientras se relamía la comisura de sus labios:
- ¡Esta estupendo amigo!.- Dijo Lluis ofreciéndole la botella a Pedro.
Este no pudo aguantar la tentación y extendió su mano y dio él también un buen trago. Pero sin darle tiempo a catar a gusto el preciado licor, Gunnar le asestó un terrible puñetazo en la mandíbula a Lluis que cayó fulminado al suelo y para cuando quiso darse cuenta, Peter hacía lo propio con él. Los dos centinelas estaban en el suelo durmiendo placidamente. Peter se subió a la barandilla e hizo señas a sus dos compañeros que esperaban en el muelle. Para cuando Jack y John llegaron, Gunnar ya tenía atado a uno de los centinelas como a un salchichón y Peter estaba haciendo lo propio con el otro:
- Menos mal que os habéis callado los dos, porque con lo mal que cantáis podíais haber provocado un terrible temporal.- Gruño John mientras pasaba junto a ellos y se dirigía hacia los camarotes del barco.
- Gracias John,- contestó Peter sonriente- siempre es bonito escuchar un piropo tuyo.
- Ya vale de palabrería, cada uno a realizar su tarea.- Dijo Jack muy serio.
Gunnar saco a los dos hombres sobre sus hombros y los llevo al muelle dejándolos amordazados entre unos bultos que esperaban ser cargados en algún barco. Peter y John comenzaron a revisar los camarotes mientras Jack se dirigía al camarote del capitán. Revisaron el cascaron en muy poco tiempo y se llevaron una gran alegría al comprobar que no había nadie mas:
- No me puedo creer que todo haya sido así de fácil.- Dijo Peter.
- Todavía no hemos salido del puerto.- Respondió Gunnar.
- Peter, ve a buscar media docena de marineros al Lost Soul.- Ordenó Jack.
Peter salio corriendo del barco y enfilo directamente a su destino. Gunnar se dirigió al timón mientras que Jack comenzó a subir hacia las velas para soltar un par de ellas y poder sacar el barco del puerto lo antes posible. John por su parte comenzó a cortar con su machete las cuerdas que amarraban el barco.
Jack casi había terminado su trabajo cuando apareció en la cubierta del barco Peter con siete marineros. Desde donde estaba Jack, pudo ver como John les daba ordenes y los hombres empezaban a ocupar sus puestos. El barco estaba a punto de zarpar cuando se escucho un grito en la cubierta. Tres invitados inesperados habían llegado, eran dos marineros y el capitán del Bella Nafil que volvían de la ciudad. El capitán no parecía de muy buen humor y estaba amenazando con su espada a John. El viejo marinero estaba muy tranquilo:
- Señor, le aconsejo que baje de su antiguo barco.- Le decía tranquilamente al furioso capitán.
- ¿De mi antiguo barco?, ¡malditos piratas!, esta mañana colgareis de vuestros gaznates en la plaza mayor.- Respondía furioso el hombre.
- Creo que no será así.- Dijo John mientras con un rápido movimiento lanzaba su viaja muleta y derribaba a uno de los dos marineros que acompañaban al capitán.
Peter apareció de la nada volando agarrado a una soga y golpeaba con sus piernas en el pecho del otro acompañante lanzándolo por la borda. Para cuando el antiguo capitán quiso reaccionar, se encontró con que la afilada espada de Jack chocaba contra la suya y se la quitaba de la mano. Luego la punta de esta rozaba su yugular:
- Mi amigo John le a dado un consejo señor. Lo mejor que puede hacer es despedirse de este navío sin hacer mucho ruido.
El hombre fue a decir algo cuando un golpe seco de un madero impactaba en su cabeza y caía redondo al suelo. Gunnar sonrió mientras acariciaba su improvisada arma:
- Vamos, amarrar a estos dos desdichados y al que a caído por la borda y dejarlos donde los otros.- Ordenó Jack.
Varios hombres ayudaron a Peter a deshacerse de los incómodos invitados mientra que John y Jack comprobaban que todo estaba correcto.
Cuando todo estuvo preparado Jack se dirigió hasta Gunnar que estaba al cargo del timón y a Peter que estaba comprobando que todo estaba listo:
- John y yo regresaremos al Lost Soul, vosotros esperadnos a la salida del puerto, ¿entendido?.
- No hay problema Jack, allí estaremos.- Respondieron Gunnar y Peter al unísono.
John y Jack bajaron del navío y observaron como lentamente este empezaba a alejarse del muelle. Una vez que el “Bella Nafil” enfilaba hacia la salida del puerto, ellos también desaparecieron entre las sombras y se dirigieron hacia el Lost Soul.
Los dos hombres iban callados y poco antes de llegar a su destino le preguntó John:
- Jack, ahora que tenemos dos barcos, ¿crees que podremos acabar con el Misericordia?.
- No lo se John, no lo se.
- Quizás necesitaríamos mas hombres para ocupar el Bella Nafil.- Respondió John.
- Si, pero no hay tiempo, y además, eso lo tendrá que decidir Katy.
John escupió al suelo y dijo algo que no pudo entender Jack. Poco después los dos hombres subían a la cubierta del barco. Allí solo había media docena de hombres esperándoles, ya que Peter les había contado lo que estaba sucediendo. Uno de estos se acercó a Jack y le preguntó:
- ¿Ha ido todo bien?.
- Perfectamente muchacho, perfectamente, ahora estaros preparados para salir del puerto en cualquier momento.- Les respondió Jack dándole una palmada en la espalda.
Katy estaba descansando en su camarote cuando sintió que algo raro sucedía. Abrió sus ojos y observo su habitación. No había nada raro. Se incorporó y fue en aquél preciso instante cuando se dio cuenta de lo que sucedía. ¡El Lost Soul se movía!. Dio un salto y se vistió apresuradamente. Se puso su pantalón y empezó a ponerse sus botas de cuero, luego se puso una camisola y un chaleco de cuero. No iba muy elegante, ni con su ropa preferida, pero aquello era urgente. ¿Quién había dado la orden de zarpar?. Salió de su camarote a toda velocidad y empezó a subir las escaleras de tres en tres. Apareció en la cubierta del barco y se encontró que estaban saliendo del puerto. Varios hombres estaban manejando las velas mientras otros corrían de un lado para otro en la cubierta ocupando su tiempo en diferentes tareas. Guardo su espada en su vaina y busco al Sr.Darin con la vista. No tardó mucho en encontrarlo, estaba junto al timón dando ordenes, y allí estaba también Jack subido a la barandilla y agarrado a una cuerda dando ordenes. Cuando se disponía a gritarle sintió como alguien le tocaba en el hombro. Katy se giró y vio la cara sonriente de John:
- Buenos días capitana,- dijo John mientras le alargaba una jarra de leche humeante- ¿queréis desayunar?.
- No estoy para bromas John, ¿Quién a dado la orden de zarpar?.
- Fue él.- Dijo señalando a Jack.
Katy dio la espalda al viajo pirata y subió dando grandes zancadas al castillo de popa donde estaban Darin y Jack. Este último no vio a Katy llegar, pero un grito de ella lo interrumpió:
- ¡QUIEN TE A DADO PERMISO PARA MANDAR A MIS HOMBRES!.- Gritó furiosa.
- Buenos días Katy,- respondió Jack con una sonrisa- siento no haber tenido tiempo para consultar contigo, pero teníamos prisa.
- ¡Que teníais prisa!, baja de ahí ahora mismo si no quieres que te baje yo misma.- Grito de nuevo.
- Katy, las cosas se estaban poniendo difíciles en el puerto,- intervino el Sr. Darin señalando en dicha dirección.
Katy se giró y observo el muelle que estaba ya a una considerable distancia. Allí varios hombres gritaban e incluso alguno hacía hablar a sus pistolas, pero sin mucha suerte por lo lejos que estaban ya de ellos:
- ¿A que se debe que esos hombres nos estén disparando?.- Preguntó sorprendida y enfadada.
- Pregúntaselo a él.- Respondió el Sr.Darin señalando en esta ocasión a Jack.
Katy fulminó con la mirada a Jack, pero este seguía con su sonrisa y le extendió una mano invitándola a subir sobre la barandilla donde estaba él. Katy reuso la invitación y dando un salto subió ella misma. Se agarró a la misma cuerda que Jack y miró en la dirección que él le indicaba. Allí estaba el “Bella Nafil” navegando en la salida del puerto:
- Ya se que navío es ese Jack, lo he visto muchas veces, pero eso no te da ningún derecho a tomar la dirección de mi barco.
- No pretendo ocupar tu puesto, pero si te fijas bien, el que esta saludándote desde el castillo de popa del “Bella Nafil” es Peter, y a su lado esta Gunnar, haciéndose cargo del timón.
Katy frunció el ceño y observo de nuevo el barco que navegaba unos metros delante de ellos. Era cierto, Peter estaba haciendo gestos con su sombrero y Gunnar llevaba con mano firme el timón. Volvió su mirada a Jack con sorpresa, pero antes de que pudiera decir nada:
- Si, lo hemos “tomado” prestado esta noche, y sus antiguos dueños no estaban muy contentos, por eso hemos tenido que adelantar un poco la salida, lo siento si no me dio tiempo a informarte.
Katy no dijo nada y volvió su mirada al elegante barco. Siempre había deseado hacerse con aquel navío, y Jack lo había conseguido en una sola noche:
- Obsérvalo el tiempo que quieras Katy, pero en cuanto nos alejemos de la costa y estemos seguros de que nadie nos sigue, podrás ir a tomar posesión de tu nuevo barco.- Dijo Jack mientras se aproximaba a ellos John con la jarra de leche aun humeante en sus manos.
- ¿Mi nuevo barco?.- Preguntó contrariada Katy.
- Si,- intervino John- es un regalo de Peter, Gunnar, Jack y mio.
El Sr. Darin escuchaba todo lo que estaba sucediendo y no podía dar crédito a lo que escuchaba:
- Nos hemos tomado la libertad de rebautizarlo,- dijo de nuevo Jack- ahora se llama, “La Dama del Alba”.
Peter y Gunnar iban hablando tranquilamente mientras John y Jack guardaban silencio. Aquella noche tenían trabajo, y tenían que ser rápidos y silenciosos. Cuando ya no estaban a la vista del Sr.Darin, cambiaron de ruta y se alejaron de las callejuelas para aparecer al otro lado del muelle, donde atracaba y descansaba la “Bella Nafil”:
- Bueno señores, ahí tenemos nuestro objetivo.- Dijo Peter señalando el navío.
- ¿Cómo lo haremos?.- Pregunto Gunnar.
Jack observo el navío detenidamente. La escalinata hasta la cubierta estaba puesta y solo se veían a dos centinelas perezosos. Seguramente la gran mayoría de la tripulación descansaría en el puerto o retozaría en alguna taberna. Pero aún así, seguro que había mas gente en el navío que aquellos dos hombres:
- Os lo explicaré detenidamente,- respondió Jack mientras se colocaba de cuclillas junto a unos barriles- Peter y Gunnar os acercaréis al barco con un par de botellas de ron medio vacías y simularéis que estáis borrachos. Atraeréis la atención de esos dos pardillos y cuando estén a vuestro alcance, los dejáis fuera de combate. Una vez eliminados esos dos, John y yo subiremos al navío. John se quedará en cubierta mientras nosotros tres miramos si hay alguien mas, y si es así haremos lo mismo que con los guardias. Luego sacaremos el navío del puerto y traeremos algunos de los marineros del Lost Soul para que se hagan cargo del barco.
Sus tres compañeros asintieron con la cabeza mientras Gunnar sacaba su afilado cuchillo de su vaina. Jack sujeto la mano de Gunnar y le dijo:
- Hoy no quiero sangre Gunnar, guarda tu juguete para otro momento.
Durante unos segundos, el rudo pirata cruzo la mirada con Jack, pero luego asintió y guardo su afilado cuchillo. Peter tenía dos botellas de ron que le había facilitado John y las estaba vaciando. Gunnar fue a increparle cuando intervino John:
- Se trata de aparentar estar borracho gigantón, no de estarlo.
- ¿Y a esto le llamáis diversión?.- Gruño Gunnar mientras tomaba una de las dos botellas y tras pasar un brazo por el hombro de Peter enfiló hacia el “Bella Nafil”.
Los dos hombres comenzaron a cantar una vieja canción de marineros y empezaron a moverse dando tumbos. Reían con fuerza y golpeaban sus botellas entre si para luego llevárselas a los labios haciendo que bebían. Uno de los centinelas se acercó a la barandilla del navío y observo la escena. Un gigantón rubio reía a unos metros de la escalinata mientras otro hombre le decía algo. La escena era bastante cómica ya que el gigantón golpeaba de vez en cuando la espalda del otro hombre con su mano y casi lo tiraba al suelo. Fue entonces cuando el mas pequeño se giró y vio al centinela:
- ¡Buenas noches camarada!.- Le dijo desde el muelle levantando su botella- ¿Le apetece un trago?.
El centinela se relamió los labios. Sus compañeros estaban en el puerto celebrando una gran fiesta y él y Lluis estaban de guardia por culpa de unas patatas:
- Estoy de guardia señores, así que no puede ser.- Se disculpó de mala gana.
- ¿Has escuchado Gunnar? Jajajaja, porque esta de guardia no puede tomar un trago.
El gigantón empezó a reírse con mas fuerza que antes y esto hizo que el otro centinela se aproximara a su compañero:
- ¿Qué sucede Pedro? ¿Qué es todo ese jaleo?.
- Esos dos, que llevan una borrachera de escándalo y se están riendo porque les dije que no podía beber un trago porque estaba de guardia.
- Es que lo tuyo no tiene nombre Pedro,- respondió el segundo centinela- ¡vamos subid al barco que yo si quiero un trago!.- Les dijo a los dos borrachos con un gesto con la mano.
- Pero…
- Calla Pedro, y no te preocupes. Nuestro capitán esta en la villa del alcalde de fiesta y el resto de la tripulación estarán como cubas a estas horas, además, aquí no hay peligro de nada.
Gunnar y Peter subían por la escalinata dando tumbos, pero escuchando atentamente lo que aquellos dos decían. Cuando consiguieron llegar a la cubierta observaron a los dos hombres y Peter alargo su mano ofreciéndoles la botella:
- Aquí tienen señores, den un buen trago y alegren sus corazones.
Lluis no se lo pensó dos veces y dio un largo trago a la botella de ron. Pedro lo observaba mientras se relamía la comisura de sus labios:
- ¡Esta estupendo amigo!.- Dijo Lluis ofreciéndole la botella a Pedro.
Este no pudo aguantar la tentación y extendió su mano y dio él también un buen trago. Pero sin darle tiempo a catar a gusto el preciado licor, Gunnar le asestó un terrible puñetazo en la mandíbula a Lluis que cayó fulminado al suelo y para cuando quiso darse cuenta, Peter hacía lo propio con él. Los dos centinelas estaban en el suelo durmiendo placidamente. Peter se subió a la barandilla e hizo señas a sus dos compañeros que esperaban en el muelle. Para cuando Jack y John llegaron, Gunnar ya tenía atado a uno de los centinelas como a un salchichón y Peter estaba haciendo lo propio con el otro:
- Menos mal que os habéis callado los dos, porque con lo mal que cantáis podíais haber provocado un terrible temporal.- Gruño John mientras pasaba junto a ellos y se dirigía hacia los camarotes del barco.
- Gracias John,- contestó Peter sonriente- siempre es bonito escuchar un piropo tuyo.
- Ya vale de palabrería, cada uno a realizar su tarea.- Dijo Jack muy serio.
Gunnar saco a los dos hombres sobre sus hombros y los llevo al muelle dejándolos amordazados entre unos bultos que esperaban ser cargados en algún barco. Peter y John comenzaron a revisar los camarotes mientras Jack se dirigía al camarote del capitán. Revisaron el cascaron en muy poco tiempo y se llevaron una gran alegría al comprobar que no había nadie mas:
- No me puedo creer que todo haya sido así de fácil.- Dijo Peter.
- Todavía no hemos salido del puerto.- Respondió Gunnar.
- Peter, ve a buscar media docena de marineros al Lost Soul.- Ordenó Jack.
Peter salio corriendo del barco y enfilo directamente a su destino. Gunnar se dirigió al timón mientras que Jack comenzó a subir hacia las velas para soltar un par de ellas y poder sacar el barco del puerto lo antes posible. John por su parte comenzó a cortar con su machete las cuerdas que amarraban el barco.
Jack casi había terminado su trabajo cuando apareció en la cubierta del barco Peter con siete marineros. Desde donde estaba Jack, pudo ver como John les daba ordenes y los hombres empezaban a ocupar sus puestos. El barco estaba a punto de zarpar cuando se escucho un grito en la cubierta. Tres invitados inesperados habían llegado, eran dos marineros y el capitán del Bella Nafil que volvían de la ciudad. El capitán no parecía de muy buen humor y estaba amenazando con su espada a John. El viejo marinero estaba muy tranquilo:
- Señor, le aconsejo que baje de su antiguo barco.- Le decía tranquilamente al furioso capitán.
- ¿De mi antiguo barco?, ¡malditos piratas!, esta mañana colgareis de vuestros gaznates en la plaza mayor.- Respondía furioso el hombre.
- Creo que no será así.- Dijo John mientras con un rápido movimiento lanzaba su viaja muleta y derribaba a uno de los dos marineros que acompañaban al capitán.
Peter apareció de la nada volando agarrado a una soga y golpeaba con sus piernas en el pecho del otro acompañante lanzándolo por la borda. Para cuando el antiguo capitán quiso reaccionar, se encontró con que la afilada espada de Jack chocaba contra la suya y se la quitaba de la mano. Luego la punta de esta rozaba su yugular:
- Mi amigo John le a dado un consejo señor. Lo mejor que puede hacer es despedirse de este navío sin hacer mucho ruido.
El hombre fue a decir algo cuando un golpe seco de un madero impactaba en su cabeza y caía redondo al suelo. Gunnar sonrió mientras acariciaba su improvisada arma:
- Vamos, amarrar a estos dos desdichados y al que a caído por la borda y dejarlos donde los otros.- Ordenó Jack.
Varios hombres ayudaron a Peter a deshacerse de los incómodos invitados mientra que John y Jack comprobaban que todo estaba correcto.
Cuando todo estuvo preparado Jack se dirigió hasta Gunnar que estaba al cargo del timón y a Peter que estaba comprobando que todo estaba listo:
- John y yo regresaremos al Lost Soul, vosotros esperadnos a la salida del puerto, ¿entendido?.
- No hay problema Jack, allí estaremos.- Respondieron Gunnar y Peter al unísono.
John y Jack bajaron del navío y observaron como lentamente este empezaba a alejarse del muelle. Una vez que el “Bella Nafil” enfilaba hacia la salida del puerto, ellos también desaparecieron entre las sombras y se dirigieron hacia el Lost Soul.
Los dos hombres iban callados y poco antes de llegar a su destino le preguntó John:
- Jack, ahora que tenemos dos barcos, ¿crees que podremos acabar con el Misericordia?.
- No lo se John, no lo se.
- Quizás necesitaríamos mas hombres para ocupar el Bella Nafil.- Respondió John.
- Si, pero no hay tiempo, y además, eso lo tendrá que decidir Katy.
John escupió al suelo y dijo algo que no pudo entender Jack. Poco después los dos hombres subían a la cubierta del barco. Allí solo había media docena de hombres esperándoles, ya que Peter les había contado lo que estaba sucediendo. Uno de estos se acercó a Jack y le preguntó:
- ¿Ha ido todo bien?.
- Perfectamente muchacho, perfectamente, ahora estaros preparados para salir del puerto en cualquier momento.- Les respondió Jack dándole una palmada en la espalda.
Katy estaba descansando en su camarote cuando sintió que algo raro sucedía. Abrió sus ojos y observo su habitación. No había nada raro. Se incorporó y fue en aquél preciso instante cuando se dio cuenta de lo que sucedía. ¡El Lost Soul se movía!. Dio un salto y se vistió apresuradamente. Se puso su pantalón y empezó a ponerse sus botas de cuero, luego se puso una camisola y un chaleco de cuero. No iba muy elegante, ni con su ropa preferida, pero aquello era urgente. ¿Quién había dado la orden de zarpar?. Salió de su camarote a toda velocidad y empezó a subir las escaleras de tres en tres. Apareció en la cubierta del barco y se encontró que estaban saliendo del puerto. Varios hombres estaban manejando las velas mientras otros corrían de un lado para otro en la cubierta ocupando su tiempo en diferentes tareas. Guardo su espada en su vaina y busco al Sr.Darin con la vista. No tardó mucho en encontrarlo, estaba junto al timón dando ordenes, y allí estaba también Jack subido a la barandilla y agarrado a una cuerda dando ordenes. Cuando se disponía a gritarle sintió como alguien le tocaba en el hombro. Katy se giró y vio la cara sonriente de John:
- Buenos días capitana,- dijo John mientras le alargaba una jarra de leche humeante- ¿queréis desayunar?.
- No estoy para bromas John, ¿Quién a dado la orden de zarpar?.
- Fue él.- Dijo señalando a Jack.
Katy dio la espalda al viajo pirata y subió dando grandes zancadas al castillo de popa donde estaban Darin y Jack. Este último no vio a Katy llegar, pero un grito de ella lo interrumpió:
- ¡QUIEN TE A DADO PERMISO PARA MANDAR A MIS HOMBRES!.- Gritó furiosa.
- Buenos días Katy,- respondió Jack con una sonrisa- siento no haber tenido tiempo para consultar contigo, pero teníamos prisa.
- ¡Que teníais prisa!, baja de ahí ahora mismo si no quieres que te baje yo misma.- Grito de nuevo.
- Katy, las cosas se estaban poniendo difíciles en el puerto,- intervino el Sr. Darin señalando en dicha dirección.
Katy se giró y observo el muelle que estaba ya a una considerable distancia. Allí varios hombres gritaban e incluso alguno hacía hablar a sus pistolas, pero sin mucha suerte por lo lejos que estaban ya de ellos:
- ¿A que se debe que esos hombres nos estén disparando?.- Preguntó sorprendida y enfadada.
- Pregúntaselo a él.- Respondió el Sr.Darin señalando en esta ocasión a Jack.
Katy fulminó con la mirada a Jack, pero este seguía con su sonrisa y le extendió una mano invitándola a subir sobre la barandilla donde estaba él. Katy reuso la invitación y dando un salto subió ella misma. Se agarró a la misma cuerda que Jack y miró en la dirección que él le indicaba. Allí estaba el “Bella Nafil” navegando en la salida del puerto:
- Ya se que navío es ese Jack, lo he visto muchas veces, pero eso no te da ningún derecho a tomar la dirección de mi barco.
- No pretendo ocupar tu puesto, pero si te fijas bien, el que esta saludándote desde el castillo de popa del “Bella Nafil” es Peter, y a su lado esta Gunnar, haciéndose cargo del timón.
Katy frunció el ceño y observo de nuevo el barco que navegaba unos metros delante de ellos. Era cierto, Peter estaba haciendo gestos con su sombrero y Gunnar llevaba con mano firme el timón. Volvió su mirada a Jack con sorpresa, pero antes de que pudiera decir nada:
- Si, lo hemos “tomado” prestado esta noche, y sus antiguos dueños no estaban muy contentos, por eso hemos tenido que adelantar un poco la salida, lo siento si no me dio tiempo a informarte.
Katy no dijo nada y volvió su mirada al elegante barco. Siempre había deseado hacerse con aquel navío, y Jack lo había conseguido en una sola noche:
- Obsérvalo el tiempo que quieras Katy, pero en cuanto nos alejemos de la costa y estemos seguros de que nadie nos sigue, podrás ir a tomar posesión de tu nuevo barco.- Dijo Jack mientras se aproximaba a ellos John con la jarra de leche aun humeante en sus manos.
- ¿Mi nuevo barco?.- Preguntó contrariada Katy.
- Si,- intervino John- es un regalo de Peter, Gunnar, Jack y mio.
El Sr. Darin escuchaba todo lo que estaba sucediendo y no podía dar crédito a lo que escuchaba:
- Nos hemos tomado la libertad de rebautizarlo,- dijo de nuevo Jack- ahora se llama, “La Dama del Alba”.
El_Mercenario- Caballero
- Cantidad de envíos : 56
Fecha de inscripción : 30/07/2010
Re: El viejo muelle
Katy apretó los puños y tomó aire un par de veces. Después, dio grandes zancadas para llegar al castillo de popa y casi cuando ya entraba, sin volverse, pronunció el nombre de Jack sin demasiado volumen pero el suficiente como para que él la escuchara.
Por algún motivo, Jack entendió que eso y haberle dado una voz que retumbara por todo el barco, tendría el mismo significado. Miró a John y éste hizo un gesto indicando el camino hacia Katy, mordiendo una risita. Jack le contestó con una mueca de condescendencia y se dirigió a donde le habían reclamado.
-Vamos Katy. Dos barcos son mejor que uno.
-¿Si, Y no te has dado cuenta, que tenemos tripulación para un solo barco? ¿Cómo gobernaremos el otro? ¿Y cuando ataquemos a tu padre, quién disparará los cañones? Eres un irresponsable.
-Mis hombres y yo podemos hacerlo.
-Claro, vosotros cuatro os valéis de sobra. ¿Pero tú te estás escuchando?
-Sé lo que digo, te sorprenderían de lo que son capaces. Además, con el Lost Soul no tenemos muchas posibilidades de ganar.
-No hables así de mi barco, es más de lo que tú tendrás nunca. También el Lost Soul te sorprenderá, si es que das lugar a ello, porque con tus temeridades, no creo que lleguemos a ver ni la estela de El Misericordia.
-Se realista. El Misericordia es una mole de guerra. Y lo manejan hombres que se parecen más a demonios. Necesitamos otro barco de apoyo.
-Y más hombres, si nos enfrentamos a tu padre con dos barcos y con la tripulación repartida entre los dos, estamos listos.
-No hace falta que la repartas, nosotros iremos en LA Dama del Alba y tú en este con el resto de la tripulación.
Katy sacó su libro y lo hojeó con rapidez, hasta que algo llamó su atención y lo leyó con más interés.
-¿Y cómo crees que algo así se lo tomará el resto? Si vosotros vais en el otro barco, bien puede ser que nos dirijamos hasta El Misericordia y una vez allí nos abandonéis a nuestra suerte. Os viene bien un barco de huída. Nos lanzas contra tu padre, bien por estar compinchado con él, o bien porque quieres deshacerte de él pero no te quieres manchar las manos.
-Vamos Katy, ¿te estás escuchando tú ahora? Si estuviera compinchado con mi padre, y él quisiera matarte. ¿por qué habría esperado tanto tiempo? Y mejor aun, ¿para qué tanto lío? Hubiera mandado a cualquiera a por ti , sin necesidad de tanta parafernalia. Y si lo que quisiera es utilizarte contra él, hubiera elegido un aliado más fuerte. ¿Crees que eres la única que tiene algo en contra de él? Estoy de tu lado, aunque no lo creas.
-A lo mejor, lo quiere hacer más divertido.
-Estás loca.
-Sí, pero hasta ahora mi locura me ha mantenido con vida. No sé si la tuya, tendrá el mismo efecto sobre mí.
-¿Crees que te dejaría a tu suerte? El sable que te he dado es para protegerte precisamente. Si quisiera tu mal, no te daría un arma que pudiera salvarte ¿ no crees?
-Ya no se qué creer. Haces cosas que no entiendo y que pueden poner en peligro la misión que tenemos entre manos.
-Pues quizá lo que debes hacer es confiar un poco más en mi. No hago nada que no esté entre mis posibilidades. Tarde o temprano te alegrarás de que hayamos traido un segundo barco.
-Eso espero. Pero recuerda que no es un factor sorpresa para tu padre. A estas horas todo el mundo sabrá que el Bella Nafil ha sido robado y que tú eres el responsable.
Jack se dio la vuelta y salió del castillo dando un portazo.
-Y la puerta no tiene la culpa, me costó una fortuna.-Le increpó Katy, a lo que Jack desde fuera, respondió con un resoplido.
Darin sabía más o menos de lo que habían tratado Jack y Katy, por algo era el segundo de la muchacha y le había enseñado muchas cosas sobre el gobierno de un barco. Negó con la cabeza mientras se volvía, como el resto a sus quehaceres. Si Jack y Kay estaban divididos, eso se trasladaría a la tripulación y podría haber problemas. Tampoco dejaba de pensar en que entre sus hombres, había un informante de Tuck y aunque ya no tendría tantas posibilidades de seguir con su labor de espionaje, aun podría hacer daño. Tendría que vigilar de cerca a sus hombres, ver si alguno tenía algún modo de comunicarse con el viejo pirata. Por el momento, habría que esperar hasta que Katy dijera la ruta de navegación, entonces sería cuando el espía tendría algo que contar y podría descubrirse.
Cuando hubo pasado el tiempo que había estipulado de navegación, llamó a Jack y a Darin para mostrarles la ruta que había trazado. Era una ruta predecible, quizá Katy hubiera cambiado de idea en el último momento con los últimos acontecimientos, pero la verdad es que Jack esperaba otro trazado menos predecible. Sin embargo, no dijo nada, ya estaban las cosas bastante tirantes y a su juicio sin necesidad, pero así estaban, como para tirar más de la cuerda. Por su parte, Darin salió y le indicó al timonel la ruta que se había diseñado y comenzó su vigilancia sobre los movimientos de la tripulación. Dentro de unos minutos todos sabrían qué ruta se había decidido y el traidor, se pondría en contacto con Tuck de alguna manera. LA más fácil una paloma mensajera.
Desde La Dama del Alba, Peter, que se encontraba en el timón observó los movimientos del Lost Soul y viró para seguirlo de cerca. También él, esperaba el cambio de rumbo del barco, con el nuevo trazado, y de igual manera se sorprendió de la ruta elegida. ¿Por qué algo tan fácil de detectar? ¿Habría algún problema en el Lost Soul? Nunca se sabía, Katy no parecía alguien de acciones fáciles de adivinar.
Por algún motivo, Jack entendió que eso y haberle dado una voz que retumbara por todo el barco, tendría el mismo significado. Miró a John y éste hizo un gesto indicando el camino hacia Katy, mordiendo una risita. Jack le contestó con una mueca de condescendencia y se dirigió a donde le habían reclamado.
-Vamos Katy. Dos barcos son mejor que uno.
-¿Si, Y no te has dado cuenta, que tenemos tripulación para un solo barco? ¿Cómo gobernaremos el otro? ¿Y cuando ataquemos a tu padre, quién disparará los cañones? Eres un irresponsable.
-Mis hombres y yo podemos hacerlo.
-Claro, vosotros cuatro os valéis de sobra. ¿Pero tú te estás escuchando?
-Sé lo que digo, te sorprenderían de lo que son capaces. Además, con el Lost Soul no tenemos muchas posibilidades de ganar.
-No hables así de mi barco, es más de lo que tú tendrás nunca. También el Lost Soul te sorprenderá, si es que das lugar a ello, porque con tus temeridades, no creo que lleguemos a ver ni la estela de El Misericordia.
-Se realista. El Misericordia es una mole de guerra. Y lo manejan hombres que se parecen más a demonios. Necesitamos otro barco de apoyo.
-Y más hombres, si nos enfrentamos a tu padre con dos barcos y con la tripulación repartida entre los dos, estamos listos.
-No hace falta que la repartas, nosotros iremos en LA Dama del Alba y tú en este con el resto de la tripulación.
Katy sacó su libro y lo hojeó con rapidez, hasta que algo llamó su atención y lo leyó con más interés.
-¿Y cómo crees que algo así se lo tomará el resto? Si vosotros vais en el otro barco, bien puede ser que nos dirijamos hasta El Misericordia y una vez allí nos abandonéis a nuestra suerte. Os viene bien un barco de huída. Nos lanzas contra tu padre, bien por estar compinchado con él, o bien porque quieres deshacerte de él pero no te quieres manchar las manos.
-Vamos Katy, ¿te estás escuchando tú ahora? Si estuviera compinchado con mi padre, y él quisiera matarte. ¿por qué habría esperado tanto tiempo? Y mejor aun, ¿para qué tanto lío? Hubiera mandado a cualquiera a por ti , sin necesidad de tanta parafernalia. Y si lo que quisiera es utilizarte contra él, hubiera elegido un aliado más fuerte. ¿Crees que eres la única que tiene algo en contra de él? Estoy de tu lado, aunque no lo creas.
-A lo mejor, lo quiere hacer más divertido.
-Estás loca.
-Sí, pero hasta ahora mi locura me ha mantenido con vida. No sé si la tuya, tendrá el mismo efecto sobre mí.
-¿Crees que te dejaría a tu suerte? El sable que te he dado es para protegerte precisamente. Si quisiera tu mal, no te daría un arma que pudiera salvarte ¿ no crees?
-Ya no se qué creer. Haces cosas que no entiendo y que pueden poner en peligro la misión que tenemos entre manos.
-Pues quizá lo que debes hacer es confiar un poco más en mi. No hago nada que no esté entre mis posibilidades. Tarde o temprano te alegrarás de que hayamos traido un segundo barco.
-Eso espero. Pero recuerda que no es un factor sorpresa para tu padre. A estas horas todo el mundo sabrá que el Bella Nafil ha sido robado y que tú eres el responsable.
Jack se dio la vuelta y salió del castillo dando un portazo.
-Y la puerta no tiene la culpa, me costó una fortuna.-Le increpó Katy, a lo que Jack desde fuera, respondió con un resoplido.
Darin sabía más o menos de lo que habían tratado Jack y Katy, por algo era el segundo de la muchacha y le había enseñado muchas cosas sobre el gobierno de un barco. Negó con la cabeza mientras se volvía, como el resto a sus quehaceres. Si Jack y Kay estaban divididos, eso se trasladaría a la tripulación y podría haber problemas. Tampoco dejaba de pensar en que entre sus hombres, había un informante de Tuck y aunque ya no tendría tantas posibilidades de seguir con su labor de espionaje, aun podría hacer daño. Tendría que vigilar de cerca a sus hombres, ver si alguno tenía algún modo de comunicarse con el viejo pirata. Por el momento, habría que esperar hasta que Katy dijera la ruta de navegación, entonces sería cuando el espía tendría algo que contar y podría descubrirse.
Cuando hubo pasado el tiempo que había estipulado de navegación, llamó a Jack y a Darin para mostrarles la ruta que había trazado. Era una ruta predecible, quizá Katy hubiera cambiado de idea en el último momento con los últimos acontecimientos, pero la verdad es que Jack esperaba otro trazado menos predecible. Sin embargo, no dijo nada, ya estaban las cosas bastante tirantes y a su juicio sin necesidad, pero así estaban, como para tirar más de la cuerda. Por su parte, Darin salió y le indicó al timonel la ruta que se había diseñado y comenzó su vigilancia sobre los movimientos de la tripulación. Dentro de unos minutos todos sabrían qué ruta se había decidido y el traidor, se pondría en contacto con Tuck de alguna manera. LA más fácil una paloma mensajera.
Desde La Dama del Alba, Peter, que se encontraba en el timón observó los movimientos del Lost Soul y viró para seguirlo de cerca. También él, esperaba el cambio de rumbo del barco, con el nuevo trazado, y de igual manera se sorprendió de la ruta elegida. ¿Por qué algo tan fácil de detectar? ¿Habría algún problema en el Lost Soul? Nunca se sabía, Katy no parecía alguien de acciones fáciles de adivinar.
Re: El viejo muelle
John hacia rato que había entrado en su cocina y había empezado a preparar parte de la comida para la tripulación. Se había tenido que tomar el la jarra de leche que Katy había reusado varias veces. La joven era lista, de eso no cabía duda, pero demasiado impulsiva y desconfiada. John tomo entre sus hábiles manos un afilado cuchillo y empezó a trabajar en un tierno cochinillo que pensaba asar. En ese preciso instante entro Jack en la cocina. John levantó ligeramente la mirada y prosiguió con su tarea mientras le preguntaba:
- ¿Que tal fue con la capitana?.
- ¡Mal! - gruño Jack - esa mujer es mas terca que una mula.
John sonrió mientras daba un largo corte en el vientre del cochinillo y lo abría por la mitad:
- Le consigo ese magnífico barco, le digo que nosotros lo tripularemos y haremos de señuelo, y lo único que se le ocurre es reprocharme que lo hayamos capturado y que podamos dividir la tripulación. ¡No lo entiendo!.
- Bueno Jack, supongo que a ti tampoco te gusta que los demás tomen decisiones tan importantes sin contar contigo.
Jack fulminó con la mirada al viejo marinero:
- ¡Tu también no John! ¡tu también no!.
El viejo marinero sonrió sutilmente mientras troceaba el cochino:
- Sabes perfectamente que necesitamos dos barcos para hundir el navio de mi padre, y ya veremos si así tenemos posibilidades.
- Tu también tienes razón, los dos la tenéis, pero lo que tenéis que hacer realmente es juntar vuestras opiniones y encontrar un termino medio. Si continuais divididos y discutiendo por todo, vuestro padre nos pasara por la quilla a todos.
Jack puso gesto serio mientra observaba las manos y el cuchillo de John preparando el asado. Aquel maldito viejo tenía razón, siempre la tenía. De un pequeño salto bajó del tonel al que se había subido y enfilo hacia la cubierta sin despedirse de su compañero.
John levantó la mirada al escuchar que la puerta se cerraba. Algo no iba bien. Miro en a su alrededor y entonces se dio cuenta:
- ¡JACKKKK!- Gritó al comprobar que faltaba un buen pedazo de chorizo de la cuerda que colgaba de uno de los armarios. Aquel muchacho le había vuelto a robar comida delante de sus narices.
Al abrir la puerta que daba a la cubierta dio un buen bocado al pedazo de hogaza y chorizo que llevaba entre sus manos. Lo que John le había dicho era verdad. No podían continuar así. Busco con la mirada a Katy. No le costó mucho localizarla, estaba subida en una de las escalas de cuerda que colgaba desde el palo mayor. Su cabello ondeaba al viento y su camisola se agitaba al compas del viento. Estaba agarrada con una mano y con la otra se protegía la vista mientras observaba la estela de "La dama del Alba".
Jack termino de engullir lo que le quedaba entre las manos y se aproximó a Katy. La joven no se dio cuenta de la presencia de Jack hasta que este, de un salto, se subió a la barandilla y agarró la escala donde estaba ella. Katy bajo la mirada y observo el rostro serio de Jack. Los ojos verdes de él brillaban con los rayos del sol y estaban clavados en ella:
- ¿Quieres algo Jack?.- Preguntó mientras volvía a observar la estela del navio que les seguía.
- Si, quiero pedirte disculpas.
Katy fruncio el ceño y volvió a mirarlo. ¿Que podía tramar esta vez?:
- Lo siento Katy, siento como me he comportado contigo hasta ahora. Te debo una disculpa. Me burle de ti en el muelle la noche que nos conocimos. Me tome la libertad de capturar ese navio sin consultarte, además de todas las cosas que he podido hacer mal hasta ahora. Lo siento de veras.
Las palabras de Jack parecían sinceras, pero aquél hombre era un buen truhan. Tenía el verbo fácil, demasiado fácil:
- ¿Tengo que creer que tus palabras son sinceras Jack?.
- Puedes creer lo que quieras Katy, pero no puedo ser mas sincero contigo. He metido muchas veces la pata, demasiadas tal vez, pero tenemos que zanjar nuestras rencillas de una vez por todas. Si no quieres ese navio,- prosiguió señalando "La dama del Alba"- lo podemos hundir y continuar la cacería de mi padre en este.
- A buenas horas me sales con esas.- Respondió la joven.
- También podemos hacer otra cosa,- dijo Jack sacando su espada y ofreciendole a Katy su empuñadura- termina de una vez con mi vida y continua tu camino.
Katy cogió la espada de Jack mientras lo observaba. El muchacho se soltó de la escala y abrió sus brazo ofreciendo su pecho para la posible estocada:
- No puedo hacer mas Katy, esta en tus manos terminar con nuestras rencillas, de una manera o de otra.
Nadie salvo Darin se había percatado de lo que los dos muchachos estaban haciendo. En ese preciso momento, una ola golpeo lateralmente al navio y Jack empezó a perder el equilibrio. Al verlo Katy soltó la espada de Jack y trató de sujetarlo, su mano sujeto una de las de Jack, pero ya era demasiado tarde y Jack caía sin remedio por la borda llevandose con él a Katy.
- ¿Que tal fue con la capitana?.
- ¡Mal! - gruño Jack - esa mujer es mas terca que una mula.
John sonrió mientras daba un largo corte en el vientre del cochinillo y lo abría por la mitad:
- Le consigo ese magnífico barco, le digo que nosotros lo tripularemos y haremos de señuelo, y lo único que se le ocurre es reprocharme que lo hayamos capturado y que podamos dividir la tripulación. ¡No lo entiendo!.
- Bueno Jack, supongo que a ti tampoco te gusta que los demás tomen decisiones tan importantes sin contar contigo.
Jack fulminó con la mirada al viejo marinero:
- ¡Tu también no John! ¡tu también no!.
El viejo marinero sonrió sutilmente mientras troceaba el cochino:
- Sabes perfectamente que necesitamos dos barcos para hundir el navio de mi padre, y ya veremos si así tenemos posibilidades.
- Tu también tienes razón, los dos la tenéis, pero lo que tenéis que hacer realmente es juntar vuestras opiniones y encontrar un termino medio. Si continuais divididos y discutiendo por todo, vuestro padre nos pasara por la quilla a todos.
Jack puso gesto serio mientra observaba las manos y el cuchillo de John preparando el asado. Aquel maldito viejo tenía razón, siempre la tenía. De un pequeño salto bajó del tonel al que se había subido y enfilo hacia la cubierta sin despedirse de su compañero.
John levantó la mirada al escuchar que la puerta se cerraba. Algo no iba bien. Miro en a su alrededor y entonces se dio cuenta:
- ¡JACKKKK!- Gritó al comprobar que faltaba un buen pedazo de chorizo de la cuerda que colgaba de uno de los armarios. Aquel muchacho le había vuelto a robar comida delante de sus narices.
Al abrir la puerta que daba a la cubierta dio un buen bocado al pedazo de hogaza y chorizo que llevaba entre sus manos. Lo que John le había dicho era verdad. No podían continuar así. Busco con la mirada a Katy. No le costó mucho localizarla, estaba subida en una de las escalas de cuerda que colgaba desde el palo mayor. Su cabello ondeaba al viento y su camisola se agitaba al compas del viento. Estaba agarrada con una mano y con la otra se protegía la vista mientras observaba la estela de "La dama del Alba".
Jack termino de engullir lo que le quedaba entre las manos y se aproximó a Katy. La joven no se dio cuenta de la presencia de Jack hasta que este, de un salto, se subió a la barandilla y agarró la escala donde estaba ella. Katy bajo la mirada y observo el rostro serio de Jack. Los ojos verdes de él brillaban con los rayos del sol y estaban clavados en ella:
- ¿Quieres algo Jack?.- Preguntó mientras volvía a observar la estela del navio que les seguía.
- Si, quiero pedirte disculpas.
Katy fruncio el ceño y volvió a mirarlo. ¿Que podía tramar esta vez?:
- Lo siento Katy, siento como me he comportado contigo hasta ahora. Te debo una disculpa. Me burle de ti en el muelle la noche que nos conocimos. Me tome la libertad de capturar ese navio sin consultarte, además de todas las cosas que he podido hacer mal hasta ahora. Lo siento de veras.
Las palabras de Jack parecían sinceras, pero aquél hombre era un buen truhan. Tenía el verbo fácil, demasiado fácil:
- ¿Tengo que creer que tus palabras son sinceras Jack?.
- Puedes creer lo que quieras Katy, pero no puedo ser mas sincero contigo. He metido muchas veces la pata, demasiadas tal vez, pero tenemos que zanjar nuestras rencillas de una vez por todas. Si no quieres ese navio,- prosiguió señalando "La dama del Alba"- lo podemos hundir y continuar la cacería de mi padre en este.
- A buenas horas me sales con esas.- Respondió la joven.
- También podemos hacer otra cosa,- dijo Jack sacando su espada y ofreciendole a Katy su empuñadura- termina de una vez con mi vida y continua tu camino.
Katy cogió la espada de Jack mientras lo observaba. El muchacho se soltó de la escala y abrió sus brazo ofreciendo su pecho para la posible estocada:
- No puedo hacer mas Katy, esta en tus manos terminar con nuestras rencillas, de una manera o de otra.
Nadie salvo Darin se había percatado de lo que los dos muchachos estaban haciendo. En ese preciso momento, una ola golpeo lateralmente al navio y Jack empezó a perder el equilibrio. Al verlo Katy soltó la espada de Jack y trató de sujetarlo, su mano sujeto una de las de Jack, pero ya era demasiado tarde y Jack caía sin remedio por la borda llevandose con él a Katy.
El_Mercenario- Caballero
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