Por algún lado hay que empezar.

No sabía si sentirse estúpido y pequeño por el poder de aquel hombre o sentirse bien porque había matado a aquella cosa. El olor y el espectaculo visual de alrededor le dijo que dejase aquellas opiniones para más tarde. Se guardó la espada en silencio y tomó a Selene en brazos antes de que rechistara, sus brazos eran fuertes y levantaron a la mujer sin problemas, pero sus músculos le recordaron que aún no les había dado de comer.

Espero que pronto probemos bocado...porque llevo ya un día o más sin echarme al estómago mas que visiones asquerosas y olores nauseabundos. Dijo cargando con la nigromante tras el mago. Echaba visiones al tobillo de selene, debía colocárselo cuanto antes, tenía un aspecto feo, lo haría en cuanto se detuviesen.

Por fin salieron del cementerio y ante ellos se extendía el bosque oscuro, surcado por un viejo sendero y con un olor fresco de pinos mojados, se regocijó con aquello y no miró atrás, caminando y caminando hasta que el mago se detuvo en un abrigo rocoso lejos de aquel lugar. Era un lugar reconfortable, resguardado del frío y de la lluvia, Ildaron suspiró, dejando a Selene en el suelo y tomándole el pie.

Cuanto antes lo hagamos, antes se te pasará el dolor...uno...dos...y... No esperó al tercero sino que giró el pie de la chica en sentido contrario, escuchándose un "clack" seco, volvió a hacerlo y volvió a repetirse el sonido, y finalmente su tobillo, estaba alineado con su pierna. Ya está, ya está hecho... dijo tranquilizando a la mujer que había soltado un alarido de dolor, era natural, le masajeó el tobillo para relajarle el dolor mientras se lo vendaba rajando una tira de tela de su capa vieja. Indicó al mago con una mirada que encendiera fuego, aun quedaba un poco de oscuridad y todos necesitaban del calor tras tan gélidas experiencias.

Raistlin se detuvo al rato de haber salido del cementerio y observó al guerrero re-colocar el tobillo de la muchacha en su sitio. Se estremeció ante los crujidos de éste. El guerrero le indicó que hiciera un fuego, con un gesto... pero mucho se temía que no podría seguir sus indicaciones.

- No creo que sea buena idea hacer un fuego a estas alturas, a menos que no hayáis tenido suficiente ejercicio físico. - Raistlin sonrió a Ildarion, mientras se quitaba el sobretúnica y lo ponía sobre la muchacha tendida en el suelo, para darle algo de calor.- Mientras esto debería darle algo de calor.

Ahora si se podía ver su túnica negra, con los bordados de plata describiendo extraños dibujos y su vaina al cinto, junto con un par de dagas sujetas por unos correajes de cuero.

El hechicero se sentó en un tocón cercano, agarrado a su bastón y observando el cielo, a la espera de la llegada del astro rey.[b]

Inútil,esa era la palabra que mejor la estaba describiendo, un vil paquete.Iba en los brazos de Ildaron, la había alzado sin mucho problema luego de ver como Raist derrotaba sin mayor problemas a la cosa putrefacta que dominaba a esos pobres niños.

-Gracias Ildaron, por todo ésto.- La cargaba, y además le había quitado al niño de encima,si seguía así le terminaría debiendo la vida, si es que no lo hacia ya.
Por fin habían salido del cementerio, el alivio la recorrió, pero de inmediato fue remplazado por el dolor del tobillo que se había visto aliviado en parte por ser cargada.

-Te debo una gigante, ya me diras cuanto me costará el ser cargada.-Por fin habían encontrado un lugar donde descansar, Ildaron, la dejó en el suelo con cuidado, no quería dañarle aun más el tobillo o eso suponía cuando comenzó a hablarle y tocó el lugar herido, el solo roce de sus dedos la hizo estremecer, pues el dolor era insoportable, sabía que el tirón vendría pronto, le hablaba para que se distrajera, pero no lo hizo, todo lo contrario, cuando sintió el hueso volver a su sitio, gritó de dolor, se sentía debil, y con frío, no quería que le hablaran siquiera, asi que agradeció la venda puesta en el pie, y el sobretúnica que Raist le había pues.

-Gracias a ambos, les debo la vida- Y eso, era algo que en cierto modo no le gustaba.

Cuando el sol tiñó de colores violáceos y azulados el entorno, el mercenario suspiró de alivio, había vivido una pesadilla, una larga y tenebrosa pesadilla. Se atrevió a mirar al cementerio a lo lejos, entre las hiedras se adivinaban las lápidas, frías y en paz, como debería estar un cementerio...

Quien lo iba a decir...menuda noche, me duelen todos los músculos, de hambre y cansancio. Se frotó los ojos con una mano enguantada, cansado. Volvamos ya a la ciudad, dormiré hasta la hora de cenar rió levemente mirando a sus compañeros, ya con las primeras luces del día miró su coraza de cuero y malla, era un amasijo de desgarrones y churretes de sangre negra reseca, tendría que deshacerse de su armadura.

Y también iré a un curtidor de cuero...por los dioses, que derrumben ese cementerio. Gruñó, su armadura era intocable, la tenía llena de remiendos de otras refriegas, y aquellos cadáveres la habían echado a perder en una noche. Miró entonces las vestiduras del mago, sin duda lujosas para ser un cualquiera...

Hasta que acabe de amanecer...¿Qué te parece si cuentas un poco tu historia amigo? dijo recostándose en un árbol para descansar apenas sí nos has dado cuatro detalles de ti... Su mirada parecía indiferente, pero en los ojos de Ildaron latía aun la desconfianza. Miró a Selene de soslayo, parecía tranquila por fin, ella también lo había dado todo, había sido una buena compañera, miró de nuevo el tobillo y sonrió asegurándose, el fino tobillo de la mujer seguía alineado y vendado.

Y tú Selene... creo que tendremos que estar juntos al menos una semana más, no debes forzar eso ahora o volverá a salirse, te presto mi ayuda si deseas...o si tienes familiares o amigos que te cuiden, encantado de que sean ellos quienes lo hagan, como tú quieras...yo tras esta noche, me puedo dar con un canto en los dientes por seguir vivo y de una pieza, estaré un tiempo de vacaciones para reposar, puedo quedarme en la ciudad si quieres. Asentía liberando un inmediato bostezo que no se molestó en ocultar.

- Estamos cerca del camino real. Detrás de aquellos arboles, -dijo señalando hacia una arboleda lejana, al otro lado de la llanura que se extendía ante ellos- se encuentra el camino de acceso a Camelot. Pensé que habíamos salido del cementerio en dirección al camino, pero lo hicimos en otra dirección; tampoco era el momento de pararse a preguntar.

Raistlin no hizo ademán de hablar de si mismo, se atusó la túnica, se ajustó las dagas y la espada y miró en derredor. La mañana se había despertado algo perezosa en cuanto a la luz, una fina neblina aún cubría la llanura, pero no parecía haber nada mágico detrás de su presencia, debía ser producto de la humedad de la noche.

El hechicero miró al guerrero, había estado rezongando sobre los desperfectos de su armadura, bastante buena por cierto, ya que muchos de los ataques que sufrió apenas habían hecho mella en el cuero bien curtido. Sabía que les debía una explicación sobre su presencia, y aún daba gracias a la diosa de que no supieran que entre otras artes dominaba la nigromancia, pues no creía que eso fuera a ayudar al mutuo entendimiento. De todas formas era pronto para decir que hacía allí, pues no tenía muy claro que decir. Aunque si empezaba a ser tarde para no dar mas explicaciones.

- Lo cierto -dijo carraspeando- es que estaba investigando ya que algunos aldeanos de la zona se han quejado de presencias extrañas en las tierras de labranza y corrales... han aparecido animales muertos y como vivo cerca, un conocido de la corte me había pedido que echara un ojo al cementerio; ya que era la zona que les preocupa más.

No era toda la verdad, pero tampoco una mentira exagerada. Aunque hubiera sido uno de los consejeros reales el que le dijera de investigar, puesto que como hechicero de la corte, entraba en sus atribuciones problemas de índole mágico; por mucho que a él le pesara. De todas formas, una vez llegados a la corte, ya buscaría las formas de acabar de explicarse, aún no sabía quienes eran, y era algo que le intrigaba; ninguno de los dos parecía ser el causante del alboroto, pero el había estado horas en ese cementerio, y todo el jaleo empezó cuando aparecieron ellos. Y estaba seguro de que no habían entrado por la puerta, les habría visto; ni se habían levantado de una tumba.

(Me gustaría unirme, ¿puedo?)

(yo no veo inconveniente)

(Bueno... si alguna vez tardo días en seguir... seguid vosotros, no importa.)


El bosque estaba oscuro, quizá demasiado para su córcel. El caballo se veía perfectamente por su color blanquecino, pero no tenía otro, y aquel era su más fiel compañero. Sí, por que el otro... Dirigió sus pensamientos a otra parte y apretó contra sí las hierbas que llevaba atadas a la espalda, espoleando al animal y sujetándose bien a la montura con los muslos.
- Vamos, Kitt, todo ésto está muy silencioso...
La joven de suma palidez y dulce voz, se movió al galope entre los árboles hasta oír una queja femenina, seguida de voces. Una de ellas, quizá dos, eran conocidas. Detuvo al animal con cuidado y lo guió entre los árboles, sin dejarse ver del todo, solo insinuando la silueta del córcel que, en la noche, era fácil de ver.

Nymeria escribió:(Me gustaría unirme, ¿puedo?)

(Por mi tampoco)

¬¬ yo no quiero que entre ¬¬ muajajaj!!! claro que siiiiii!! entra que asi se hace mas divertido todo, y si no puedes, pues te esperamos si los chicos estan de acuero y me perdonan, pero esto lo respondere en la tarde cuando llegue de la facultad, qeu ahora solo entre para sacar unas cositas que necesitaba
Nymeria bienvenida y el orden seria mas o menos asi, Ilda-Raist-Nymeria y yo les parece??

- Es hora de ponernos en marcha, creo que ella podrá aguantar un poco más ahora que ha descansado - dijo el hechicero mirando a Selene - si sigue apoyándose en el bastón improvisado, mejor; no debería hacer esfuerzos con ese tobillo aún.

Espero a que estuvieran listos y se colocó la sobretúnica para volver a ocultar sus ropajes, aunque ya habían sido obvios para sus compañeros, tanto el corte de alta costura como su condición de hechicero - o eso creía él-. Selene se la acababa de devolver ya que no parecía que la necesitara, y a el le iba bien ocultar su túnica en los caminos. Se desató la espada envainada y se la colocó en una ranura que ofrecía el cuero en la espalda, para llevarla con el pomo asomando por su hombro.

- Cuanto antes nos pongamos camino de algún sitio civilizado, antes le podrán dar los cuidados necesarios a la muchacha para que se recupere. Y allí ya podremos ver a que nos enfrentamos, y a quien habéis enfadado tanto como para desearos encuentros tan amigables como los de anoche. - el hechicero se calló un momento, al darse cuenta de que su expresión había sonado mas a orden que ha propuesta, sonrió para sus adentros y añadió- a menos que tengais una idea mejor, ahora mismo es lo único que se me ocurre. Iremos directos hacia el bosque, lo atravesaremos para llegar rápidamente al camino.

selene_oscura escribió:¬¬ yo no quiero que entre ¬¬ muajajaj!!! claro que siiiiii!! entra que asi se hace mas divertido todo, y si no puedes, pues te esperamos si los chicos estan de acuero y me perdonan, pero esto lo respondere en la tarde cuando llegue de la facultad, qeu ahora solo entre para sacar unas cositas que necesitaba
Nymeria bienvenida y el orden seria mas o menos asi, Ilda-Raist-Nymeria y yo les parece??

(El orden me parece que ya se ha trastocado un poco XDDD... pero bueno, la idea es tampoco acaparar, guardando las formas.)

por eso el mas o menos yaaa, ahora si me largo,que la facultad me llama la muy maldita jajaj

(Entonces pongo yo ahora... luego selene, y luego ildaron, ¿no? bueno... jaja... aii selene me asustaste xd pero gracias por dejarme entrar a todos, necesito evadirme.)



La joven alzó una ceja cuando distinguió entre los árboles a Ildaron. El mercenario, en el bosque, de noche, mala señal. Skadi bajó del animal rápidamente y lo mantuvo oculto mientras se mostraba ante ellos, al menos si ellos querían verla, pues se encontraban de costado a su norteña figura. Primero, miró a la mujer, quizá la queja fuera de ella, no veía ninguna otra, aunque no parecía muy débil como para que la hubiese pasado algo. Después, sus ojos pasaron por Raistlin con recelo, como si le fuera muy familiar (esque me encanta dragonlance...) y acabaron en Ildaron, como si le estuviera riñendo. Días antes, habían acordado que se quedaría en Camelot, si el hombre dejaba de meterse en líos.

- ¿Cómo no me he dado cuenta? Donde hay lío, hay mercenario.- suspiró, antes de que nadie reparara en ella.

Ildaron giró la cabeza como un resorte al escuchar aquella voz tan familiar, no se podía creer que tras aquella noche de pesadilla, apareciese quien menos se esperaba, pero allí estaba Skadi, como si pasease por su casa.

¿Qué estás haciendo aquí? Fue lo primero que se le ocurrió decir, descubrió que de la sorpresa se había quedado con los labios entreabiertos asi que se irguió y guardó la compostura. Se ciñó el cinturón de su larga espada y se rascó la nuca.

Hermanita, un mercenario lo es siempre, no estoy aquí porque he querido...bueno, no del todo, fui a cumplir una misión y todo se enredó hasta acabar aquí, sucio, cansado, hambriento y con dos nuevos amigos sonrió mirando a selene y luego a raistlin aunque con los ojos levemente entornados bueno...eso creo, oh si, y con la armadura rota...tendré que volverla a reparar. Tras esto se acercó para abrazarla sin poder reprimir una sonrisa de satisfacción y alegría al verla.

Hacía mucho que no sabía de ti, me tenías preocupado, ¿En qué agujero te metiste hermanita? Decía con el tradicional tono de reproche que usaba con ella cuando le preocupaba.

Raistlin se giró en dirección a la voz, sorprendido por el sigilo demostrado. Al menos no había que enredarse en otra pelea, lo cual agradecía con creces. Hacía mucho tiempo que no se dedicaba al "trabajo de campo" y estirar las piernas estaba bien, pero como primer día, no creía que hubiera sido de los mas tranquilos.

- Milady - El hechicero realizó una breve reverencia con su cabeza en dirección a Skadi a modo de saludo.

Después de saludarla la examinó de arriba a abajo, su palidez era su rasgo mas llamativo. Creía conocerla de la Corte, pero podía equivocarse, tampoco parecía ser una habitual de las aburridas reuniones de la corte llenas de chismes; se habría fijado en la mirada de esa mujer. A primera vista no hubiera jurado que fuera de fiar, todo su ser denotaba frialdad; pero era amiga del mercenario, o eso parecía.

Se limitó a aguardar el fin de las presentaciones y de la puesta al día mientras pensaba en Selene...

- Disculpad mi atrevimiento, pero creo que nos sería de gran ayuda si pudierais llevar en vuestro corcel a la dama, puesto que se hizo daño en un tobillo y ahora mismo no puede andar con facilidad. Podríamos encontrarnos luego en algún lugar que todos conozcais. - No quería decirlo mas claro, pero Selene; dado que no conocía sus habilidades, era más un estorbo que una ayuda. De nuevo parecía querer imponerse a sus compañeros, pero no se le ocurría mejor uso del caballo de la mujer.- Espero que no sea una carga para vos, y que no os importe, al fin y al cabo ya estamos cerca del camino y no lejos de la Corte.

Genial, ahora estaban en medio del bosque, y por la parte que quedaba mas alejada de su casa, ella vivia en la parte contraria, ahora tendria que caminar, mejor dicho cojear hasta allá, le parecia amable de parte de Ildaron preocuparse así por ella, viviva sola y se las tendría que ingeniar para compatibilizar el reposo con el trabajo en la taberna.

-Creo que me las podré arreglar sola, pero no me vendria mal un poco de compañia un par de días a la semana- Sonrió ampliamente a Ildaron, era una invitación a su casa, no dicha como tal, pero creía que se daba a enteder.
- Y partamos cuanto antes, es todo lo que quiero, deseo alejarme lo antes posible del cementerio, sigue habiendo una energia extraña.-Las cosas habían despertado cuando ellos habían entrado, ahora solo debían saber a quién perseguian, si a Ildaron o a ella, esperaba que no fuera a ninguno de los dos, el hombre le caia bien, era agradable, podrían ser amigos.
-¿ Nos vamos?.- Había escuchado con atención, las explicaciones que Raist había dado, no la convencian del todo, pero era su verdad por ahora, si la corte intervenía era por que las cosas estaban fuera de control, no era por puro azar o porque los intereses de los nobles estuvieran en peligro.
Una voz extraña atrajo su atención y un más el que pareciera conocer a Ildaron, eso si era extraño, encontrarse con alguien en pleno amanecer, la mujer era extraña, y no le daba para nada confianza, por mucho que conociera a los hombres que la acompañaban, las mujeres que se atrevian a andar solas por el reino, y sobre todo por los bosques, nunca, pero nunca eran debiles.
-Ni lo sueñes, no me pienso subira al caballo, mi pie está bien, ya no duele.-Dijo de inmediato al oir a Raist sugerir que se subiera al caballo de le mujer,para enfatizar sus palabras,golpeó el suelo con el pie, y dolió, pero no se quejó, ni una mueca de dolor marcó su rostro, solo una sonrisa,falsa, pero sonrisa al fin y al cabo, ya estaba cansada de parecer inútil, asi que caminaría sola, además en alguna parte del camino ella seguiríacon un rumbo diferentnte, no iba al pueblo, el camino real entraba al reino y seguia por el bosque, ella tomaria ese camino, era la manera más rápida de llegar a casa.

(Ildaron, al ser en mundos paralelos, Skadi y el mercenario solo son hermanos o... ¿seguimos la historia general?).

- Hago aqui lo mismo que tu, investigar...

La joven hablaba en voz alta, para que tambien la oyeran las otras dos personas que mas atras se encontraban. Pero, cuando Ildaron estuvo mas cerca, el susurro que salio de sus labios fue solo oido por el. O eso pretendia la joven.

- ¿Lo de hermanita es con sorna?

Ya sabia el juego que tenian desde que habian pasado un rato en el cementerio, junto a la tumba de su madre. Bueno, mas bien de la madre de Ildaron. Con el mismo tono de voz que la vez primera, miro al hombre de cabello extraño.

- Puede montarlo, por supuesto.- y esque, el corcel, habia asomado la cabeza y ahora era completamente visible.- Si quiere.- añadio rapidamente cuando oyo la queja de la mujer.

No se le paso por alto el golpe que la femina daba contra el suelo, ni la frialdad de su rostro. Era dura, y el hombre de cabello albo no parecia tan tonto como para no darse cuenta. Aquello parecia una fiesta de mascaras donde cada uno mostraba otro rostro que no era el suyo.

El ambiente se percibía cargado. Palabras retenidas , lenguas mordidas , corazones palpitando al unisono.
La suave brisa dejaba tras de si un rastro de hojas que caían lentamente de las copas , ya muertas , de los árboles. A lo lejos un búho ululaba , presagiando el triste final de la musaraña que se atrevía a abandonar la protección que le aportaba su madriguera.
Una manada de lobos emprendían su caza , olían la tierra , manchándose ligeramente sus oscuros morros. Sus pisadas eran ligeras y firmes. Sabían que por allí cerca había comida. ¿Y por qué lo sabían?
Porque Instinto estaba allí , tras de ellos. Estaba sobre la rama del búho , bajo la tierra que pisaba el placentario.
Estaba tras Skadi, escuchando lo que ella decía. Sentía especial cariño por esa mujer. Si hubiera sido humana hubiera podido experimentar ese sentimiento que algunos llaman amistad o llámese amor. Sonreía para sí mientras observaba a los presentes. Hacía tiempo que había abandonado al mago , y a Selene ni la conocía. Los miraba con detenimiento , penetrando en su carne y olisqueando su alma. Cerraba los ojos mientras se dejaba llevar por la marea de pensamientos y sentimientos dispares y confusos de los presentes hasta que se estabilizó. Fue entonces cuando acercó sus labios al oido de Skadi y le susurró :
" Aléjate de ellos , sólo te traerán problemas. Esto no es asunto tuyo " .- Tras decir esto el caballo empezó a ponerse nervioso ; las orejas hacia atrás lo demostraban. Movía la cabeza de un lado hacia otro , como si quisiera quitarse de encima un peso invisible.

(Uhm...empecemos haciendo que sean hermanos como en su historia y conforme avance esto pues podremos decidir según que suceda.)

Te llamo hermanita por lo pequeñita que eres rió de medio lado y luego se giró hacia sus dos compañeros. No había visto el golpe que había dado selene contra el suelo pero sí lo había oido, de modo que se puso serio y arqueando las cejas avanzó un par de zancadas hacia ella. Si quieres joderte de nuevo el pie haciendo estupideces no seré yo quien te lo vuelva a colocar. Le dijo sin tapujos mientras miraba a Raistlin ahora.

Me parece que entrar por la puerta principal de la ciudad con todo lo que se cuece...no creo que nos dejen pasar, y dado el aspecto sucio y demacrado que selene y yo llevamos...incluso pueden tomarnos por sospechosos y encarcelarnos, dados los tiempos que corren. Dijo dibujando una mueca pensativa con los labios. No obstante podemos entrar por la puerta de "los tres castillos" suele usarse para mercancías y no creo que haya mucho problema en confundirnos con cualquier campesino con un manto sucio le señaló a él con una pierna herida por trabajar en el campo señaló a selene y con un campesino fuerte armado por si hay salteadores y su hermanita pequeña se señaló a él mismo y a Skadi.

De modo que se pusieron los cuatro en marcha de camino entre el bosque para dar al camino real, allí decidirían el rumbo, ninguno hablaba, el mago parecía absorto en sus pensamientos y selene tras muchas imprecaciones e indicaciones del mercenario aceptó a subirse en el caballo mientras él iba detrás, intercambiando información con la chica.

Lo de esta noche ha sido el colmo, Skadi. Nigromancia, apestados, casas desiertas...y esos muertos vivientes son inteligentes o fáciles de controlar, nos atacaron niños vestidos con sus sudarios fúnebres...enterragados y medio podridos, era una visión desesperanzadora. Esto ya llega más lejos que la simple peste hermana...no se aun quién, pero alguien bien poderoso esta manejando hilos entre la vida y la muerte con los apestados y en la muerte misma con aquellos seres que se levantaban de sus sepulturas.

( y tu quien eres O.O )

Raistlin decidió dejarlo correr, cuando llegara al abrigo de los muros de Camelot ya vería de ir a hablar con el consejo. No estaba por la labor de desviar el curso de los acontecimientos, ni tenía claro como se tomarían si los guardias de la puerta principal obedecían sus órdenes.

- Como veáis, entraremos por donde decís. - Se embozó con la capucha de su túnica y suspiró para sus adentros. Por si sucedía algo imprevisto empezó un ritual de memorización de conjuros, almacenando un par de proyectiles mágicos para poder lanzarlos inmediatamente si hacía falta.



(Siento la brevedad, pero ahora mismo no tengo claro por donde tirar XDD)

Skadi mantuvo la compostura, totalmente recta y con el semblante serio. No siguió a Ildaron, ni a su propio caballo, ni al hombre de cabellos albos, ni a la mujer herida... El susurro de aquella voz había penetrado hasta lo más hondo de su alma, deslizándose por ella y removiendo su interior. De no ser porque ya sentía el invierno en sus entrañas, se habría estremecido. Pero Skadi era una mujer dura de roer, saltaba a la vista.
Las palabras del mercenario apenas fueron captadas por ella, que ahora se mantenía un poco alejada, como una estatua. Allí había algo, una presencia, una especie de aura caótica que la hacía sentirse como en casa.

- ¿Quién va?

Murmuro, en un murmullo tan sumamente bajo que solo un ente superior podría llegar a captarlo.

En la lejanía el aullido de los lobos respondió a la pregunta de Skadi. El viento cesó en su empeño de desnudar a los árboles y el cielo terminó de cubrirse por grises nubarrones que presagiaban una tormenta no muy tardía.
El caballo seguía resoplando , coceando cada vez que alguien intentaba acercarse a él.
Tras unos minutos de silencio el cuerpo de una mujer comenzó a materializarse sobre el corcel. A pesar del frío , sencillos ropajes cubrían su cuerpo. Su rostro , totalmente atemporal observaban a los presentes con entusiasmo.
Tan solo pasar una de sus manos sobre la crin del animal fue suficiente para calmarlo y estabilizarlo.
-" ¿De qué te serviría ayudarla? Piénsalo. Ponerte en peligro... -Esta vez volvía a colocarse tras ella. Sus palabras , tan solo audibles para Skadi , penetraban en su cerebro , desgarrando a su paso toda idea preconcebida.- Ponerle en peligro...- Su voz , cantarina y melosa era como un cántaro de miel. Sus ojos ahora miraban a Ildarion. Instinto sabía que él era lo más importante para Skadi. Al menos de todos los presentes .- Podrían mataros , desgarraros..."- inconscientemente la mente de Skadi comenzó a evocar imágenes que se correspondían a lo que Instinto sugería , haciendo que viera los dos caminos que se abrían ante ella.

Dejando a Skadi envuelta en sus pensamientos , Instinto decidió acercarse a Raistlin. Hacía años que no le visitaba. ¿Años? Quizá fueron siglos los que les separaban de su último encuentro.
" ¿Me recuerdas? " .- Su figura aparecía frente al hechicero. Instinto sonreía de medio lado. En su rostro la misma mueca torcida que definía a Raistlin años atrás la caracterizaba ahora a ella.- ¿Qué ha sido del hechicero omnipresente que conocí?- Se cruzó de brazos y fingió analizar a todos a su alrededor .- ¿Es esto lo que realmente quieres? ¿Desgastarte ese precioso cerebro para idear un grandioso plan que puede echar por tierra todo lo que has construido durante largos años ? Y todo por... ¿ayudarla? .- Instinto soltó una carcajada.

Escuhó el intercambio de palabras entre Ildaron y la mujer, no le importaba si se conocian, solo deseaba llegar a su casa, tenía una idea.
Iremos a mi casa, es lo que está relativamente más cerca.-Era lo mejor que podía hacer, ella iria protegida por los dos hombres y la mujer, si aceptaban la dejarian sana y salva, sería la ayuda que necesitaban y ya no les devería mucho más.

Si me siguen, nos evitaremos entrar al pueblo, por cualquier parte,tú Ildaron podrás cambiarte de ropa o lavarla por lo menos y el resto podrá descansar y comer, es lo que necesitamos.-Había puesto las cartas sobre la mesa,ellos decidian, ella de todos modos, iria a su casa, no entraría al pueblo, menos en el estado que estaba.